Edición original: sep. 2009 – feb.2010 – Marvel Comics
Edición España: oct. 2010 – Panini Cómics
Guión: Tom DeFalco, Howard Mackie
Dibujo: Todd Nauck
Entintado: Víctor Olazaba
Portada: Pasqual Ferry
Color: Javier Tartaglia
Precio: 12 € (Tomo recopilatorio en formato 100% Marvel)
Durante casi quince años, la palabra “clon” ha sido poco menos que tabú en el ámbito de la franquicia arácnida. Su mención evoca uno de los momentos más delirantes de la existencia del trepamuros y por extensión, de Marvel. Pocas historias han generado tanta controversia en el seno de la afición arácnida como esta saga del clon y hay que adelantarse hasta Un nuevo día para encontrar una reacción similar en el público. Tres lustros después, Marvel se saca de la chistera una versión de “lo que pudo haber sido y no fue” de aquella historia que, tanto en su ejecución como en su resolución lo único que hizo fue mosquear por etapas a la afición arácnida.
Hagamos algo de memoria: durante la primera parte de la década de los noventa, las editoriales estadounidenses habían asistido al hinchado y posterior explosión de una burbuja especulativa, así como al advenimiento de una Image Comics que de buenas a primeras sacó de los gigantes empresariales a siete de sus más punteros dibujantes. Franquicias que contaban sus cifras de ventas en millones se vieron afectadas por esta doble situación y la solución no terminaba de encontrarse. En el caso de Spider-Man, los momentos de gloria derivados de las cifras manejadas durante los días de Todd McFarlane dejaron de paso a una situación en la que se encadenaron sucesivos golpes de efecto que fueron desde cruces como Matanza Máxima hasta giros argumentales como la devolución a Peter de sus padres. El pobre lanzarredes se veía lanzado de bruces a situaciones a cual más puñetera, lo que supuso un cambio de actitud por parte del personaje que venía –al menos en parte- justificado porque después de todo, estábamos en los noventa. Matanza había ocupado el lugar de Veneno en la galería de adversarios del trepatoniques y éste pasaba a tener una larga lista de series limitadas como inverosímil antihéroe. Pero la cosa seguía sin remontar y, llegado el momento, se dejó caer la idea de que un Peter Parker casado había perdido buena parte de las posibilidades de actuación que habían hecho de sus series un campo en el que cualquier cosa podía pasar (como la muerte de la novia del héroe). ¿Solución? Rescatar una recordada historia de los años setenta en la que el Chacal, científico loco especializado en Genética, clonaba a la difunta y llorada Gwen Stacy y al propio Spider-Man. Habría un nuevo héroe arácnido en la ciudad de Nueva York, y su careto sería el de Peter Parker, pero no el del Peter que había acompañado a la afición durante los últimos veinte años. Los acontecimientos se desarrollarían de manera que el teórico clon, no estaba muerto (ni tampoco de parranda) sino que al más puro estilo Kwai Chang Caine se había pasado cinco años pateándose la América profunda, hasta que –por exigencias del guión- se personaba en Nueva York para asumir la identidad de la Araña Escarlata –un Spider-Man con sudadera incorporada- y descubrir en la saga Clonación Máxima (uno de los eventos más penosos, cutres y salchicheros de la historia arácnida) que era el original. Al “otro” Peter, el clon, se le daba un feliz final al otro lado del arco iris, como esposo de Mary Jane Watson y padre y el presunto nuevo original asumía el manto azulgrana de las telarañas, manteniendo su identidad civil como Ben Reilly, en homenaje a sus tíos. Por el camino, en el número 400 de Amazing Spider-Man, la tía May hincaba finalmente el pico. Un nuevo inicio para las aventuras de Spider-Man, decían todos, ilusos de ellos.
