Sueños pesados

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1810
 

Edición original: Cauchemars (Rackham, 2003).
Edición nacional/ España: Sueños pesados (Ediciones Sinsentido, 2003).
Guión, Dibujo y Color: Alberto Breccia.
Formato: Tomo en rústica (29,7×23 cm), 64 págs.
Precio: 18€.

 

Nos quejamos del poco reconocimiento de la historieta, despreciada habitualmente por el crítico e ignorada hoy por el público que antaño la consumía. Es decir, huérfana de las loas de los paladares selectos y del aplauso mayoritario por igual. Como el diagnóstico anterior a nadie se le escapa, las causas y los posibles remedios son objeto de debate recurrente: que si el bajo nivel de lectura, que si el precio del producto, que si la competencia con otras aficiones, etc. Casi nunca asoma un punto que a mí se me antoja vital: la dificultad de acceder a obras profundas, variadas, perdurables; en definitiva: la práctica imposibilidad de conocer con rigor los trabajos de los grandes maestros del medio.

El uruguayo Alberto Breccia (1919-1993) es uno de los más grandes ilustradores que ha dado la historieta. Preciso, vivaz, camaleónico, en su currículo afloran maravillas como setas: Mort Cinder, Sherlock Time o La vida del Che (con H. G. Oesterheld), Un tal Daneri, Nadie o Buscavidas (con Carlos Trillo), Perramus (con Juan Sasturain) o sus varias adaptaciones literarias, desde Informe sobre ciegos (basado en un episodio de Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sábato) a Los mitos de Cthulhu. Pocas de las citadas serán fáciles de encontrar actualmente. Y son la proverbial punta del iceberg de un maestro genuino, de un narrador supremo. Me temo que lo mismo pasará con la recopilación conocida como Sueños pesados, que aglutina cinco relatos dibujados en 1981 inspirados en otros tantos cuentos de narradores dispares, aunque unidos por lo misterioso o lo directamente sobrenatural, y que aquí publicó Ediciones Sinsentido en 2003.

Cinco cuentos para cinco autores

La última visita del caballero enfermo. Inspirado en un relato de Giovanni Papini y con la colaboración de Norberto Buscaglia en la adaptación de los textos, Breccia condensa en siete páginas la historia de un hombre inseguro de su identidad, temeroso de ser únicamente la personificación de un sueño. Con un rostro a medio camino entre el Nosferatu de Murnau y El grito de Munch, el protagonista confiesa esta singular sospecha al personaje que ejerce de narrador, a quien parece unirle una relación misteriosa, inexplicada. El relato no sólo plantea el horror al vacío, a la irrealidad, a una existencia sin sentido; también -paradójicamente- el temor a la inmortalidad hace acto de presencia. La primera y la última viñeta acentúan el carácter oral, de leyenda, de los hechos narrados, a la vez que dan el apunte de principio y fin a una historia que sigue fuera de esos estrictos límites, con la sugerencia de un ciclo interminable.

El anciano terrible. Tomando como base el relato de H. P. Lovecraft, adaptado con la ayuda de Norberto Buscaglia, Breccia ejecuta un poderoso ejercicio de estilo en siete páginas que sublima las debilidades de una historia arquetípica, habitual de cualquier Creepy, para convertirla en una experiencia pesadillesca, con imágenes escalofriantes e imborrables. La técnica pictórica del autor, de un expresionismo feísta, oscuro, con sorprendentes ramalazos de color (obsérvense los rosas y los verdes de la primera viñeta de la segunda página) se adapta como un guante a las características del de Providence, como ya demostrara sobradamente en Los mitos de Cthulhu, entonces en blanco y negro. Nuevamente, el fin remite al principio, en un ciclo interminable (lo anticipa veladamente el anciano y sus botellas de la primera viñeta de la página cuatro), a la vez que se juega con los equívocos de las apariencias, en particular entre víctimas y verdugos (entrañable tópico de las revistas de Warren, por cierto).

Mujima. La portada del álbum reproduce, aumentada, la primera viñeta de la última página de esta enigmática historia muda en cinco páginas, de toques orientalistas, inspirada en un relato de Lafcadio Hearn.

El hombre y la bestia. Adaptación libre del celebérrimo El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de R. L. Stevenson, este es el cuento más largo (14 páginas) y, tal vez, el más logrado de todos. Breccia sintetiza asombrosamente las peripecias del reputado científico y su atroz alter ego, con espacio aún para añadir una curiosa tergiversación final del mensaje original, que explota en la última página. Los colores chillones apenas enmascaran las influencias expresionistas del Dr. Mabuse (F. Lang, 1922) y, sobre todo, El gabinete del Dr. Caligari (R. Wienne, 1920), cuyos decorados -se dice- también estaban pintados de rojos efervescentes. Parecida elección cromática guió a Mattoti en su inspirada versión de la misma obra, que reseñé aquí.

