SIEGE: Los Resúmenes #12 (5ª Parte de Tie-ins – Marzo)

En pleno frente del asalto asgardiano, Balder y sus guerreros observan cómo sus fuerzas disminuyen mientras que los subversivos reciben el apoyo de refuerzos. Heimdall advierte que el líder de los villanos, aquél que porta la capucha escarlata, se encuentra en posesión de las piedras norn. Las sospechas del centinela del Puente de Bifrost se ven ratificadas por las palabras de Balder. Todo esto es culpa de Loki. Él los ha manipulado desde el principio.

El nuevo señor de Asgard y Heimdall se marchan con intención de recuperar las piedras, dejando a Tyr al frente de la batalla. Un presagio alcanza al héroe. El dios de la guerra morirá. Con este pensamiento, rememora las palabras del anciano vidente, Tyr se aleja. Debe reincorporar a la batalla a los sanados en las Casas de Curación. Marchará solo.

Mientras, en Broxton, los dos amables policías ayudan a Voltstagg a recuperar la consciencia. Ragnarok se aproxima amenazador.

Que si no eres Thor, que si no blasfemes, que si no sabes lo que quiere decir tu nombre, que si estoy en posesión del poder de las tormentas, bla, bla, bla, y alguna que otra tollina. En esta ocasión, Volstagg está preparado y reflecta el poder del rayo con su espada. No será pillado por sorpresa una segunda vez.

Para evitar dañar a los mortales o destruir Broxton en el transcurso de la batalla, el voluminoso dios nórdico comienza a correr en dirección a Asgard. Ragnarok le toma por un cobarde, pero le sigue de cerca. Está dispuesto a cualquier cosa con tal de acabar con su presa.

Lejos del campo de batalla, en una casita de Broxton, Lady Kelda explica pacientemente la muerte de Bill a sus padres. Ella le amaba. Es más de lo que unos buenos padres católicos pueden escuchar de una diosa pagana. Le ruegan que abandone el lugar presas de un profundo dolor.

¿Quién está esperando a Kelda fuera? Pues sí, las mismísimas tropas de H.A.M.M.E.R. Si no sale, amenazan con volar la casa entera, ocupantes incluidos. ¿Qué hará Kelda? Ups.

Tyr descubre con pesar que las Casas de Curación se han convertido en una morgue. Muchos de los muertos deben su situación a Ares, presuntamente difunto dios olímpico de la guerra. El igual de Tyr en la mitología griega. El señor de la guerra asgardiano explota de furia.

Balder y Heimdall aún no han logrado encontrar a Loki. El centinela tiene un ojo a la virulé y el combate que se produce en los cielos entre Thor y el Vigía le distrae demasiado. La presencia del dios del trueno representa un desafío a su orden de exilio. Si los asgardianos triunfan sobre sus enemigos, Thor debería ser ejecutado por ello.

Balder no lo tiene tan claro. La ley no impedirá que Thor haga lo correcto. Si todos los hijos de Odín hubieran sido iguales…

Volstagg alcanza Asgard. Cuando se encuentra prácticamente bajo su sombra, toma impulso y golpe a Ragnarok, que le seguía de cerca, abatiéndolo. Aún así, el “clor” posee mucho del poder de Thor. Volstagg se encuentra en serios aprietos a escasos metros de sus compatriotas. Escasos metros que, en ocasiones, pueden representar todo un abismo.

Tyr regresa junto a los suyos. No habrá refuerzos. Es hora de pasar a la ofensiva. Por Asgard, todos los guerreros embisten a un enemigo superior cuyas habilidades han sido aumentadas exponencialmente por el uso de las piedras norn. La cosa no pinta nada bien. Tyr se lanza contra el Encapuchado. Casi logra arrebatarle las piedras.

Casi. Estuvo cerca, pero muere antes de poder finalizar la tarea.

Ragnarok somete a Volstagg a un terrible castigo. El dios tragón no tiene posibilidad de vencer al clon de Thor. Aún siendo una mera copia, posee demasiado del original. Golpe tras golpe, Volstagg se niega a sucumbir. Ve como el Helitransporte de H.A.M.M.E.R. es derribado por fuerzas humanas. Asgard aún cuenta con aliados mortales en su hora de mayor necesidad. Eso devuelve algo de esperanza a su inmenso corazón. Un último golpe de Ragnarok casi lo aleja de la sombra de la Ciudad Dorada. El clon se dispone a asesinarle cuando algo sucede…

“Asgard está acabada”, dice Ragnarok. No sabe lo cerca que está de la verdad hasta que, como si de un galo se tratara, el cielo cae sobre su cabeza.

¡Zas, en toda la boca! Eso tiene que doler.

CONTINUARÁ.

Resumen de lo acontecido. Los Thunderbolts han aprovechado el asedio para deslizarse en las armerías de Asgard a petición de Norman Osborn. Su objetivo: hacerse con una de los artefactos más poderosos que existen, la lanza de Odín.

Los Poderosos Vengadores han sido alertados por Amadeus Cho (y un informador secreto) de las intenciones de los Thunderbolts, así que se han plantado en Asgard con la firme intención de pararles los pies a los villanos. Así, el USAgente, Estatura, la Visión y Amadeus entran en la armería para enfrentarse a Mr. X, Grizzly, el Hombre Hormiga, el Azote y Paladín (a la taza).

