Spider-Man de Peter David

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Bienvenidos al Coffee Bean. Servíos un café latte, está recién hecho. Tomad asiento en aquella mesa libre del fondo. Poneos cómodos. Recordemos juntos viejas aventuras de Spider-Man, nuestro amistoso vecino. ¿Dónde estabas en 1986? Un joven Peter David, al que probablemente conozcáis de algo, llegaba al staff del trepamuros para contarnos alguna de sus historias más sorprendentes. ¿Quién es Stan Carter y qué secretos guarda? ¿Por qué murió Ned Leeds y quién era en realidad? ¿Por qué Peter Parker y Felicia Hardy no podían estar juntos? ¿Sabías que Matt Murdock adivinó la identidad de Spider-Man en uno de los días más trágicos de su vida? ¿Conocías a Jean DeWolff? ¡Acompañadnos!

Los poco ortodoxos métodos de Peter David

Peter David es uno de los guionistas de Marvel más característicos, de eso no cabe la menor duda. Sus seguidores lo recordarán por su prolongada etapa en Incredible Hulk y sus originalísimas historias en X-Factor, amén de su aportación al universo de The Dark Tower. También supo brillar con luz propia en DC -sobretodo en las series de Young Justice y Supergirl- pero es muy probable que su firma quede para siempre vinculada a la Casa de las Ideas, dado que es la editorial donde por más tiempo ha venido encargando de una colección u otra. Si unimos el nombre Peter David al de Spider-Man, inmediatamente os sonará «La Muerte de Jean DeWolff», inspirada saga que dejó una huella imborrable en todos los seguidores del trepamuros. Aunque sólo tengáis referencia suya de oídas, aquella gran aventura se ha ganado un lugar de excepción entre los momentos más intensos vividos por nuestro amistoso vecino, a la altura de otras historias como «La Última Cacería» o la muerte de Gwen Stacy.

Sin embargo, mi propósito aquí al hablaros de la etapa de PAD en Spider-Man es situar ésa historia en su contexto, como parte de una estancia mucho más amplia que aquellos escasos cuatro capítulos en Peter Parker, The Spectacular Spider-Man –los ya históricos números 107 a 110 USA. En efecto, David hizo mucho más que venir a contarnos la durísima historia del Comepecados: incorporó al trepamuros su particular estilo para dialogar, sus hábiles esquemas constructivos, personajes originales y conectados al mundo real, sus homenajes y característicos giros, el humor negro que siempre fue su sello particular.

Lo cierto es que, recién leídos esos números, aún no sabría muy bien cómo catalogarlos. PAD se mueve cómodamente en la serie negra, pero no se queda encorsetado en ésa categoría. Aborda historias de temática social, pero lo hace de tal manera que parece algo casual. Hay escenas, números enteros, con un gran componente humorístico, y sin embargo la serie no llega a ser cómica. Aunque veremos peleas superheroicas, desde luego con Peter David al timón, las historias se salen del terreno común en éste género. Quizás el único calificativo que podría aplicársele al señor David sea… inclasificable. Por eso nos gustan tanto sus historias, porque nos dejan desarmados, son muy difíciles de comentar, lo único que puedes hacer, como lector, es dejarte llevar… sin saber nunca dónde te llevará el viaje.

Aquellos comics a los que me refiero tampoco están considerados una etapa imprescindible, salvo la historia del Comepecados, que fue su momento culminante. Como ha sucedido con muchas de las mejores etapas de Spider-Man, la mejor virtud era que pasaban desapercibidas: nadie pretendía contarnos la historia definitiva del personaje. Quizás tuviéramos asumido que Spider-Man ya tuvo su momento álgido en etapas más clásicas, y el único cometido de los guionistas de entonces era conducir al trepamuros por una existencia atribulada, con los altibajos propios de cualquier persona, tratando de capear con los imprevistos que nos depara el porvenir, en definitiva: viviendo el día a día. Eso sí, tratándose de Spider-Man, la vida diaria ya es una aventura en sí misma.

Peter David y las trabas editoriales

Tenía planeado cantar las alabanzas de Peter David en Spider-Man, y sin embargo, al repasarlas objetivamente, con detenimiento, me veo obligado a hacerle algunas salvedades. Esa etapa, en efecto, no puede decirse que sea redonda, por dos razones principales. La primera de ellas es que justo a PAD le tocó capear con la trama del Duende, que venía agonizante desde tiempo atrás, y justo vino a estorbar las otras tramas que tuviera planificadas él mismo para la serie -luego lo explicaré mejor-. La segunda razón, es que PAD se metió él sólo en camisa de once varas al abordar otro cabo suelto que la serie lastraba y que se llamaba Felicia Hardy.

Como no quiero aburriros con los largos pormenores, por una u otra circunstancia, os los resumiré para proceder luego a resumir la etapa. Bien, el Duende venía siendo un villano magistral, quizás la némesis perfecta de Spider-Man, creado por Roger Stern como el eje central de una trama de suspense y maquinaciones mafiosas, cuyo principal atributo es que desconocíamos su identidad real. Cuando Stern dejó al trepamuros, a largo plazo ésta trama se convirtió en un arma de doble filo para los editores y los escritores que sucedieron a Stern, porque ninguno sabía muy bien cómo resolver ese misterio, y como una bola de nieve, cuanto más tiempo pasaba, más grande y difícil de manejar se volvía el problema. PAD tuvo que lidiar con la solución que se le había impuesto desde arriba: Ned Leeds era el Duende: ¡uno de los momentos más anti-climáticos de la historia de Spider-Man!

El segundo problema es más sencillo de comprender: Peter y Mary Jane estaban acercándose cada día más; habían retomado su amistad, y MJ demostraba cada mes que era su pareja idónea. Sabía cómo divertir a Peter, sabía distraerlo de sus problemas, conocía su doble vida y la aceptaba, se nos mostraba como una persona adulta y cada vez más responsable y fiable, hasta el punto en que Peter lo tuvo clarísimo y la propuso matrimonio. ¡Pero cuidado! Mary Jane no aceptó en seguida, entre otras cosas porque también tenía sus detractores. ¿El motivo? Que Felicia Hardy, la Gata Negra, también estaba en el horizonte próximo del trepamuros. La etapa de Bill Mantlo todavía estaba fresca en la memoria del aficionado, y para muchos, ella podría ser la pareja perfecta de Spider-Man. A Peter David le tocó la desagradable tarea de recuperar a la Gata Negra para cerrar aquél amorío que quedara inconcluso y ponerle punto final. Durante un breve periodo -que parecía un remedo de la etapa de Bill Mantlo- alejó a Felicia Hardy para siempre: PAD fue el encargado de allanar el terreno para la feliz boda de Petey con MJ.

El Resumen

WSM (Web of Spider-Man) #7 nos presenta un cómic que visto con la perspectiva que nos da el paso del tiempo, resultaría profético para la carrera de Peter David. Muchas veces, es un ejercicio curioso volver la vista atrás y fijarse en ésos pequeños detalles que, en retrospectiva, cobran una nueva dimensión. Y es que, veréis: ¿quién aparecía en la portada? No era Spidey, no… ¡El Increíble Hulk! En efecto, éste cómic es un apoteósico arranque de etapa, un número que me marcó en su día, porque transcurría enteramente en el reino de Pesadilla, esa criatura que se ha enfrentado tantas veces al Dr Extraño y que podría definirse como el «reverso tenebroso» del Morfeo de Gaiman.