El relanzamiento tuvo problemas prácticamente desde el principio. Así, la colección estrella del asunto, Sensational Spider-Man, vio como su autor principal, Dan “yo relancé a Superman en los noventa” Jurgens se largaba a los seis meses, al parecer descontento con el tema de lidiar con Ben Reilly y no con Peter Parker. Por otro lado, la reacción de la afición fue mayoritariamente adversa: se sentía estafados por el hecho de que el trepamuros con el que habían crecido (dos décadas dan para bastante) fuera una imitación y no el original. Así pues, a los pocos meses las colecciones arácnidas empezaron a reintroducir a un Peter Parker (el teórico clon) que, para terminar de rematar la faena, se había quedado sin poderes. La solución al asunto terminó un poco como el rosario de la aurora: con una resurrección de Norman Osborn que se cargaba uno de los finales más tremebundos de la época clásica del personaje y con un pasaporte y matarile a Ben Reilly que, lo que son las cosas, cabreó a un sector de la afición que consideraba que el personaje bien podía tener su potencial. La franquicia pasó por una etapa sumamente anodina en la que los distintos eventos –como la asunción de cuatro identidades distintas o una renumeración en la que se implicaba al otrora ansiado John Byrne- se vieron saldados por la incapacidad de generar cualquier género de interés. ¿Quién recuerda de aquellos años una historia medianamente aceptable? Personalmente, yo recuerdo con cariño una en la que Todd DeZago y Mike Wieringo hacían un bonito homenaje al llorado Mark Gruenwald, pero poco más. Habría que esperar al ayer alabado y hoy denostado J. M. Straczynski para caer en la cuenta que Spider-Man aún tenía potencial para ser el protagonista de buenas y duraderas historias, pero ésa es harina de otro costal.
Con esta nueva Saga del Clon, dos de los guionistas implicados en el evento de entonces cuentan lo que pudo haber sido y no fue, en una versión reducida de apenas seis capítulos. No hay que olvidar que la original se prolongó por espacio de cuatro años, en unos tiempos en los que Spidey se repartía por cuatro colecciones mensuales, una trimestral, especiales, prestigios, novelas gráficas y toda esa pesca. El eficaz Tom DeFalco se alía con otro de esos nombres semi-malditos por parte del fandom, Howard Mackie, para contar lo que, dicen, era lo que estaba pensado originalmente. Quien leyera la historia original no podrá reprimir una sonrisa nostálgica al volver a plantarse, quince años después, en la vida de un Peter que estaba a punto de ser padre junto a Mary Jane, más la presencia de la incombustible tía May. Ben Reilly vuelve, porque después de todo, los valores morales que implican la educación que recibió -¿él mismo? ¿El original?- le hacen estar con su tía en su momento de agonía. Con él vuelve el misterioso y violento Kaine y ya está armada la marimorena. Clones a mansalva, el Chacal ejerciendo de Joker de rastrillo y sí, la familia Osborn en la distancia, con un giro argumental que tampoco resulta mucho mejor que el que finalmente se ejecutó. Todd Nauck, que ya hiciera un buen trabajo en la deceera Young Justice, cumple sobradamente y recupera parte de la estética y el sabor noventeros que debían acompañar a un evento de estas características.
La cortedad de la historia hace que, por un lado, uno tenga la sensación de que se quedan cosas en el tintero (de hecho, hay una elipsis temporal en medio de la historia) y que por otro, se haga patente la cantidad de morralla prescindible con la que cargaba la saga original. Desde mi punto de vista, el final planteado aquí resulta más atractivo que el que se ejecutó en Revelaciones. La presencia de este tomo y el levantamiento del veto que parecía existir sobre personajes y referencias de aquella época, parecen indicar que, hasta cierto punto, el tiempo ha curado las heridas que infligió a la franquicia toda la historia de los clones arácnidos, o bien que, con cosas como Un día más o Un nuevo día, la afición a Spider-Man va a tener que afrontar que, cada cierto tiempo, el personaje y su mundo van a tener que sufrir otro giro argumental absurdo para convertirlo en una especie de artrópodo fósil atrapado en ámbar que no puede evolucionar y ha de ser, eternamente, el pringado de la suerte lamentable.
En su día no viví la saga original por haber dejado los comics unos meses antes. Para mi no existe esa etapa. Me reenganché con JMS y aún lamento el BND de Quesada. Deseando que acabe ese batuburrillo de guionistas e historias de tan dispar estilo que no hacen otra cosa que mostrar una colección sin un estilo definido. No merece Spiderman un trato cuidadoso como el Capi o Ironman?. Este tomo tampoco existe para mí.
