Canto contra la estandarización.
«Por lo demás, se declaran encantados con mi enfoque… irreverente… nunca irrespetuoso…»
A lo largo del año se publican una enorme cantidad de cómics de carácter biográfico entre los que nos solemos encontrar obras de todo tipo y calidad variable. En el mejor de los casos, pueden ser obras muy bien dibujadas y guionizadas que nos proporcionan un interesante acercamiento a la figura histórica que las protagoniza, pero también nos llegan una enorme cantidad de trabajos anodinos y totalmente faltos de personalidad que forman parte de colecciones en las que parece tener cabida cualquier obra por paupérrima que sea su propuesta. Una constante que vemos tanto en trabajos importados de otras latitudes como en obra de producción nacional. Sin embargo, de vez en cuando nos llegan joyas que consiguen transcender el interés que suscita la figura histórica protagonista para deleitarnos con trabajos llenos de estímulos gráficos y de guiones fascinantes que las convierten en raras avis. Así que en los últimos años hemos podido disfrutar de obras de enorme calidad y vanguardistas como Andy. Una fábula real (Reservoir Books) de Typex, La mentira por delante (Astiberri) de Lorenzo Montatore o Las meninas (Astiberri) de Santiago García y Javier Olivares, entre otras. Una selecta lista a la que se puede sumar perfectamente Sibylla del alemán Max Baitinger (Penzberg, 1982). Una muy particular biografía de Sibylla Schwarz, una poetisa bastante desconocida en nuestro país, pero que es una de las figuras claves del barroco literario alemán y que escribió Canto contra la envidia que es considerado el primer poema feminista de la historia de la literatura mundial. El autor alemán firma un cómic cautivador que formó parte de la selección oficial del festival de Angoulême de 2022 y que acaba de ver la luz en nuestro país editado por Fulgencio Pimentel con el exquisito buen hacer que les caracteriza y que se convierte en una muesca imprescindible más de un catálogo extraordinario.
De cara a la celebración del cuadringentésimo aniversario del nacimiento de la poeta que se celebraba en 2021 La Asociación de Amigos de Sibylla Schwarz le encargo a Max Baitinger un cómic sobre ella. Un trabajo que se presentaba bastante arduo ya que no hay excesiva información sobre una vida que transcurrió durante la Guerra de los Treinta, y que, por desgracia, fue bastante breve falleciendo con solo 17 años. Además, tampoco tiene una obra demasiado extensa, únicamente unos cien poemas que se publicaron póstumamente recopilados por su profesor Samuel Gerlach en dos volúmenes con el título Deutsche Poëtische Gedichte. Así que el autor de la extraordinaria Röhner (Fulgencio Pimentel), que han aprovechado para reeditar para coincidir con el lanzamiento de este nuevo trabajo, opta por hacer una obra que se aleje de los estándares habituales para ofrecernos un acercamiento a la poetisa diferente en el que se mezclan los sucesos más importantes de su vida junto con varias escenas fabuladas llenas de surrealismo y virtuosismo gráfica en las que se trata de acercarnos a su obra y su forma de ver el mundo en el que le tocó vivir.
Esa búsqueda por ofrecernos algo diferente en donde la experimentación gráfica y narrativa es el motor de la obra no resulta un impedimento para que podamos conocer a la perfección todos los datos sobre la vida de la poetisa, pero es algo en lo que el Baitinger solamente emplea las primeras páginas. Son un prodigio de síntesis gráfica y escrita en el que vemos un perfecto ejemplo de cómo usar las líneas justas y las palabras exactas, en este caso concreto en forma de poesía, para transmitir el mensaje que quiere el autor mientras se va desparramando un sentido de humor irreverente y afiladísimo que es una de las constantes de su obra.
La capacidad para experimentar se convierte en la norma en los siguientes capítulos, cada uno diferente del anterior en forma y fondo, en los que el autor aborda diferentes temas. Algunos tan interesantes como los problemas del autor alemán tuvo para conseguir información fidedigna para dibujar la casa de en la que vivió Sibylla Schwarz que le sirve para hacer una mordaz crítica sobre la excesiva relevancia que se le dan en este tipo de trabajos a los detalles más nimios en lugar de tratar de captar el espíritu de la obra de la autora. Unos poemas que también forman parte del cómic, ya que hay capítulos en los que se adaptan usando ilustraciones bellísimas para complementarlos. También trata la relación de la poetisa con su padre y las gentes que la rodean para dejarnos ver el mundo tan machista que la rodeaba y contra el que se rebeló a través de sus escritos. Además, durante toda la obra vemos como la poetisa sufrió las diferentes ocupaciones por ejércitos extranjeros en su cuidad durante la Guerra de los Treinta Años, unas penurias similares a las que han sufrido todos los ciudadanos cuando un ejército conquistador lleva a su urbe.
Gráfica y narrativamente estamos ante una obra extraordinaria que experimenta como pocas con las posibilidades más vanguardistas y estimulantes que nos ofrece el lenguaje del cómic. Desde un trazo sencillo, preciso y lleno de elegancia, exactamente lo mismo que sucede con el color, el autor alemán nos regala algunas escenas prodigiosas como una en la que un secundario se deleita saboreando una cerveza o algunas de las que vemos en las adaptaciones de los poemas de una belleza y capacidad evocadora enorme. Baitinger es un autor que sabe que, casi siempre, menos es más, pero no deja que se convierta en una norma inamovible escrita en piedra haciendo que la obra se convierte tanto gráfica como argumentalmente en algo mutable llena de espacios vacíos y personajes icónicos. Unos personajes que no están aprisionados por las viñetas, sino que se mueven por las páginas en libertad alterando su forma y saltando de un escenario a otro, en los que la realidad se entremezcla con la fantasía. Incluso nos encontramos con algo tan aparentemente extraño en un cómic biográfico como una escena vista en primera persona al igual que sucede con los shooters. También hay algunas escenas en las que los textos y los dibujos se contradicen para provocar un impacto en los lectores que nos deje ver la divergencia entre la poesía de los escritos de Sybilla y la realidad que le tocó vivir. Un prodigio gráfico que confirma todo lo bueno que el autor alemán había mostrado en sus trabajos previos y que le han convertido en uno de los más interesantes y estimulantes que ha aparecido en este año.
En Sibylla, Max Baitinger nos ofrece una biografía de la poetisa alemana que nos permite conocer tanto su vida como sus trabajos, pero en la que se atreve a ir mucho más lejos de lo que nos solemos encontrar en este tipo de cómics proponiéndonos algo diferente y excitante. Un cómic irreverente de trazos elegantes, humor socarrón y repleto de experimentación gráfica que no pasa desapercibido y se convierte en una de las obras más frescas del año. Ojalá todos los autores se atrevieran a salirse de los caminos marcados para producir obras tan sorprendentes como esta, pero no todos tienen el talento o la capacidad para hacerlo, así nos toca disfrutar a tope de los que sí lo tienen.
Lo mejor
• La experimentación narrativa que vemos en casi cada capítulo.
• La elegancia del trazo del alemán.
• El sentido del humor que vemos en toda la obra.
Lo peor
• Si buscas una biografía canónica no es tu cómic.