Edición original: Siegfried, La Walkyrie, Le crepuscule des Dieux (Dargaud).
Edición nacional/ España: 2008-2011 (Norma Editorial).
Guión: Alex Alice.
Dibujo: Alex Alice.
Color: Alex Alice.
Formato: Cartoné 72 págs.
Precio: 17€.
Aprovechando el anuncio de Norma de la próxima publicación de El Castillo en las Estrellas de Alex Alice durante el Saló del Cómic de Barcelona (explicado aquí), considero oportuno repasar la anterior obra en solitario de este artista que se dio a conocer hace unos años en la espectacular El Tercer Testamento (reseñada aquí).
En esta ocasión Alex Alice, artista no muy prolífico pero que ha conseguido una notable atención debido a su dibujo espectacular, optó por adaptar una de las historias épicas más conocida y arraigada en el ideario popular, la saga de las mitologías germánica y nórdica de El Cantar de los Nibelungos, cuya versión más conocida es la que realizara el compositor alemán Richard Wagner en su tetralogía del Oro del Rin. Esta no sería la primera vez que la leyenda saltaba a las páginas de un cómic ya que existen otras versiones notables como las realizadas por Roy Thomas o P. Craig Russell, de las que la adaptación de Alice toma algún elemento, aunque el principal referente utilizado por el artista lo podemos encontrar en la obra operística de Wagner. A diferencia de la aproximación realizada por Russell, muy fiel a la estructura de las operas en las que se basa, la adaptación de Alice utiliza elementos wagnerianos pero les da un tratamiento menos elitista para crear una obra para todos los públicos, ágil, dinámica y cargada de épica de principio a fin.
La historia que cuenta Siegfried es una adaptación libre de la leyenda del Anillo de los Nibelungos donde se nos presenta un mundo dominado por dos fuerzas divinas contrapuestas: por un lado Odín, creador del mundo y de las leyes que lo rigen todo incluido a si mismo, y por otro Fafnir, un nibelungo habitante del inframundo, corrupto y codicioso, que renunció al amor para robar el Oro de Odín y que se ha convertido en una fuerza oscura y corruptora que quiere acabar con el mundo de Odín. El equilibrio entre ambos se mantiene porque Fafnir no puede salir a la superficie ya que el Sol lo mataría y Odín no puede matar a Fafnir porque sus propias leyes le impiden actuar directamente contra él.
En este mundo surge Siegfried, un humano, separado de sus padres al nacer y criado por Mime, un herrero nibelungo que vive exiliado en lo más profundo del bosque. Siegfried crece ignorante del temor a los dioses y por lo tanto se convierte en el único capaz de enfrentarse a ellos. Por este motivo, Odín manipula a Mime para que impulse a Siegfried a enfrentarse a Fafnir y matarlo y así él podrá recuperar el Oro y seguir gobernando el mundo sin rival. Los planes de Odín de tuercen cuando su propia hija, la Valquiria, decide romper las leyes de su padre y ayuda a Siegfried a conseguir su destino que no es otro que el de liberar al mundo de la tiranía de los dioses.
La historia contiene todo los elementos necesarios en toda gran saga épica donde un héroe «perfecto» debe realizar su viaje iniciático y conocer sus orígenes, enfrentándose a retos y rivales inconmensurables con el fin de alcanzar un destino mayor que él mismo. Alice maneja todos estos elementos con soltura, sin complicarse demasiado en complejidades argumentales (como sí hace Wagner en sus óperas) y centrándose en unos pocos personajes y en el núcleo principal de la leyenda.
La obra está dividida en tres álbunes cuyos nombres hacen referencia a las operas de Wagner. El primer volumen, titulado Siegfried, narra la infancia y adolescencia del protagonista hasta el descubrimiento de sus orígenes. También explica el origen de Fafnir y la historia de los nibelungos. El tomo acaba cuando Siegfried, junto a Mime, inicia el viaje para encontrar a Fafnir quien es el único que les puede indicar dónde encontrar el mundo de los hombres. El segundo volumen, titulado La Valquiiria, narra el viaje de Siegfried y Mime en busca del hogar de Fafnir y nos presenta el conflicto en Odín y su hija la Valquiria que traiciona la ley de su padre y ayuda a Siegfried en su búsqueda de Fafnir. El tercer volumen, El crepúsculo de los diosos, presenta el enfrentamiento entre Siegfried y Fafnir por la posesión del Oro y el posterior enfrentamiento entre Odín y Siegfried por el destino de la Valquiria y del propio Siegfried.
