Strange Adventures, la guerra no tiene fin
«pequeño terrícola débil. Te alimentaron de miles de mentiras y tú pediste más.»
Llegamos a la conclusión de Strange Adventures el cómic de King, Gerads y Shaner que relata la guerra contra los Pykktos, tanto en el planeta Rann como en la Tierra. Una historia indudablemente hija de sus autores, con todas las inquietudes de su guionista que cuenta con su habitual proceder; una marcada estructura, un complicado misterio a resolver o una construcción y desarrollo de personajes que encajan a la perfección (siempre que se abrace sin complejos el sello Black Label y su carta blanca para la caracterización de los héroes). La serie ha gustado mucho en ZN resultando una de las ganadoras del Top DC 2020.
Durante el capítulo 9 Alanna da muestras de su fortaleza, seguridad, y facilidad que tiene para controlar a los medios y las corrientes de opinión. No en vano es una princesa, una persona destinada a ser líder que habla con contundencia, siempre empleando las palabras precisas que lleven a su interlocutor o a los receptores de su discurso al punto de convencimiento que la mujer espera. Manipuladora, perfectamente consciente del entorno que le rodea, apoya a su marido a toda costa.
El número diez aporta luz al misterio de la serie mediante una carta de Mr. Terrific. Las deliberaciones del hombre se muestran inteligentes y acertadas. Una misiva que supone una terrible realidad. Para no incurrir en spoilers, digamos que los Pykktos son estrategas colosales y rara vez se equivocan.
La penúltima grapa contrapone la relación del matrimonio protagonista, que ha gozado de una extraordinaria representación a lo largo de la miniserie. Durante la guerra en Rann son enamorados compañeros de armas, soldados con un fin que se apoyan a pesar de todas las complicaciones. En la Tierra su relación atraviesa serias complicaciones, incluso parece llegar a un punto sin retorno.
En el último número, King, fiel a sí mismo también en esto, evoluciona la historia convenientemente a sus necesidades, sin atisbar un posible desconcierto en el lector al advertir que aquello que parecía imposible se logre con pasmosa facilidad. No solo va en contra de la épica atribuible a un capítulo final, sino que malogra un poco la caracterización construida a lo largo de la serie de aquel que dudaba en poder conseguir la proeza. Tanto esfuerzo, tantas mentiras, tanto miedo no está justificado viendo el desarrollo del combate, convirtiendo a uno de los protagonistas en un inepto que, anclado en batallas pasadas, no sabe valorar los recursos y fuerzas de una guerra, resultando demasiado oportuno en pos de la consecución de la impactante viñeta final del capítulo 11. De incidir algo más en el enfrentamiento, no chirriaría tanto la obstinación demostrada y se daría cierta razón de ser y peso a aquello por lo que lleva luchando todo el libro. Por otro lado, si eres seguidor de King no esperas nada distinto de lo que te ofrece, no has llegado hasta aquí en busca de una batalla superheroica convencional con grandes hazañas a realizar. Estás leyendo este cómic por la prosa de su guionista, el excelente arte de sus dibujantes o la reflexión que plantea sobre la guerra, llevando al extremo las consecuencias que deben afrontar las familias que la sufren, exhibiendo su capacidad para destruirlas o transformarlas, mediante unos personajes que viven una contienda sin fin. Strange Adventures deja muy claro que la historia depende de quien la narre y de que, la cuente quien la cuente, siempre se optará por incluir una mentira (o varias) que dulcifique la barbarie del conflicto bélico y limpie los actos cometidos por los vencedores.
La revelación del misterio otorga un nuevo cariz a los pasajes de la guerra de Rann, con Adam aprovechándose del amor para conseguir aquello que pretende, con la mujer representada de forma mucho más inocente que en la trama actual. Un contraste muy bien ejecutado por los autores. En el presente, Alanna es fiel a sí misma y manipula a aquel que tiene enfrente para conseguir su objetivo, emprender un nuevo viaje. Consecuente a su labia, relata los hechos de forma que quede absuelta de sus actos, la verdad es muy inoportuna (y es muy capaz de romper vidas, sobre todo para aquellos que viven entre mentiras) tan solo queda culpar a aquel que la proclama. Tanto ella como su interlocutor saben que no tiene razón en su argumento aunque esto no resulta un impedimento. Una interesante reflexión final, acatar las mentiras se torna tristemente inevitable, al menos parece serlo para aquellos que se han visto inmersos en una guerra. El ex de la CIA expone una vez más sus inquietudes más personales a través de sus personajes, ya desde el principio de esta historia, Adam Strange tenía mucho que ver con el escritor.
