Guión: Alan Moore
Dibujo: Zander Cannon
Edición España: Norma Editorial
Contiene: Smax The Barbarian Nº 1-5 USA
Formato: Cartoné de 136 páginas
Colección: ABC
Precio: 14,00 €
Después de más de tres décadas dedicadas a crear y destruir mundos de ficción el alabado guionista inglés Alan Moore ha conseguido ser uno de los poquísimos autores que, con éxito y una destacada repercusión mediática, ha trabajado y experimentado con casi todos los géneros y temáticas conocidas retorciendo hasta lo impensable las oportunidades y posibilidades que pueden ofrecen las viñetas de un cómic. El increíble mago de Northampton, figura de innegable relevancia para el noveno arte, nos ha ofrecido durante este tiempo todo tipo de historias y relatos que van desde la ciencia ficción, con sus primeros trabajos en las revistas británicas 2000 A.D. o Warrior en obras como Tharg’s Future Shocks o La Balada de Halo Jones; pasando por las creaciones superheroicas que le hicieron alcanzar la fama y que han sido una constante en su carrera como son Miracleman, Watchmen o Supreme; y sin olvidar sus coqueteos con el terror en La Cosa del Pantano, en trabajos de marcado carácter histórico como From Hell o, incluso, aportando su propia visión de lo que debería ser un cómic erótico feminista en Lost Girls. Ya en el año 1999, Alan Moore, al amparo de America´s Best Comic, su sello propio dentro de la editorial Wildstorm que acogería obras como Tom Strong, Promethea, Tomorrow Stories o la La Liga de los Caballeros Extraordinarios, crearía, junto a los dibujantes Gene Ha y Zander Cannon, la serie Top Ten. Esta resultaba ser una parodia del género de superhéroes que narra las vivencias y desventuras de un cuerpo de policías del Distrito 10 de la ciudad de Neópolis en la cual todos sus habitantes, sin excepción, tienen superpoderes. Una especie de serial televisivo en la línea de Canción Triste de Hill Street, un relato policíaco costumbrista en clave superheroica y con el humor como vehículo narrativo. La serie se extendería hasta los doce únicos números y tendría una continuación en Top Ten: Más Allá Del Último Distrito de los autores Paul Di Filippo y Jerry Ordway así como una precuela, The Forty-Niners, de nuevo a cargo de Alan Moore y Gene Ha y con la colaboración especial del veterano entintador Todd Klein.
Sería en Top Ten donde conoceríamos a la pareja de policías Robyn Slinger y Jeff Smax, compañeros a pesar de las reticencias y el carácter huraño de este último, a los que Alan Moore recuperaría en un spin-off de la serie titulado Smax El Bárbaro, en el que, cambiado totalmente de registro, el afamado guionista sorprendía con una divertida parodia del género de fantasía épica cuya propuesta y resultado no tiene nada que envidiar a algunos de los más exitosos trabajos de su carrera. Smax El Bárbaro es una continuación directa de los sucesos ocurridos en Top Ten y relata las peripecias de Jeff Smax y Robyn Slinger en su viaje a la patria de origen del arisco gigante de piel azul y pelo blanco; un mundo «primitivo» dominado por la magia, con una factura propia de un cuento de hadas, habitado por magos, enanos -o «gente de gran corazón» como a ellos les gusta que les llamen-, elfos, dragones y otras bestias y criaturas. Jeff Smax, conocido como El Matadragones entre su gente, visita de nuevo su tierra natal después de una larga ausencia al serle comunicado el fallecimiento de su tío Mack (anunciado en el final de Top Ten). Este triste y desafortunado contratiempo obligará al bueno de Jeff Smax a afrontar de nuevo un pasado que había intentado olvidar con todas sus fuerzas y que sólo hace que traerle malos recuerdos y pensamientos a la cabeza, en especial, al pensar en su «peculiar» relación con su hermana melliza, en su antiguo trabajo como «gestor» y en el trágico y fatal enfrentamiento con el poderoso dragón Fulgor Matutino que mantuvo en su juventud.