Aquél tebeo dibujado por Sal Buscema tenía un «algo» especial que lo hacía hipnótico: el entintado de Armando Gil sobre los lápices de Buscema, daba como resultado un estilo que era la perfecta fusión de sencillez, con un trazo fino y grácil de pincel. Sobretodo, el arranque es muy bueno: Peter entra desnudo en la redacción del Bugle, y en vez de reporteros, se cruza con otros superhéroes -Lobezno, el Capi, Rom, el Dr Octopus pidiendo por teléfono una ración de calamares- dejando muy claro que se trata de un sueño. Cuando se dispone a entra en el despacho de Jameson, ¡Hulk atraviesa la puerta para perseguirle! A partir de aquí, en cada viñeta se alterna el traje azul y rojo con el traje negro, y el lector quedaba atrapado en un delirante sueño, en el que Peter trata por todos lo medios de sobrevivir a la persecución urdida por el villano Pesadilla.

Otro aspecto que bien podría leerse hoy día como un adelanto del rumbo que tomaría Peter David como guionista lo tenemos en éste fragmento de diálogo: Pesadilla define su reino como una tierra de locura y depravación, de demencia tales que la mente consciente o inconsciente no logra siquiera dominarlos –a lo que Spidey responde, pensativo: «así que ahí es donde Stephen King saca sus ideas».

Disculpad que me haya demorado en éste tebeo, pero entended que para un niño como era yo, ése cómic en el que Hulk perseguía a Spider-Man por el mundo de los sueños, fuera quizás uno de los momentos más impactantes de su vida como lector. ¡Gracias, PAD!

Y una vez visto ése tebeo, que podía ser el precalentamiento de Peter David, nos sumergimos en la vida cotidiana de Peter Parker, quien todavía reside en el apartamento alquilado de Mrs. Muggins en el Soho. Aquí tenemos una historia interesantísima en dos partes (WSM #11 y 12) que empezaba con argumento de Danny Fingeroth y guión de Bill Mantlo, pero que Peter David llevó a su conclusión. Se trata de una sencilla historia en la que Peter, que está haciendo la colada en una lavandería del barrio, evita que unos jóvenes delincuentes atraquen a la empleada coreana.

¡Dejad que me detenga aquí por un instante! Olvidaos de las apabullantes aventuras de vuestro amigo y vecino Spider-Man, y sus escaramuzas con súper-villanos de todo tamaño y pelaje. Ésta pequeña historia es una pista de por dónde nos llevarán los guiones de PAD a partir de ahora, y cuál era exactamente la situación de Peter Parker en ésa época. No era ningún pazguato impresionable, ni tampoco un chico despistado recién salido de la universidad: Peter es un tío atribulado, con problemas para pagar el alquiler, bastante harto de que la prensa lo persiga con titulares polémicos, con una vida sentimental desafortunada, que nunca tuvo más claro en qué consiste la célebre «suerte Parker».

Peter se convierte, después de lidiar con esos pandilleros, en el héroe del barrio. Sus vecinos empiezan a organizarse en patrullas ciudadanas para oponerse a la creciente delincuencia juvenil, y convierten a Peter en un ídolo, su modelo e inspirador. Los chavales se niegan a dejar las cosas así, y allanan su apartamento para dejarle constantes amenazas, incluso ¡le prenden fuego al piso! Allá van los poquísimos pero entrañables muebles que los fans apreciábamos como si fueran propios: la figura del indio de madera, que casi era un símbolo de su independencia en la gran manzana, y los cuatro cachivaches que Peter había reunido con sus pobres ingresos. «Siempre creí que habías amueblado tu apartamento en un fin de semana que estabas trompa» dice Mary Jane.

Peter deberá ponerse el disfraz para tomar la delantera a esos matones y marcar su territorio. Pero atención, que aquella historia era deliciosa por ver el barrio del Soho con detalle: las lavanderías, las pequeñas tiendas de comida, los dinner, las reuniones de vecinos, las barberías, una galería de arte donde Peter cita a MJ para charlar -aquí es donde podemos decir que empieza su segundo noviazgo, empezando como antiguos amigos- o el piso de Flash Thomson, que Peter visita en busca de consejo. ¡No hay súper-villanos! ¡No hay apenas acción! ¡No hay más épica que la vida cotidiana! ¡Y eso se mantendrá como tónica general en los meses venideros!

WSM #13 titulado «Puntos de vista» es también un ejemplo perfecto de un tipo de historias que a Peter David le encanta desarrollar: cómo un mismo acontecimiento varía sustancialmente dependiendo de quién sea el que nos lo cuente. Como buen escritor que es, y consciente de los mecanismos que se ponen en funcionamiento cuando se narra una historia, PAD hace que un sencillo episodio donde Spidey intenta salvar a un peatón de ser arrollado por un camión, los testigos lo perciban como un intento de acabar con su vida. Jonah Jameson, cómo no, aprovecha ésos testimonios para seguir calumniando a nuestro héroe –y Spidey, que no es ya el chico de paciencia infinita que otras veces hemos visto, va a su despacho en el Bugle para poner los puntos sobre las íes. Sin embargo, Jonah publicará una nota de retractación cuando comprende que se ha equivocado, no porque se haya medrado ante Spidey sino porque para él, prima la integridad y la ética periodística.

SSM (Spectacular Spider-Man) #103 también es un caso peculiar de escritura dramática. PAD juega con los puntos de vista, narrándonos el argumento a través de la confesión de un joven estudiante que nos relata lo sucedido: cómo tres alumnos de la universidad Empire State apuestan que podrán derrotar a Spidey, creando la ilusión de que hay un villano pirotécnico en la ciudad. Ponen en marcha su plan, sólo por el placer de sentirse superiores al héroe -tal y como se vio en aquél clásico de Hitchcock que era La Soga, donde unos listillos se creyeron más listos que James Stewart- en una especie de juego intelectual macabro. Por suerte, uno de ellos se arrepiente, y colabora con Spidey y la Antorcha Humana para apresar a los otros dos.

SSM #105 y 106 podría haber sido perfectamente un Marvel Team-Up protagonizado por Spider-Man y la Avispa, donde veremos cómo Janet Van Dyne flirtea con el Paladín y combate a unos accionistas que pretenden malvender una empresa de inversiones, eliminando a la competencia y la creciente presión del sindicato de trabajadores. PAD nos ofrece un retrato de la entonces presidenta de los Vengadores francamente original: coqueta, en apariencia superficial y simple, pero terrible rival empresarial y estratega –genial la secuencia en la que Jan, en ropa interior de encaje, se toma unas copas con Paladín en una terraza de Central Park. Y también la impresión que Spidey, nuestro héroe proletario, se lleva de la mansión de los Vengadores, como si fuera un club privado para elitistas.

La Muerte de Jean DeWolff

Por fin, llegamos a SSM #107, que ya nos anuncia desde la portada «¡La conmoción del año!» puesto que aparece nuestro héroe visiblemente afectado, pensando: «¡Alguien ha matado a una mujer que significaba mucho para mí! Te la has cargado, y ahora… ¡Voy a por ti!»

Se trataba de la saga que significaría la gran contribución de Peter David a la saga del arácnido: «La Muerte de Jean DeWolff» –una historia increíblemente buena, quizás uno de los trabajos más inspirados de PAD en toda su carrera, y una trama también llamativa en tanto que tampoco hay súper-villanos por ningún sitio. El Comepecados es otra cosa: un psicópata con ínfulas de justiciero urbano, un perturbado armado con una escopeta de cañones recortados. Un asesino en serie con un pasamontañas, que colecciona trofeos de sus víctimas, y cuyo modus operandi le lleva a ejecutar a figuras públicas que a sus ojos manipulan la justicia: un juez demasiado indulgente con las condenas; un sacerdote que se opone a la pena de muerte; un editor que se opone a los vigilantes enmascarados…

En ésta saga, tenemos a Spidey bien asentado en la realidad, enfrentándose a amenazas urbanas, a delitos callejeros y disturbios, operando en colaboración con el cuerpo de policía, y siguiendo muy de cerca las declaraciones por TV del recién llegado Reverendo Tolliver. PAD sabe cómo incorporar a Spider-Man en un relato coral donde abundan los elementos típicos del género policial, como las comisarías y los tribunales de justicia, exactamente como en un episodio de Law & Order.