Gerads está sublime y tiene gran parte de culpa en que el lector perciba el dolor de los personajes. El guion los muestra duros, fríos, inflexibles y en última instancia, responsables, pero la representación gráfica del dibujante consigue dotarles de sufrimiento y humanidad. No solo expone genialmente las emociones en los rostros, su trazo o uso de la luz y el color es tremendamente conveniente. Shaner con un dibujo de línea delgada y clásica retrotrae en sus páginas a un cómic de la Silver Age, su arte resulta detallado y conmovedor por la capacidad que tiene de maravillar en cada viñeta. Ambos estilos destacan muy bien la personalidad de los protagonistas. Shaner los muestra cuando aún les queda un resto de inocencia, cuando a pesar de las desgracias, conservan el deseo de vivir amparándose en la esperanza que les otorga la victoria y el amor. Gerads, mucho más severo y desapacible, los retrata golpeados por la guerra y las mentiras. A pesar de inspirarse en estas circunstancias, el arte de cada uno de ellos resulta muy agradable a la vista, incluso el del autor de Mr. Milagro, destinado en mayor medida a representar miserias. Ambos combinan a la perfección, especialmente en el último número, con dos miradas que se entrecruzan. Probablemente, dentro de la producción de King, esta serie sea la que goza de mejor arte, y eso es mucho decir.
Una conclusión agridulce y compleja, que está lejos de ser condescendiente para el lector, pero certera al dejar poso. King no quiere acabar la historia de forma dichosa, es evidente. También es palpable el gusto por Mr. Terrific, quizás por esto el final es el que es. La guerra y las mentiras conducen a este cierre. Un desenlace adecuado que se mimetiza perfectamente con la historia que nos ha contado y que, repasando la trayectoria de su guionista, recuerda al de Omega Men. Strange Adventures es un cómic bien escrito y distinto, que invita a reflexiones, con un dibujo soberbio de Evan “Doc” Shaner y Mitch Gerads. Si te gustan los autores seguramente lo disfrutarás como una de sus mejores obras, todos están muy inspirados. Si nunca has leído a King es una excelente opción para hacerlo. Si no te gusta el guionista, ni lo intentes.
Lo mejor
• El dibujo.
Lo peor
• La conclusión puede que no guste a todos.
Guion - 8.5
Dibujo - 9.5
Interés - 9
9
Inspirado
Tom King se muestra inspirado, Gerads excepcional, Shaner Magnífico. Una obra que si te gustan sus autores, disfrutarás de principio a fin.
Me ha gustado mucho mas que su coetanea Rorschach.
Es una obra madura y nada condescendiente con el lector. Bastante meditada y con buenas elecciones. Como el concepto de hombre de dos mundos, representados adecuadamente por un magnifico Doc Shaner para el luminoso mundo de aventuras de Rann y un estilo mas sucio y encrespado por Gerads en el mundo…eh… El mundo que es La Tierra de DC.
Es verdad que la resolucion del ultimo numero es anticlimatica, pero es un poco el epilogo al fantastico e intenso final del once. Me parece correcto que no se resuelva la guerra con una batalla epica (las guerras se resuelven asi?). Gran parte de las batallas son confusas y plagadas de crimenes de guerra. Es posible que tristemente King sepa de lo que habla.
Tambien, sin entrar en spoilers, me parece un acierto el uso de nuevo del concepto de legado. Algo de esto puede verse en el ultimo numero de Suoerman/Batman publicado por ECC. Tambien abre posibilidades interesantes que Terrific llene el vacio familiar por una tragedia, y permitiria llevar al personaje en nuevas direcciones. En este sentido y al igual que la de Mr. Milagro, podrian entrar en continuidad perfectamente. Vamos, como le paso a «La broma asesina» en su momento. Aunque a fans mas clasicos del personaje les resultaria una opcion horrible!
Saludos!
Me pasa lo mismo, me ha gustado Strange Adventures bastante más q Rorschach. Muy de acuerdo con tu comentario, las únicas guerras q finalizan con batallas épicas son las de los comics de superhéroes, este cómic es protagonizado por uno, pero no tiene ese carácter. El legado tb creo q lo trata muy bien, dude si dedicarle un párrafo pero ya eran muchas pistas sobre la trama. Lo de entrar en continuidad, es posible por la calidad de las historias que comentas y por el interesante camino a explorar que presentan, pero eso, habría que lidiar con los seguidores clásicos de los personajes, difícil tesitura! Gracias por tus comentarios, Drury Walker.
Saludos!
Me empezó gustando mucho y ese último número me dejó con muy mal sabor de boca… Es casi como si la serie terminara en el 11 y este último sirviera para, más o menos, atar cabos deprisa y corriendo.
Por otro lado, me cuesta tragarme el plan de la traición.
Ha sido un viaje maravilloso, el desarrollo, los dos dibujantes, el anticlímax.
A mi Rorschach si me está gustando (Fornés me parece ideal ahí), aunque me parece otro tipo de historia.