Gracias por el artículo, es algo que siempre se comenta en los foros y no conocía la explicación, vaya tela…Creo que entonces podrá decirse que la saga del clon de la línea Ultimate es mucho mejor, no?
Me hice de DC y no de Marvel por dos motivos: Batman y la Saga del Clon.
Yo empecé a coleccionar Spiderman durante la saga del clon. Soy de los que piensa que a Ben Reilly se le podría haber sacado más chicha. Por ejemplo, nos podríamos haber ahorrado el mefistazo ya que tendríamos un Peter soltero y uno casado (y uno adolescente en el universo Ultimate). Vueltas que da la vida, se cargaron al que ahora interesa. Por supuesto, dejé de comprar Spiderman tras la marcha de Straczynski. Sigo al personaje a través de los artículos que se escriben a la espera de que corrijan el mefistazo o que haya un nuevo editor en jefe con más sesera y respeto por la continuidad.
Curiosidades de la vida, me topé con la saga del clon al mismo tiempo que me empecé a coleccionar Spiderman de forma regular y, a cada mes que salían los tomos de forum pensaba «por dios, esto no podrá empeorar más». Me equivocaba. Al final que conseguí? una serie de números salteados de «la araña escarlata» y «Nuevo Spiderman» para dejar la colección definitivamente en el número 8 (aunque creo que duró 4 números más, pero no tenía ni idea de que la saga tocaba a su fin).
Desde aquel entonces, dejé los Superhéroes durante bastantes años, hasta que me reenganché a ellos por medio de The Ultimates. Lo más gracioso, es que hasta que no ha salido el coleccionable de Marvel Héroes no he vuelto a comprarme nada más de la colección de Spiderman. Salí bastante escaldado, y aunque la etapa de JMS según mucha gente, merece la pena, no he leído nada suyo hasta ahora. Ya es mucho tiempo sin en trepamuros, que, aunque es un superhéroe que me gusta mucho, es al que más toquetean y descuartizan los miembros de Marvel.
Me tragué toda la saga del clon en su momento para dejar Spiderman y muchos otros comics al poco de terminar. Reenganchado a Spiderman con Straczynski, Quesada y BND se encargaron de que volviera a dejarla. ¿Volveré a reengancharme en el futuro?
Yo también empecé a coleccionar Spider-Man durante la Saga del Clon y después de tanto tiempo sigo pensando que es, con diferencia, la peor de las aventuras del personaje que me he echado a la cara. La idea de Ben Reilly, por el contrario, no era tan mala y la velocidad a la que lo despacharon da idea de lo desnortados que estaban en Marvel en aquellos días. Eso sí, mejor eso que la idea de que un centinela lo pisara durante Onslaught.
Pues yo llevo leyendo Spidey desde los inicios de la colección de Forum, con la etapa de Stern-Romita Jr., y la saga del clon no me disgustó tanto, me resultó muy entretenida, y me encantaba la sensación de «continuará» de las distintas colecciones arácnidas, muy interrelacionadas. Tuvo muy buenas ideas (bastantes) aunque algunas pobremente utilizadas, y también tuvo unas pocas malas ideas, entre ellas el haberse alargado excesivamente y su resolución final. Aunque después de ver el rol que le dio J.M. DeMatteis a Norman Osborn, incluso llegué a celebrar su vuelta, aunque al final se diluyese un poco y resultase confuso, sobre todo cuando dejó cabos sueltos al cerrar todas las colecciones con el reinicio de Byrne. Este tomo me ha gustado, le da un giro diferente al final, algo más satisfactorio aunque no exento de «resurecciones sorpresa».
Eso si, lo tengo en mi comicteca como prólogo a las andanzas de Mayday Parker…
entonces el spiderman actual es el clon? nunca acabe de tener claro como fue lo del clon, si la araña escarlata resulto ser el original, por que se lo cargaron? perdididisisisisismo estoy HOYGAN.
