Edición original: Sin Titulo, Dark Horse Comics 2013.
Edición nacional / España: Colección Sillón Orejero, Astiberri Ediciones, marzo 2014.
Guión, dibujo, tinta y color: Cameron Stewart.
Formato: 168 páginas en bitono editadas en cartoné.
Precio: 16 € .
Sin título aparece como toda una declaración de intenciones. Como un mensaje claro por parte de Cameron Stewart por contar algo más allá de sus incursiones superheróicas, tan necesarias como lo es el dinero que le entra en su cuenta corriente, o el más que previsible giro hacia el slice of life. Stewart se aleja de aquello que se podía esperar de él visto su estilo y trazo, para lanzarse a la piscina de una narrativa más experimental y arriesgada. Desnudo y con la soberbia de quien se lanza por primera vez al ruedo, el autor saca lo mejor de sí mismo. Pero en vez de engolarse como un pavo real mostrando sus atractivos para la conquista, el canadiense prefiere tomar el camino del enigma. Desde luego, Stewart quiere contar una historia, pero de lo que se desprende tras la lectura, sus referentes son muy altos. ¿Está a la altura? A priori, parece un alumno aventajado. Porque Sin Título es una obra arriesgada y ambiciosa. De entrada, su estructura no es lineal. No solo usa flashbacks para crear antecedentes de los personajes y entrañar y desentrañar sus misterios, sino que elabora una premisa que juega con capas de realidad. Los referentes son muchos y enormes entonces, casi dioses de la creación: Kafka, Lynch, Gilliam, Borges, Burroughs y demás lumbreras lisérgicos, aquellos cuya obra ha tratado fundamentalmente en deliberar sobre los límites de la percepción y la noción de la realidad.
Porque de eso trata Sin Título: de la creación y de la realidad. ¿Es o no una premisa ambiciosa? Lo que queda claro tras cerrar el tomo es que Stewart sabe conjugar los ingredientes para crear el misterio, para que el lector siga pasando páginas en busca de la resolución al acertijo que hilvana viñeta a viñeta. Para eso, el autor demuestra un acertado equilibrio entre la atmósfera y la sugerencia. Todo cuenta, todo suma en esta historia donde cada secuencia de vida de su protagonista desarrolla una pieza en el puzzle que le lleva a la resolución final. Desde aquella recurrente pesadilla de niño, de tan real, viva, hasta el recuerdo de aquel amor de verano cuya certeza no parecía tan concreta.
Stewart pretende -y consigue en parte- evaluar los límites de la percepción de lo real, al tiempo que logra poner ejemplos y situaciones que llevan al lector a reflexionar sobre la naturaleza de sus propios recuerdos. Y ahí es donde radica el mayor acierto del tebeo. No solo funciona la atmósfera inquietante, no solo interesa el misterio a resolver, sino que la reflexión metafísica también funciona. A través de sencillos ejemplos, a partir de anécdotas y vivencias que podría haber padecido casi cualquier lector, llevándolo al paroxismo de la duda constante.
La secuenciación de viñetas ayuda a todo lo anterior. El uso y repetición de ocho viñetas por página influye en la percepción hipnótica de la trama, en la reiteración y superposición de esas dos realidades en las que se sumerge la trama. Los detalles o miserias de esa nueva realidad más allá de la nuestra no son originales, pero Stewart logra vadear ese problema con la intriga y la atmósfera mencionadas. Con todo, quizá sea esa falta de originalidad el contrapunto menos interesante de una obra valiente, máxime cuando supone una opera prima desde el punto de vista del guión.
Otro de los aciertos radica en el uso reiterado del punto de vista subjetivo del protagonista, así como el trazo contenido en las escenas más tranquilas, chocando por contraste con el dinamismo de las situaciones mas violentas, donde los arrebatos de tinta y las líneas cinéticas dan el do de pecho en comparación con la pulcritud de las formas reinantes del dibujo de Stewart. Padecer la trama desde la perspectiva de Alex, el protagonista, no solo fomenta el agobio atmosférico sino que aumenta la intriga y la empatía con el drama. Si él resuelve, el lector resuelve con él.
A punto de caer en la arrogancia y la soberbia de una historia ambiciosa y compleja, Stewart sabe dar el volantazo justo en el momento adecuado para ofrecer uno de los tebeos más estimulantes del momento. Desde luego, una arriesgada y lúcida reflexión sobre los límites de la percepción.
Pintaza!! Éste cae fijo, que lo estuve ojeando ayer en la tienda y promete mucho…
Esto cae si o si.
tebeazo, me ha encantado!
Para mí, el mejor cómic publicado en lo que vamos de año y seguramente uno de los fijos a finales de este 2014 en las listas de lo mejor del año. Lectura recomendada.
