Solo los encontramos cuando están muertos 1, de Al Ewing y Simone Di Meo

Viajamos al espacio con Solo los encontramos cuando están muertos, la nueva obra de Al Ewing y Simone Di Meo que acaba de publicar Planeta Cómic.

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solo los encontramos cuando están muertos

Edición original: We Only Find Them When They’re Dead. #1-5 USA (BOOM! Studios)
Edición nacional/España: Solo los encontramos cuando están muertos nº 01 (Planeta Cómic, 2022)
Guion: Al Ewing
Dibujo: Simone Di Meo
Color: Simone Di Meo y Mariasara Miotti
Traducción: Diego de los Santos
Formato: Tapa dura. 152 páginas. 15,95€

Solo los encontramos cuando están muertos… y a nadie le importa

Hay series que todos sabemos que tarde o temprano van a llegar a España. Una colección que tiene asociado el nombre de un guionista como Al Ewing, que además de buenos trabajos en Marvel en general tiene la particularidad de habernos asombrado con su Inmortal Hulk, estaba claro que iba a llegar pronto. Si a eso le sumamos que pertenece a BOOM! Studios, una editorial que está recibiendo muchas alabanzas por sus últimas apuestas (Hay algo matando niños, Power Rangers, BRZRKR…) cualquier duda queda fuera de lugar. Y así es, aquí tenemos Solo los encontramos cuando están muertos, con un pequeño retraso de un mes con respecto al anuncio de su salida por el conocido tema de la falta de papel.

Se trata de una serie que salió a la venta en Estados Unidos a finales de 2020 y de la que ya hay dos tomos disponibles, conteniendo sus diez grapas, pero con un tercero en camino ya que este mismo mes de junio retoman la serie en el que será el arco final. Evidentemente se trata de un cómic de creación propia, que parece estar obteniendo buenas ventas, por lo que su dibujante, el italiano Simone Di Meo (que precisamente trabajó para BOOM! Studios con los Power Rangers), sigue el ritmo necesario para mantener la calidad de la serie, sin tener que verse obligado a la pesada cadencia mensual obligatoria que se impone desde otras editoriales. Más teniendo en cuenta que se trata de una serie relativamente corta, pues va a constar de quince números. Tres tomos en España.

Y es que Solo los encontramos cuando están muertos, dentro de su ligereza, es una obra que se antoja bastante personal, especialmente en el tratamiento algo más intimista de los personajes así como la importancia de su desarrollo. Sí, su propuesta tiene una pizca de originalidad en tanto al misterio que nos plantea, aunque su funcionamiento es mucho más cercano al de una Space-Opera clásica, es decir, aunque la trama general engancha es el desarrollo de los personajes lo que más fuerza tiene en la historia.

La serie nos lleva al futuro, al siglo XXIV, al interior de una nave de autopsias llamada Vihaan II, con el capitán Georges Malik, la contramaestre Alice Wirth, el ingeniero Jason Hauer y la forense Ella Hauer. Todos ellos se dedican a diseccionar grandes seres, a los que denominan dioses, que aparecen muertos en medio del espacio. Y no lo hacen solo ellos sino que hay todo un entramado empresarial y gubernamental detrás, con sus normas férreas, incluyendo la ejecución inmediata de quien no las cumpla, y su vigilancia constante. Por ello el negocio de las naves de autopsias es muy lucrativo, pero solo para algunos, que no son precisamente los que realizan el trabajo sucio.

Con este argumento, que es lo que vemos en las primeras páginas, tenemos muchos de los elementos bien conocidos de las series de ciencia-ficción, a saber, un gran misterio, una tripulación que funciona como una familia, una cierta temática social, una distopía y una persecución.

