Edición original: Superboy’s Legion núms. 1 y 2 USA (DC Comics).
Edición nacional/ España: Febrero 2014 (ECC Ediciones).
Guión: Mark Farmer.
Dibujo: Alan Davis.
Entintado: Mark Farmer.
Color: Richard Horie, Tanya Horie.
Formato: Rústica. 112 págs.
Precio: 11.50€.
El equipo artístico formado por Alan Davis y Mark Farmer vuelven a demostrar su talento y su pasión por la DC de la Silver Age con esta miniserie del sello Otro Mundos en la que plantean un mundo alternativo en el que Kal-El llega a la Tierra en el siglo XXX y se convierte en el fundador de la Legión de Superhéroes. En esta ocasión Mark Farmer se encarga del guión y Alan Davis del dibujo.
En 1998, DC publicó una miniserie de tres números titulada El Clavo, enmarcada en la colección Otros Mundos (Elseworlds), en la que Alan Davis rendía un homenaje a todos los cómics de la DC que le habían marcado de niño. En los textos de complemento que acompañaban a dicha miniserie el propio Davis reconocía que una de las cosas que más le atrajo de aquel proyecto fue la posibilidad de realizar una historia de la Liga de la Justicia de América que recordara a las historias de antaño, entretenida, directa y accesible para todos los lectores que quisieran disfrutar de un cómic bien hecho independientemente de su conocimiento de los personajes. La jugada le salió bien y la miniserie fue un éxito por lo que no es de extrañar que tres años después repitiera la jugada con otro de los equipos de superhéroes más emblemáticos surgidos durante aquella mítica época: la Legión de los Superhéroes.
El origen de este equipo lo encontramos en la serie protagonizada por Superboy, concretamente en el Adventure Comics #247 (Abril 1958). En dicho número un trío de adolescentes provenientes del siglo XXX hacían una vista al Superboy del siglo XX. Estos jóvenes- Saturn Girl, Cósmico y Relámpago- le explican a Superboy que forman un club de superhéroes inspirados por sus hazañas y le invitan a unirse a ellos en un viaje a su época. Una vez allí le someten a unas cuantas pruebas y le acaban admitiendo como miembro del su club antes de devolverlo al siglo XX. Tras esta historia los personajes volvieron a aparecer en otras historias de Superboy y fueron presentando nuevos miembros. Su popularidad creció y obtuvieron una serie de historias propias publicadas como complemento de la serie de Superboy. En 1962 su popularidad era tal que la serie pasó a llamarse Superboy in Tales of Legion of Super-heroes. Finalmente consiguieron desplazar a Superboy del título y se hicieron con su propia serie. A pesar de esto Superboy siguió siendo un miembro fundamental de la Legión y aparecía en casi todas sus historias. Durante todos estos años se fueron presentando más y más personajes hasta ser una de las cabeceras grupales que más miembros tenía, llegando a alcanzar casi la treintena de personajes habituales durante la Silver Age. Es precisamente a este variopinto grupo al que el dúo formado por Davis y Farmer rinden tributo con esta historia que recupera el espíritu aventurero y juvenil de la Legión original.
La historia nos presenta un mundo alternativo en el que la capsula de salvamento que llevaba a Kal-El a la Tierra se pierde en el cinturón de asteroides y es encontrada en el siglo XXX por el multimillonario RJ Brande, quien adopta al bebé y lo cría como a su hijo. Con el paso de los años, y ya bajo la identidad de Superboy, un adolescente Kal-El pone a prueba la paciencia de su padre adoptivo y de la policía científica usando sus poderes de forma indiscriminada. Tras una discusión con su padre, Superboy huye al espacio donde se encuentra con un Green Latern que le inspira la idea de formar su propio equipo de héroes adolescentes para prestar su ayuda allá donde se le necesite. Junto a Saturn Girl y Cósmico, a los que encuentra durante el rescate de una nave espacial, formará La Legión de Superhéroes. Mediante una especie de casting de adolescentes con superpoderes reúne al resto de miembros de la Legión. Su primera misión será impedir que un asteroide destruya el planeta Rimbor. Su intervención en esta crisis atraerá a nuevos miembros al grupo, entre ellos a Brainiac-5, miembro de una raza misteriosa y cuya presencia desencadenará una serie de acontecimientos que podría poner en riesgo la paz en toda la galaxia. La Legión deberá hacer frente a un peligro que puede ser demasiado grande para sus jóvenes miembros.