Jose Angel, sabía que te iba a gustar. En cierta manera a mi me recuerda a historias de corte similar como Las CAlles de Arena, Asterios Polyp, Cenizas y compañia.
Uf, le tengo muchas ganas, pero de momento lo había dejado aparcado, por eso de recortar gastos, lo mismo debería recortar por otro lado. En fin, no importa, tarde o temprano caerá, además he comprobado que en bookdepository han vuelto a los precios de hace una semana, y está unos 3 euros más barato que la edición de Astiberri.
Una alegría el precio y la edición de este premiado y reconocido cómic. No como esos 60 euros de Fabricar Historias, el otro cómic del año, en España (en USA 28 dólares). En serio se pregunta alguien por qué la gente piratea en España? Ser coleccionista de cómics es un vicio igual de caro que la coca o irse de bitches, no tiene sentido, somos gente culta y sana, posiblemente los elegidos para gobernar la sociedad, no tiene sentido, no tiene sentido…
Por si alguien tiene dudas sobre si hacerse con él o no podéis irle echando un ojo online, que al fin y al cabo antes de publicarse en papel, Sin Título nació como webcomic.
http://www.sintitulocomic.com/2007/06/17/page-01/
Yo, en principio, no pensaba pillarlo. Pero lo ví en la tienda, le eché un ojo y… al final me lo llevé. Y tiene pintaza, sí.
En cuanto acabe Aleksis Ostrógodov (con el que estoy disfrutando como un mono) empiezo a leerlo.
Aprovechando que Retran menciona un tebeo de Emile Bravo oftopiqueo poniendo un enlace que he encontrado a una historia corta (y muda) que leí hace años en la revista El Manglar. La revista está descatalogada, o sea que no debería de haber problema en colgar el enlace.
Os aconsejo bajar las páginas y luego leerlas tranquilamente al tamaño que necesiteis.
Al margen de ideologías, es uno de los mejores comics que he leído en mi vida.
http://safarinocturno.blogspot.com.es/2013/02/esta-historieta-de-emile-bravo-aparecio.html
Me ha gustado mucho lo que has puesto Ocioso. Ademas, creo que no deberia haber problemas con temas ideologicos, ya que es bastante ecuanime y objetivo este minitebeo.
Aqui otro que esta disfrutando de su Aleksis Ostrógodov por cierto xDDD
Me parece bestial la habilidad que tiene para sustituir todo el texto por dibujitos e iconos. Comic en estado puro.
A mí el Strogonov me duró tres días, y eso porque me obligué a no leer mas de un album diario.
un volumen perfecto para colocarlo en la estanteria junto a VOLVANIC REVOLVER.
cameron stewart seria la pareja de baile perfecta para bendis.
fantastico enlace el de ocioso.el complemento perfecto al reportaje del gran gonzo en EL INTERMEDIO de esta pasada noche.
¡Qué bueno lo que has enlazado, Oci!
Y el Strógonov ya lo acabé ayer. Buenísimo, recomendabilísimo y unos cuantos ísimos más.
Así que nada. Toca este Sin Título; a ver qué tal…
Lo ojeé en Angoulême y me picó la curiosidad. Acabará cayendo cuando el dinero se deje ver por la cartera.
Pues ya lo he leído.
Y me ha parecido cojonudo.
Y eso que, mientras lo leía, me asaltaba el temor de llegar al final y quedarme a cuadros. Porque, para ser sincero, como soy un poco cortito suelo tener cierta… digamos aprensión… a este tipo de relatos. Siempre temo quedarme sin haber entendido algo esencial, que se me escape algo y no ser capaz de comprenderlo bien. Dicho sea, también, que me tiraba de un huevo que fuese así. Me tenía tan enganchado, estaba tan atrapado en la historia, que me daba igual el final por lo mucho que estaba disfrutando del viaje.
Una puta maravilla de tebeo. Aunque no sé si yo diría que es lo mejor del año, porque a mí Los Surcos del Azar me llegó muchísimo. Claro que yo para las fechas soy un puto desastre y no sé si el de Paco Roca cuenta como tebeo del 2013 o del 2014. Pero, bueno, es lo de menos.
¡Leedlo, insensatos!
PD: Me ha encantado el dibujo.
Y una duda: ¿qué periodicidad tenía esto cuándo se publicó como webcómic? ¿Y se publicaba una página de cada vez? Lo digo porque, sobre todo en las primeras páginas, me daba la impresión de que Stewart se esforzaba en que cada página fuese como un minicapítulo, apañándoselas siempre para que la última viñeta fuese como una especie de punto y aparte, dejándote siempre con ganas de más.
Mmmm… No sé si me he expresado bien. Y, además, puede que sea paranoia mía, no sé…