El nexo de unión entre Top Ten y Smax El Bárbaro es, ante todo, ese devastador humor paródico con el cual Alan Moore aborda ambas historias, aunque este se encuentra incluso más logrado e inspirado en este atípico spin-off fantástico que en la «serie madre». Aquí siguen destacando, como en Top Ten, las más variopintas referencias, homenajes y guiños a todo tipo de cultura popular, mostrados en ocasiones entre bambalinas y otras veces a campo abierto, y estando esta vez centrados, aunque no exclusivamente ni mucho menos, en la literatura fantástica y los cuentos populares de toda la vida. La lista de estos referentes presentados en Smax El Bárbaro es muy larga, casi interminable, pudiéndose citar, entre otros, novelas en la línea Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll, sagas de fantasía como el Harry Potter de J.K.Rowling o el Mundodisco de Terry Pratchett y la trilogía de El Señor de los Anillos de J.R.R.Tolkien; cuentos propios del folckore popular como La Princesa y el Guisante o La Cenicienta; cómics como El Príncipe Valiente de Harold Foster, el The Sandman de Neil Gaiman, las tiras cómicas Peanuts de Charles Schulz o el propio Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons; mangas como el Akira de Katsuhiro Otomo o el Dragon Ball de Akira Toriyama; series animadas clásicas como Los Autos Locos Hanna-Barbera o más contemporáneas como South Park y Padre de Familia; referentes musicales como ABBA o Pink Floyd; o, incluso, películas tan dispares entre sí como el Toy Story de John Lasseter, la saga de La Guerra de las Galaxias de George Lucas, Conan El Bárbaro de John Millius, Los Caballeros de la Mesa Cuadrada de los Monty Python o El Séptimo Sello de Ingmar Bergman.
En este aspecto, Smax El Bárbaro es un cómic, como otras creaciones de Alan Moore, que se presenta como un crisol de cultura popular de gran bagaje y alcance -al que en esta ocasión parece haber aportado mucho Zander Cannon– que siempre nos permitirá descubrir algo nuevo en sus páginas favoreciendo, de esta manera, futuras y satisfactorias relecturas; al contrario de lo que sucede con otras obras y autores más convencionales. Pero, a pesar del humor y tono distendido de la obra, Smax El Bárbaro sorprendente también por la crudeza de algunos de los pasajes de su historia y por la capacidad para extrapolar hacia nuestro mundo temas de cierto calado social, en ocasiones tabú, con una parca y sutil ironía, como pueden ser el racismo, el maltrato infantil, el incesto o la violencia de género. Esto es debido a que Smax El Bárbaro toma como inspiración las versiones originales de los cuentos populares de hadas de origen occidental, de larga tradición oral, que resultan mucho más descarnados y «salvajes» que las edulcuradas reinterpretaciones que de estos realizarían autores del calibre de Hans Christian Andersen o los Hermanos Grimm hacía finales del siglo XVIII y principios y mediados del siglo XIX. Esta conjunción de aspectos en Smax El Bárbaro, a medio camino entre la tradición antigua y el cosmopolitismo contemporáneo, eclosiona en un mundo de fantasía burocratizado y emergentemente capitalista en el cual incluso el héroe de turno debe desplazarse hasta el Departamento de Gestas, Trilogías y Sagas para solicitar el permiso correspondiente y así poder legalizar su situación a fin de establecer los términos específicos de su campaña.
En el apartado gráfico, el dibujo de Zander Cannon, junto al color propuesto por el filipino Ben Dimagmaliw y el encomiable trabajo del veterano entintador inglés Andrew Currie, se combinan de manera excelente para acertar de pleno con el necesario tono de la historia. Los lápices de Zander Cannon tienen la personalidad suficiente como para poder recrear el mundo de fantasía ideado por Alan Moore sin caer en excesos innecesarios pero siendo lo bastante detallado como para conservar un potente atractivo. Smax El Bárbaro es una serie que, por temática, puede recordar en ciertos momentos a Fábulas, la serie de la línea Vertigo de DC Comics creada por Bill Willingham y dibujada, entre otros artistas, por Mark Buckingham. Pero, como es habitual cuando se trata del guionista de V de Vendetta, cinco únicos números suyos rinden más que cien entregas de otros autores en otras obras. Alan Moore vuelve a conseguir un magnífico resultado, abordando un género como el de espada y brujeria de manera fresca, amena y divertida, venciendo así la sensación artificiosa de otras obras suyas que, aunque impecables técnicamente y narrativamente, su humor adolece de ser algo «demasiado cerebral» como ocurre en Tom Strong, Supreme o, en menor grado, la misma Top Ten. Respecto a esta última Smax El Bárbaro, a pesar de su estrecha relación, funciona como una obra totalmente independiente y no es imprescindible haber leído las aventuras previas de Robyn Slinger y Jeff Smax para poder disfrutarla aunque si ayuda a situarse y conocer mejor a los personajes. Smax El Bárbaro, editada por Norma Editorial en una sencilla edición en cartoné sin ningún tipo de extras o mayores alicientes, es una obra muy recomendable y no debería echar atrás a aquellos que piensen que se trata de un trabajo menor del veterano guionista inglés. Si Smax El Bárbaro es una obra menor entonces ojalá todas las obras menores fuesen así.