Primera parte del asunto: Ben Reilly (La Araña Escarlata) resultaba ser el original y Peter Parker (Spider-Man) el clon. El primero acababa asumiendo el rol de Spider-Man.
Resolución al corre-corre: Lo anterior era un timo de la estampita orquestado por ¡tachán tachán! Norman Osborn redivivo.
Por el medio quedan un esqueleto de clon (el que teóricamente luchó con Spidey en la primera saga del clon, años ha), dos miniseries de los años perdidos de Ben hechas por DeMatteis y que están realmente bien y mucha morralla.
Gracias 😀
I’m with a Skrull
Por lo que recuerdo de esa época (la mente intenta borrar recuerdos dolorosos y desagradables):
Todo era un plan de Osborn que, en un intento de destrozar la vida del verdadero Peter, le hizo creer que él era el clon. Fue un intento de devolver las aguas a su cauce. Un «aquí no ha pasado nada»… Devolviendo a Tía May (que estaba secuestrada) y eliminando el factor May Parker. Solo quedó el mephistazo para devolver a Peter al estado original y «arquetípico» de toda la vida.
Too late en mi respuesta 😛
La saga del clon fue infame, una etapa en la q e el baile de guionistas y los distntos dibujantes crearon un batiburrillo ininteligible. El Chacal, Ben Reilly, la muerte del Doctor Octopus (que por aquel entonces tenía como novia a Angelina Brancale «Stunner») a manos de Kaine, Spidercida, el embarazo de Mary Jane, Scrier, Judas Traveller. Era un sinsentido lleno de personajes que bailaban de arriba a abajo sin lógica alguna.
Pero a mí me causa cierta nostalgia y aún poseo los números oficiales de la saga y cientos de series límitadas así como números especiales de aquella época. Los dos tomos de la Araña Escarlata y el especial, Clonación Máxima Alpha, Los Archivos del Chacal, los dos primeros tomos del horrible «Nuevo Spiderman».
Una pérdida de tiempo y dinero, pero era una época en la que un servidor leía lo que fuera relacionado con Spiderman.
Aquí fue más o menos donde dejé de coleccionar Spiderman después de un buen montón de años y formatos. Creo que la idea de renovar a Spiderman con otro personaje (como ahora se ha hecho con el Capi o Batman) no habría estado tan mal si no fuera porque lo hicieron de manera muy atolondrada y con poco respeto hacia Peter Parker (aunque más del que le tienen ahora en la editorial). Bueno, por eso y porque Peter y Ben Reilly tenían la misma edad genéticamente hablando. No sé qué falta hizo matar al bueno de Ben, aunque sirvió para dejar claro que él era el clon al convertirse en un pegote de polvo al morir, como les pasaba a los demás clones. El uniforme que llevaba Ben como Spiderman estaba bastante bien como evolucióndel original, lástima que también pasara a mejor vida.
En fin, lo que fue una tomadura de pelo fue lo de Norman Osborn. No estaba muerto, estaba en EUROPA!
Vaya mierda que hizo el Mackie y qué bonito fue su último número, no solo porque se fuera, sino porque fue realmente bonito. Lo que no consiguió él, que dejara la colección, lo consiguió Quesada. Y te sigo esperando, Peter.
¡Uy, Spidercida! Ese gran personaje dibujado por Ron Lim en «Clonación Máxima: Alfalfa». Ah, los noventa. ¿Para cuándo la Biblioteca Marvel: Máquina de Guerra? ¿Y un Best of Marvel con «Starblast»? ¿Y un obsolect con Defensores Secretos?
Deiv, te equivocas.
La vuelta de tía May, que estaba secuestrada, no tiene que ver con la saga del clon, sino con la aun más infame Reunión de los Cinco, perpetrada por Byrne, como unos 2 años después.
Si algun día recuperamos la continuidad y nos deshacemos de OMD, Ben puede ser de mucha utilidad, en la época del clon era frecuente ver a Peter y a Spiderman juntos, así que un escritor hábil puede devolverle la identidad secreta al buen Pete y decir que todo fue montado por Tony Stark.
