Edición original:.
Edición nacional/ España: Milky Way Ediciones
Guión: Yuki Urushibara
Dibujo: Yuki Urushibara
Formato: Rústica con sobrecubierta, 250 págs, B/N con páginas a color
Precio: 8€
La lucha entre los valores modernos y los clásicos parece ser un tema muy presente en la cultura japonesa, ese constante enfrentamiento entre lo nuevo y el miedo a abandonar lo tradicional. Es algo comprensible que Japón, después de la rápida modernización que llevó a cabo a finales del siglo XIX, se siga preguntando si se dejó algo por el camino, y si el modo de vida que siguieron tan semejante al occidental les haya hecho perder parte de sus raíces y de su identidad como japoneses. Más de cien años años después, ese tono nostálgico en búsqueda de ideales y costumbres de antaño sigue presente en el arte y hasta en la sociedad japonesa, como se pudo ver en obras de posguerra como las de Seiichi Hayashi y cuya influencia ha llegado a nuestros días a obras como Suiiki.
Una obra que nos cuenta una historia similar a la del manga del que hablamos hoy es Regreso al mar, de Satoshi Kon: el pueblo en el que vive el protagonista, una pequeña zona costera llena de pescadores y viejas tradiciones, está en el punto de mira de una constructora que pretende modernizarlo, convertirlo en un nuevo Benidorm y amasar y amasar billetes. Como excusa para tal proyecto, los constructores intentan convencer a los habitantes de la zona hablando de la modernización de una vida anclada al pasado, de la construcción de un hospital, de una red de carreteras más eficientes, etc. Los protagonistas se ven envueltos en ese conflicto entre las ventajas de lo nuevo, que supondrán un aumento en su calidad de vida, y el sacrificio que eso supondría para su cultura: el pueblo alberga un bello paraje natural, y todos los recuerdos y costumbres que existen se perderán en el pasado. Es comprensible la duda que puede surgir entre sus habitantes y ver con dolor cómo el paso imparable del tiempo puede con todo.
Suiiki, la nueva obra de Yuki Urushibara, la autora de Mushi-shi, es un poco lo mismo pero con su toque personal. Una estudiante de instituto empieza a soñar con un misterioso pueblo en el que solo viven un niño y un señor mayor. Su sueño supondrá una especie de viaje al pasado, a un Japón más rural en el que aún se puede disfrutar de placeres como bañarse en un río o contemplar una pequeña cascada, un lugar en el que está permitido soñar con dragones y donde los mitos y leyendas cobran vida pues parece pertenecer a una época en la que aún se cree en eso. Sin desvelar detalles de la trama, ese pueblo cobra cierto protagonismo al ser el enclave en el que se pretende construir una presa de grandes proporciones que sepultará toda la zona bajo el agua. Tras las protestas, se les ofrecerá a los habitantes una suma considerable de dinero para cejar en su empeño por preservar su hogar, y es ahí donde empieza el dilema. La obra gira entorno a la historia de varios habitantes del lugar, que de una manera u otra, se mezclará con los sueños de Chinami, la protagonista. Un punto de partida interesante que nos hará replantearnos si los estragos que causa la era moderna son compensados por las ventajas que ofrece. Urushibara hace hincapié en lo que se deja atrás, los recuerdos y la vida que se abandona, a veces forzosamente, en pos del beneficio propio y ajeno.
Pero tal vez lo más destacable del trabajo de Yuki Urushibara sea el ambiente que crea con ese dibujo de trazo fino y lleno de detalle. Los fondos, sobre todo, están plagados de líneas que dan un aspecto mucho más artesanal al cómic pero que también realzan la sensación de ensueño; nos sumerge mucho mejor en el mundo fantástico y casi imaginario que la protagonista vive en sus viajes. Los fondos están muy trabajados, y cobran especial importancia en las páginas que suceden en la vieja villa, lo que confiere ese toque melancólico y pasivo que cuadra a la perfección con la historia. Por otro lado, la composición de la página es bastante convencional, con pocas veces más de seis viñetas por página y menos de cuatro, resultando en una narración bastante poco arriesgada. Me gusta cómo mezcla viñetas encajadas en recuadros con otras sin ellos para crear un efecto de transición y otorgar fluidez a la narración, aunque a veces no funcione del todo y parezca un poco forzado. Y creo que a esta estrategia se le podría haber sacado mucho más partido narrativo; por ejemplo, al haber dado distintas líneas temporales a las viñetas con recuadro y sin recuadro, como parece que va a hacer en el primer capítulo al despertar de su sueño, en la que las viñetas con recuadro podrían haber correspondido al sueño, y las que no están sujetas al recuadro al momento presente, pero que al final no hace. Por su parte, las perspectivas son bastante monótonas, y las caras de los personajes parecen haberse quedado estáticas en esa expresión melancólica.
Suiiki es una historia interesante, muy bien dibujada y narrada. Tiene algunos dejes en los que la autora parece haber caído a base de rutina, pero que no desmerecen al conjunto de la obra. En mi opinión, Suiiki es el mejor manga que publicado Milky Way Ediciones hasta la fecha.
Review Overview
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 8
7.3
Una gran apuesta de Milky Way Ediciones, un buen autor y una obra interesante y distinta.
Pues tiene bastante buena pinta. Milky Way se está haciendo con un catálogo curioso de, por así llamarlo, manga alternativo.
A mí Mushi-shi me encantó, así que le daré una oportunidad a esta obra. Gracias por la reseña!