Quizá lo mejor de toda esta saga es la estructura que, como una buena novela de suspense, empieza con un arranque de quitar el aliento, va in crescendo, elevando la tensión en cada capítulo hasta límites insospechados, poniendo sobre el tapete indicios y pistas falsas, llegando a un grandísimo clímax, y un poquito más lejos, marcando el final con un clarísimo último acto donde se asienta el polvo y se recupera la normalidad –eso sí, con un gran pesar en el corazón, el de haber perdido un queridísimo personaje.

Dicho esto, a todos os sorprenderá saber que Jean DeWolff no muere en ésta saga. No, porque la saga comienza con ella narrándonos la breve historia de su vida *aquí admito que acabo de soltar una lagrimita* desde que era niña, la hija de un policía divorciado, criada por su madre y que se alistó en el cuerpo del NYPD para obtener el reconocimiento de su segundo padre adoptivo. Reconocimiento que nunca fue expresado con vivas palabras, porque a su madre le daban pánico los peligros de su profesión, y su padre no quería manifestar su alegría para que ella continuara esforzándose hasta llegar a ser la primera mujer comisario. De ésta manera, Jean llegó a ser tal y como nosotros la conocíamos: severa, profesional, elegante, discreta, con detalles característicos como su pasión por los coches antiguos, la boina y el pañuelo que la distinguían.

El aspecto más emotivo del breve flashback, es que nunca supimos quién era realmente; Jean nunca se permitió mostrar su vulnerabilidad, abrir sus sentimientos a los demás. Nunca la conocimos. Y ahora ya es demasiado tarde porque… su cadáver yace sobre la cama de su apartamento.

Página 3 de SSM #107 –la saga acaba de empezar, y ya se ha producido el hecho irremediable. Como sucede en la vida real, la muerte nos llega sin avisar. Tal como ocurría en filmes como Sunset Boulevard, PAD nos la ha jugado utilizando la voz narrativa en primera persona: Jean abría los textos en off, pero ya había sido asesinada por alguien, antes incluso de que comenzara el episodio. El cuerpo de policía moverá cielo con tierra hasta dar con el culpable.

Ernie Popchick, un viejecito que se aloja en la residencia de May Parker en Forrest Hills, visita el centro de la ciudad para hacer unas compras, y es asaltado por unos maleantes que lo dejan tendido en el suelo. Spidey da buena cuenta de ellos, y al aparecen una pareja de policías de uniforme, le dan la triste noticia. Spidey se planta en la central de policía y conversa con el responsable del caso, Stan Carter. Stan es un ex-agente de SHIELD bastante templado, y con ése aire amargo y cínico al hablar, que se gana inmediatamente la confianza del trepamuros.

Cuando los asaltantes de Ernie van a juicio, son defendidos por el abogado Matt Murdock, que obtiene la sentencia de absolución de manos del juez Horacio Rosenthal, viejo amigo y profesor suyo en la facultad de derecho. El Comepecados se persona en su despacho, y delante del sorprendido e impotente Matt, asesina al juez Rosenthal. Mientras huye de los juzgados, se topa con Spider-Man y tienen un primer altercado del que logra escapar. El reverendo Bernard Finn será su tercera víctima, muerto de un disparo a bocajarro en el confesionario. Se celebra el funeral por DeWolff y Rosenthal, y Spidey visitará el apartamento de su amiga fallecida en busca de pruebas; en cambio, encuentra un cajón lleno de recortes de prensa con fotos de Spider-Man, y la impresión de que Jean DeWolff sentía por el trepamuros algo más que simpatía profesional. Tal vez ella estuviera enamorada de él, pero nunca lo insinuó, era tan reservada. Le queda al lector una sensación amarga, más incluso que a Spidey, pues mientras él se relacionaba con Jean sin conocer sus sentimientos, nosotros sí sabíamos desde siempre todos aquellos secretos del corazón. No podemos evitar pensar: «ojalá la hubiese conocido mejor» –que es lo que pensamos cuando se nos va una persona que apreciamos en el fondo.

La policía detiene a un sospechoso que ha penetrado en la redacción del Bugle disfrazado de Comepecados. Peter lo frena, y el tipo confiesa ser el asesino, pero algo no encaja. Daredevil y Spidey van a su casa en busca de pruebas, y descubren que el tipo es vecino de Stan Carter. Mientras tanto, Jonah Jameson y Ned Leeds están fuera de la ciudad en una convención de distribuidores, y sus esposas, Marla y Bettie, están en casa disfrutando de una velada tranquila. El Comepecados va para allá… Spidey telefonea rápidamente a casa de los Jameson… Bettie está en el despacho de Jonah… El Comepecados surge de entre las sombras, apunta a Bettie con su doble cañón recortado…

¡Los lectores tuvimos que esperar semanas hasta saber qué sucedía! PAD había sido muy hábil utilizando la narración en paralelo, por una parte las averiguaciones de DD y Spidey, y por otra parte la situación de peligro inminente de Bettie Brant y Marla Jameson. Creíamos que Bettie estaría muerta… pero logró agacharse a tiempo para evitar el disparo. Spidey irrumpe en el despacho y se ensaña con el Comepecados, dándole una brutal paliza.

Resultó que el primer detenido era un perturbado mental que oía voces provenientes del apartamento contiguo, ocupado por Carter, que siempre fue el verdadero asesino. Precisamente del que menos sospecharías. Pero su pasado en SHIELD ocultaba un historial de inestabilidad emocional: fue expulsado tras haber padecido una reacción adversa a ciertas pruebas médicas. ¿Por qué mató a Jean DeWolff? No existe una razón: Carter sufría un desequilibrio mental, sencillamente.

Daredevil y Spider-Man se enfrentan porque nuestro héroe ha perdido la perspectiva, al ver cómo la vida de sus amigos peligraba, mientras que Matt se mantiene objetivo y defiende la presunción de inocencia y el derecho de todo delincuente a un juicio justo. La saga se resuelve con un encendido debate moral entre éstos dos amigos justicieros. Uno se deja llevar por las emociones, y el otro conserva la distancia profesional.

Entretanto, el venerable Mr Popchick, el viejo amigo de May que sufrió una paliza al comienzo de la saga, vuelve al metro de NY armado con una pistola, dispuesto a disparar al primer maleante que se le acerque. Los ciudadanos de a pie han perdido la confianza en el cuerpo de policía, una vez se hace pública la identidad del Comepecados. Popchick abre fuego contra unos atracadores, y representa así el papel de neoyorquino hastiado, que a su edad, está harto de ver cómo los crímenes se suceden uno tras otro en ésta ciudad sin que nadie pueda siquiera defenderse. Murdock aceptará hacerse cargo del caso, no sin antes reconciliarse con Peter y admitir que gracias a sus sentidos aumentados, sabe que él y Spidey son la misma persona. PAD todavía es capaz de resolver toda la tensión regalándonos un momento entrañable, en que dos héroes tan parecidos como Daredevil y Spider-Man entablan una renovada amistad.

El viejo Ernie Popchick volverá a aparecer más adelante en SSM #113 y 114, cuando los delincuentes que casi acaban en presidio, deciden tomarse la revancha y asaltan la pensión de tía May. Peter Parker y Joy Mercado acuden a Forest Hills para cubrir la noticia, y Spidey termina interviniendo en ésa situación llena de tensión, con la residencia Parker sitiada por los coches patrulla, y los inquilinos -Mr Chekov, Nathan Lubensky, el matrimonio Palermo- se rebelan contra los agresores.