Me pregunto hasta el día de hoy, ¿DONDE ESTA el «support cast» de Spiderman – Ben Reilly? es como si Desiree Winthrop, Jessica Carradine, etc hubieran muerto a la vez.
cada cierto tiempo, el personaje y su mundo van a tener que sufrir otro giro argumental absurdo para convertirlo en una especie de artrópodo fósil atrapado en ámbar que no puede evolucionar y ha de ser, eternamente, el pringado de la suerte lamentable.
Está más que demostrado que al final esto de los superhéroes es un ciclo eterno que se repite y se repite.
Spiderman está condenado a que siempre la caguen y que el detonante sea el dogma de que es más interesante y divertido estando soltero y por lo tanto hay que buscar algún absurdo y retorcido argumento siempre con la intención de devolverlo a un status quo lo más posiblemente cercano al de los inicios del personaje.
Ben Reilly rules!!
Está más que demostrado que al final esto de los superhéroes es un ciclo eterno que se repite y se repite. Spiderman está condenado a que siempre la caguen y que el detonante sea el dogma de que es más interesante y divertido estando soltero y por lo tanto hay que buscar algún absurdo y retorcido argumento siempre con la intención de devolverlo a un status quo lo más posiblemente cercano al de los inicios del personaje.
si claro, van listos si piensan seguir con ese esquema , de todas maneras si uno lo ve con perspectiva
quesada ha sido lo peor que le ha pasado a spiderman en años, y no hablo solo de omd y de omit
es que ya no nos acordamos de pecados del pasado? y que hay de aquella historia sobre la turbulenta
juventud de may parker? no ha hecho otra cosa que echar mierda encima de los personajes
Yo también empecé a coleccionar Spiderman durante la saga del clon y por lo visto debo ser el único que piensa que no estaba tan mal (en comparación con lo que he leído del personaje en otras épocas: Peter David, Micheline-McFarlane, Stern-Romita, Strac-Romita…). No es desde luego una obra maestra, ni siquiera es buena, pero no me parece esa basura que muchos dicen. Obviamente fue un error lo de decir que Peter era el clon y Reilly el original. Obviamente fue cutre la solución que se tomó para repararlo, cargándose de paso la gracia de un personaje como Traveller. Kaine o Spidercida eran horrendos. La muerte del Dr Octopus fue innecesaria (y encima en su mejor momento, cuando ya no era un villano de opereta y sí un personaje alejado de maniqueísmos y con matices… que los noventa no eran tan malos). Pero claro que había cosas decentes (siempre hablando en el contexto de los cómics de Spiderman publicados en los últimos treinta años), muchas de ellas de DeMatteis. En fin, existe esa corriente de opinión que dice que Spiderman era pura basura en los noventa y me parece exagerar.
Luis Javier:
¿Por qué Veneno era un inverosímil anti-héroe? Su conversión me pareció muy lógica. Ya desde su creación se dejó muy claro que Brock, aún no estando cuerdo, tenía un código ético muy estricto.
¿Por qué el Chacal era un Joker de rastrillo? Aunque la saga del clon diera asco este personaje no era malo. Era de lo poco bien escrito y tenía entidad propia. Manipulador, con un odio enfermizo hacia Spidrman. Aún recuerdo aquella frase: «Ni planeado habría salido mejor… ¿o lo planeé?»
¿Qué tenía de malo Máquina de Guerra? Fue fruto de una de las mejores épocas de Stark como personaje (cuando se creía que estaba por encima del bien y del mal y actuaba en consecuencia… muy parecido al Stark de Civil War). Un Rhodes que tenía que lidiar con su rencor hacia Stark (más que justificado) mientras encontraba su camino lejos de él. Además de afrontar su relación con matar. Por lo menos lo números guionizados por Kaminski fueron decentes.
Disculpadme si sueno un poco mosca pero parece que es muy fácil rajar de los noventa sin ni siquiera argumentar un poquito. Es la década menos respetada de los cómics de SH. Echando la vista atrás no me parece tan mala (en su contexto) respecto a otras décadas.
Uno que pasaba (jesús que nombre)…supongo que empezaste a comprar tebeos de superheroes en los 90. Es normal que no te parezcan tan malos, si no, no te habrías enganchado. Pero te aseguro que fué la peor década desde la reinvención del género en los años 60.
