¿Por qué narices me ha apetecido leer una serie de Sonic el erizo? La verdad es que no lo tengo claro. Por algún motivo me ha entrado fiebre por contenido del personaje. No he visto la película, así que no lo puedo achacar a ello. No obstante, Sonic siempre me ha interesado en mayor o menor medida, por lo que parece lógico que me haya acabado acercando a esta serie.
El personaje lleva ligado a este medio básicamente desde que nació. Tras el lanzamiento de Sonic the Hedgehog en 1991, la secuela llegó en el año 1992. Según el territorio, hablamos de octubre (Europa) o noviembre (Estados Unidos y Japón). Y precisamente en noviembre de 1992 debutó la primera miniserie de Archie Comics basada tanto en los videojuegos como en la serie de animación americana. En 1993 dio comienzo la serie regular.
A partir de entonces, hablamos de 24 años de publicación ininterrumpida. 290 números de la serie principal que incluyeron personajes originales, adaptaciones de videojuegos, series paralelas de personajes, series paralelas de spin-offs como Sonic Boom, crossovers con personajes como Mega Man, un reboot de todo el universo debido a problemas legales y que eliminó a más de 200 personajes creados por el guionista Ken Penders… Demonios, ¿Mark Millar escribió para esta serie en sus inicios? Eso mejor se lo dejo al compañero Jose María Vicente, creo que se divertiría más con ello.
Lo que quiero decir con todo esto es que Sonic the Hedgehog es una franquicia multimedia con todas las de la ley. Es una institución en los videojuegos y, con un récord Guinness bajo el brazo como la Serie de Cómics Más Longeva Basada en un Videojuego y otro como la Serie de Cómics Más Longeva Basada en una Franquicia (superando los 275 números de Conan el Bárbaro), es una institución en el mundo de los cómics. Una de esas cosas peculiares en las que aunque no nos fijemos mucho, ¡ahí están! Un pequeño vistazo a la era Archie de Sonic basta para discernir la auténtica locura que fue.
Pero, no, no estamos aquí para hablar de los cómics editados bajo Archie Comics. Y es que las series de la editorial se vieron repentinamente canceladas en 2017. ¿La causa? Los mencionados problemas legales seguramente movieron las aguas más de lo que a SEGA le hubiera gustado. Empezar de cero en otro lado acababa con cualquier clase de problema. Las historias quedaron cortadas a la mitad y, tras varios meses sin noticias, SEGA confirmó el final del acuerdo con Archie y el inicio del acuerdo con IDW Publishing. En abril de 2018, con un flamante nuevo número 1 y con una publicación especial de un número por semana (antes de pasar al ritmo mensual), daba comienzo la nueva Sonic the Hedgehog.
Cimentando con viejos conocidos
Sonic the Hedgehog de IDW es un reboot de la serie. Esto significa que todo lo narrado durante la estancia del personaje en Archie queda olvidado. Los personajes allí nacidos, las tramas allí utilizadas y todo lo que tuviera su origen allí queda olvidado. Esto no significa que no exista oportunidad, en el futuro, de recuperar a algunos personajes, pero de momento es una conversación para tener otro día. El caso más equiparable es el de Star Wars, cuando volvió a Marvel Comics tras su estancia en Dark Horse. Todo lo anterior pasó a ser conocido como Star Wars Legends, mientras que todo lo nuevo establecía un nuevo canon. En algún momento se ha rescatado algún personaje o situación de la antigua continuidad, dándole un giro. Es así como hay que contemplar este cambio.
Esto, por supuesto, presenta nuevos retos. ¿Desde qué punto podía partir la nueva serie? ¿Con quiénes? Se optó por lo más sencillo. La serie se sitúa inmediatamente después de Sonic Forces, el último juego de la franquicia principal, lanzado en 2017. Allí se narraba cómo Eggman dominaba el planeta tras vencer a Sonic y encerrarlo. Los amigos del erizo, acompañados de la versión Clásica de Sonic, forman la Resistencia para liberarle, derrotar a Eggman y restaurar la paz en el planeta. Al mismo tiempo, deben acabar con el Phantom Ruby, una gema especial que Eggman utiliza para potenciar sus ejércitos. Al final del día, los héroes lograban su objetivo, Eggman era derrotado y la Resistencia comenzaba los trabajos de reconstrucción.
Ese es un resumen bastante sucinto de la trama del juego, pero que permite discernir los elementos esenciales. En primer lugar, esta nueva serie parte de los acontecimientos de los videojuegos. No solo Sonic Forces, sino el resto de la franquicia. En el momento de escribir estas líneas, ha habido referencias a Sonic Colors, Sonic Unleashed, Sonic Advance 3, Sonic Lost World, Sonic Adventure 2… No hay miedo alguno en referirse al canon establecido en esta serie. Está diseñado así para ofrecer una experiencia más cercana a la narrativa principal del personaje. De paso, es más sencillo meterse en las historias.