El Resumen – Continuación

ASM (Amazing Spider-Man) #267 es un número francamente curioso, en el que Spider-Man tampoco se enfrentará a ningún poderoso enemigo, ni verá su vida en peligro. PAD empieza contándonos que el trepamuros ha cogido un resfriado y no está en su mejor día. En seguida cree presenciar un atraco en una tienda de ropa, aunque se trata simplemente de un tipo normal que usa un encendedor con forma de pistola. Al tío no se le ocurre nada mejor, viendo que Spidey se lanza contra él, que tomar un maniquí como rehén y darse a la fuga en el metro. Spidey le lanza un rastreador-araña, y pospone la búsqueda para el día siguiente. Así, tenemos a un hombre normal que vive en una casa en las afueras, y a Spidey que cruza el Bronx y se adentra en los suburbios, el pacífico barrio residencial de Scarsdale. Allí, deberá enfrentarse a una patrulla vecinal, un conductor de autobuses, una niña que va en triciclo… y como no hay rascacielos por los que trepar, deberá viajar subido a un camión de la basura, y a bordo de un taxi cuyo conductor no habla correctamente inglés. ¡Toda una hazaña, sembrada de momentos impagables!

Ahora, Peter David verá su buen trabajo interrumpido por el planning editorial que pretende resolver la trama del Duende. Peter Parker deberá aceptar que su amigo Ned Leeds era al mismo tiempo el peligroso enemigo de Spider-Man. Bettie se negará a aceptar la pérdida, y entra poco a poco en una crisis profunda. En general, unos números desacertados y soberanamente aburridos. ASM #289 y sus consecuencias, dejaron muy mal sabor de boca entre los aficionados. El Forastero y la Rosa empezaron a cobrar relevancia, sin que se tratara de personajes especialmente atractivos. Entretanto, Peter le pidió a Mary Jane que se casara con él, y ella respondió con una negativa. Pero ya empezaban a vislumbrarse por dónde irían los tiros a partir de aquél momento: era cuestión de tiempo que nuestra pelirroja favorita se diera cuenta de cuáles eran sus sentimientos hacia Peter. En los últimos tiempos se habían convertido en inseparables, se apoyaban el uno al otro, y mostraban una confianza que sólo tienen las parejas estables. Pero había otra mujer en la vida del trepamuros: Felicia Hardy.

No quiero entretenerme mucho en explicar estos tebeos, porque no me parece que merezcan un comentario exhaustivo. Baste decir que Felicia perdió sus poderes de mala suerte por intervención del Dr Extraño; tuvo que aprender a luchar mejor para sobrevivir sin esas habilidades, y además se diseñó un nuevo disfraz feísimo, con el que perdía todo atractivo y feminidad; quiso reconciliarse con Peter pero acabaron discutiendo de nuevo, y en cambio, se convirtió en amante del Forastero; llegó a pelear con Dientes de Sable, incluso venciéndolo en combate; se convirtió en la típica ex-novia celosa y manipuladora que a nadie le gustaría tener cerca, en una etapa que nos recordaba a la de Bill Mantlo por el protagonismo compartido de ambos héroes, pero que se distinguía de aquella en que aquí rezábamos porque acabase pronto. Al final, Felicia entregó al Forastero y confesó que todo había sido un ardid para devolverle a Peter los viejos favores. Peter David no quiso despedir a Felicia sin, por lo menos, limpiar su honor de heroína, pero de poco le sirvió al lector que ya no soportaba más una viñeta con Felicia Hardy. Así pues, PAD movió todos los hilos posibles para que Mary Jane Watson quedara como única aspirante seria para ser la novia formal de nuestro héroe; más aún, para convertirse en su mujer.

SSM #134 a 136 podrían considerarse una secuela de «La Muerte de Jean DeWolff» puesto que se nos relata el destino final de Stan Carter después de su ser detenido y juzgado. El ex-agente de SHIELD consigue que conmuten la pena, al considerarse que no era dueño de sus facultades mentales. Así, Stan sale otra vez a la calle, esforzándose por no atender a la voz en su interior que lo empuja a seguir matando. Buscará un nuevo empleo sin resultados, tratará de incorporarse a su antigua vida en el cuerpo de policía, luchará por no ceder a sus instintos homicidas. Stan ha quedado lisiado desde la paliza que le dio Spider-Man y ahora camina con ayuda de un bastón, también sufre problemas en el habla, una cierta tartamudez. Las secuelas de sus lesiones son evidentes, y atormentan a nuestro héroe por haber perdido los estribos.

En unos números que nos traían de vuelta al genial Sal Buscema, hay que decir que nos traen un cambio importantísimo en el estatus de la colección, puesto que ahora Peter y MJ son matrimonio, y todas esas conversaciones en que se confían sus sentimientos, debaten sobre qué hacer, se relajan después de una jornada agotadora, ahora tienen lugar en el apartamento de ambos –que durante un tiempo estará sembrado de cajas sin abrir, muebles embalados y ropa desperdigada, señales de la reciente mudanza. *ey, que son detalles también importantes de la vida de Spidey, ¡quién olvida una mudanza!*

Al final, y viendo que ya es imposible recuperar su vida, Stan se lanza a la calle y amenaza con ejecutar a un niño indefenso. Consigue que la policía le acribille a balazos, para después descubrir que el arma con la que se dejó ver, era de juguete. El Comepecados quiso que le mataran antes de perder completamente la cabeza.

WSM #40 a 43 es una singular historia que por muchos motivos, bien podría marcar otro punto culminante en la trayectoria de Peter David, aunque por desgracia, ya os aseguro que nunca será recopilada en un libro. Aquí, PAD abordaría un tema inusual para un cómic de superhéroes, pero que alguna vez debía ser tratado en un tebeo que pretende ser reflejo de la realidad siempre que puede. Se nos presenta una organización llamada «El Culto del Amor» que no es sino una secta, tal y como las que operan por doquier en todas partes del mundo, que se dedican a captar adeptos ofreciéndoles una vida idílica en casas comunales, donde trabajar en un huerto y recibir cursos de terapia, pero que suponen un lavado de cerebro para sus miembros. La vulnerable Bettie Brant, muy afectada por la muerte de Ned Leeds, se convierte en víctima de los falsos predicadores. Flash Thomson demuestra en éste pequeño arco argumental que es un tipo arrojado que se preocupa verdaderamente por sus amigos. Él y el reverendo Tolliver se esforzarán para liberar a Bettie y desenmascarar la organización, que además tiene entre sus adeptos a la hermana de Kate Cushing, la editora de locales del Daily Bugle.

Peter llega a infiltrarse en la gran mansión que es la sede del culto, y está muy cerca de caer bajo su influjo. Cuando consigue hablar con Bettie, respeta su decisión de permanecer allí, pero después trabajará con Tolliver y Flash para «desprogramar» a su amiga, que prácticamente había perdido el amor propio y la individualidad por culpa del adoctrinamiento de la secta. La secuencia donde someten a la pobre Bettie a una sesión de terapia de choque para que recobre sus facultades, es un portento de tensión psicológica y un acierto más de Peter David. Por cierto, que en paralelo se nos contaba el pequeño conflicto de Mary Jane a punto de posar como modelo de lencería -suponemos que un eufemismo para no decir otra cosa- para superar sus dificultades económicas. Sólo el consejo de tía May, mojigato pero certero -donde se demuestra que ésta simpática anciana derrocha candor y sentido común por los cuatro costados- logrará que MJ deseche una idea tan peregrina.

Todo ello, además, dibujado por el recién llegado Alex Saviuk en unos tebeos que son el ejemplo perfecto de cómo abordar temas de actualidad, de manera que interesen y apasionen, en medio de una trama de aventuras en la que tampoco hay supervillanos, y donde los personajes secundarios son los auténticos protagonistas. Algo que no podría suceder en modo alguno si los guionistas no creyeran que los personajes deberían expresarse como las personas de carne y hueso, y los artistas no pusieran todo su empeño en dibujarlos como tales.

