Edición original: Kodansha.
Edición nacional/ España: Ediciones Glénat.
Guión: Kenji Tsuruta.
Dibujo: Kenji Tsuruta.
Formato: Medio tomo A5, rústica con sobrecubierta, 128 páginas en B/N.
Precio: 8’95 €.
En todos los géneros narrativos, existen clichés y tópicos, que a su vez, marcan los límites y la ambientación de los mismos. La ciencia ficción no se salva. Nacida como género derivado de la literatura de ficción en los años 20, cuenta con un montón de subgéneros, al igual que con un puñado de estereotipos. Algunos de ellos se recogen en este primer tomo de Spirit of Wonder. Van desde el planeta temático, donde una sola especie habita ese mundo; hasta el típico profesor/doctor introspectivo, que vive aislado y es un genio.
Spirit of Wonder, es un manga de historias cortas autoconclusivas de corte cómico y aires a ciencia ficción americana de los años 50. El volumen número uno, en el que se basa esta reseña, consta de cuatro relatos. El primero es, Un gran y maravilloso universo, una historia de reencuentros, donde una joven vuelve a casa de su abuelo fallecido (gran científico con estampa parecida a Albert Einstein) para buscar junto a su padre un supuesto tesoro que dejó a través de un mapa. La historia empieza con un flashback, sigue con varias elipsis que te hacen perder el tiempo del relato, al igual que se dan varias conversaciones que no aportan nada a la historia y añaden datos e información innecesaria que hacen de la lectura algo confusa. Por otra parte, abusan del fanservice, hay demasiados planos del culo y las piernas de la protagonista que directamente sobran. Una historia típica, con una moraleja floja y sosa. El segundo relato se titula Iremos a la luna una noche de luna llena. En él, nos cuentan la historia del Dr. Ferble, quien vive en una casita aislada mientras crea impresionantes inventos junto con su sirvienta robot. Un día, Ferble decide ir a la luna con un cohete de propia creación. Lo que empezó con gran entusiasmo, acabó con la desaparición del doctor. Años después, su nieto, conseguirá contactar con él a través de uno de sus antiguos inventos. Esta historia está mejor hilada, tiene menos personajes, con lo que se trabaja más fácilmente la psicología de los mismos, pero entre la desaparición y la reaparición del doctor pasan tantos años, que quedan muchos cabos sueltos. Pídeles un deseo a las estrellas, es el tercer relato del tomo. Su estructura se divide en dos. Por un lado tenemos la historia del Dr. Skelmerdale (sí, sí, otro gran científico que roza la genialidad) y la búsqueda de un conejillo de indias para viajar a un microcosmos creado por él. En el otro lado, está Akio, una mujer desesperada, separada de su gran amor. Tal es su desesperación que se someterá a una arriesgada operación que cruzará los caminos de ambos. Puntos en contra: la creación de la relación amorosa muy mal construida, el microcosmos lleno de planetas temáticos antes explicados, la atracción sexual entre dos personajes sacada de la manga y nada justificada, y un final descafeinado ante tanta posibilidad. Pequeña melancolía es el último relato del manga. Otro doctor y otro tópico de la ciencia ficción, los viajes en el tiempo. Es, de lejos, la historia más curiosa, aunque tanta elipsis y saltos temporales, y errores en la concepción de la misma (como que un personaje en un tiempo, sepa lo mismo que otro personaje de otro tiempo, más aún, marcando en la historia que son líneas temporales separadas) desganen su lectura.
El manga, actualmente descatalogado, consta de 3 tomos en la edición española. Hay que remarcar que el dibujo de Kenji Tsuruta es bastante bueno, pero en el guión falla estrepitosamente. Tsuruta es poco prolífico, trabaja solo, sin ayudantes, y él mismo confiesa que puede tardar hasta medio año en realizar una historia corta de unas 30 pgs. Debutó en 1986 con la primera historia de este tomo. Autor de otras obras como Emanon Recuerdos, Emanon Vagabunda o Forget-me-not.
Un manga de grandes aspiraciones e ideas, pero con un guión horrendo. Basta ya de tópicos aburridos y predecibles, de las limitaciones de los géneros y del miedo a arriesgar.
Guión - 5.5
Dibujo - 8
Interés - 5.5
6.3
Un manga de grandes aspiraciones e ideas, pero con un guión horrendo.
Recuerdo esta obra y la tengo por ahí. Tenía un dibujo muy bueno y me dejó con la sensación de que se podía haber hecho algo mucho más interesante con el material, aunque alguna idea curiosa sí que tenía.