Songokumanía. El Big Bang del Manga.

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Oriol Estrada, más conocido en internet como El Capitán Urías, es sin lugar a dudas uno de los blogueros más famosos e influyentes del mundillo de la cultura japonesa en nuestro país. Y no es para menos.

Creador de la célebre Arcadia de Urías, Oriol lleva desde diciembre de 2008 compartiendo sus conocimientos en todas y cada una de las vertientes que el saber friki debe abarcar. Todo tiene cabida en las bodgas de La Arcadia. Desde tradiciones ancestrales como el tokusatsu japonés hasta una de las más recientes incorporaciones a nuestras parrillas televisivas, como es el caso de Hora de Aventuras. Sin olvidarnos del manga y demás cultura japonesa, superhéroes americanos, cine, heavy metal y vídeos de fabricación casera. Muchos vídeos de fabricación casera.

Y es que si en algo destaca este catalán de treinta y pocos metros años es en su especial gracia para crear vídeos de toda clase. Entrevistas, documentales y hasta stop-motions hacen no sólo ya de La Arcadia, sino de la producción al completo de Mamonaku Films un imprescindible para todo aquel que quiera aprender del mundo culturalmente disperso y pasar un más que agradable rato. Esta dedicación por los vídeos fue lo que propició que Oriol ganase el Premio Bitácoras en 2010 al mejor videoblog. Que se dice pronto.

Actualmente, Mamonaku Films cuenta con dos producciones bastante más destacadas que el resto. La primera, Crónicas desde Cipango (2010), nos muestra a través de diversas entrevistas cómo es la vida en Japón para cuatro españoles allí residentes. La segunda y más reciente, Songokumanía, nos narra de la mano de numerosos profesionales del género cómo se gestó lo que a día de hoy conocemos como uno de los más grandes fenómenos frikis de toda la historia: la Generación Dragon Ball.

Son Goku y sus amigos
Son Goku y sus amigos

Dragon Ball: El fenómeno y la nostalgia de una generación

No ha dejado de haber siempre algunas voces discordantes que lo han considerado un simple efecto de la nostalgia de una generación, el recuerdo de un pasado analógico y hoy ya superado pero la realidad, objetivamente hablando, lo ha negado tajantemente, ha quedado claro que pasado el temporal Dragon Ball sigue ahí, no tan viva como siempre pero si igual de fuerte, generando interés, reposiciones continuas en las cadenas de televisión y remasterizaciones como Dragon Ball Kai, nuevas ediciones del manga más famoso de Akira Toriyama y todo tipo de merchandising, figuras, películas, videojuegos y todo lo que podamos imaginar al alcance de los viejos y nuevos aficionados. Porque Dragon Ball fue algo más que un fenómeno pasajero, es el shōnen manga y anime por excelencia y su influencia se puede rastrear en el género de los últimos años, desde el Naruto de Masashi Kishimoto o el One Piece de Eiichirō Oda a series más recientes como el Toriko de Mitsutoshi Shimabukuro u otras tan extravagantes como el Bobobo de Yoshio Sawai, y además en nuestro país fue la serie que abrió de par en par las puertas al manga y todas sus posibilidades: un auténtico big bang consolidado en nuestros días.

En Japón y en el resto del mundo Dragon Ball tampoco ha pasado desapercibido porque estamos ante una obra única, una historia épica llena de aventuras, personajes carismáticos, una mitología sencilla pero atractiva y un humor entrañable; el trabajo de Akira Toriyama y el alcance de sus raíces se debe comparar, para bien y para mal, con lo que representaron en su momento El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien para el mundo de la fantasía épica, La Guerra de las Galaxias de George Lucas para el cine contemporáneo -a la que Dragon Ball también debe mucho- o el Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons para el cómic de superhéroes estadounidense más allá de los años ochenta. Es decir, Dragon Ball es una obra referencial, una historia que como las más grandes parte de un esquema muy sencillo, clásico en la construcción de historias y, por tanto, inmortal por su capacidad para seguir inspirando a las generaciones venideras como así lo han afirmado muchos mangakas que cuando la serie de Akira Toriyama estaba en lo más alto eran un aficionado más deseosos de conocer si Son Goku ganaría el Torneo de Artes Marciales de turno, si las bolas de dragón podrían revivir a Krilin, si Son Gohan podría superar el limite de fuerza de los superguerreros o si Vegeta era realmente tan malo como lo pintaban.