Comentando la jugada

Supongo que os habréis percatado de que en casi todos éstos números no actúa ningún supervillano. Creo que ni siquiera el Comepecados podría calificarse como tal, a pesar de su aspecto enmascarado, que no era sino un pasamontañas. Accidentes, atracos, maleantes, delincuentes juveniles, una secta, un asesino en serie, policías, altercados callejeros, tribunales de justicia, despachos, la redacción del Bugle… La serie era un recorrido por toda clase de rincones insospechados de la Gran Manzana, y los escenarios no podían ser más realistas. Apenas había otra cosa que conversaciones, persecuciones, investigación policial o periodística, citas, paseos por la calle, momentos de intimidad, interrogatorios, recuerdos en primera persona… podría decirse que, en aquella época, los villanos clásicos del trepamuros se habían tomado una especie de vacaciones porque no hacían acto de presencia, y en sustitución suya, otros muchos misterios y problemas cobraban un primer puesto en las prioridades de nuestro héroe.

La ciudad de Nueva York nunca se detiene: siempre hay cosas que hacer, sitios a donde ir, y gente por conocer. Spidey no tenía que esforzarse demasiado para verse involucrado en situaciones incómodas, muchas de ellas podrían definirse como anecdóticas, pero sin duda vendrían a definir la vida de un superhéroe que no todos los días se enfrenta a amenazas de gran magnitud. ¿Acaso no es importante que un héroe trate de desmantelar una secta?, ¿o evitar que un peatón sea atropellado por un camión?, ¿eso no es importante, no daría para un capítulo?, ¿o que Peter Parker evite el asalto a una lavandería?, ¿que sus peripecias le lleven a un barrio residencial por una vez en su vida, donde en vez de rascacielos no hay sino casas unifamiliares?, ¿acaso un asesino en serie es menos peligroso que un villano con superpoderes?, ¿sentiremos menos la muerte de Jean DeWolff que la de Gwen Stacy, porque ésta era su novia y a la otra casi no la conocía? Al contrario, el sentimiento de amargura que deja esa historia es precisamente el mismo, tal vez peor, porque Jean nos fue arrebatada cuando podría haber sido mucho más para nuestro héroe.

Peter David retrataba a un Peter Parker adulto, un tanto a la deriva -sin empleo fijo, sin demasiados amigos, sin suerte en el amor- pero siempre esforzándose por hacer lo correcto, involucrándose por la comunidad, equivocándose y rectificando, enfadándose cuando las circunstancias le superan, con la cara larga las más de las ocasiones, pero siempre dispuesto a sonreír por un amigo, intentando por todos los medios reconciliarse con su ex-novia, batallando consigo mismo y con todos los desalmados que hacen de Manhattan un lugar peor para vivir.

PAD no se cohibía en situar la acción en los lugares más inesperados, en abordar números y más números de sucesos en apariencia anodinos, porque sabía que con Spidey en el escenario, cualquier historia tendría algo único y que cada capítulo podía convertirse en una jornada singular. Peter David podía hacer el más difícil todavía porque es un excelente guionista, y maneja perfectamente las escenas costumbristas, las dosis justas de información e incógnita, de suspense y sorpresa, de momento intrascendente y momento clave, de giro dramático y clímax, tristeza y comedia.

Peter David estuvo allí para resolver dos importantes cuestiones que debían afrontarse: la identidad del Duende y la situación con la Gata Negra, y lo hizo lo mejor que pudo o lo mejor que supo. Era un trabajo sucio y nadie más podía hacerlo y llevar la nave a buen puerto. Su etapa se ve truncada por dos tramas que le vinieron impuestas, pero que también eran parte del vasto tapiz que es la saga de Spider-Man, sendos argumentos cuyos finales él tuvo que escribir. Una vez hizo esto, tuvo la ocasión de contar historias del trepamuros de primer orden, a ras de suelo, en contacto con la realidad, tomándole el pulso a la vida y conociendo de primera mano que la rutina de un neoyorquino da para una novela en sí misma. ¡Un brindis por Peter David!

Rich Buckler, un clásico moderno

Tanto hablar de Peter David, casi cometo la gran equivocación de despedirme sin antes mencionar a los dibujantes que le acompañaron en su etapa. Muchos de ellos hicieron un trabajo encomiable, pero además del antes mencionado Sal Buscema -una de mis debilidades, lo reconozco- yo destacaría a dos de ellos: el primero sería Bob McLeod, y el segundo encabeza éste apartado. Poner a McLeod en lugar de privilegio tal vez sea un espaldarazo a título personal, porque el hombre sólo es recordado en su faceta de entintador, aunque cada vez que ha realizado él sólo páginas a lápiz y tinta, el resultado ha sido igualmente bueno, a niveles que hoy día no se ven en cualquier dibujante. Otro apunte: WSM #11 y 12, la historia de Peter defendiéndose de unos gamberros, empezó dibujándola McLeod, y la terminó Buscema con entintado de aquél, y la sensación de conjunto es muy homogénea. Esos dos tebeos tienen una gran trascendencia porque marcan una segunda fase en la relación de Peter y Mary Jane, y porque suponen el final del apartamento de Mrs Muggins. ¡Ah!, también dibujó el ASM #267, aquél que resultaba tan divertido… y muchos otros más.

Y ahora, hablemos un poco de Rich Buckler: si hablamos de una saga como La Muerte de Jean DeWolff no deberíamos ignorar que es una labor de equipo, y que tanto mérito tienen los guiones de PAD como las páginas del maestro Buckler.

El apasionante desarrollo de las escenas, con marcado énfasis en las expresiones faciales, y la perfecta intersección de suspense, diálogos y acción trepidante, visualmente es mérito de Buckler, un artista que rara vez será mencionado en las tertulias como dibujante del trepamuros, pero que tuvo el privilegio de plasmar una de sus mejores historias y hacerlo como nadie. Un privilegio, y un acierto indudable que tal trabajo recayera en su tablero de dibujo, una circunstancia de la que nos beneficiamos los lectores de aquella saga.

No se me ocurren elogios para definir Un trabajo cuya mejor virtud es que estaba al servicio del guión, no pretendía destacarse sino narrar con eficacia y resultar verosímil, amén de transmitir las duras emociones encontradas que podías encontrar en el argumento: cotidianeidad, desolación, sospecha, rabia, y cólera desatada. Unas características que deberían presidir la filosofía de todo buen dibujante de cómics que se precie, y que sólo los mejores maestros pueden enseñarnos hoy día. Contundencia, pulcritud, buen acabado, expresividad, emoción…

Para que lo comprobéis por vuestra cuenta, os dejo con el arte original en blanco y negro, donde se aprecia el talento de Rich Buckler en estado puro. ¡Disfrutadlo!

Anexo – No te quedes sin esos tebeos, hombre

Los tebeos aquí reunidos fueron originalmente publicados en España en el Spiderman Vol.1 Nº 109, 113 a 115, 130, 132 a 138, 150, 164 a 171, 176 a 177, 183 a 184, 193 a 194 …un lío de numeración, porque en aquella época se alternaban las distintas cabeceras de SM dentro de la misma colección de grapa quincenal (Amazing, Spectacular, Web of Spider-Man) y además, el guionista saltaba también de título en título, aunque casi todos ellos pertenecen a SSM. Aquí los tenéis reunidos en el Coleccionable semanal de Spiderman Vol.2 de forum.

