Cuando la ciencia ficción conoce al horror
No somos ajenos al fenómeno, ya nos ha pasado antes. Juegos como
SOMA empieza a hacer grande desde este punto. Con un sistema clásico de aventura gráfica, un apartado visual de lo más vistoso y una ambientación cinéfile que tiende a la sana obsesión por los momentos de tensión, el juego nos lleva de la mano hasta un mundo extraño y bizarro. Gracias a una prueba para la lesión cerebral nos despertaremos en una estación abandona plagada de robots y cadáveres. Trataremos de avanzar huyendo de las amenazas y topándonos con más robots que hablan y suplican con voz humana (escalofriante el momento en que deberemos desconectar a una máquina y nos recrimina que era feliz, que no teníamos derecho a hacerlo). Sigue el dechado de pequeños detalles a través de los cuales desentramar la curiosa utilidad de la estación subacuática en que nos encontramos. La narrativa indirecta surte su mágico efecto; el de meternos en la historia sin que nos demos cuenta.
Aviso para navegantes: juagbilidad
En SOMA básicamente deberemos huir de las amenazas y escondernos para salvar la vida. Aquí los enemigos son, en principio, las máquinas mediante las cuales funcionaba la estación, que ahora han perdido el juicio por razones que el spoiler no permite dilucidar y que no dudarán en acabar contigo. Este sistema de juego nos ha recordado bastante al de otro grande del género ciencia ficción y terror,
Las fases de sigilo en que caminaremos por las aguas y tendremos que esquivar a los robots están bien conseguidas en ambientación y mecánicas, pero nos perderemos con frecuencia al ser el juego tan oscuro y carecer de una guía clara. Son solo minucias, pero con algún ajuste aquí y allá hubiera ganado enteros.
Además de lo mencionado, contaremos también con algunas herramientas para abrir puertas, piratear ordenadores, etc, que aportan algo de diversidad pero no demasiada profundidad.
Lo cierto es que SOMA es un juego enorme, una pequeña joya que destaca por hacer las cosas bien, como ya estamos acostumbrados por parte de Frictional Games. Lo cierto es que se ven claras sus referencias, demasiado claras en algunos aspectos, pero no es nada malo si te dejas sumergir en este extraño mundo que, por otra parte, aprovecha muy bien la obra de K. Dick, Asimov o Gibson y hablarnos de la ciencia ficción desde la cercanía de la mente humana.
En resumidas cuentas
Llega un momento en toda review en que tienes que decirle a las claras al jugador se debería invertir su tiempo y su dinero en el juego objeto de análisis. Y esa es la parte que menos me gusta, porque objetivamente un juego puede ser merecedor de horas de diversión por diversas razones, no siempre relacionadas con el aspecto artístico o elevadamente intelectual del mismo. Hay juegos muy simples que divierten mucho, y juegos muy pretenciosos que se quedan en intentos de poesía digital. SOMA se encuentra a medio camino. El ritmo tan pausado, tan lleno de referencias, tan desesperadamente buscando el clímax pueden hacerlo poco accesible para algunos jugadores. Por otro lado, es un gran juego de horror con una profundidad sobresaliente que, sin llegar a grandes del género como
Valoración
Gráficos - 8.5
Jugabilidad - 8
Historia - 8
Sonido - 8.5
8.3
Valoración
Un juego de horror que se encuentra a medio camino entre la aventura gráfica y el walking simulator, tomando lo mejor de ambos. De ritmo pausado y gran ambientación, los que buscan la vertiente artística del videojuego lo disfrutarán mucho.
Bueno, básicamente debo decir que es la mejor historia de ciencia ficción que he visto en la ultima década. Totalmente recomendable