Opening japonés original de Dragon Ball Z (1989)

Este año el XIII Salón del Manga de Barcelona ha dedicado una exposición debido a las dos décadas de la primera edición del manga editado por Planeta DeAgostini en España y muchos eventos han girado alrededor a la mítica creación de Akira Toriyama y, entre ellos, destaca el documental Songokumanía. El Big Bang del Manga firmado por Oriol Estrada y Mamonaku Films en el cual se analiza el fenómeno Dragon Ball visto a través de la mirada de la generación que vivió su llegada con la emisión del anime en los canales autonómicos de Catalunya, País Vasco y Galicia. En el documental contamos con las aportaciones y las experiencias de destacas personalidades del mundo editorial y la televisión de los años noventa como el actual director general de Editores de Tebeos, Joan Navarro, el por entonces director de programación de TV3, Oleguer Sarsanedas, el director editorial de Cómics Forum entre 1982 y 2001, Antonio Martin, y Pere Olive, el director artístico de Planeta DeAgostini entre 1984 y 2006. Y junto a ellos auténticos herederos e hijos de la generación Dragon Ball como el traductor Marc Bernabé, el guionista y dibujante Cels Piñol o Genis Puig el director del proyecto Misión Tokyo .

La llegada a las televisiones autonómicas del anime producido por Toei Animation y dirigido por Daisuke Nishio y su inminente éxito, una fama para la que nadie estaba preparado y que pillaría a todo el mundo desprevenido, tanto a profesionales del medio audiovisual como al mismo público, haciendo por eso mismo a Dragon Ball un caso aún a día de hoy único e irrepetible. Este es un punto que queda muy claro después de ver Songokumanía. El Big Bang del Manga, un documental que juega con nuestros recuerdos y nostalgia, la memoria de una generación en la que no existían los spoilers o la posibilidad de descargar de internet los capítulos de nuestra serie preferida a ritmo japonés como hacemos actualmente y teníamos que conformarnos con intuir lo que veíamos en el poco material que llegaba por estos lares en forma de fotocopias o divagar sobre las posibles futuras aventuras de Son Goku y compañía. Poco a poco, Dragon Ball lo invadió todo con álbumes de cromos, tazos, figuras y, por fin, el ansiado manga, publicado en sentido de lectura occidental aunque nadie se quejó de ello porque muchos sólo éramos fanáticos de Dragon Ball y no teníamos idea de cómo eran las cosas en Japón ni nos preocupábamos por entonces de ediciones originales ni tonterías de ese tipo.

El 22º Torneo de Artes Marciales
El 22º Torneo de Artes Marciales

Pero no todo fue un camino de rosas, Dragon Ball fue muchas veces criticada por su violencia y por esos inocentes gags picantes made in Akira Toriyama, las asociaciones de padres se mostraban inquietas y la serie sería censurada, sino completamente, sí en algunos de sus contenidos y en algunas regiones de España aunque nada que ver con el bochornoso caso de Estados Unidos donde el conservadurismo del país haría estragos en el metraje de la serie aunque, a pesar de ello, no podrían detener allí tampoco su arrollador éxito. Y aquí estamos, veinte años después del desembarco de Dragon Ball en nuestro país, en 2014 harán treinta del inició de la publicación de la obra de Akira Toriyama en Shūeisha, la Songokumanía sigue más viva que nunca y ha dejado patente que no piensa irse. No puede hacerlo, se ha convertido en un icono reciente de nuestra cultura popular como lo pueda ser Superman o La Guerra de las Galaxias y eso la convierte en algo imperecedero. El documental de Oriol Estrada es un viaje en el tiempo emocionante para los más veteranos, indispensable para todo dragonballmaníacos que se sienta como tal y un homenaje a una historia y unos personajes, en definitiva, a un universo que resulta imposible de abandonar una vez se ha conocido y visitado.