La noche de Camberwell. Una vez más Norberto Buscaglia echa una mano adaptando las palabras de Jean Ray para esta narración de ocho páginas que cierra el álbum. Breccia juega con la confusión de su narrador, un viejo obsesionado con la posibilidad de que le roben sus más preciadas posesiones, volviendo sobre recursos ya empleados en La última visita del caballero enfermo y El anciano terrible.

La transformación de Jekyll en Hyde vista por Alberto Breccia


Aunque de un vistazo podríamos presumir una cohesión artística entre los relatos, máxime teniendo en cuenta la cercana elaboración de unos y otros, un análisis más minucioso destapará sabrosas sorpresas, por ejemplo, en el uso del color. El gris y el blanco sucio se enseñorearán de La última visita del caballero enfermo, forzando bruscos contrastes donde el protagonista refulgirá como un hueso en la noche. En Mujima el azul oscuro será la tónica, mientras que en El hombre y la bestia predominarán los rojos descarnados. El anciano terrible distinguirá el día de colores claros e ingenuos de una madrugada ocre y difusa, donde brillan unos diabólicos ojos amarillos, mientras que en La noche de Camberwell la niebla puede diluirlo todo en un borrón fantasmagórico que confunde los sentidos. Breccia atrapa las sensaciones más que los argumentos y sumerge al lector en una experiencia única donde unas pocas palabras se redimensionan con las imágenes, de forma similar a como la música engrandece unos versos.

El volumen se completa con un preciso análisis del editor Latino Imparato, titulado “El narrador”, que arroja luz sobre el proceso creativo y reproduce varios bocetos reveladores. No puedo pasar por alto la calidad de reproducción de esta edición, que hace que sumergirnos en estos lienzos de pesadillas se convierta en una experiencia inolvidable.

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Reverend Dust
Lector
7 octubre, 2013 10:31

Y el zorro agrícola lo vuelve a hacer… Leo la reseña, me engancho miserablemente a lo que estoy leyendo, veo a Jekyll/Hyde y babeo. NECESITO esto. Miro formato y precio. Me voy a un rincón. Lloro. Alzo el puño en alto y ahogo un grito…

«¡AGRAFOOOOOOOX!»

ginawa
ginawa
Lector
7 octubre, 2013 11:40

Completamente de acuerdo contigo 18 euros por 64 páginas, yo no me lo puedo permitir,es una de esas obras que hay q tener pero ese precio, poca gente se lo puede permitir. Es una lastima.

Reverend Dust
Lector
7 octubre, 2013 12:16

pero es que te quedas con la sensación de que te han dejado la miel en los labios.
…y tu venganza es esta crítica, para compartir el sentimiento.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
7 octubre, 2013 12:43

Joder, otro más que habrá que rastrear por ahí.

Agrafojo, tengo la sensación de que los dueños de las tiendas de segunda mano que visito están a punto de invitarte a algo en agradecimiento.

Reverend Dust
Lector
7 octubre, 2013 12:46

Le tengo el ojo echado desde que oí hablar de ella tras leerme EL ETERNAUTA, pero efectivamente está descatalogada en todos los lados. Aunque en Iberlibro está, he tenido malas experiencias con ellos, especialmente en lo relativo a las tapas duras.

Mariano Abrach
Autor
7 octubre, 2013 13:02

Buena sorpresa amanecer, entrar en Zona Negativa, y encontrar una reseña del maestro Breccia, y no de las obras más conocidas o fáciles de conseguir (y repito acá el comentario de Reverend 😛 )

Por fortuna, en Argentina algunas de sus obras sí son fáciles de conseguir, y otras menos difíciles. Sin ir más lejos, recientemente se reedito Perramus casi completa. La vida del Che se reedita constantemente, Mort Cinder y Sherlock Time son más o menos conseguibles, y así con otras obras.

Pero Alberto Breccia bien vale una colección de «Obras Completas»…

Reverend Dust
Lector
7 octubre, 2013 13:16

Y eso que no debe de haber muchos “Agrafojo” en Galicia (ni en ninguna otra parte, ahora que lo pienso).
Porque tú no quieres. *guiño, guiño*

Mariano Abrach
Autor
7 octubre, 2013 13:30

Si es el Santo Grial, puede serles útil el enlace de la editorial para publicación reciente: http://www.edicionesdelaflor.com.ar/Libro/572/perramus_el_piloto_del_olvido_y_el_alma_de_la_ciudad.html#.UlKaqxBjNtw

Y quizás encuentran alguna tienda que haga envío a España…