Mathieu Bablet es un autor de cómics francés nacido en 1987. La Belle Mort es su primera obra publicada como casi todo su obra por Ankama Éditions. Para ellos también realizó una historia corta con guiones de RUN en Doggy Bags publicada por Dibbuks en España. Los dos tomo de Adrastrée son su última obra antes de este Shangri-La. Desde ya se convierte en un autor a seguir muy de cerca.
En un futuro lejano, post-apocalíptico de cientos de años, la tierra ya no es habitable y un pequeño grupo de supervivientes viven en una estación espacial sometidos a la hegemonía de una multinacional que ha logrado imponer el consumismo entre los ciudadanos. A simple vista parece que estamos ante una “sociedad perfecta” donde nadie se hace preguntas y todos están satisfechos con el devenir de su vida. Pero la realidad es bien distinta, los humanos no aceptan a la nueva especie de animales humanizados (animoides), los científicos quieren empujar sus límites y convertirse en dioses creando vida de la nada a partir de antimateria y, un grupo rebelde, romperá la paz instaurada con manifestaciones y panfletos.
Shangri-La es un gran cómic de ciencia ficción, con un gran diseño y un aspecto visual impecable, solo por eso ya es una gran compra pero es que es mucho más, muchísimo. Si la Shangri-La de la novela de James Hilton, Horizontes perdidos es una paraíso terrenal situado en el aislado Himalaya, una auténtica utopía, aquí hace referencia a una estación orbital propiedad de la multinacional Thianzu Entreprises que dista mucho de serla. Veremos que no es oro todo lo que reluce y que los errores de la humanidad siempre viajan con ella.
Esta historia le sirve a Mathieu Bablet para criticar gran parte de los males que asolan a la humanidad en estos tiempos. Desde el capitalismo inhumano y desmedido hasta el racismo, pasando por los abusos de la tecnología, la falta de ética de la ciencia, la ausencia de preocupación por el medio ambiente, los sistemas de control de los gobernantes, etc… Todo lo que en el futuro nos acabará conduciendo al desastre. Son unos planteamientos muy cercanos y realmente plausibles, ya que no estamos ante una space opera sino ante una obra más cercana a la ciencia ficción hard, que habla de un futuro terriblemente familiar. Es una obra que sigue los pasos de Huxley, Wells, Bradburry o el Alan Moore de V de Vendetta presentándonos una sociedad en descomposición donde aflorarán todo lo bueno y malo de lo que es capaz la humanidad. Es una historia sin héroes. Scott, el protagonista, tan solo es alguien tratando de hacer lo que cree es correcto. Lo que sí abundan son los villanos, mezquinos, crueles, egoístas… vamos como la vida misma.
Particularmente interesante es el uso que se da de la tecnología con sus vertiginoso avances como herramienta de control de la gente. Cómo se genera una necesidad que en realidad no tienes para mantenerte esclavo para poder comprar la última versión. Algo que nos debería llevar a revelarnos contra el sistema pero que nunca haremos. Además me quedo con la reflexión de que todas las sociedades necesitan alguna raza a quien odiar, aquí son los animoides, en el mundo real todos conocemos los ejemplos. Eso no deja de ser otra herramienta de control por parte de los poderosos.
Gráficamente es un prodigio tanto de composición y diseño como de la narrativa. En los diseños de la tecnología se puede ver bastante influencia del Manga, y no solo porque aparezcan mechas. El diseño de los animoides es brillante pero no así el de los humanos que es el único pero, ya que a veces sus caras son muy parecidas y los hace difíciles de distinguir. El tratamiento del color es inmejorable consiguiendo que los pasajes en la estación sean opresivos y claustrofóbicos, las escenas del espacio son perfectas ya que todo parece estar quieto y a la deriva y las escenas de los planetas rebosan vida y luminosidad.
Shangri-La es una impecable edición de Dibbuks con gran formato, gran papel y gran reproducción. Con El arte de Charlie Chan Hock Chye – Una historia de Singapur Dibbuks ya había coeditado una de las obras mas interesantes del año, ahora ya son dos.
Tremenda historia de ciencia ficción con todos los ingredientes para convertirla en uno de los clásicos modernos del género. Sin ninguna duda uno de los tebeos del año y un autor del que espero que veamos publicado el resto de su obra.
Guión - 9
Dibujo - 9
Interés - 10
9.3
Imprescindible
Ciencia ficción con mayúsculas capaz de mirar cara a cara a lo mejor del género.
Tanto por dibujazo como por guión, creo que le habría venido bien un recorte de páginas. La parte de consumismo en la estación se me hizo repetitiva y muy larga y el dibujo tan detallado no me ayudaba a mejorar el ritmo. El comienzo y el final es lo que más me gustó. De todas formas, a seguir al autor con ganas.
¡Interesante!
Ya le tenia ganas pero despues de leer esta estupenda reseña ahora tengo que comprarlo esta semana. Mi cartera te maldice Diego.
Ya sé que es un artículo antiguo, pero aprovecho para recomendar la lectura de este cómic.
A mí me ha dejado una sensación de melancolía.
Sólo corregir que Shangri-La no es la estación espacial, sino una zona de Titán.