#ZNGames Sunless Sea,el Lovecraft más indie

 

Título: Sunless Sea
Desarrolladora: Failbetter Games
Plataformas: PC
Idiomas: Textos en inglés

 

Un mar onírico

Failbetter Games nos trae un juego a la vieja usanza: extraño, bello y misterioso, así es Sunless Sea, una aventura donde tendremos que leer mucho y dejarnos llevar por las mentes retorcidas de los desarrolladores. Como si de un juego de tablero se tratara, los que hayáis disfrutado de obras de entretenimiento basadas en el mundo de Lovecraft como Arkham Horror o La sombra de Cthulhu sabréis desde el principio a qué os enfrentáis. En Sunless Sea controlaremos un barco que surca los mares de noche perpetua en busca de gloria, dinero y un honrado trabajo. Pero las tenebrosas aguas esconden muchos secretos, y cuando los vigías se pierden y no atisban tierra, otros lugares amenazadores pueden ofrecerse a dar cobijo a nuestra aireada tripulación.

Desde el inicio del juego, lo admito, me quedé atrapado por la sencillez de esta propuesta. Como los juegos de rol narrativo, los de mesa, los que jugábamos alrededor de un libro y con un saco de dados al lado, tendremos que elegir un capitán, una historia, un defecto y una virtud y lanzarnos a escoger tripulación. Ya desde los primeros minutos se nos advierte que no debemos venirnos abajo cuando muramos: es lo más normal. Y es que en Sunless Sea la dificultad es realmente endiablada, tanto por los limitados recursos que tendremos que ir recogiendo en los escasos puertos que encontremos, como por los combates en mar abierto contra otros barcos o criaturas que emergen de los abismos; como por nuestra propia tripulación, que no aguantará unos pocos días de hambre si puede matarnos y comernos a nosotros… En fin, todo un despliegue de mitos y leyendas inspiradas en los horrores cósmicos del autor americano, lleno de referencias y dispuesto a dejar que nos perdamos en un mar sin sol…

Rol de la vieja escuela

Aunque el combate tiene una gran importancia en Sunless Sea (no en vano hay una cantidad de criaturas extrañas dispuestas a asaltarnos en nuestra travesía), el motor del juego es la exploración y la gestión de recursos. En nuestros viajes encontraremos localizaciones con puerto en las que podremos faenar y tener algunos encuentros. Con un sistema de lectura y elección de opciones se nos narrará, igual que en una vieja partida de rol de libro narrativo, lo sucedido y las elecciones que podremos tomar. Pero cuidado, pues cada elección no puede deshacerse y nos puede conducir sin darnos cuenta a una rápida (o peor, lenta) muerte. Por otro lado, existe una cantidad de objetos, corrientes y mágicos, enorme, que nos ayudará en nuestros viajes y en los momentos más delicados…o sellarán nuestro destino para siempre.

Además de esto, la exploración puede volverse realmente caótica, pues contamos con un pequeño mapa, pero las dimensiones se juntan, los abismos se abren y un simple arrecife de coral nos puede transportar a un mundo donde los icebergs se mueven, piensan y tiene sed de sangre. Tal es así que, tras muchas horas de juego, todavía sigo encontrando nuevas localizaciones de las que ni el más pintado podría escapar.

Como ya se nos advierte al inicio de la terrorífica aventura, morir es fácil. Ya pasaba en muchos juegos de mesa basados en Lovecraft, que contenían el aviso de «hay muchas formas de perder este juego, pero solo una de ganarlo». En Sunless Sea será mejor que no nos encariñemos con nuestro capitán, ni le bauticemos con un nombre al que tengamos mucho apego, pues lo más seguro es que muramos en los primeros minutos. Es como un Bloodborne a lo indie: es difícil, exige mucho de nosotros y las amenazas pueden encontrarse muy cerca de nosotros…tanto que no seamos conscientes de ellas hasta que las tengamos encima. Al fenecer, dejaremos una herencia al siguiente capitán, que tomará el barco (tomando nosotros el control) y retomará los viajes en busca de gloria y éxito que llevaron a su predecesor a la muerte.

En definitiva, Sunless Sea es un gran juego que nos ha mantenido pegados al PC durante horas, tratando de desenredar un hilo que se extiende en dos dimensiones más allá de lo que somos capaces de entender. Una aventura clásica, de la vieja escuela; una aventura terrible, onírica, innombrable…