No pasa nada por estar enfadada, pero cuando la rabia te ciega durante mucho tiempo, ésta es peligrosa.
«Me acuerdo de cuando me dijiste que no podías estar cerca de la gente que querías. Que no era seguro. Tenías razón, Jess.»
Anteriormente en Spiderwoman: Mala Sangre, Jessica Drew fue contratada por Michael para poner a salvo a su hija, pero se dio cuenta de que estaba envenenada. De camino a la casa de su empleador, ella descubrió que fue él quien la envenenó y buscó respuestas. Michael Marchand respondió que su hija tenía cáncer y que intentó replicar el experimento del padre de Jessica, pero no pudieron y la implicaron porque su hijo podría correr la misma suerte. Cuando se calmaron las cosas, ella luchó con Octavia Vermis por la última araña en existencia que podría ayudarla, pero quedó malherida. Cuando se recuperó, Jessica conoció a Rebecca y la protegió de un ataque en el laboratorio, por lo que se decidió que era mejor escapar a un lugar seguro. Michael Marchand les llevó a una tierra protegida en Wundagore por dinosaurios y Jessica se sorprendió al ver a su madre. Tras un momento incómodo, Jessica descubrió que Michael Marchand era su hermano menor, aunque pareciera mayor que ella, y le horrorizó que su madre nunca volviera a por ella. Justo cuando descubrió que su madre la monitorizaba por su traje, Octavia atacó la montaña de Wundagore y la familia Drew-Marchand contraatacó con misiles y dinosaurios hasta que Jessica vio demasiado peligro y se encerró en la base con todos. En el propio ataque de Octavia, la madre de Jessica mostró deterioro y pidió a su hijo que no defendiera a Jessica. Además, en medio de la huida, Jessica recibió golpes tanto de Octavos como de su propia madre, que la consideraba una abominación. En cuanto Octavia consiguió la información que quería en un pen drive cogió a Rebecca como rehén y Michael inyectó su suero experimental en Jessica para que se defendiera de su madre, pero Miriam se lanzó a defender a su nieta y, en última instancia, ordenó la destrucción de la base. Aprovechando el momento, todos huyeron y acordaron no tener más secretos mientras buscan una cura.
En el presente arco argumental de Spiderwoman, titulado Rabia ciega, Jessica Drew se ha vuelto adicta al suero Marchand — aunque eso la haga más fuerte, furiosa y la haga tomar decisiones equivocadas — y busca toda la información que pueda del Alto Evolucionador. Por ello, pidió ayuda a la Capitana Marvel y en una luna obtuvieron una pista para ir a la base Elepha, donde Jessica halló a Esfingor y dio los detalles de una base del Alto Evolucionador. Sin más dilación, Jessica y Carol viajaron allí, pero se enteraron que cuando los admiradores del Alto Evolucionador lo trajeron allí éste decidió irse al verlos, Jessica estalló de ira y la Capitana Marvel tuvo que detenerla.
De vuelta en la Tierra, Jessica se fue por su lado, buscando nuevas pistas, hasta que la recogen por la invasión simbionte. Ya en plena Nueva York, al ver que era incapaz de vencer al dragón simbionte, Jessica se dio una dosis extra de suero Marchand y destruyó al dragón a base de golpes. Sin embargo, llegó el momento en que tuvieron que detenerla por su rabia ciega y porque no sabía lo que decía a sus amigos más allegados. Una vez noqueada, la encerraron en un tanque Hulk y Jessica no se lo tomó bien, haciendo mucho daño a Carol psicológicamente. Cuando todos se fueron, Octavia la ayudó a escapar para que robe arañas a Hydra, unas cosas del museo americano de Historia Natural y en el refugio de Stark toda la investigación que tenía de ella. Jessica lo hizo sin dudar, incluso peleando con antiguos amigos. Una vez llegaron a una base en un volcán, Jessica conoció a la hija de Octavia y el Alto Evolucionador explicó que Warren hizo los duplicados fallidos de su madre, pero se siente responsable y quiere curar a Jessica. Cuando inició la matriz para que Spiderwoman la cruzara y sanara, Octavia copió el código y ordenó a los clones que atacaran al Alto Evolucionador, algo en lo que no estaba de acuerdo Ophelia. Debido a la suerte de un golpe de un clon de Miriam, Jessica acabó en la Matriz y se curó, pero Octavia mató a su hija clon por no ser perfecta. Ahí, Octavia revela que mató a su hija numerosas veces porque la sacaba de quicio y quería la hija perfecta y que con el código podrá hacerlo, así como un ejército. No obstante, Octavia no era necia y sabía que Jessica sabía que se acordaba de todo y que estaba curada, por lo que ambas lucharon hasta que el Alto Evolucionador dio el golpe de gracia y Octavia quedó transformada en medio-dinosaurio. Tras el alboroto, el Alto Evolucionador le propuso a Jessica continuar con la investigación de sus padres. Ya de vuelta en casa, Jessica abrazó a su hijo y pidió perdón a Clint, Luke, Danny y Rhodey por su comportamiento. No obstante, todavía quedaba una situación más complicada. Jessica quedó con Carol y ella le replicó todas las cosas feas que había hecho y que siempre hace, pero ambas se perdonaron al final. Finalmente, Jessica estuvo a punto de tirar el traje negro de Spiderwoman, pero decidió quedárselo por la figura que le hacía.