Songokumanía. Una cita imprescindible para dragonballmaníacos

¿Cuantas veces no hemos visto un pequeño avance de algo, ya sea cómic, libro, disco, película o documental, y hemos tenido la sensación de que nos encontrábamos ante algo grande, muy grande y prometedor? Esta fue la sensación que tuvimos en el momento en que visionamos por primera vez el trailer del documental Son Goku Manía creado por Oriol Estrada responsable del blog La arcadia de Urias y una de las voces autorizadas de la cultura nipona.

Visto el documental os podemos decir que se trata de una oda a la generación de finales de los setenta, aquellos que hoy peinamos canas pero que en el estreno del primer episodio de la serie teníamos poco más de diez años, aquellos que sin saber como, semanas después intercambiábamos fotocopias de viñetas ampliadas como si fuese el mayor de los tesoros, a aquellos que jugamos en los patios de colegio a hacer Kamehamehas, en resumidas cuentas, un regreso a nuestra más tierna infancia en el que Oriol de la mano de sus invitados nos descubren detalles de este fenómeno de masas que fue y sigue siendo veinte años después Dragon Ball.

Trailer del documental Son Goku Manía

Oriol llevaba casi un año trabajando en el documental, mimando hasta el más mínimo detalle que parte de una idea sencilla, plasmar la songoku manía que se desencadenó en el momento del estreno de la serie por primera vez en televisión así como el boom posterior de fotocopias, cromos y mangas, sirviéndose de las declaraciones de un total de 11 protagonistas de autentico renombre que vivieron el fenómeno de forma bastante directa, sus nombres son: Antonio Martín (director editorial de Cómics Forum entre 1982 y 2001), Oleguer Sarsanedas (jefe de programación de TV3 en los 90), Pere Olivé (director artístico de Planeta de Agostini Cómics de la época), Cels Piñol (quien creó uno de los fanzines más míticos sobre Dragon Ball), Àlex Samaranch y Ana María Meca (ambos de Estudio Fénix, y que hicieron un gran trabajo divulgativo del manga en esa época), Joan Navarro (Director de Editores de Tebeos), Óscar Valiente (Norma Editorial), Manu Guerrero (Selecta Visión), Genís Puig (Misión Tokyo) y Marc Bernabé (Daruma Serveis Lingüístics). Cada uno de ellos está en el documental por un motivo, ninguno sobra y todas sus declaraciones son interesantes en cuanto a que o bien nos descubren detalles que a buen seguro desconocemos o simplemente nos trasladan con cariño a una época pasada en la que las cosas eran y se hacían de una forma muy diferente.

El documental no llega a la hora de duración, y por las conversaciones que he mantenido con Oriol me consta que incluso podría haber doblado ese tiempo, material no habría faltado, pero lo cierto es que tiene la extensión justa para atraparnos, involucrarnos e informarnos todo ello de una forma muy amena y sobretodo apasionada. Que esta última palabra no os engañe, la pasión no va reñida para nada con la profesionalidad del producto final y es que creedme nos encontramos ante una pieza que perfectamente podría haber producido cualquiera de las grandes televisiones nacionales.

No vamos a desvelar muchos detalles del documental, si eres de la generación Dragon Ball lo mejor es que lo descubras, lo veas, te emociones, y te vuelvas a sentir como aquel niño que por primera vez visionó la serie de televisión, si no perteneces a esa generación, quizás cuando lo hayas visto nos entiendas, comprendas porque esta genial obra marcó a toda una generación que dejaba de salir a la calle a correr detrás de un balón porque proyectaban su serie favorita. Dragon Ball.

Y te preguntarás, ¿Cuando podré ver este documental de forma integra? Si no tuviste la suerte de acudir a su proyección en el pasado salón del manga, apuntad en vuestras agendas que se emitirá en streaming mañana sábado en Mision Tokio y que la próxima semana podréis verlo en nuestra página web, siendo para nosotros un autentico honor poderlo proyectar para nuestros lectores.