Lo que de ningún modo podéis eludir es el volumen recopilatorio que editó Panini en años recientes, un imprescindible tomo de Best of Marvel Essentials Spider-Man: La Muerte de Jean DeWolff que no debería faltar en la biblioteca de cualquier aficionado al arácnido. Además que siempre es el libro que recomiendo a todos aquellos que quieran leer algo del personaje por primera vez, para no verse apabullados por complicadas referencias a otros números o tebeos antiguos. Ésta es la historia que puedes leer por sí sólo, sin necesidad de conocer al detalle el universo del arácnido, pero que te enganchará para siempre a sus aventuras. ¡No te arrepentirás de comprarlo! Y cuando lo hayas leído… ¡no olvides dejarnos tu comentario aquí, en el Coffee Bean de Zona Negativa!

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Rompum
Rompum
Lector
30 julio, 2010 10:43

Gran resumen de una muy buena etapa. A veces no puedo evitar pensar en si todos estos números son tan buenos o en realidad les tengo especial cariño porque son tebeos que leí en mi niñez, donde somos más fáciles de impresionar y asombrar. El hecho de que, aunque haya habido etapas mejores y peores, no me haya vuelto a encontrar con tebeos de tal calidad siempre me lleva a pensar que me dejo llevar por la subjetividad. Imagino que, cuando los actuales preadolescentes y adolescentes analicen tebeos que a mí ya me pillan con más de 30 años, también los verán como mucho mejores de lo que en realidad son.

John Space
John Space
30 julio, 2010 11:15

Los buenos tiempos. Los buenos cómics. Y los buenos artículos.

Ocioso
Ocioso
Lector
30 julio, 2010 11:29

Enhorabuena Hector, otro artículo apabullante.
Me has dejado con la duda ¿por qué dices que el número de la secta no será nunca recopilado en un libro? Y otra duda relacionada ¿no había sido el propio Flash Thomson víctima de una secta años atrás? Me suena que algo de eso había en los primeros años de Peter Parker, pero cualquiera se acuerda después de tanto tiempo.

Grijaldo
Grijaldo
Lector
30 julio, 2010 11:29

Muy bueno el árticulo y muy bueno el comentario de Rompun.
Ciertamente esta etapa,o mejor dicho,todo lo que es el Spiderman de los 80 en lo que a mí respecta es lo mejor que se ha hecho con el personaje,la guerra de bandas,el Duende,el comepecados,MJ acercándose al personaje,esas historias mundanas…..lo dicho,de lo mejorcito que se ha escrito de Spiderman.
Yo la verdad es que la recuerdo con cariño,me pilló de preadolescente y empezaba a apreciar estas historias no tan supheróicas.
Que tiempos,sin casi librerias de comics,pillando los tebeos en el quiosco de detrás de mi casa….jo,que mayor soy.
Por cierto,recordando estas historias me reafirmo en mi pregunta,¿Que cojones pinta Spiderman en lo Vengadores?
Es que no pega ahí,para nada,y ya de Lobezno ni hablamos.

Loki
Loki
Lector
30 julio, 2010 11:38

Esos comics me encantaron, cierto que David era algo irregular pero con momentos imborrables (ejem) como el descubrimiento de las identidades de dd y spidey en la saga del comepecados y su pelea a cara descubierta en un taxi, una felicia sin poderes contra dientes de sable, el reaismo del culto y su trucos… ademas Saviuk estaba sembrado, Bob Mcleod en la scarsdale en fin… grandes historias, un momento de spidey pre-Mcfarlane tremendo.

johnny 99
johnny 99
Lector
30 julio, 2010 11:44

de donde ha salido este tio? madre mia que manera de escribir!!! una pregunta¿ que narices le paso a Alex saviuk, que paso de ser un emulador con personalidad de Romita sr a ensuciar paginas y mas paginas?

joseramon
30 julio, 2010 11:50

Suscribo punto por punto todo lo que has dicho Rompum. Mi sentimiento es el mismo ante este magnifico resumen y pienso como tu que el haber leido estos tebeos en nuestra etapa adolescente ha influido sobremanera a la hora de juzgarlos a dia de hoy. Sinceramente, las historias que leo hoy en dia no me llenan ni la mitad de lo que lo hacian aquellas….
Me quito el sombrero ante un articulo bien escrito y con aires de nostalgia que a los treintañeros, o por lo menos a mi, nos ha tocado la patata.

Peribáñez
Peribáñez
Lector
30 julio, 2010 11:53

A Alex Saviuk lo tienes en Facebook 🙂

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
30 julio, 2010 11:53

Lo que hemos sido y en lo que nos hemos quedado (lease BND). Eso sí, reconozco que a diferencia de la mayoría, a mi la saga del comepecados nunca me emocionó. Nunca me gustó la manera en la que Daredevil derrota a Spiderman. Pero por lo demás su etapa es un ejemplo de como equilibrar los elementos dramáticos y cómicos (me ha gustado eso de que la serie tenía humor pero nunca llegaba a ser una comedia, a diferencia de lo que ocurre ahora) la acción superheroica y la vida cotidiana.

John Space
John Space
30 julio, 2010 12:42

Bueno, yo no tengo mucho que contar, salvo que la edición en inglés la leí en la edición Marvel Graphic Novel, ya que nunca llegué a encontrar los dos últimos números de Forum. Y lo de MGN me llamó la atención, puesto que es un buen arco pero no estaba a la altura de otras MGNs (aunque ya opinaré cuando lea otros tomos de esa cole).

X-ternon
30 julio, 2010 12:57

Peter David lleva muchos años manteniendo casi siempre un nivel alto o muy alto y con diferentes registros y en etapas de largo recorrido, fallando muy pocas veces.

jordinexo
jordinexo
30 julio, 2010 14:06

¡La Muerte de Jean De Wolf al coleccionable Panini!

Matalascañas
30 julio, 2010 14:12

Gran artículo, gran etapa (la de PAD y los 80 en general).
Solo un apunte: el dibujante es Rich Buckler, nada que ver con Rick Burchett. Además, en el artículo lo llamas de tres maneras distintas: Rich Burckeett, Rick Burckler y Buckler al final XD

Ocioso
Ocioso
Lector
30 julio, 2010 14:41

Héctor Caño ha comentado : por el amor del cielo, hoy me estoy cubriendo de gloria
Llevas demasiado tiempo en esto y te estás acomodando. 😛

_Carmen_
_Carmen_
30 julio, 2010 21:37

Me gusto mucho la historia de Puntos de vista, sobre todo despues de que Spiderman le deje las cosas claras a Jonah, hay un intercambio de frases entre Jonah y robbie muy interesante:J-Nunca habia visto al trepamuros tan… amenazador y peligroso,R-Es curioso que tu dihas eso,Jonah, porque siempre le has puesto asi…
 

Vartz
Vartz
30 julio, 2010 22:03

Gan artículo, y un factor más que me haga considerar a Peter David como uno de los mejores guionistas que he tenido el gusto de leer (empecé con su Hulk, y seguí con Spidey y X-Factor, y ninguno me ha defraudado). Si algo consiguió este autor es que me gustase el personaje de Hulk hasta el punto de tenerlo entre mis favoritos (lo poco que había leído del gigante esmeralda me había aburrido horrores, salvo cuando estaba con los Defensores) XDD
Por cierto, señores de Panini, reediten el Hulk de Peter David, que me tuve que leer el coleccionable prestado y me encantaría hacerme aunque fuese con parte de la etapa XDDD.

bruce39
bruce39
Lector
31 julio, 2010 3:16

mi estimado Hector,solo te pido que conserves el gran nivel que has mostrado en las entregas que has elaborado,en particular la de hoy me parece excelente ,el conocimiento y el amor que sientes por los personajes permea alrededor del mismo,enhorabuena!!!!!!!!!!!

Grijaldo
Grijaldo
Lector
31 julio, 2010 10:48

«y de mayores nada, hombre, leer tebeos te mantiene siempre en forma »
Que sí que si,que aunque no queramos las primaveras pasan maldita sea….aunque es verdad que yo me conservo  bastante bien,no te voy a engañar.
Y Joseramon,eres tu? Mi joseramon? (Que mal ha quedado eso por cierto….)

