Spidermen Nº02

Una historia de Hombres Araña, segundo ejemplar

 

Contiene: Spidermen #02
Guión: Brian Michael Bendis
Dibujo: Sara Pichelli
Formato: Grapa, 24 páginas.
Precio: 1,95€

 

En el último número, el accidente de la máquina pillaba a Misterio gritando ante la luz. En este número, nos lo encontramos inconsciente. Entiendo que la explosión ha tenido lugar entre ejemplares, pero puede resultar algo chocante. En fin. Las primeras páginas narran correctamente una secuencia sobre cómo Misterio descubre qué es lo que ha sucedido, aunque una vez más el estilo estirado de Brian Michael Bendis nos pega en las narices con cosas como una viñeta en la que solo vemos una cámara de seguridad. Señor Bendis, ya sabemos que lo que está viendo Misterio es la grabación de dicha cámara, no hace falta dedicarle un plano entero: es como incluir un primer plano de un tenedor cada vez que un personaje está comiendo. No es sorprendente que el guionista incurra en esta clase de cosas, pero que ya sean tradición no las hacen menos irritantes sino todo lo contrario: cuando la descompresión gratuita se convierte en característica inherente de un guionista no hay que excusarla, sino señalarla con más hincapié. El caso es que una vez Misterio se ha puesto al día de lo ocurrido, se enfunda el instrumental y controla un avatar, de diseño parco pero atractivo, y se prepara para contraatacar. Así que al fin tendremos algo más de desarrollo de personaje: quizá algo de información relativa a sus motivos o un adelanto de sus poderes, ¿verdad? Bueno, dejad que haga una no tan breve disertación sobre el desafortunado villano de esta miniserie.

Misterios sin resolver

No sé si es el Misterio Ultimate, el Misterio tradicional o el del universo Marvel Apes con un disfraz; honestamente, poco me importa: los poderes de Misterio, con un increíble potencial visual que Sara Pichelli podría aprovechar para crear sugerentes imágenes y efectos, no están por ningún lado. Lo que tenemos aquí es un señor que se coloca un casco y proyecta un avatar capaz de viajar entre dimensiones. Admito no sin cierta vergüenza que cuando vi dicho avatar, sentí una generosa inyección de expectativas: quizá, después de un primer número decepcionante, iba a ver el potencial desatado de este nuevo Misterio. Quizá el avatar fuese capaz de cosas alucinantes que a Barra de Hierro Misterio se le escapan. Quizá, del mismo modo que es capaz de proyectar y manipular su propia imagen, pudiese manipular la realidad de sus enemigos para sumergirlos en truculentas realidades alternativas, en las que se les plantearían retos a superar no solo con los puños, sino con inteligencia. Quizá… No, nada de eso.

El avatar de Misterio acabó siendo decepcionante y solo puedo culparme a mí mismo por esperar un villano interesante de un guionista cuya idea para mejorar cualquier personaje con poderes es «olvídate de los poderes y ponle un arma en las manos», porque al parecer lo que el lector de superhéroes busca son duelos a tiros. Así que el número termina con el avatar de Misterio bazuca en mano mientras hace un gesto de hype-man de grupo de rap, o algo. No deja de confundirme la decisión de incluir un villano tan pobre, aburrido y reemplazable en una historia de este calado. No contribuye a enriquecer el dibujo, no contribuye a hacer la historia más compleja, no plantea ningún reto novedoso a los protagonistas (Spiderman, que ha sobrevivido a vampiros y simbiontes, se enfrenta a un tipo con un bazuca… ¡ahora sí que temo por su vida!), ¿cuál es su rol exactamente, más allá de ocupar el papel de malo? En vista de los resultados, ya me he decidido: este no es el Misterio Ultimate ni el Misterio tradicional, es el Misterio Inane, la menor amenaza a la que se ha enfrentado cualquier Hombre Araña. Para cambiar el rumbo, Bendis va a tener que dar un buen golpe de timón en los tres números que restan a la serie.

El encuentro con los dos Spiderman es… bueno, es lo esperable, pero bien hecho. Todos sabíamos que iban a pelearse. Es como si viniese en el contrato: «si un personaje va a encontrarse con su versión alternativa de otro universo, ha de pelearse con ella». Los motivos del conflicto son bastante flojos («¡estoy confundido!, ¡creo que voy a darte una patada en la cara por ello!») pero ey, solo hacía falta una pequeña chispa, así que quizá no haya que darle demasiadas vueltas. Se hubiese agradecido un esfuerzo adicional, de todos modos. En cualquier caso, ¿cómo es la pelea? Es entretenida, en buena parte gracias al gran trabajo de Pichelli, que la narra con mucho estilo e intensidad; el desarrollo está bien contado y su conclusión es lógica, con un punto de sorpresa. Es de agradecer que queden perfectamente claras cuáles son las diferencias entre las habilidades de Milesy Peter durante el transcurso del combate. La conversación que conduce al desenlace del ejemplar está adecuadamente narrada, aunque por otra parte carece de la tensión esperable en una situación así: tanto las intervenciones de Peter como la actitud de su interlocutor hacen que toda la secuencia parezca distante, incluso frívola y casual, por lo que no consigue evocar nada. No es más que una sucesión de líneas para que el guión avance, por lo que puede resultar aburrida y sabe a oportunidad desaprovechada.

