«Los dos tenemos que aceptar que lo que queremos de verdad esté fuera de nuestro alcance.»
Las relaciones personales siempre son complejas, implican un esfuerzo por entender a la otra persona y aceptar su forma de ver el mundo. Las historias que habitualmente nos hablan sobre el amor ensalzan los atributos de este sentimiento, ofreciendo una versión edulcorada de la realidad que admite pocos matices y menos aún puntos de fuga sobre sus dogmas. El amor prevalece por su propia fuerza, como un elemento ajeno a nuestra propia voluntad. Esa es la idea que nos han transmitido décadas de producciones hollywoodenses, ingentes cantidades de novelas románticas, series y cómics. El amor implica esfuerzo, constancia y compresión, algo que aunque parezca obvio puede que tardemos toda una vida en interiorizar. Los desengaños amorosos nos aportan conocimientos a través de historias que pudieron ser y no son, experiencias que nos permiten madurar y saber lo que buscamos, lo que podemos ofrecer y de lo que es mejor prescindir.
La escritora, guionista, directora y productora de cine, teatro y televisión taiwanesa Mag Hsu reflexiona sobre esto en su novela Ma zi men! adaptada al manga por Nao Emoto en una serie de siete tomos traducida como Y sin embargo, te quiero (Soredemo Boku wa Kimi ga Suki, en el original). Pese a los prejuicios y recelos que nos pueda despertar un título tan rimbombante como este estamos ante una obra interesante y muy alejada de los convencionalismos del género. Publicada en la revista Weekly Shounen Magazine de Kōdansha Y sin embargo, te quiero ha llegado recientemente a nuestro país de la mano de Planeta Cómic. Esta historia nos presenta a Serizawa, un joven que trabaja en una asesoría jurídica que un buen día se cruza con una mujer que dice conocerle pero a la que él no logra identificar. Serizawa comenzará entonces a hacer memoria y recordar los distintos amores que marcaron su adolescencia intentando descubrir quién es la misteriosa mujer.
La premisa de Y sin embargo, te quiero resulta muy sencilla a la par que moderadamente ingeniosa. Lo suficiente para dar lugar a un planteamiento que se centra en la evolución de su personaje principal. Es a través de sus ojos que asistimos a una disección limpia y clara de las relaciones románticas. En lugar de centrarse en la historia de una pareja convencional lo que nos propone Mag Hsu es un recorrido hacía la madurez y la inteligencia emocional en la que participan toda una serie de personajes secundarios que funcionan como arquetipos de las relaciones románticas. Esto además permite a la historia reinterpretarse en cada nuevo arco, dando un salto adelante para mostrarnos la nueva situación de Serizawa, las enseñanzas que ha asimilado y los nuevos retos que se encuentra delante de sí cada vez que se vuelve a enamorar. Todo con una delicadeza y detalle en los grises que hace entrañablemente tridimensionales a sus personajes y sus conflictos personales (y humanos, demasiado humanos).
La caracterización es uno de los puntos fuertes de una obra que no se acoge a la simpleza de las dinámicas corrientes. Hay un gusto por el retrato psicológico que empapa toda la historia y que se mueve a través de una narrativa ágil y cuidada, con un cierto poso de melancolía que provoca echar la vista atrás. En esto supone un valor añadido el dibujo de Nao Emoto, su apariencia dulce y delicada consigue transmitir a la perfección las sensaciones que el guion propone. En base a una narración abundante en planos abiertos y viñetas de gran tamaño Emoto favorece la expresividad de los personajes imprimiendo un elaborado detalle a sus facciones en las escenas más intensas. Todo ello hace pasar desapercibida la tradicional ausencia de fondos de estas publicaciones. Lo importante se sitúa en primera línea donde se labra una historia que sustentada por un misterio mínimo nos mantiene pegados a sus páginas, madurando y enamorándonos una y otra vez junto a su protagonista.
Valoración Global
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 7
7.7
Melancólico
Y sin embargo, te quiero es una historia que logra esa mágica experiencia de enamorarnos de sus personajes. El planteamiento de Mag Hsu se centra en la caracterización y la psicología del amor reinterpretando los caminos habituales del género. El dibujo de Nao Emoto se suma al conjunto para añadir un extra de expresividad y carisma a una obra que atrapa desde el primer momento.
A mi me han gustado bastante los dos tomos que llevo leídos
A mí también, Sparkyal. A ver si mantiene el nivel y vemos como evoluciona la historia. Por momentos, y salvando las distancias, la premisa me recuerda a Cómo conocí a vuestra madre.
¡Nos leemos!