En segundo lugar, el statu-quo pone al instante a los héroes con una tarea por delante. Tienen que restablecer la paz y ayudar a reconstruir el mundo. La acción, por tanto, no se hace esperar, y más cuando todavía hay fuerzas de Eggman aquí y allá creando el caos. Desde una posición de underdog, la Resistencia debe seguir adelante. No hay tiempo para respirar, aunque ampliaremos esto más adelante.
Con la continuidad y el punto de partida claramente establecidos, quedaba la cuestión del equipo creativo. Desde IDW optaron por darle las llaves del reino a Ian Flynn, veterano guionista de la franquicia que llevaba guionizando al erizo en Archie desde el año 2006. Flynn no podía utilizar lo anterior, pero tras más de diez años en la serie, tenía claro el estilo, la voz de los personajes y los puntos de mejora respecto a los juegos. Era la solución más sencilla para asegurarse de que la serie despegaba como era debido.
No solo en el guión se optó por la continuidad, sino también en el dibujo. Tracy Yardley, Adam Bryce Thomas, Jen Hernandez y Evan Stanley se encargaron de los primeros cuatro números publicados en abril de 2018. Todos ellos habían dibujado al personaje con anterioridad, por lo que las mismas virtudes se les aplican: conocen a Sonic, conocen su estilo, saben perfectamente lo que tienen que hacer.
Sus estilos son en general similares, aunque se notan diferencias en el trazo, en las texturas y en el coloreado que reciben. La energía de la serie, por tanto, es homogénea. En los detalles podemos decantarnos por nuestros favoritos, y las opciones se multiplican más tarde cuando se unen artistas como Diana Skelly, Jack Lawrence, Priscilla Tramontano o Lamar Wells. Si bien yo me decanto por Bryce Thomas, Lawrence o Tramontano, lo que es importante destacar es que estamos ante un apartado artístico coherente, sólido, dinámico y que, sin importar en qué manos esté, está muy bien hecho. Algo muy de agradecer y difícil de conseguir.
Una muestra del arte
En aras de poder ofrecer una muestra de los estilos artísticos de la serie, a continuación enlazamos las previews oficiales de IDW Publishing de diferentes números de la serie dibujados por diferentes artistas. Cabe aquí establecer un pequeño aviso de spoilers en el caso de los números más recientes.
Érase una vez un erizo azul
Un erizo azul muy veloz que, junto a sus amigos, resolvía problemas por el mundo. Esta sería una manera muy sencilla de definir los primeros números de las andanzas de Sonic en IDW. Como de cuento y de forma bastante simple, Sonic pasea por el mundo, derrotando badniks y encontrándose con sus clásicos compañeros de viaje. Tails, Amy, Knuckles, Shadow, Rouge… Toda la tropa, clásica y moderna, está aquí. Y toda la tropa debe ser presentada de cara a nuevos lectores. ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Sus debilidades? ¿Su carácter? Si eres aficionado de antes, los primeros compases de la serie resultan redundantes. Sin embargo, y entendiendo que esta serie es una lectura infantil que se abre sin problemas a todos los públicos, se entiende el porqué empezar así. Suponiendo que este tebeo suponga el primer contacto de un niño o una niña con el personaje, le será sencillo entender las dinámicas entre personajes y cómo se relacionan.
Aún así, es imposible negar que esto afecta a la estructura y afecta a las historias. Especialmente durante los cuatro primeros números, que conforman el primer volumen. Sonic llega a un sitio, resuelve una situación junto a un compañero y se marcha a otro sitio para repetir el ciclo. El esfuerzo reside, por tanto, en mostrarnos el mundo, más que una historia interesante. Se establecen las principales ciudades en las que transcurrirá la trama y, finalmente, comienzan a aparecer nuevos personajes.
Uno de los pilares más sólidos de esta colección y uno de los principales motivos por los que cualquier posible lector se puede mantener enganchado son los personajes de nuevo cuño, creados para la ocasión. Siendo franco y directo: todos son geniales. Todos se sienten como si formaran parte de este universo desde siempre. Tenemos al dúo de criminales Rough y Tumble, dos tontos más o menos adorables que crean problemas aquí y allá y son carne de cañón para situaciones más relajadas. Tenemos al Dr. Starline, un nuevo villano que quiere convertirse en aprendiz de Eggman, a quien admira profundamente.