El dibujo

El dibujo de Pichelli es espléndido, sobre todo en este ejemplar, en el que tiene más oportunidades para lucirse. La portada alternativa es muy bonita a la par que expresiva, como expresiva es la secuencia con Misterio al inicio del cómic, que la dibujante consigue hacer algo más entretenida pese a no ser más que una sucesión de planos mudos que no aportan demasiada información. Su diseño del avatar de Misterio es aceptable dentro de las limitadísimas opciones que ofrece, aunque los efectos de humo digitales resultan demasiado llamativos, y no de un modo positivo precisamente. La pelea entre Peter y Miles está muy bien narrada, con un uso juicioso y efectivo de los planos, las secuencias, las viñetas y las perspectivas, lo cual hace que espere con muchas ganas la inevitable pelea entre los dos Spiderman contra Misterio. Muy buen trabajo en todos los aspectos, con un trazo limpio que encaja a la perfección con los personajes y el tono de la historia.

Una caja vacía

Spidermen experimenta en este ejemplar una ligera mejoría con respecto al anterior, pero que no consigue sacar a la serie de los pozos de la mediocridad. ¿El problema? Estamos en el segundo número y las intenciones del villano son vagas, su nivel de amenaza es ridículo (¿por qué debería impactarnos?), su plan es una incógnita y sus palabras son crípticas hasta lo cómico. Estamos en el segundo número y la interacción entre los Hombres Araña ha sido mínima, reducida a unas cuantas frases entre puñetazos en una pelea que, eso sí, está bien narrada. Estamos en el segundo número y aún no tengo claro cuál es la premisa de la serie (más allá de «Peter Parker viaja al Universo Ultimate»), cuál es la amenaza, qué está en juego o por qué deberían importarme Miles o Misterio, qué aspecto de los personajes se pretende explorar… los aspectos troncales de cualquier arco argumental, sea de cinco o de cincuenta números, en este caso son difusos o poco interesantes. Las peleas, los soliloquios del maloso, las curiosidades curiosos tipo «mira, se encuentra con gente de otro universo y estos piensan que es otra persona» no son sino detalles que por sí mismos no tienen ningún peso, incapaces de sostener una historia que no solo no consigue encandilar, sino no parece ni esforzarse en conseguirlo. El gancho de cara al lector sigue siendo la mera premisa del viaje entre dimensiones, en vez de aprovechar esta circunstancia para contar una historia interesante con desarrollo de personajes, que es lo que debería hacer. Veremos qué ocurre a continuación, pero o mucho cambian las cosas, o Spidermen no pasará de ser una idea divertida que no merece su propia miniserie, ya que no tiene nada sustancioso que contar.

La edición española

Buena maquetación y traducción, con las portadas alternativas en el interior del cómic. Tres curiosidades: una, no puedo evitar reírme al ver que la imagen seleccionada para ilustrar el número anterior es Misterio Inane a punto de ejecutar su movimiento de matón-jitsu con la barra de hierro. Dos, «Los Vengadores de Marvel», ¿por qué se va a llamar así la edición digital de Los Vengadores? No recuerdo que en cines se llamase así, ¿a qué ha podido deberse el cambio? ¿Quizá no quieren que la confundan con la película de Los Vengadores con Sean Connery? Estoy seguro de que habrá algún motivo, legal o mercadotécnico, pero resulta raro. Tres, el mes que viene sale Hasta el Fin del Mundo, un do de pecho de Dan Slott en su estupenda etapa a cargo de Spiderman. Es muy posible que lo reseñe, porque leí la edición inglesa y, además de querer la española, es una obra que quiero recomendaros a todos. Divertida, intensa hasta el final, buena acción superheroica de toda la vida, pero ampliada y bien escrita. Y hablando de reseñas, mi intención era publicar esta semana las reseñas de las series mutantes implicadas en Vengadores Vs. Patrulla-X, pero por motivos personales no he podido. Gracias por vuestra comprensión y por estar ahí. Nos vemos el próximo sábado.