En general, estamos ante una trama donde la ira es el tema principal y lleva a nuestro personaje a través de un sendero largo y tortuoso que casi le hará perder aliados, su ética, moral y su propia integridad solo por buscar la cura que necesita a toda costa. Por ello, Ira ciega es el título perfecto para este arco argumental, pues desde la viñeta número uno no solo vemos una Jessica Drew malhumorada, sino una que no duda en dar palos a mafiosos para conseguir información o en matar un dragón simbionte a base de puñetazos sin parar. Y es que la ira cuando no se controla puede a llegar a ser un arma de doble filo, puesto que puede llegar a ayudar para dañar a tus enemigos, pero puede obligarte a hacer daño a gente inocente o pensar cosas que realmente no sientes y ese es el caso de Jessica en este cómic y se demuestra en el caso de la invasión simbionte y todas las cosas que le dice a sus amigos y, en especial, a Carol Danvers. Además, también vemos que la ira también lleva a cometer actos malvados y arriesgados, ya sea por venganza o por el mero hecho de quitar de en medio a quien se interponga en tu objetivo. Por ello, Jessica no tuvo ningún reparo en aliarse con Octavia porque le daba justo lo que quería y de una manera rápida, algo que los demás no podían proporcionárselo. Sin embargo, la ira es ciega, pues te impide ver más allá y es algo que le pasó a Jessica, pues hasta que no se curó por accidente no pudo ver el plan de Octavia y pudo ayudar para poner un remedio y luego intentar arreglar el desastre que hizo durante todo su enloquecimiento con el suero Marchand. Menos mal que los amigos siempre están para ayudar y hacernos ver nuestros errores, ¿no, Jessica?
En cuanto a los personajes, Jessica Drew ha cambiado mucho respecto al tomo anterior, pues aquí está repleta de ira durante casi toda la trama y eso provoca que tenga un comportamiento violento, que tome decisiones terribles para conseguir su objetivo y que no sepa ver más allá de lo que tiene delante, solo lo que ella quiere ver, de ahí que cuando se cure empiece a recordar y a darse cuenta de todo, aunque tenga menos fuerza porque ya no necesite el suero. ¿Lo mejor? Que Jessica es capaz de reconocer sus errores y pedir perdón por sus actitudes, aunque a veces sea cabezota, pero siempre intenta hacer lo mejor para sus amigos, su familia y para ella misma. Por lo que veremos qué ocurrirá con su hijo y si el Alto Evolucionador cumplirá su promesa para con el hijo de Jessica y Rebecca Marchand.
En otro lado de la cadena tenemos a Carol Danvers, un personaje muy recurrente al principio del tomo y que ayuda a Jessica Drew en todo momento y a encontrar cualquier pista del Alto Evolucionador. Aunque le molesta el comportamiento de Jessica y que cada vez toma más suero, intenta calmar su mente y ayudarla, sobre todo para no montar demasiadas escenas no deseadas al saber que su amiga está muy sensible y violenta por el suero. Sin embargo, cuando tuvo que encerrar a su amiga por su propia protección, las palabras de Jessica llegaron a ser tan sangrantes que tuvo que marcharse. Por suerte, aunque ambas son cabezotas, Carol y Jessica volvieron a ser amigas después de una fuerte reprimenda sobre su comportamiento y que tratarían de ser mejores amigas.
