Spider-Man emprende mano dura contra la política en Ends of Earth

En un panorama con una situación política y social tan caldeada como la que se vive actualmente alrededor de todo el mundo, se antojan más necesarios que nunca héroes dispuestos a implicarse poniéndose del lado de los desfavorecidos para enfrentarse a aquellos que ostentan el poder. O al menos algo así sería si nos encontrásemos en un mundo idílico en el que los héroes y los villanos son reconocibles y no en un mundo de constantes grises como el nuestro en el que lo que hoy parece blanco mañana puede resultar ser blanco y en el que arriba tiene una alta tendencia a convertirse en abajo con la facilidad que uno parpadea.

Pero como los universos de ficción no tienen que andarse con esas milongas, nadie nos puede negar el placer de ver a al Capitán América propinándole un gancho en la mejilla a Adolf Hitler o a Robin Hood robándole las sacas de oro a los hombres de Juan Sin Tierra para repartirlo entre los pobres si no fuera porque en la vida real casi parece más probable que el verdadero culpable de arruinar Inglaterra fuera Ricardo Corazón de León y que Robin de Loxley no fuera sino un icono patriotero a lo Uncle Sam para animar al pueblo a alistarse (o no, que uno no está al día con las últimas teorías históricas).

Tomando las riendas de los Vengadores para hacer frente al Doctor Octopus y sus Seis Siniestros en la actual saga en curso de Amazing Spider-Man Ends of Earth, en la previa del número dos de la saga podemos ver a nuestro amistoso vecino arácnido con su nuevo uniforme y sus compañeros irrumpiendo ante los políticos de todo el mundo en plan Authority antes de propinarle una galleta a uno de ellos. Con ilustres conocidos del panorama político internacional como Barack Obama o Ángela Merkel o el científico Stephen Hawkings entre los presentes, el «afortunado» en llevarse la «caricia» de Spidey no es otro que Al Gore en uno de sus continuos discursos sobre la amenaza del Hombre Oso-Cerdo cambio climático.

Aunque a algunos la escena le parecerá simpática solo por ver a nuestros dirigentes anonadados frente a una escena más bien insólita y a otros les dará más bien algo de repelús dado que eso de ver a unos tíos uniformados irrumpiendo a la fuerza en una reunión de gobierno tiene connotaciones bastante chungas en nuestro país, la mayoría seguramente ya os estéis imaginando que aquí hay gato encerrado. Para descubrir la verdad tendremos que esperar al miércoles de esta semana cuando el número saldrá a la venta en Estados Unidos.