El misterio es precisamente la parte más original, no solo porque los lectores nos preguntamos continuamente quiénes son y de dónde salen esos seres enormes, así como por qué siempre aparecen muertos, sino que los autores forman toda una sociedad en torno a cómo aprovechar sus cuerpos. De ahí que los protagonistas sean los tripulantes de una nave de autopsias. Unen crimen, investigación y ciencia-ficción espacial pero de una manera muy peculiar. Aunque en realidad toda esa gestión de los cuerpos no es más que la excusa para la trama general, se agradece mucho el esfuerzo por plantearlo de forma un poco diferente.

Solo los encontramos cuando están muertos es asombrosamente adictiva. Tiene un ritmo fantástico intercalando páginas de diferentes momentos del pasado con la actual actividad de la tripulación, logrando transmitir muy bien tanto la sensación de tensión como contagiando ese espíritu de búsqueda de la verdad. Una verdad que no solo se refiere a esos dioses muertos, que tiene mucho que ver con el pasado de los personajes.

Los diálogos de Al Ewing hacen que todo crezca más allá de esa búsqueda. Poco a poco lo va moviendo todo hacia lo personal, creando algunos grises interesantes en los personajes y consiguiendo que la serie gane mucho cada vez que ellos hablan. Si bien los primeros capítulos resultan una presentación enormemente atractiva, la ira, la culpa y la venganza dejan de lado la búsqueda en varios capítulos de este tomo, lo cual mejora a los personajes aún cayendo en ciertos tópicos. Un claro ejemplo es la persecución del tercer capítulo, vista muchas veces en diferentes medios pero emocionante como si fuera la primera que nos topamos.

El dibujo va en consonancia con el guion. No es espectacular ni tiene un estilo único, pero consigue trasladar perfectamente todas esas emociones. Es un estilo que bebe mucho del manga en cuanto a definición e incluso en la distribución de viñetas, lo que lo hace narrativamente muy moderno, en tanto que es un estilo que se lleva bastante en la actualidad, pero también muy dinámico, lo cual es un punto a favor. También hay que decir que el color del propio Simone Di Meo con asistencia de Mariasara Miotti es todo un acierto. Los tonos suaves para los personajes que contrastan con luces de fondo, fuertes y vivas, no solo nos sitúan muy bien la acción y sus cambios de localización sino que le dan un toque más realista al interior de las naves, que es básicamente donde sucede todo, y, a su vez, también contrasta con el predominante negro del espacio exterior. Realza el dibujo y potencia su dinamismo, lo que es fundamental en los momentos de mayor adrenalina.

Poco malo se puede decir de este tomo de presentación más allá de que tira de muchos tópicos de las space-operas, pero claro, esto también significa que los amantes de género se encontrarán totalmente satisfechos, pues no son tópicos manidos sino muy bien insertados y con ese ápice de originalidad de la propuesta general. Esto es solo un tercio de Solo los encontramos cuando están muertos, pero como presentación es altamente adictiva y el cliffhanger perfecto.

Lo mejor

• Su ritmo trepidante.
• Funciona a las mil maravillas, tanto por su misterio como por el desarrollo de los personajes.
• Su dibujo es muy efectivo, aunque…

Lo peor

• …no demasiado original. Esto también se puede aplicar a los tópicos de las space-operas de los que tira, pero la verdad es que eso no es necesariamente malo.

Edición original: We Only Find Them When They're Dead. #1-5 USA (BOOM! Studios) Edición nacional/España: Solo los encontramos cuando están muertos nº 01 (Planeta Cómic, 2022) Guion: Al Ewing Dibujo: Simone Di Meo Color: Simone Di Meo y Mariasara Miotti Traducción: Diego de los Santos Formato: Tapa dura. 152 páginas.…
Guión - 8.3
Dibujo - 7.8
Interés - 8.3

8.1

Un buen misterio, un ritmo muy rápido, potentes cliffhangers y personajes que enganchan. La obra de Ewing y Di Meo se alza como una space-opera que funciona a las mil maravillas y entretiene como pocas.

Vosotros puntuáis: 7.04 ( 11 votos)
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Lord_Pengallan
Lector
13 junio, 2022 19:48

Este es barato ;P!!! Con todo me lo esperaba mejor así que nada.