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Alberto de Sosa
Presentándome como uno de los más jóvenes del equipo, empecé a colaborar en el proyecto Zona Negativa en octubre de 2011 gracias a una recomendación del propio Marc Bernabé. Actualmente cubro –o intento cubrir– todo lo que tiene que ver con el manga publicado en España, tratando tanto noticias como reseñas. Mis andanzas en el mundo del cómic nipón empezaron relativamente tarde, aproximadamente en septiembre de 2007. Sin embargo, rápidamente me desvinculé de lo que serían los gustos típicos de los aficionados al manga. Actualmente soy un apasionado del manga clásico y con cada lectura intento no sólo entretenerme, sino aprender un pedazo de la historia del cómic nipón en todas sus vertientes: autores trascendentes, obras padres de cada género, etc. Y, con más o menos éxito, estos conocimientos que adquiero son los que intento trasladar a mis textos.
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Inhumano
Inhumano
Lector
9 noviembre, 2012 14:15

Dragonball molaba mucho, aunque a mi siempre me gustaron más Los Caballeros del Zodíaco. 

Sin embargo, yo soy de la generación de Heidi, Marco, Candy Candy, El Bosque de Tallac (Jacky y Nuca), Belfy & Lillibit, Banner y Flappy y por supuesto, ¡¡¡Comando-G y Mazinger-z!!!.

Diós, que viejo soy.

Javié
Javié
Lector
9 noviembre, 2012 14:54

 Enhorabuena a Zona una vez mas, metido en todos los campos, pues como el streaming me va regular gracias a la excelente conexión con esa maravillosa compañía llamada ONO, me esperaré a la próxima semana y lo veré aquí y ya comentamos.

Enhorabuena también a Oriol Estrada por este trabajo que seguro nos hará derramar unas lagrimillas a los que ya hemos pasado los 25 y aun recordamos como si fuese ayer, esas carreras desde la salida del colegio, donde le dábamos la mochila rápidamente a mamá y corríamos como gacelas para hacer fotocopias nuevas de un dibujo que le habían dejado a tu compi, un primo que vivía en otra ciudad y que ya tenía el tebeo del mes que entraba, y así día tras día….

Jordi T. Pardo
Autor
9 noviembre, 2012 15:02

 «Enhorabuena también a Oriol Estrada por este trabajo que seguro nos hará
derramar unas lagrimillas a los que ya hemos pasado los 25 […]»

Ya te digo yo que sí, Javié, pero fijo… si es que somos unos moñas xDD

Raúl López
Admin
9 noviembre, 2012 16:12

A mi me gano ya solo con el opening de la playa y la música de fondo. ACOJONANTE y lo que viene después una delicia 🙂

orco05
Lector
9 noviembre, 2012 16:42

Como dicen al final… «y creo que va a durar». Sin duda, ahí está la nueva edición en tomos gigantes de Dragon Ball… y ya preparan la nueva película de animación para el 2013, así que tendremos más. Como muestra de que Dragon Ball seguirá muy vivo por mucho tiempo, para quien siga viviendo Dragon Ball como el primer día o simplemente quiera recordar, le recomiendo darse una vuelta por un perfil de DeviantArt donde colaboro y en el que nos dedicamos a hacer a todos los personajes de DB, DBZ y DBGT en la mejor resolución y calidad posibles… no es spam, es que realmente merece la pena, lo conocí como fan de la serie, es sólo que ahora formo parte del proyecto: DBCProject

Erik Lensherr
Erik Lensherr
Lector
11 noviembre, 2012 22:23

Inhumano ha dicho: Sin embargo, yo soy de la generación de Heidi, Marco, Candy Candy, El
Bosque de Tallac (Jacky y Nuca), Belfy & Lillibit, Banner y Flappy y
por supuesto, ¡¡¡Comando-G y Mazinger-z!!!.

Pues la verdad, yo tb soy de tu época, amigo, nací en los 70…recuerdo a Mazinger y Comando G como mis series favoritas, cuando ni siquiera sabíamos por entonces que era un manga o un anime….sabíamos que eran dibujos japoneses, simplemente y sabíamos que nos gustaban más que los otros, salvo los de Disney que eran muy buenos....