Parece interesante. Parece caro.
Este comic es una reedicción. Puedes encontrarlo seguro en tapa blanda por bastante menos dinero. Y si te gusto top ten, este tiene el mismo humor y una historia de aventura muy buena.
Pues no es por nada pero Smax el Bárbaro se parece sospechosamente a un Nac Mac Feegle xD
Ahora en serio: es un tomo único? De ser así igual cae…
Dario, como bien dice batallon00, aún puedes encontrarlo en tapa blanda aunque la verdad es que a mí, en este caso, el precio de la edición de Norma Editorial no me parece especialmente inflado aunque eso sí, la edición es de lo más sencilla, sin prólogos, textos introductorios ni ningún tipo de extras más allá de las portadas originales. Aunque yo prefiero estas ediciones que las plagadas de extras que sólo pretenden encarecer el producto.
Joe, sí tiene un parecido, y quizá sea una de las referencias que utiliza Alan Moore y Zander Cannon porque la sombra de Terry Pratchett parece presente en más de una ocasión en la obra. Smax el Bárbaro es un tomo único, una historia completa de principio a fin en cinco únicos números, que, por supuesto, tienen relación con la serie antecesora, Top Ten.
Es una obra muy recomendable y con mucho, mucho sentido del humor. En algunos momentos me recordaba al Mundodisco de mi muy querido Terry Pratchet. Parodia genial de la fantasia, los juegos de rol y todos los tópicos del género. Lo dicho, muy recomendable
Un tebeo descacharrante y uno de esos Moore menores a reivindicar. Se nota que lo paso en grande haciéndolo, como bien dices una obra muy relajada y donde eso se nota para bien sobre el resultado final.
Hace años que lo tengo,y en todo este tiempo lo he releido varias veces,y ni una sola vez me ha decepcionado.Al contrario.Muy recomendable.
¿Qué pasa? ¿Nadie va a hacer el chiste?
Es triste tener que hacerlo uno mismo: ¡SMAX DE KELLOGS!
(ya está, ya lo he dicho; ahora me voy a un rincón a jugar con las pelusillas)
Dios, este lanzamiento sólo hace recordarme toda la ABC que tengo atrasada: Tomorrow Stories, Terra Obscura, Tom Strong’s Terrific Tales y Greyshirt 🙁
He releido muchas veces Top Ten. Pero no tantas como Smax The Barbarian!
«cómics como El Príncipe Valiente de Norma Foster» ¿No hay una errata ahí…?
Y a los que preguntan: sí, es un tomo autoconclusivo. ¿Un Moore menor? Seguramente, pero ya querrían el 90% de los guionistas que sus fill-ins tuvieran esta calidad. Una parodia divertidísima. Yo lo recomiendo totalmente. Y caro, pues naturalmente, pero ese es el peaje que hay que pagar
Este cómic es La Hostia.
…
Y eso ha sido mi crítica sesuda de hoy: si no lo has leído, hazlo. Ya.
Mira, en este artículo todavía no he puesto ningún comentario. A ver que repase…
Bien…recomendable…descacharrante…La Hostia….
Perfecto, veo que estamos todos de acuerdo.
Hay varias en una Er-Murazor. Norma Foster no se quien esa señora, Norman Foster es un celebérrimo arquitecto millonetis…y Harold Foster, este si, fue el autor de El Príncipe Valiente.
Sí, me he liado con la familia Foster al parecer :/
Corregido, gracias por el aviso Er-Murazor y Zape 😉
Jajaja….. cuando Alan Moore dice que ya no va a escribir mas comics porque ya esta harto, se retira de una vez por todas y manda a todos al diablo… es porque el viejo esta estresado escribiendo el universo de un nuevo personaje que asegura el sera su ultima historia… la maldicion del viejo barbon es escribir fantasias piteras hasta que estire la pata.