Y, por supuesto, tenemos a Whisper the Wolf y Tangle the Lemur. La primera es una heroína de la guerra de Sonic Forces, que ayudó a la Resistencia desde las sombras; pero que tiene problemas para relacionarse socialmente y solo habla en susurros. La segunda es una alegre, dinámica y siempre optimista lémur que puede estirar su cola hasta límites insospechados. ¿Y juntas? Juntas son todavía más geniales, hasta el punto de lograr protagonizar su propia miniserie de cuatro números.
Todos ellos amplían y enriquecen el mundo de Sonic the Hedgehog y añaden un toque novedoso a todo lo que viven. También añaden la posibilidad de lo inesperado, al no estar sus destinos fijados por lo que puedan requerir futuros videojuegos. Todo esto hace que aumente la calidad de la serie cuantos más momentos y situaciones nos presentan involucrando a estos personajes. Por suerte, más hay cuanto más avanzan los números.
Por tanto, si bien el primer arco es una lectura infantil que no destaca por encima de la media, hay suficientes elementos para seguir adelante. Cada arco se conforma de volúmenes de 4 números, y el primer arco dura tres volúmenes (12 números individuales). Y según avanzan los volúmenes, la calidad va en aumento sin que nos demos cuenta.
Pero es en el segundo arco donde empieza lo realmente bueno.
Sonic the Hedgehog – Tangle and Whisper #1 – 4
A lo largo del año 2019, Tangle y Whisper recibieron su propia miniserie. El guion corría a cargo de, cómo no, Ian Flynn; mientras que el dibujo fue tarea de Evan Stanley. Los coloristas fueron Matt Herms y Leonardo Ito. La trama se dedica a desvelar el pasado de Whisper y el trauma que la dejó incapaz de hablar si no es en susurros. Podemos encontrar las mismas virtudes que en la serie regular, solo que centradas en el dúo protagonista. No se pierde ocasión de crear nuevos villanos y, si quieres leer más de estos personajes, es la mejor opción. Si te quedas con ganas de más, ambas vivieron otra aventura juntas en Sonic the Hedgehog Annual 2019.
El amanecer de los Zombots vivientes
El segundo arco como tal de Sonic the Hedgehog da comienzo a partir del número 13 de la colección, aunque varias de las semillas se habían plantado con anterioridad. ¿La premisa? Eggman comienza a liberar un virus que convierte a cualquier ser orgánico en un robot completamente a sus órdenes. El virus es autorreplicante, por lo que cualquier contagiado puede transmitirlo. ¿El problema? Según aumentan los infectados, dejan de obedecer a Eggman. Y el paciente cero es Sonic, que apenas puede mantener a raya al virus gracias a los efectos de su súper velocidad. Esto le obliga a permanecer en movimiento de forma más o menos constante.
Sí, estamos ante una historia de zombies con todas las de la ley, y la serie se dispone a ofrecer un espectáculo a la altura de las circunstancias. Todos los posibles tópicos de historias similares están aquí, pero aplicados con una gracia y talento que, sencillamente, funciona. El paso de un arco a otro es, además, instantáneo, por lo que la historia crece de forma muy orgánica. De repente empiezan a caer las fichas de dominó y te das cuenta de lo bien colocadas que estaban.
Es aquí cuando empezamos a agradecer el trabajo de caracterización de los personajes. Las dinámicas solidifican muy rápido, por lo que este segundo arco se dedica a aprovecharlas al máximo en el contexto de una situación límite. Cierto es que la estructura no cambia tanto de primeras. Es un engaño intencionado para ofrecer una versión perversa de lo vivido y establecido hasta el momento. Funciona para sorprender número a número y para establecer una tensión continua que es totalmente necesaria en este tipo de historia.
Todo responde a situaciones ya establecidas. Conflictos creados en los primeros números encuentran aquí respuesta, pero a la vez abren nuevas preguntas. Los personajes se ven obligados a cuestionarse, pero apenas tienen respiro. Y es que nos encontramos con momentos inesperados que emocionan de forma genuina y que hacen que, al acabar el número, te des cuenta de lo mucho que te has encariñado con los personajes.
Esta es una historia de Zombots (zombies robots) que funciona con extrema solidez. Ofrece infecciones, caos, descontrol, héroes desbordados en situaciones en las que todo parece insalvable, sacrificios heroicos que golpean como un martillo y una continua carrera contra el reloj que solo parece ir a peor. Y es que las amenazas tampoco toman descanso, y los enemigos se agolpan para hacer que la situación sea muy peligrosa.