Somos muchísimos los lectores viejunos que dejamos de comprar superheroes después de muchos años leyéndolos. Algunos hemos vuelto, pero muchos otros no han retomado la afición.
Y no tan viejunos, yo era bien pequeño en los 90 y ya habia disfrutado cosas como los x-men de claremont y numeros bastante antiguos de otras series (gracias papa), y aunque cuando eres pequeño, cosas como ver a tus superheroes tuneados con brazos bionicos y gafas de sol en plan terminator impresiona, hay que reconocer que las historias eran horribles y el maltrato que se les hacia a determinados personajes no tenia nombre, si a eso le sumas dientes y musculazos y pistolones…
Uno que pasaba: Veneno era un antihéroe sumamente inverosímil porque hasta el momento había sido uno de los villanos más sanguinarios del panteón arácnido. Y eso de «código ético» en un tipo de esa natura, en fin… Que había que presentar a Cletus Kasady como un villano aún más chungo y en ese cambio salió beneficiado Eddie Brock, pero al par de años se volvió a los ilustres orígenes. Lo del Chacal en la Saga del Clon es de apaga y vámonos. ¿Realmente hubo algo bien escrito en aquella saga? Yo me quedo con «Los años perdidos» y con «Redención», ambas de J. M. DeMatteis, pero aquello era una opereta que se salió de madre en cuanto la estiraron más allá de lo debido. Eso sin contar con el hecho de que en un momento determinado Peter pareciera más torpe que Ben, porque había que justificar por todos los ángulos el cambio. Y en cuanto a Máquina de Guerra, atesoro con mucho cariño los Iron Manes de Len Kaminski, tanto los de Hopgood como los de Morgan, pero la colección regular de Scott Benson y Gabriel Gecko era infumable. El primero no supo mantener el tipo en cuanto Kaminski se largó y el segundo era el hermano pobre de Barry Kitson, que ya es decir. Y para que conste, empecé a coleccionar Spider-Man con la Saga del Clon, así que en ese aspecto, por casa hay muchos tebeos de los noventa. Otra cosa es que no haya coincidencia de opiniones, pero servidor tiene el honor de haber leído tebeos de la calaña de Blackwulf, Starblast, Atlantis se alza, la saga final del Caballero Luna. ¿Todo fue malo? Pues no: hay tebeos buenos y entrañables, y yo me quedaría con Thunderstrike, Defensores Secretos (la parte de Thomas y Coates), los Vengadores de Bob Harras y Steve Epting (con el incombustible Tom Palmer), el Capitán América de Gruenwald (que mereció mejores dibujantes) y luego el de Waid y Garney. Pero también fueron los años de Terry Kavanagh, Ben Raab, Glenn Herdling, M. C. Wyman, Guang Yap (creo que se pronunciaba así), Scott Lobdell… No hay que confundir la nostalgia por esos queridos y especiales «primeros tebeos» con una cuestión de comparativas. Personalmente, creo que todas las épocas han tenido sus clásicos y han tenido sus basuras, pero quizá por haber vivido precisamente en los noventa el momento en que empecé a coleccionar con regularidad, sí que tengo una imagen más precisa.
veamos , la primera saga del clon es un clasico una obra maestra absoluta , y hay se tuvo que quedar , continuo , cuando aparece carroña como el clon muerto del bueno de warren, sige siendo un comics irresistible , para mi que sufri aquella chapucilla de vertice con el vol 3 llegando al129 ycontinuando con el 150 me sacio mi curiosidad de saber 1 quien era el chacal , y 2 carroña fascinante personaje , para al menos un chiquillo como yo en 1979 , tan impactante como la muerte de gwen, impacto a toda una generacion , quedeciamos que coño sera eso dedobles robotizados , increibles traducciones devertice , que como se quedaron sin material , deciden no reeditar el vol 2, la saga del clon , la locura del chacal , de warren , increible y gigantesco personaje.