Hablando de héroes ya secundarios, tendríamos a Luke, Clint, Danny, y Rhodey, que, aunque no tienen mucho peso en la historia, sí que actúan como testigos de la locura de Jessica Drew y las decisiones que deben tomar para calmarla.
Por otro lado, estaría el Alto Evolucionador, quien se siente culpable por lo ocurrido en la familia Drew y con Miriam y busca curar a Jessica sin ningún plan maligno de por medio, aunque conserve los duplicados de Miriam Drew como asistentas. Ahora bien, este personaje, que muchas veces ha actuado como villano es justo con su palabra con Jessica y no duda en querer cumplirla para que tanto su hijo y Rebecca Marchand se curen cuanto antes y no lleguen a estar nunca en un estado grave como lo estuvo ella.
Por último, Octavia Vermis es una villana que se aprovecha del estado mental de Jessica Drew para obtener todo lo que quiere para que, cuando lleguen donde el Alto Evolucionador, pueda crear un ejército de hijas perfectas y desechar la que ya tenía creada por considerarla «rebelde». Sin embargo, Octavia no contaba con que un ataque de un clon de Miriam llevaría a que Jessica chocara con la matriz y se curaría, lo que le daría la oportunidad de recuperarse, acordarse de todo, y defenderse hasta el punto de colaborar con el Alto Evolucionados para detenerla y dejarla en un estado… propio de los saurios.
Sobre el ritmo, Karla Pacheco juega con unos buenos tiempos a lo largo y ancho de todo el tomo, consiguiendo que el lector/a se enganche fácilmente, gracias a su storytelling, yendo cada vez de menos a más y generando un gran interés en el lector/a por el estado de Jessica Drew y cómo va a acabar, pues la red llena de ira en la que se está metiendo puede acabar muy mal.
A nivel artístico, Pere Pérez nos presenta un dibujo bastante notable con un gran diseño de personajes y fondos, donde los detalles cobran una gran importancia, ya no solo para darle un apartado más trabajado, impactante y preciosista de cara al lector/a y que la obra sea más redonda, sino también para dejar más puntos y características que no se aprecian a simple vista y en las cuales el lector/a debe poner atención al dibujo para sacar el máximo jugo a esos detalles para sacar todo el significado que quieren mostrar Karla Pacheco y Pere Pérez. Esto lo podemos ver de forma más significativa en las expresiones corporales y faciales, las cuales el dibujante trata que sean lo más humanas posibles para reflejar un sinfín de emociones, desde es ira ciega de Jessica Drew al dolor profundo de Carol Danvers y la picaresca de Octavia Vermis y su maldad.
En definitiva, considero que estamos ante un tomo excelente y redondo que nos muestra uno de los momentos más duros de la vida de Jessica Drew en sus momentos más bajos y cómo sale de esos problemas con un gran costo psicológico, pero, por suerte, siempre tendrá a su familia y amigos para perdonarla, apoyarla, echarle una reprimenda y ayudarla cuando lo necesite, porque para eso están los amigos, para hacerte volar más alto, más lejos y más rápido, nunca hundirte.
Lo mejor
• Un guion que refleja la ira excesiva como un veneno que te aleja de todos y más si relacionamos el suero Marchand con “las drogas”, porque Jessica las necesita como si lo fuera.
• La dinámica de personajes, como Jessica y Carol, o la protagonista y el Alto Evolucionador — cuyo rol sorprende al no ser malvado —.
• El dibujo de Pere Pérez.
Lo peor
• Octavia Vermis podría haber dado más guerra al final o haber usado a Jessica de una manera más maligna durante el desarrollo.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8
8.3
¡Fantástico!
Una aventura sensacional que te mantendrá enganchado/a toda una tarde y te hará reflexionar sobre la ira.
estoy de acuerdo, una serie que se tendria que valorar mucho mas
Grandísimo artista Pere Pérez, pocos dibujantes diseñan la acción como él.
Ha estado bien la historieta. La mejor de los personajes aràcnidos hoy por hoy, aunque no tenga nada que ver con Spiderman.