Cefalopódo de la Quinta Dimensión
Lector
31 julio, 2010 11:59

Suelo visitar mucho esta web, pero pocas veces suelo comentar. Sin embargo, creo que sin duda, este es uno de los mejores artículos que he leído por aquí y he decidido cambiar esto de leer y no comentar, para dar las gracias por un trabajo tan bien hecho.
La verdad es que llevo un par de años leyendo cómics y, aunque no soy muy experto, todo lo que he leído de Peter David me ha gustado, aunque lo último que escribió del Trepamuros, antes del One More Day no terminó de convencerme, sin embargo su «Hulk» y su «X-Factor», entre otras, me parecen grandes cómics. No obstante, Peter David, diga lo que se diga, es uno de lo mejores escritores actuales y ha conseguido que me enganche a sus series como «X-Factor» y desear llegar a escribir un tercio de lo bien que escribe él.
Sobre este Spiderman antes de la llegada de McFarlane, que hizo el gran David no sabía demasiado aunque había escuchado hablar de él. Este artículo me ha permitido saber algo más y tener unas enormes ganas de, cuando vaya a la tienda de cómics donde suelo ir, pedirme alguno de lo que mencionas.
Muchas gracias y a seguir así!

luisfernandogcruz
luisfernandogcruz
31 julio, 2010 12:26

Como extraño a ese spidy……… por eso no compro la basura que nso quieren vender del BND, ojala le den spidy a loeb capaz que como le dejan hacer lo que quiera el deshace el mephistazo…………..

_Carmen_
_Carmen_
31 julio, 2010 12:46

Vale Hector, pero coincidiras conmigo en que Jonah es un hipocrita: Envidia a Spiderman, porque lo que hace es ayudar a la gente sin pedir nada a cambio, es altruista y siempre se juega la vida por nada mas que un gracias escuchado muy pocas veces, dice que no soporta a los vigilantes enmascarados y aun asi,gracias a su fortuna, a creado dos villanos enmascarados que si son amenazas para la sociedad: el escorpion y la mosca, junto con los cazaarañas (provocando de forma indirecta la muerte de Smythe y que su hijo continue consu legado), a pesar de todo lo que ha echo Spiderman por el (lo enumera en la misma historia de Puntos de vista, cuando ya esta «harto» de el editor que le acosa a la minima que Spiderman hace) salvar a su hijo, a su mujer, a el mismo y aun asi continua acosandole con sus falsos articulos, da igual cuantas veces se equivoque y se demuestre que al final Spiderman no es culpable, el tio ahi sigue, me gusto mucho lo que ocurrio durante la civil war, pero por desgracia por culpa del Mefistazo, Jonah a tomado una posicion que es incluso superior a la que tenia antes siendo el editor del Bugle, ahora que es el alcalde de New York tiene una escuadra de Mandroides que van a la caza de Spiderman (solo a el, si ven a otro supervillano seguro que no lo detienen) y lo que fue el culmen de esta relacion de odio/odio fue cuando despidio a Peter por «manipular la verdad» sobre una foto de el y el nuevo buitre, creo que Jonah deberia de dejar de ser tan… cretino y aflojar bastante la soga del cuello de Spiderman, porque un personaje que siempre hace lo mismo, no se, si a seguido en actualidad hasta ahora y no ha ido al limbo con otros personajes es porque esta rodeado de mas personajes con peso que le dan muy bien la replica, no digo que de la noche a la mañana le de la llave de la ciudad a Spiderman, pero si que si se ve con claridad una situacion en la que Spiderman es el heroe y no el villano, no le eche a los perros para cargarle de cadenas y meterle en una celda profunda y tirar la llave….

luisfernandogcruz
luisfernandogcruz
31 julio, 2010 12:52

Pues carmen buen punto, pero el viejo JJ es viejo y testarudo, por eso me gustan los tomos de requiem  de ultimate spidrman ahi JJ hace lo que el JJ normal no haria, reconocer que spidy es un HEROE, de paso bendis le da a entender a Quesada que eso de retroseder a spidy e sestupido….valla que al vercion ultimate tenga mejor trasfondo, sea ams amduro que el spidy actual valla que si es vergonzoso.

_Carmen_
_Carmen_
31 julio, 2010 12:55

Ya Luis, a mi tambien me gusto ver el crecimiento de JJ como persona y reconocer por fin lo que era Spiderman: Un heroe con todas las palabras. Y por eso me da mas rabia lo del Mefistazo, que ha vueldo a poner el status anterior, solo que peor para Spiderman y mejor para JJ…

luisfernandogcruz
luisfernandogcruz
31 julio, 2010 13:00

Si algo ciertamente estupido, borran la ultima  cazeria de kraven y nos dan un remedo…….. borran elcrecimiento de un personaje, si quesada queria tanto un spidy adolecente tenia al ultimate o hubiera hecho un spiderman forever daba igual……..

Mazikeen
Mazikeen
Lector
31 julio, 2010 13:58

Muchas gracias de nuevo por otro artículo genial. De verdad entran ganas de leer todos estos cómics. Me gusta mucho la manera en que está escrito, como ya han dicho por ahí arriba, transmite cuánto te gusta lo que has leído y por eso creo que lo cuentas mejor, :). Enhorabuena y a seguir así, y a ver si pillo por lo menos el BOME.

Konshu
Konshu
Lector
31 julio, 2010 18:37

Genial artículo, al igual que el de la etapa de Conway.
Lamentáblemente, aquí no puedo estar tan deacuerdo, puesto que para mí el trabajo de David en Spiderman no es demasiado brillante, quizás de lo peor de su carrera.
Es indudable que tenía ideas originales, pero se esforzaba tanto en «destacar» con ellas (era su gran aoportunidad para ser guionista que su etapa acaba siendo bastante irregular.
Lo mejor lo del Comepecados, que arranca estupendamente (pero no acaba tan bien) y alguna idea muy buena, pero creo que privó al trepamuros de gran parte de su encanto arrastrándolo por algunos terrenos un tanto extraños.
El episodio de Ned Leeds es curioso visto en retrospectiva, pero ceo que en su momento fue un gran error y se cargó para siempre al que podía haber sidfo el mejor villano de Spidey (Roger Stern lo arreglo después, pero ya era tarde). Recuerdo la enorme decepción que me produjo en su momento ese episodio. El villano que había sido la auténtica némesis de Spiderman y que el misterio de su identidad me había mantenido tanto tiempo en vilo había muerto cutremente a manos de unos vulgares sicarios. A advid siempre se le ha dado bien hablar y defender su teoría de que «sólo podía ser Ned Leeds», siempre ha sido un buen manipulador de la palabra para defender su punto de vista, pero creo que ahí la pifió.
Tanto Forastero, macarrilla cutre a lo Michael Jackson que vencía a Spiderman y villano de segunda deslucen su etapa. En el fondo creo que David quería desmitificar la colección y vaya si lo consiguió.
Eso sí, Héctor, leyéndote esos comics me parecen mejores que la impresión que me dio leerlos yo mismo. Curiosamente el mismo efecto que me produce leer a David refiriéndose a ésta etapa en BID. 
Gran artículo. Espero otro no Spiderman. 

_Carmen_
_Carmen_
31 julio, 2010 19:50

Tienes razon Konshu, tanto hablar del Forastero y el remedo de Michael Jackson y creo que al final no han vuelto a aparecer, y sobre Jonah otro apunte sobre lo contradictorio que puede ser este personaje:No aprueba que Spiderman (un heroe enmascarado) detenga a criminales, pero si Peter Parker hubiera matado usando una uzi a los 3 matones que querian robar en la lavanderia lo que hubiera puesto en primera plana del Bugle seria algo asi como «Heroe local impide robo» (momento confrontativo de Jonah y Robbie, pipa contra puro, sobre la politica del bugle), ¿se puede ser mas hipocrita?

