En guerra con el Lado Muerto
En ocasiones es bastante lógico dudar de hacerse con un cómic debido a sus precedentes. El inicio de Shadowman cuando regresó Valiant allá por el 2012 no fue precisamente brillante. Con Justin Jordan a la cabeza y un buen plantel de dibujantes, la primera colección no llegó a pasar de un mero entretenimiento, alejado de los otros estrenos de la época como X-O Manowar o Archer & Armstrong. Ni siquiera la llegada de Peter Milligan hizo que aquello arrancase, siendo su único gancho la creación de Punk Mambo. Esto llegó a tal punto que Shadowman prácticamente desapareció en la época más brillante de la editorial, ocupando su lugar la Doctora Mirage, de forma efectiva, por cierto. Pero Shadowman se negaba a desaparecer y, tras figurar en otras series, consigue una tercera colección dirigida por Andy Diggle y dibujada fundamentalmente por Stephen Segovia. Aunque está sí que era bastante buena no llegó a tener éxito y se canceló, acabando de forma abrupta en el número once.
Sí esto puede hacer dudar al lector ahora llega otro nombre: Cullen Bunn. El afamado autor de Marvel y conocido por ser uno de los más prolíficos de la actualidad en el mercado indie es capaz de todo. De lo mejor, Harrow County o El Sexto Revólver, de lo peor, Dark Ark o Unholy Grail, y en su mayoría de obras interesantes, cortas y efectistas, sin ser imprescindibles, donde se podrían citar decenas, entre ellas Punk Mambo. Y es que Bunn ya había pasado por aquí, convenciendo con su trato de la parte mágica del universo Valiant, lo cual es un punto a su favor. Otro es ver a Bunn en su salsa, es decir, el cómic fantástico que tontea con el terror.
Donde sí que no hay duda alguna es en el apartado gráfico. Este tomo contiene dos arcos argumentales, el primero de ellos tenía fecha prevista de salida para 2020, pero la pandemia hizo que se retrasara hasta 2021, y el encargado del dibujo era Jon Davis-Hunt, autor de The Wildstorm, que es sinónimo de calidad. Aunque su número uno tardó en salir a la venta, Valiant confió en los resultados y encargó su continuación, con lo que el número cinco llegó a principios del presente año y con otro dibujante, le español Pedro Andreo, autor que pudimos ver en Bloodshot pero que aquí empasta mucho mejor con la historia.
Davis-Hunt es un gran narrador, con un dibujo muy limpio y jugando con las páginas ofrece un estilo que potencia la acción cuando es necesario pero muestra muy buenas cualidades a la hora de enfocar el terror. Mientras que Andreo es más difuso, se le da muy bien ambientar el entorno en el que se desarrollan los hechos, la Zona Muerta (aquí rebautizada por los traductores como el Lado Muerto), y nos regala una Punk Mambo magnífica. Aún con sus diferencias los dos saben dar en el clavo con Shadowman, haciendo un trabajo maravilloso, hasta el punto de ser muy difícil saber con cuál de los dos quedarse. Sin duda han sido una elección muy buena, también es cierto que tener una colorista de primera línea como es Jordie Bellaire es un importante añadido para ambos.
No es nada difícil definir esta serie como una de las mejores de Valiant de los últimos años, rivalizando con la de Rai o Psi-Lords, porque los autores consiguen levantar al personaje a base de darle seguridad y de exponer un mundo más cercano al terror que en otras ocasiones, sin olvidar la acción que le caracteriza. Es un tomo que hace recuperar la fe en Valiant.
De esta manera nos presentan una historia que resulta muy curiosa pues, con un hilo conductor, se lanzan a realizar una especie de antología donde Shadowman va resolviendo pequeños casos de criaturas que invaden nuestro planeta desde el Lado Muerto. El tono de terror está presente en los cuatro primeros números con cuatro historias bastante diferentes entre ellas. Posesiones, fiestas demoníacas en las altas esferas, un cazador de Loas o una historia sobre la drogodependencia dan un carácter diferente a esta serie que bien se podía haber mantenido en un buen puñado de números más. Historias cortas en las que Bunn demuestra que tiene cuerda para rato.
En este sentido se nota el parón de la serie, pues al llegar al número cinco ya se centra en el problema, el gran Loa que lo está causando todo. No es nada malo pues la serie dedica esos cuatro números a la resolución de manera notable, todo muy bien hilado y tirando más de la mitología ya conocida que rodea al personaje, como los dioses de los Loa o la llegada de Punk Mambo, sin pararse a reinventar mucho. Esta parte es llamada Deadside War (La guerra del Lado Muerto) y es como un minievento, como una gran saga que solo sucede aquí, que involucra a todos los héroes (Aric, Bloodshot, Ninjak…) pero solo salen como figurantes al fondo, sin necesidad de comprar otros productos. Lo habitual el la buena Valiant parece estar de vuelta.
Lo que sí cambia es la actitud del protagonista. Estamos ante un Jack Boniface más seguro de sí mismo, en comunión con el Loa de las sombras y con un toque más heroico (recordemos que esta serie estaba enmarcada en un 2020 que iba a ser el “Year of the hero”) pero muy bien insertado, tomando como referencia el pasado caótico un Shadowman que no acababa de encontrar su sitio. Es cierto que en ocasiones tira de tópicos del género superheroico, igual que con el terror bebe mucho de Lovecraft, pero también tiene giros interesantes cuando Boniface decide intentar usar métodos no violentos. El crecimiento del personaje en el séptimo capítulo es para quitarse el sombrero, con una historia narrada en primera persona y todo el peso de la acción sobre un Pedro Andreo que se mueve como pez en el agua.
Estamos ante la mejor serie de Shadowman, y eso que la de Diggle era bastante buena. Es una pena que la editorial no haya sabido recuperarse a tiempo de los estragos que hizo la pandemia, este Shadowman así dirigido podría haber mantenido una calidad importante durante más números. Aunque también hay que tener en cuenta que este tomo autoconclusivo tiene una continuación, ahora mismo se está publicando en Estados Unidos Book Of Shadows, cuya reseña podéis leer aquí, que es uno de esos minieventos que gustan tanto a Valiant (que nos ha dado muchos buenos momentos) y que sigue con los acontecimientos de este volumen. Esperemos que este tomo funcione bien en España y Moztros se lance con ese Book Of Shadows.
Lo mejor
• Por fin un Shadowman que sabe lo que hace, con tablas y fuerza frente al Lado Muerto.
• Una historia que sabe combinar terror y acción a las mil maravillas, consiguiendo alzarse tanto en las historias de corte antológico como en la resolución.
• Dos dibujantes que manejan muy bien al personaje y su entorno.
Lo peor
• Hubiese estado muy bien que la serie fuera algo más larga, dedicando más números a esas historias de carácter antológico de la primera parte.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.7
Interés - 9
8.7
Bunn, Davis-Hunt y Andreo firman lo mejor de Valiant de los últimos años y la serie más interesante de Shadowman gracias a un magnífico equilibrio entre terror y acción.
Ya te vale Igor, por tus malditas recomendaciones me animé a leer todo lo que me «pautaste» de Shadowman de Medusa y ahora esto. He caído en la trampa sin remedio XD.
Ahora en serio, a mí también me ha parecido la mejor serie del personaje hasta la fecha y me hubiera gustado que fuese más larga.
Muchas gracias por descubrirme este universo!
Jajaja, no sé si darte las gracias o pedirte disculpas!!! Me alegro que lo hayas disfrutado como yo.
Un saludo