Mark Farmer realiza un soberbio ejercicio de síntesis narrativa condensando en poco más de 100 páginas una historia que incluye el planteamiento de un escenario alternativo para la llegada de Kal-El a la Tierra, la presentación y puesta en acción de más de una veintena de personajes además de una trama de conspiraciones y un buen puñado de escenas de acción y peleas. El resultado es una historia directa, sin tiempo muertos, que avanza deprisa de una situación a otra pero sin resultar demasiado simple. El guionista aprovecha cada página para explicar algo relevante, huyendo de descompresiones espurias. Como si de un cómic de la Silver Age se tratase, lo importante es que el lector no tenga ni un momento de respiro y que la historia avance sin pausa. Como es lógico, con esta necesidad de condensar en un centenar de páginas tantos elementos, el desarrollo de los personajes no se hace en profundidad pero aún así el guionista se las apaña para que cada uno de los miembros de la Legión tenga su momento de protagonismo y para que el lector pueda hacerse una idea de cómo es el personaje con apenas un par de pinceladas. Sin duda no es una tarea sencilla teniendo en cuenta el extenso elenco de personajes que aparece en la historia pero Farmer lo consigue con bastante soltura consiguiendo presentar una Legión que funciona tanto como homenaje a los cómics de los años 60 como una actualización de dichos personajes para los lectores del siglo XXI.
El dibujo de Alan Davis, tan elegante y ágil como siempre, acompaña a la perfección el tono de la historia. El dibujante apuesta por un estilo de líneas claras y estilizadas que ayuda a resaltar el carácter adolescente de los protagonistas, haciendo creíbles tanto a Superboy como al resto de miembros del equipo. El talento del inglés es incuestionable y sale airoso de la difícil tarea de conseguir dotar de rasgos distintivos a tantos personajes como aparecen en la historia. También destaca su habilidad para plasmar escenas de acción, tanto en las más físicas – contundentes son sus páginas en las que Superboy demuestra su fuerza- como en las más cósmicas. Al igual que hace Farmer con el guión, Davis aprovecha cada página de la que dispone, prescindiendo de splash pages superfluos y decantándose por una composición de página un tanto abigarrada pero que en ningún momento resulta confusa y sin perder ni un ápice de espectacularidad. Toda una demostración del talento de un maestro del cómic de superhéroes.
Sin ser una historia tan completa como pueda ser El Clavo, Superboy: Legión es un cómic que cumple a la perfección con sus objetivos presentando una historia entretenida, espectacular y accesible para cualquier lector, haciendo fácil el acceso al rico mundo de la Legión de los Superhéroes y rindiendo un efectivo homenaje a una forma de entender los cómics de superhéroes más sencilla y directa.
Muy buena reseña, Alejandro. Ahora me han entrado ganas de hacerme con un ejemplar.
Tengo la publicación de norma y puedo decir, siendo un fan de la legión, que si no has leído mucho de los trabajos de Davis y Farmer en gen 13 bootleg, el clavo, los 4 Fantásticos, donde realiza historias alternativas de los universos este cómic entretendrá bastante, porque de lo contrario se siente trillado demasiado gastado.
No es malo, pero es más de lo mismo.
Como dice Flashpoint, esta obra en lo argumental es entretenida y poco más, poco más puede ser una historia en este formato y con estas limitaciones, pero al mismo tiempo es una promesa de lo que puede llegar a ser, una especie de aviso del potencial que tiene su autor, potencial que puede uno ver estallar en proyectos de más extensión: Excalibur, Clandestine, etc…
Lo triste es que Didio o no ha leido esto , o no ha sabido ver el potencial que para muchos es evidente, si lo hubiera visto lo lógico es que hubiera fichado a Davis para el enésimo relanzamiento de La Legión, en el también enésimo Reinicio del Universo DC. Alan Davis, en una parte del Universo DC que no tiene porque «chocar» con el resto, con todo un Universo de personajes, conceptos, etc… para volver a reelaborarlos a su antojo pero desde el respeto y el conocimiento de los originales sin duda nos hubiera dado una obra de arte, una reinterprtación de La Legión De Superheroes que sin duda hubiera sido la definitiva. La miopía de Didio ,en este como en tantos otros aspectos, es imperdonable.
La historia es sencilla, pero muy entretenida. Un Elseworlds más que recomendable.
Y el dibujo de Davis tan maravilloso como siempre.
La única pega es para ésta o cualquier otra serie/historia de los Legionarios, y es precisamente lo que los hace atractivos: la gran cantidad de personajes y la variedad de sus nombres (que muchos de ellos usan terminaciones similares como -Lad, -Kid, -Boy, -Girl…).
Pero vamos, Long Live the Legion! 😀
Saludos!
@flashpoint: más que repetirse, yo lo veo como una especie de sello artístico de este duo. Por ejemplo, la historia alternativa de los 4F que comentas me encantó por su tono épico y el excelente tratamiento de los protagonistas, algo que echaba en falta en la serie del cuarteto de aquella época.
@manolin: mientras leía esta obra pensé lo mismo que tu, que estos dos parecían el equipo artístico perfecto para una serie regular de la Legion. Es una pena que no les hayan dado la oportunidad de hacer algo más con los personajes.
Este Superboy tiene un melón de dimensiones considerables.