Alex Alice aprovecha muy bien el material original y nos ofrece una obra espectacular a la par que amena en la que refleja con mucho acierto el conflicto entre lo humano (Siegfried) y lo divino (Odin) y en la que destila toda la épica que rodea al conflicto y sus particiapantes. El retrato de los personajes está bastante acertado, aun siendo una versión suavizada de los originales. Siegfried se nos presenta como el héroe al uso que recorre el camino desde la ignorancia sobre sus orígenes hasta el enfrentamiento con su destino pasando por el viaje físico y metafórico donde realiza el aprendizaje de quién es y lo que debe hacer. Es un personaje que se muestra muy humano en ocasiones (su relación con los lobos durante su infancia) pero que gracias a su valor es capaz de trascender su condición de mortal y hacer frente incluso a los mismos dioses. Odín por su parte se muestra como un dios poderoso pero atormentado, un ser en conflicto consigo mismo por su necesidad de mantener las reglas que el mismo ha establecido convirtiéndose en el personaje más interesante y complejo de esta obra. Junto a estos dos personajes de corte tan dramático destaca el personaje de Mime el nibelungo, que ha sido suavizado respecto a otras versiones de esta leyenda, y ofrece el contrapunto más cómico de la historia.
Si en el apartado argumental Alice hace un buen trabajo, demostrando ser un guionista competente, es en el apartado gráfico donde esta obra destaca sobremanera. El dibujo de Alice es sencillamente espectacular e increíblemente bello pero no se limita a eso. Alice utiliza los dibujos para reforzar la historia que nos está explicando y para definir aun más los personajes implicados. Así, Siegfried es representado mediante una figura de trazo limpio, con pocas sombras y muy fluido. La valquiria, por su parte, siempre es retratada con un trazo muy fino y coloreada de forma muy luminosa para resaltar su carácter divino. Odín en cambio siempre aparece envuelto en sombras y con un trazo más fuerte representado el poder que encarna.
La narrativa de Alice es soberbia, quedando clara su experiencia en el campo de la animación, porque realmente consigue unas composiciones de páginas muy fluidas, en algunos casos con una narrativa casi cinematográfica, que permiten acentuar la épica del relato. Un ejemplo perfecto de esto podría ser la escena del primer amanecer del mundo propiciado por la mano de Odín o la escena en la que Siegfried se encuentra con Fafnir en la que una página en negro y un simple bocadillo de texto es capaz de trasmitir toda la enormidad y amenaza que representa el dragón. También destacaría la labor del artista en la elaboración de los fondos y en la representación de la naturaleza, en la que se nota la influecnia de Mathieu Lauffray (John Long Silver) destacando el bosque donde vive Siegfried y la ciudad subterránea de los nibelungos, todo ello retratado en impresionantes páginas dobles que Alice utiliza para explicar algunas partes de la historia como la forja del Oro de los Nibelungos o la conversación entre Mime y Odín.
Esta es una obra muy recomendable para los amantes de lo mitológico y de la fantasía en general y para todos aquellos que quieran descubrir a un artista enorme con mucho potencial.
Como curiosidad, existe un trailer de la versión animada de la historia obra del mismo autor. Que yo sepa la película no ha llegado a estrenarse pero tiene una pinta espectacular y es muy fiel al estilo de la obra.
Obra épica, de mis preferidas, una maravilla.
Excelente cómic. Y el arte de Alice prodigioso.
El alucinante trailer creo que no era de una película, sino que para anunciar el cómic.
Opino igual. Gran y mágico comic. Absolutamente recomendable.
Esperando el integral porque esta muy de moda ahora…
No conocía al dibujante y he de decir que esas paginas de muestra son impresionantes
Lo del integral no estaría nada mal pero me parece que tendremos que esperar ya que ni en Francia se ha publicado dicho integral y eso que la serie fue un éxito.
Alex Alice es un artistazo como la copa de un pino y letengo muchas ganas a su nueva obra, El Castillo en las Estrellas, en las que ha experimentado con el color directo con un resultado muy luminoso que me recuerda mucho a las obras del Studio Ghibli.
Muy buen tebeo. Y completito en solo 3 álbumes. Tengo ganas de leer lo último de Alice.
Como Alex Alice te oiga llamarle anglosajón, se lía parda. ¡Que es francés, hombre!
Y en cuanto al enfoque, pues es común a la mayoría de mitologías en mayor o menor medida. Hera tocándole las narices a Hércules, Poseidon haciendo lo propio con Ulises, Jehova pidiéndole a Abraham que sacrifique a Isaac (para en el último momento decirle: «¡Que no, que era broma!», unos cachondos estos judíos), etc.
Los dioses se usan en estos relatos como forma de poner al héroe obstáculos invencibles, para cuando, al fín los venza, engrandecer aún más su leyenda, y por extensión, a la humanidad frente a las fuerzas mágicas o de la naturaleza.
Me uno a que es un grandísimo cómic. Es caro, pero viene siendo lo normal en el cómic europeo. En su día se me hizo agónico el tiempo de espera entre tomo y tomo, pero en retrospectiva mereció la pena.
En cuanto a la película, leí que se hizo el trailer para promocionarla y que dependía del resultado de ventas de los cómics para invertir en su realización. Si no ha evolucionado el proyecto será porque no recaudó lo suficiente. Una pena porque pintaba muy bien.
Saludos!