Una leyenda
La saga Street Fighter no es una saga de videojuegos, es una leyenda. Aparecida en forma de máquina recreativa (los lectores más jóvenes lo mismo ni recuerdan haber visto una) en 1987, la saga creada por Capcom se ganó rápidamente al público y la crítica, creando una de las franquicias dentro del mundo de los videojuegos que ha ido saltando de generación en generación sin perder su frescura ni a sus fans. Y nos llega ahora una quinta entrega (en término numéricos) que da el salto a las consolas de última generación y lo hace cargada de novedades: las más importantes, modos online para asustar al más pintado y una estética renovada que tira de la nostalgia. En definitiva, Capcom quiere ofrecernos algo nuevo pero sin olvidarse de las raíces, cosa que los fans de la saga agradecerán pero, ¿lo harán también los nuevos jugadores?
Online como método de renovación
Esto es algo que, sinceramente, nunca me ha convencido. En lugar de mejorar el juego, vamos a meterle online a cascoporro. Es cierto que el online mola y que muchos jugadores lo agradecen e incluso rehuyen de un juego que no incluya un buen modo online, pero el esfuerzo que invierten las compañías en ello parece dejarlas exhaustas para luego darle un buen acabado al juego. Por suerte, este no es el caso de Street Fighter V. El modo online es el principal aliciente para jugarlo, amén de la posibilidad de revivir viejos recuerdos y de volver a echar mano de tus personajes favoritos. Modo competitivo, torneo, combate rápido, los servidores funcionan bastante bien, y el juego fluye como debería hacerlo un peso pesado de esta generación.
Igualmente renovador e interesante resulta el hecho de poder desbloquear recompensas a través del dinero ganado en el juego, una especie de regalo de DLCs encubierto, pues este contenido es de descarga y no simple contenido desbloqueable del juego. Un punto que puede resultar interesante, mientras no nos haga caer en microtransacciones para comprar con dinero real lo que podemos ganarnos a base de ser buenos en el juego.
Sin embargo, el modo historia decepcionada bastante. Y lo hace esencialmente por dos razones: la primera es la increíble facilidad. Con la posibilidad de pasarnos cada combate a la primera, en lugar de al mejor de tres que siempre suele ser lo más efectivo, y la aparentemente pobre IA de los enemigos. Y es que parece que el juego ha bajado en dificultad, quizás para hacérselo más llevadero a los nuevos jugadores, pero es tan sencillo ganar un combate contra la IA que pronto perderemos las ganas de pasarnos el modo historia. Lo que nos lleva al segundo problema: la duración de este modo. Contando con lo sencillo y corto que es, no os extrañéis si os pasáis el modo historia en una o dos horas. Sí, es bastante escueto y una simpleza incluir un modo historia para la vida que va a tener. Si no te interesa la historia, no la incluyas. Es un desperdicio de espacio y de tiempo del jugador, además los juegos de lucha no destacan precisamente por su historia, por lo que no creo que nadie se te echara encima si la eliminases de un plumazo. Esto parece más un añadido, un «para que no me digan que no pongo algo de trasfondo al juego, le meto una historia con ilustraciones y diálogos que dura unas dos horas». En este caso, sería mejor eliminar el modo campaña y dejarlo en un torneo contra la IA si algún jugador quiere jugar solo.
La espera
En este caso, sí que podemos decir que la espera ha merecido la pena. Street Fighter aparece con lo de siempre, pero diferente; con lo que lo hace especial, pero renovado. Y es que el aspecto gráfico es una de las cosas que más nos han convencido en esta entrega, tirando de un modelo cell shading con un toque realista en los escenarios que dota al conjunto de ese aspecto retro de máquina recreativa pero adaptado a los nuevos tiempos. Han sido siete años desde la última entrega y las expectativas estaban altas, pero Street Fighter V acude a la cita con los deberes hechos: un renovado aspecto visual, modos de juegos suficientes para mantenernos una buena temporada enganchados y el maravilloso juego online, que si bien nunca podrá sustituir la vieja experiencia de los salones recreativos, o el jugar en el sofá con los amigos, cada uno llevándose su propio mando (qué tiempos aquellos…) cumple con lo que promete: horas de darle porrazos al mando para alzar a nuestro personaje con el título de mejor luchador de las calles.
La saga llega ahora con exclusividad en consolas para PS4 y en PC, y parece que el cambio y la renovación le han venido bien. Una lástima que los jugadores de XBOX se lo vayan a perder, porque este quinto episodio hace las cosas bastante bien. Parece que, con juegos así, la saga Street Fighter se resistirá por siempre al olvido.
Valoración
Gráficos - 9
Jugabilidad - 8
Historia - 7
Sonido - 8
8
Valoración
Street Fighter nunca defrauda a sus seguidores: un arte renovado, modos online que funcionan a la perfección y altas dosis de lucha callejera.
Un nuevo Street Fighter espectacular gráficamente, pero sin modo arcade, online a la fuerza, modo historia pobre y direccionado hacia los micropagos y los pases de temporada todo por 60 euritos de nada. No gracias, esos gráficos no compensan la estafa.
En STEAM ya se puede adquirir así
Street Fighter V: 59,99 € o bien Street Fighter V Deluxe Edition por atención 89, 98€… ¡¡¡ 90 euros !!! ¿Qué contiene? el juego en sí y el 2016 Season Pass, que te ofrece 6 personajes adicionales y un traje alternativo premium para cada uno. Los personajes son Alex, Guile, Balrog, Ibuki, Juri y Urien. Seis personajes que valen 30 euros. O sea que quien se compre el juego básico ni siquiera va a tener de salida a Guile y Balrog. No, lo siento, pero así no Capcom.
Sinceramente un consejo, que nadie se compre este juego de salida y ni mucho menos jamás se os ocurra comprar al pase de temporada. Esperaos a comprar este juego dos años. Dentro de dos años este juego costará la mitad de precio y tendrá seguro una «Edición Ultimate» que venga con todos los DLCs o temporadas juntos. No hay prisa, esperaos dos años.