Hablar de Stargate es hablar de una de las mayores y mejores franquicias televisivas de la ciencia-ficción, lo que comenzó como una película que pretendía ser una trilogía (con una historia diferente) acabó en dieciocho temporadas de series en imagen real, una serie de dibujos que no pertenecía al canon oficial y varias novelas, a esto hay que añadir unos especiales en nuestro formato favorito y, desde hace poco, unos cuantos cómics en formato de series limitadas que pretenden continuar las series allá donde se dejaron.
Stargate es una franquicia cuidada, cuando en su décima temporada terminó la primera serie, conocida como SG-1 por ser el nombre del grupo que la protagonizaba, dejaba un par de cabos sueltos que se molestaban en solucionar en dos películas que salían los siguientes años. Su segunda serie, Stargate Atlantis, terminaba en su quinta temporada cerrando todas las tramas aunque dejando un final abierto que mucho se lucho por continuar pero no pudo ser, en imagen real claro, desde el año pasado pudimos ver como seguía gracias a la publicación de sus cómics (de lo cual espero hablar pronto). Después de esto salía una nueva serie, Stargate Universe, eran tiempos extraños, las series de televisión empezaban a subir como la espuma, aunque aun estábamos lejos del hábito y la fidelización que se ha creado hacia las mismas en los últimos años, sin embargo, sí que se estaban empezando a producir cambios importantes a niveles tecnológicos y argumentativos, las series que jugaban con tramas complejas empezaban a tener más audiencia y un halo de oscuridad se apoderaba de las parrillas. Se podría afirmar sin problemas que todas las series de ciencia-ficción espacial tienen un importante trasfondo de crítica social, desde la omnipresente Star Trek hasta Babylon 5 o Farscape, pero el grueso de estas series era la aventura y Stargate tenía mucho de eso, era una serie divertida, desenfadada, pero en la que hasta el capítulo que parecía más de relleno tenía ese algo especial, tan pronto te tonteaba con una aventura simple con la que reírse como se pasaban media hora explicando el funcionamiento de un motor y cómo arreglarlo, jugaba con las versiones hard y soft del género siempre con ese punto clásico, pero entonces llegó Stargate Universe.
En el año 2004 se lanzó el remake de una de las series más llamativas de la space-opera de los setenta, Galactica Estrella de combate, un remake que cambió la forma de mirar hacia las estrellas, dotando de mucha oscuridad y depresión (también miedo, esperanza y política, mucha política) a las nuevas series por su éxito, primero de crítica y luego de público. Esta serie sale a la vez que Stargate Atlantis y ambas acaban más o menos al mismo tiempo (apenas un año de diferencia) y en ese punto empieza Stargate Universe realizando una maniobra curiosa, esta es tratar de atraer a los seguidores de Stargate por su nombre y a los de Galactica por su tono, el resultado fue un experimento fallido, no era una mala serie, no tenía malos actores ni malas tramas, pero cuando uno se sentaba en el sillón esperaba ver Stargate y lo que daban era otra cosa.
Las audiencias bajaban en cada episodio y llegan a tener una diferencia de más de un millón de espectadores, los autores se dan cuenta, el mundo se lo gritaba, eso no era Stargate y reaccionaron dando una segunda temporada que era lo que tenía que haber sido desde el principio: aventuras con acción y humor (y algo de tragedia) sin perder el trasfondo, curioso si tenemos en cuenta que los creadores de la serie (Brad Wright y Robert C. Cooper) no estuvieron involucrados en esta segunda parte. Stargate Universe acabó siendo una serie de la que estar orgulloso pero el público aveces no da segundas oportunidades y la serie se cancela ofreciendo un final con muchos cabos sueltos, un final digno y con mucho simbolismo, que no te dejaba con un cliffhanger de morderse las uñas pero sí esperando más.
