Shortcomings

Edición original: Shortcomings (publicado por Drawn & Quarterly)
Edición nacional/ España: Random House Mondadori
Guion: Adrian Tomine
Dibujo: Adrian Tomine
Formato: Cartoné; 112 páginas en blanco y negro
Precio: 19,90€

Durante las últimas semanas tanto ustedes como yo hemos recorrido juntos un repaso por la obra de Adrian Tomine, pero todo viaje tiene su final, y Shortcomings es la última parada sobre este gran narrador del cómic contemporáneo. No es su último tebeo publicado, lugar de honor que ocupa Intrusos, del que ya les hablé la semana pasada, pero sí que es su primer relato largo dentro de su serie Optic Nerve, teniendo en cuenta que Tomine es un maestro de la historia corta. Más allá de Optic Nerve publicó Escenas de un matrimonio inminente, aunque sus escasas 56 páginas apenas pueden considerarse como un relato propiamente largo.

Posiblemente, Shortcomings sea su mejor cómic a la hora de escribir diálogos. Si bien es cierto, gracias sobre todo a la posibilidad que cambiar de estilos diversos que da una publicación basada en relatos cortos, Intrusos es la cima de su obra en cuanto a dibujo y cierta experimentación narrativa, pocas veces podemos ver unas líneas de diálogo tan bien escritas como en Shortcomings. Es tal el nivel de precisión y fluidez que hace que la historia se lea sola y de seguido sin ningún tipo de interrupción. Sin desmerecer a la parte gráfica que no solo es muy buena, sino que también el autor encuentra soluciones narrativas muy interesantes, todo el peso de la historia recae en el diálogo. Para escribir unos diálogos tan certeros se necesitan dos cosas: mucho talento, y el tiempo necesario para pulirlos y perfilarlos. A Tomine le sobra el talento, y suele ser un artista que no se mueve por las prisas a la hora de publicar una obra, mimando cada uno de los aspectos que la componen, y en este sentido, el buen diálogo requiere mucha dedicación. Así pues, entre el tiempo que le dedica y el talento que derrocha tenemos la combinación ganadora para generar tales líneas de diálogo. Suena fácil, pero no lo es.

La característica más importante de este cómic y que hace que los diálogos tengan este nivel es que los personajes no solo están excelentemente bien definidos, sino que éstos adquieren tal nivel de conciencia que parece que hablen por sí solos más allá de la mano del autor. Es como si Tomine los hubiera creado y ellos ya por su cuenta se hubieran puesto a hablar entre sí.

Shortcomings está compuesto por 3 capítulos que se corresponden con los números 9, 10 y 11 de Optic Nerve, y que se leen de un tirón casi sin parpadear. Pese a que Tomine aquí abandona el relato corto, no es una historia excesivamente larga, aunque en 112 páginas es capaz de desarrollar con acierto una historia profunda sobre el cambio y las relaciones personales.

No deja de resultar irónico que el protagonista sea un estadounidense de origen japonés que siente especial atracción por las mujeres blancas y que vive en California. Además de esto, varios personajes del cómic se mudan de California a Nueva York. Pues bien, Tomine, estadounidense de origen japonés, cumple varios de estos rasgos ya que, habiendo nacido en Sacramento, al final se trasladó a Nueva York, y su esposa es una mujer blanca. Es decir, hay ciertos elementos más o menos autobiográficos en esta obra.

Shortcomings de Adrian Tomine

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Desconozco si el autor pretendía ser gracioso en las escenas en las que la pareja protagonista discute, porque ella descubre la colección de vídeos porno (esencialmente, monopolizada por mujeres blancas) de él. Me resultó gracioso porque me recordaron a las discusiones de Joe Matt con Trish que tan frecuentes aparecen en la obra del autor de Pobre cabrón, por las mismas razones, aunque con un pequeño giro de guion: si Ben Tanaka, el protagonista de Shortcomings, es un hombre con rasgos asiáticos obsesionado con las mujeres blancas; Joe Matt es un hombre blanco obsesionado con las mujeres asiáticas.

En Shortcomings hay cabida para todo: rupturas, nuevos caminos, errores, aprendizaje, confusión, peleas, humor… Es una obra que plantea muchas cosas a nivel personal y de pareja, y posiblemente, no dé respuestas, o tal vez sí. Tal vez, las cosas pasan porque tienen que pasar; o, simplemente, pasan para que reflexionemos sobre nosotros mismos y tomemos nuevas y mejores decisiones sobre cómo seguir llevando nuestras erráticas vidas.

Este cómic es un gran punto de partida para adentrarse en la obra de Adrian Tomine, si bien es cierto que se aleja del relato corto que es la piedra angular de su trabajo, el lector accederá al mismo tiempo a un tebeo que es sencillo y denso a partes iguales; sencillo porque su lectura es fácil y amena; denso por la complejidad de los asuntos que trata y que nos incumben a todos nosotros.

Tomine, ese narrador que hace que lo difícil parezca fácil y natural, lleva 4 años sin publicar ningún cómic. Tarde o temprano, nos deleitará con una nueva obra que espero que mantenga el excelente nivel que ha tenido a lo largo de su carrera.