continuo , antes de la saga de los 90, hay un comics , que es cuando mcbride se contagia con el virus decarroña , se nos sige hablando de warren , y blah blah , blah, posteriormente el alto evolucionador rebela que warren ni creo clones ni gaitas , ahi deberian haber explicado o me lo perdi de don sale el clon , queda claro que gwen era una tal joicedelaney , y que warren era un mentiroso, y aqui deberian de haber puesto punto y final
la saga de los 90 pese a ser una castaña , por cierto a mi durante un tiempo me logra sorprender y hasta perturbar ese tono oscuro de los comics, si resulta entretenida , pero al final se hace larga , excesiva y liosa, y yo me alegre que parker volviese a ser el de siempre, no me molaba que sufriese tanto el bueno de peter , ycreo que really estaba bien en el incinerador , me importa poco really , kaine , etc, para terminar tres cosas
1 se les pira la olla hasta hacernos creer que hay varios clones de warren y gwen , uno decada viviendo en pareja , me parecio lo mas extraño q jamas vi en comic, lo del esqueleto y los clones que se comprimen como chicle para flipar , y coño cuando quedamos que no existian clones de gwen , en un comic se ven varios clones , pudriendose lentamente , y clonacion maxima era un buen tebeo , muy entretenido , aunque ni de coña era una obra maestra.
y el regreso de osborn , lo siento pero no , ni cicatrices ni leches , aunque celebre que volviese peter
chacal , era un atormentado , un enfermo , pero no es un angelito precisamente , noes para mi u jocker , es un personaje fascinante sin duda alguna
para concluir todavia peter notaba que estaba warren ahi , otra memez , puesto que warren cayo al vacio , y mirad este ultimo comic no esta mal , pero joder , a vosotros no os mareo la saga del clon, ahora si the end para esta tonteria , que al menos en los 70 era fascinante
vaya falacia , ahora resulta que osborn tuvo dos niños con gewndy , yo si que deje spiderman de leerlo hace muuucho tiempo, mi ultimo comic fue el descubrimiento de quien era el duende , como busca a betty brant , como mata a macendale , etc , una maravilla escrita por ese genio llamado roger stern , que si hubiese eswcrito el clon y sus gaitas diversas habria sido un comic mejor seguro.
En fin, tampoco tiene mucho sentido hablar más del tema. Tendríamos que ponernos a hacer un análisis detallado del asunto y como que no me (¿nos?) apetece. Simplemente creo que se exagera con esa década. Digamos que parece razonable reonocer que sí es la peor década en la historia de los cómics de SH (insisto: dentro de su contexto temporal) pero no con una diferencia tan abismal con el resto. Hubo algo que fue muy postivio para el medio (y que entiendo que fue herencia del trabajo de Moore y Miller): se desdibujó la línea que separaba los buenos de los malos, y algunos personajes ganaron con ello (como los ejemplos de Iron Man y el Doctor Octopus que he puesto antes). Aquello hizo madurar el género, en el sentido de que no hay nada más infantil y simple que los personajes maniqueos. Obviamente también tuvo sus efectos negativos. Algunos sólo se quedaron con lo superficial de aquello (Liefeld a la cabeza) y dio como resultado lo que comentaba I´m with a Skrull!: pistolones, músculos y dientes (un ejemplo muy manido pero desgraciadamente cierto).
Luis Javier:
Te aseguro que la nostalgia no influye en mi opinión. Tienes razón en lo de MdG (aunque a mí Gecko no me parecía tan malo) pero no contraargumentas lo que he dicho de Veneno (déjalo, reconozco que es una tontería y tampoco vale la pena hablar mucho de ello).
Aún tengo pesadillas cuando oigo el nombre de Kavanagh pero (lo digo bajito para que no me apedreen) Lobdell tenía cosa muy potables, como sus primeros Uncanny X-Men o parte de su Generación-X. Luego perdió el Norte, desde luego.
Tengo las tres primeras miniseries de Veneno, la primera de todas escrita por su creador literario, David Michelinie: pon a un villano al lado de otro villano más cenutrio y te parecerá que puede pasar por un antihéroe.