Ahora, ocho años después, Stargate Universe da el salto al cómic gracias a American Mithology, editorial norteamericana que está sacando más colecciones de esta franquicia, y lo hace con una serie limitada de seis números que finalizará este agosto y que continúa como si fuese el primer episodio de la tercera temporada, y con “continúa” no me refiero solo a que sigue desde el mismo punto sino a que tiene la misma estructura que la serie en todos los sentidos, dedicando las primeras cinco páginas al clásico “Anteriormente en Stargate Universe…” que nos recuerda cómo acabó la serie, con uno de los miembros de la tripulación, Eli, solo en la Destiny tras poner a sus compañeros en animación suspendida por los problemas de energía de la nave.
Mark L. Haynes y J.C. Vaughn son los escritores de estos números y poco se puede decir de ellos, Haynes se ha dedicado al mundo de la televisión y en el cómic tiene un puñado de apariciones como escritor de 24 y poco más, Vaughn se ha prodigado por el medio un poco más, aparece en algún número de Shi pero nada de relevancia, sin embargo ambos se están ocupando de los cómics de Stargate en American Mithlogy, escribiendo también la continuación de Stargate Atlantis. Si algo se puede decir de ambos es que son totalmente fieles a la serie, sus diálogos y las tramas casan perfectamente con el estilo clásico de Stargate y por momentos parece que estamos ante los capítulos 1 y 2 de televisión, hasta tal punto que se calcan escenas en forma de flashback de cosas ocurridas en las temporadas anteriores. Es sorprendente ver cómo se preocupan porque el producto tenga una coherencia y una calidad por encima de mostrar fuegos artificiales, dan un primer número en el que no hay acción, solo explicaciones y presentaciones, tal y como serían los primeros minutos de la serie, motivo por el cual retrasamos un poco esta reseña, el primer número da muy poco a nivel de avance de la colección pero da algo tan inesperado como increíble, una continuación digna, muy digna, de la serie de televisión.
Los autores enfocan la aventura tratando de explicar lo importante, sin relleno, y utilizan la enorme mitología de Stargate de forma correcta, recurriendo a los Antiguos para mostrar el origen de la nave y resucitando una de las tramas iniciales de la misma, el motivo, la meta final de la Destiny. La forma de estructurar los siguientes capítulos rezuma Stargate en cada página, se ve como las partes científicas, morales y militares chocan unas con otras a pesar de que, en realidad, ninguno tiene malas intenciones. Tenemos, ya según avanzan los números, otro clásico en las tramas de Stargate: tener que cruzar la puerta por causas de fuerza mayor aun sabiendo que eso los podría matar, encontrando sorpresas inesperadas al otro lado. No se trata de relanzar la franquicia, ni de meter relleno con cómics sueltos, no, el trabajo que se hace aquí es para que los fans de Stargate vean lo que pasa después. No es un cómic apto para quien no haya visto la serie.
Sin embargo hay un problema, el dibujo no está a la altura. Los seis números están dibujados por tres personas, el mejor es Giancarlo Caracuzzo y no es nada del otro mundo, narra bien pero es pobre en fondos, lo peor llega luego con Eliseu Gouveia que tiene una narrativa mucho más sosa, con expresiones faciales algo extrañas, y sigue con Clint Hilinski que mejora algo pero poco. Es curioso que un producto de este tipo no se promocione más y se pongan mejores dibujantes, Stargate ya tenía un público, esto no es Revolution ni una serie de segunda a la que se intente dar una salida, es una de las grandes franquicias de la ciencia ficción que además ha tenido un intento de resurrección en forma de webserie (Stargate Origins, fallida por diferentes motivos), si se cuidase este tema podría ser no solo una continuación sino también un cómic a tener en cuenta.
Aun con ello, Stargate Universe: Back to Destiny es un cómic que merece la pena leer si se ha seguido la serie, ni que decir tiene que es un imprescindible para los seguidores de Stargate.
Stargate Universe: Back to Destiny
Guión - 7.5
Dibujo - 3
Interés - 9
6.5
Universal
Ya que no la podemos ver en la televisión por lo menos sabemos cómo continúa esta gran franquicia. Esperemos que en el futuro inviertan más en el dibujo pero el guión se puede quedar como está.