Grizzly arroja al USAgente contra Estatura consiguiendo algo de tiempo. Mr. X, que acaba de matar a un dios, se enfrenta a Amadeus Cho. El muchacho atrapa un gigantesco carcaj y sale pitando, con el psicópata pisándole los talones. ¿Podrán las habilidades telepáticas primarias de Mr. X con la inteligencia hiperdesarrollada de Cho?

Amadeus realiza cálculos matemáticos y lanza las flechas del carcaj. Ha barajado las probabilidades de que alguna hiera a Mr. X, y despliega una amplia gama de fórmulas que el hombre puede captar con sus escasas habilidades mentales, pero no puede comprender. Mini-punto para el equipo vengador.

Mientras, Estatura, en todo su esplendor, amenaza con pisotear a Grizzly, el Azote y el Hombre Hormiga. Azote lo tiene claro. Es hora de que el Hombre Hormiga pase a la acción, puesto que su equipo le permite alcanzar un tamaño con el que puede combatir a la vengadora de igual a igual. No concede tregua a O’Grady. Lo toma en la mano y lo lanza contra ella. La hija del segundo Hombre Hormiga tiene cuentas pendientes con el tipo que ha ocupado el lugar de su padre. Parece que ha llegado la hora de saldarlas.

En el interior, la Visión localiza al Paladín. El sintozoide no comprende cómo el mercenario se presta a trabajar para Norman Osborn. Puede que se venda al mejor postor, sí, pero siempre ha mantenido un código de honor más o menos estricto. Incluso llegó a trabajar del lado de los Vengadores en alguna que otra ocasión (menos mal que Pym no está aquí, porque eso sucedió cuando mantuvo un idilio con Janet Van Dyne, la fenecida Avispa). Paladín advierte a la Visión que le deje tranquilo y no se inmiscuya. Después se hace con la lanza de Odín y la arroja contra el androide. La lanza atraviesa a la Visión, que ha reducido su densidad, pero aún así se ve afectado por las energías místicas que de ella se desprenden. Termina por atravesar el techo de la torre de la armería envuelta en relámpagos arcanos.

Todos los combatientes sienten los efectos de su poder en la estructura y se quedan paralizados un momento. Amadeus Cho es el primer en reaccionar. Tienen que hacerse con ella antes de que lo hagan los Thunderbolts.

En su caída, la lanza golpea una torre y… ¡la derriba! Todo ello con suma facilidad. Puede que se trate de un artefacto incluso más poderoso que el martillo de Thor.

Azote no está dispuesto a permitir que los Vengadores se hagan con un objeto de semejante poder, así que ataca con fiereza. Comienza una carrera por apoderarse del artefacto con multitud de sopapos a diestro y siniestro.

Paladín comenta en secreto al Hombre Hormiga que deben localizar la lanza antes de que lo hagan Azote o Mr. X.

Estatura liquida a Grizzly lanzándole una imponente figura de Thor, pero para ello ha tenido que forzar el límite de su poder de crecimiento, lo que la deja aturdida, momento que pretende aprovechar el Azote para liquidarla. Afortunadamente, el USAgente está cerca y evita que la muchacha se convierta en un colador. Azote y él se enzarzan en una lucha. Cuando la máscara de Azote cae, Walker observa estupefacto que su cara está tatuada con la bandera americana. En realidad, bajo la identidad del Azote se oculta… ¡NUKE! Lucha de patriotas. Confrontación de dos visiones bien diferentes del sueño americano. Cuando Nuke se dispone a tomar una ración de píldoras para mantener su poder, Walker le propina un tremendo puñetazo que le hace caer en las llamas de un gigantesco brasero.

En la armería, la Visión solicita la ayuda de Amadeus antes de desplomarse. Está severamente herido por la lanza de Odín. Mientras Cho accede a los sistemas de la Visión con la esperanza de repararle, algo sucede en el cielo. Bien pudiera decirse que ha llegado el fin del mundo. Las palabras del Fantasma, que aparece de improviso, corroboran esto último.

Mr. X ha sido alcanzado por las flechas, pero está lejos de darse por vencido. Alguien morirá por atreverse a herirle. Se arranca las titánicas saetas y comienza a escalar en dirección a la lanza.

Pero es el Hombre Hormiga el que se encuentra más cerca. Salta. La lanza está al alcance de su mano, pero es interceptado por Estatura. Aún no ha terminado de solventar sus diferencias con él. O’Grady le dice que intenta alejar el arma de las manos de Osborn, pero algo me dice que la chica no está muy dispuesta a confiar en él. Este detalle confirma nuestras sospechas. Más de un Thunderbolt estaba trabajando como agente doble.

Paladín, que seguía de cerca al Hombre Hormiga, se hace con el objeto. Acto seguido recibe una dolorosa patada lumbar, cortesía del USAgente. Paladín le dice que tome la lanza y salga de allí tan rápido como le resulte posible. En ese momento, todo comienza a temblar. Asgard cae y los Thunderbolts y los Poderosos Vengadores lo hacen con ella.

La lanza escapa de la mano del USAgente. Walker, en cuanto es capaz de levantarse, la busca desesperado.

Alguien se le ha adelantado. Alguien que la emplea para amputar un brazo y una pierna a John.

Se trata de Nuke.

La lanza es propiedad del director de seguridad Osborn.

Misión cumplida.

CONTINUARÁ.