No he podido reprimir evocar con cierta nostalgia algunas de las series que seguí en aquel momento. La línea 2099 no estaba mal (hasta que se la cargaron con el cambio editorial), descartando lo de Ravage, por ejemplo. ¿Y qué decir de los cansinos episodios cósmicos de Ron Marz y Ron Lim? Con aquello de «Poderes Cósmicos» que estaba tan curioso. ¿Y dónde anda Tom Grindberg, que empezó copiando a Neal Adams y acabó fusilando a Mike Mignola? O los Starjammers de Carlos Pacheco, o el Lobezno de Larry Hama o gran parte del Hulk de Peter David. Y la pésima «Encrucijada»…
Lo mejor de la segunda saga del clon fueron sus inicios. A mí me resultaba emocionante leer una historia que enlazaba con la saga del clon de los setenta, úna de mis historias favoritas de Spiderman. Durante los primeros meses, aquéllos en los que se desarrollaban los prolegómenos, todo resultaba a*ojonante. ¿Quién era ese tipo que de la noche a la mañana aparecía montado en su moto y hablaba con tía May mostrándole tanto carió? ¿Qué eran aquellas visiones de Peter en las que aparecía en un tanque de acero inoxidable bañado en un líquido verdoso? El tono oscuro que desprendían aquellos comics me tenía pegado al papel, contando los días que faltaban para la publicación del siguiente tomo. Las sagas previas «Telaraña de Vida» y «Telaraña de Muerte» abonaron un escenario perfecto para el inminente desarrollo de la trama. La reaparición del Chacal en el Amazing 399 fué apoteósica.
Pero después… yo alucinaba al comprobar cómo la saga se iba cuesta abajo y sin frenos. De argumentos adultos y oscuros pasábamos a historias sin pies ni cabeza de un mes para otro. Desde el momento en que se desencadenan los acontecimientos hasta que Reilly se revela como el auténtico Spiderman tan sólo hay cuatro comics argumentalmente importantes: el regreso del Chacal, la muerte de tía May, la revelación de la identidad de Kaine y la de Reilly como el auténtico Spiderman… ¡y en ese intervalo transcurren casi cinco meses! Nada menos que una treintena de comics (mínimo) de los cuales tan sólo hay cuatro historias que relatan algo importante para el desarrollo de la saga. Me entristeció enormemente comprobar cómo una saga por la que había suspirado tanto tiempo, una saga basada en una de mis historias de Spiderman favoritas, perdía el norte y se perdía a sí misma en la mediocridad más absoluta.
Respecto a lo personajes y tal, me decepcionó que el Chacal se pareciese al de la saga de los setenta como un huevo a una castaña. Ni rastro del paranoico Profesor Warren. Una vez superada esa decepción, el nuevo Chacal acabó gustándome, aunque a veces me resultaba un poco cargante. Pero bueno, ésa era una de las intenciones de los guionistas. Eso sí, para cargantes de verdad, Judas Traveller (qué perra cogió DeMatteis con este personaje), y para matarlo directamente, a Spidercida.
De la saga del clon me quedo con los prolegómenos, con la miniserie «Los Años Perdidos» («Redención» se me hace un poco pesadita), y con una historia que parece una gran olvidada: el Amazing 400. Aunque prácticamente supone un interludio en la saga, se contó durante la misma y con todos los personajes involucrados apareciendo en el comic, y para mí siempre será la Muerte de Tía May, digan lo que digan e hicieran lo que hicieran los lumbreras que vinieron después.
Yo pienso que la Saga del Clon si estuvo bien, a mi me gusto esa parte del Peter Parker sin poderes que iba a tomarle fotos a Ben Reilly como Spider-Man. Pero a la Saga del Clon le paso lo mismo que al One More Day. Al editor en jefe se le ocurrio la brillante idea de orinarse en los guiones de los escritores haciendo un desmadre con la continuidad.
La saga del clon original, la de los noventa es simplemente excelente… lo dice quien dejó de leer Spiderman después de OMD y se destrozó el hígado por el odio que le generó OMIT.
La saga del clon original pasa a ser objeto de culto actualmente. Los guionistas de esa época deben dar eternas gracias a Joe «Hago lo que Quiero» Quesada por haber transformado un pésimo argumento de los 90 en una buena historia debido a que surgió algo mucho pero mucho peor.