Sonic the Hedgehog en España
En España, la colección de Sonic the Hedgehog comenzó a publicarse en abril de 2019 de manos de ECC Ediciones, dentro de su línea Kodomo. La serie se publica en formato grapa (a un precio de 2,25€ cada número) y en formato rústica de tomos recopilatorios (a un precio de 8,5€ el tomo). Al igual que los volúmenes recopilatorios de IDW Publishing, cada tomo incluye cuatro números con un arco completo.
La velocidad como núcleo narrativo
Sonic es el ser más rápido del universo. Su velocidad es uno de los aspectos esenciales a la hora de definirle. Forma parte de la experiencia de jugar a sus juegos. En ese medio, que Sonic se mueva de la forma correcta es fundamental para lograr un gameplay adecuado. Pero, ¿y en el mundo del cómic?
Se podría optar por un acercamiento básico. Sonic es veloz, se le dibuja así y resuelve las cosas. Eso bastaría, desde luego. Pero no sería suficiente. Los creadores de esta serie son lo suficientemente inteligentes como para hacer que la velocidad impregne todo. No solo al personaje, sino a su entorno y a la experiencia del lector leyendo el tebeo. Es una de las virtudes de la serie. Uno de sus núcleos narrativos.
Todo en la serie se mueve rápido, sin pausa. La lectura es muy veloz, gracias al ya mencionado dinamismo del dibujo. Pero, a nivel estructural, esta idea se aplica del mismo modo. Se aplica a la esencia de la serie. No dejan de pasar cosas número a número. Cada historia se mueve imparable hacia la siguiente, dejando semillas que brotan más tarde. No solo se piensa en lo que se está contando ahora, sino en lo que se va a contar más tarde.
Respecto al personaje en sí, se busca formas de hacer su súper velocidad interesante. Durante el segundo arco, su poder se vuelve en su contra al tener que estar de forma más o menos constante en movimiento. Es la única manera que tiene Sonic de mantener el virus a raya. No puede parar durante mucho tiempo y cada vez tiene que correr más rápido, lo que lleva todo al límite. Mientras tanto, los enemigos de la serie actúan rápido, bajo sus propios tiempos y planes. No hay respiro para ir de una situación a otra y el peligro golpea sin descanso cuando menos se espera.
El resultado es que se aprovecha al máximo una de las características clave del personaje. Esto denota el amor que los creativos tienen por Sonic, así como su capacidad para entenderle y ampliar todo lo que hace del erizo azul un personaje interesante. Y denota el interés que tienen en que todo el mundo se sienta atrapado al leer Sonic the Hedgehog.
Con todo esto dicho, y por si no queda claro, me repito: esta serie es buena. Esta serie es sorprendentemente buena. Destaca por su buen hacer, su trabajo en equipo y un mimo en todo lo que ofrece que tiene como resultado una de las lecturas recientes que más he disfrutado. Es una serie ligera, sí. Pero muy efectiva. De vez en cuando toca agradecer que existan series así. Pueden ser las que mejor logran despejar nuestra mente, hacernos olvidar el mundo a nuestro alrededor durante un rato y llevarnos, simplemente, a un lugar feliz.
Un pensamiento final
No era consciente, al iniciar esta reseña, de que hablaba de una historia en la que un virus asola al mundo y obliga a los personajes a recluirse para protegerse mientras piensan cómo es mejor reaccionar. Los días pasan, la realidad es la que es y, de vez en cuando, se producen ciertas casualidades en las que no caemos de primeras. Pero, como pensamiento final, estoy feliz de que así sea. Porque, si bien el arco actual no ha terminado, hay una cosa que tengo clara: todo va a acabar bien.
Y en el tebeo también.
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 8
7.7
Nota final
Sonic the Hedgehog es una serie que tarda un poco en establecer su mundo y sus reglas. Cuando lo consigue, despega de una manera sorprendente y ofrece una historia muy entretenida que nunca se detiene y que emociona de forma inesperada. No es solo una buena lectura infantil, sino una serie muy recomendable para fans del erizo y para quienes busquen algo ligero, pero muy efectivo.
¡Oh, Sonic, oh, Sonic! ¡Lucha contra el doctor Robotnik, Robotnik, y contra su escuadrón!
¡Vaya, pues qué buena pinta tienen estos cómics! ¡Realmente parecen sónicos! Gracias por esta estupenda reseña, Sr.Teso, ahora estoy totalmente convencido de comprarlos, a ver si los disfruto tanto. Soy muy fan de Sonic y tengo el presentimiento de que va a ser aquí, en estos cómics, donde el Erizo Azul mostrará una calidad narrativa y una mitología bien construida que no parece que vaya a volver a tener en los videojuegos.
¿Cómo creéis que trabajaría Ian Flynn en DC o Marvel?