DefinitivamenteQuizas
DefinitivamenteQuizas
31 julio, 2010 21:08

Gran articulo, Hector. Un gusto leerlo, mas de uno al hacerlo se releera los comics de aquella etapa.
Solo una cosilla, sabeis que el Duende no era Ned Leeds? Solo actuo como tal en contadas ocasiones con un previo lavado de cerebro. Roderick Kingsley era el verdadero Duende, que envolvio en sus asuntos tanto a Ned Leeds como a Flash. Estos no eran el verdadero Duende como mas tarde se explicaria. Al principio, Peter David tenia planeado que el Duende fuera Lance Bannon y lo ha expresado en mas de una entrevista. Leeros otra vez esta etapa y vereis claramente como Peter sospecha de Lance y en muchisimas ocasiones le salta el sentido aracnido cuando el esta cerca.
La chapuza editorial, por lo que tengo entendido desde hace bastante tiempo, es que el Duende que movia los hilos fuera Kingsley. Una revelacion que se hizo mucho despues de todo lo de Ned. Se quedo en el aire, y en vez de dar la respuesta obvia diciendo que era Lance Bannon, metieron a un secundario sin mucha historia detras: Kingsley.

Ocioso
Ocioso
Lector
31 julio, 2010 23:01

Héctor Caño ha comentado :  el viaje arranca en Quebec (Canadá); Winzeldorf (Alemania); el Condado Mayo (Irlanda); Kenia (África); Osaka (Japón); el lago Baikal (Siberia); Camp Verde, Arizona (EEUU) …¿hace falta decir más?

Je, je….de ese tema todos controlamos bastante mas. Te esperamos con la navaja desenvainada, chiquillo.
 

Ocioso
Ocioso
Lector
1 agosto, 2010 0:01

Hector, estaba pensando…¡que pena que el viaje no arranque diez años antes! Bueno, ya haré campaña para que hagas un décimo artículo a modo de precuela.

JAVIE
JAVIE
Lector
1 agosto, 2010 0:38

a partir de la próxima quincena, os aguarda el viaje más apasionante jamás contado en un tebeo de Marvel; a lo largo de nueve artículos consecutivos, y al ritmo de dos cada mes, emprenderemos la odisea más grande conocida en el mundo del cómic
 
¿Estos articulos coincidiran con el lanzamiento que ayer anunciaron sobre los tomos Marvel?
 
Me vendria muy bien un guia como tu curtido en mil batallas,¿pueden ir por ahi los tiros?

Ocioso
Ocioso
Lector
1 agosto, 2010 0:55

JAVIE ha comentado: ¿Estos articulos coincidiran con el lanzamiento que ayer anunciaron sobre los tomos Marvel?
¡Ay, Javie, Javie, Javie…! 🙂
¿Saben aquel que diu que van un canadiense, un alemán, un irlandés, una africana, un japo, un ruso y un indio y se embarcan en un viaje que les convierte en la franquicia superheroica mas popular de todos los tiempos?

JAVIE
JAVIE
Lector
1 agosto, 2010 1:16

Mi no entender…

Ocioso
Ocioso
Lector
1 agosto, 2010 1:26
JAVIE
JAVIE
Lector
1 agosto, 2010 1:47

¡Debo pensar que Hector abandona los articulos sobra spider man,para centrarse en los x-men??
 
Pues vaya cambio…

_Carmen_
_Carmen_
1 agosto, 2010 18:54

No es que Jonah me caiga mal, se que tiene sus momentos de honestidad (aunque lo disimule tambien), que aunque no lo quiera reconocer en publico, es buena persona (hay acciones suyas que hablan es su favor) pero… da igual los dos especiales navideños que hicieron en los que prometia no meterse con Spiderman durante las fiestas,da igual que haya mas superheroes en New York que hacen exactamente lo mismo que Spiderman ,parece desde la primera vez que le vio le puso el punto de mira y lo unico que haces desde entonces hasta hoy es injuriarle a la primera oportunidad que tenga (aunque no sea cierto y cuando no tiene razon…), no se, a veces creo si Jonah esta en su sano juicio (ya que la definicion de locura es repetir el mismo comportamiento una y otra vez y esperar resultados diferentes) porque es que nunca aprende de sus errores, si no que insiste con mas intensidad…

_Carmen_
_Carmen_
1 agosto, 2010 20:33

¿Y sabeis que es lo peor de todo?

Aviso de Spoiler

Que a Jonah le guste http://www.spider-fail.com

_Carmen_
_Carmen_
2 agosto, 2010 12:39

Creo que lo mejor de la trilogia de Spiderman es  como Simmons borda a JJ, cada aparicion suya es genial: http://www.youtube.com/watch?v=rMraQCILURE 
Pero en serio, de todos los secundarios que un personaje principal puede tener, los de Spiderman (para mi) son los que mas evolucionan como personajes (mejor,como Robbie, o peor, como Debra, o de una forma muy bestia, como a Flash)

_Carmen_
_Carmen_
2 agosto, 2010 13:08

Cierto, pero lo que queria decir en mi anterior mensaje es que toda la gente que conoce a Peter Parker/Spiderman evoluciona como personajes, se hacen mas humanos excepto JJ, que por cada paso hacia adelante que da (haciendo buenas acciones), da dos atras (cuando lo injuria o paga a una fuerza armada para que le capture y le desenmascare…)

_Carmen_
_Carmen_
2 agosto, 2010 19:49

Se tendria que proponer abrir un tema sobre personajes secundarios que no «crecen» como el resto de otros personajes (no me hagas hablar tu a mi de Debra whitman o de Sha Shan, dos decadas sin verlas el pelo y aparecen igual, Debra para contar los trapos sucios de Peter y su alter ego y Shan como fisioterapeuta).

_Carmen_
_Carmen_
2 agosto, 2010 21:06

Ha vamos Hector, no creo que tengamos tantos años de experiencia (la edad es solo un estado mental, no fisico) comiquera a las espaldas

Aviso de Spoiler

y no estaria fuera de lugar que tu y yo tuvieramos un momento nostalgico y deshinibido (con algunas copichuelas de tequila y ron entre pecho y espalda, como penny y leonar, solo que sin lo de «cuello, trago,limon» jejejejejejeje)recordando los dias en que los guiones de los superheroes y superheroinas de marvel tenian su logica coherente y no lo que leemos hoy en dia….

_Carmen_
_Carmen_
2 agosto, 2010 21:32

Vale, muy buena la analogia jejejejeje

Aviso de Spoiler

Yo pongo el tequila y tu el ron…

luisfernandogcruz
luisfernandogcruz
3 agosto, 2010 11:01

Vale la verdad me ha dado coraje otar vez el retroseso de spidy……… y lo peor era fan a muerte del personaje y deje de comprarlo

JackHawksmoor
JackHawksmoor
Lector
4 agosto, 2010 13:41

Mmmmmmm… pero como dicen por ahi, el Duende era Roderick Kingsley!!! Ned Leeds y Thompson solo fueron engañados. De hecho, el plan de David era lo de Bannon que dice DefinitivamenteQuizas! No lo sabias? Y su plan B era Kingsley… en todo momento el sabia que lo de Ned Leeds era un engaño al lector y lo hizo para añadir misterio a la trama. De hecho, nada mas morir Ned Leeds empieza a tomar notoriedad Kingsley y sigue saliendo el Duende.
Por cierto, la version noventera, el Demoduende… quien era?

Pablosd
Pablosd
Lector
6 agosto, 2010 22:30

Impresionante articulo…
y muchisimos recuerdos de otra época.
;º)