Jóvenes Titanes, os presento a mi arma secreta… ¡Superboy!
Ha pasado ya algo más de un año desde que salió el primer número de
Y más allá de cifras, lo cierto es que este cómic no es solo recomendable para todo aquel que comience a leer superhéroes, independientemente de su edad, sino también para todos los que ya tengan un bagaje de mucha lectura en el género, porque el disfrute está garantizado. En definitiva, un tebeo divertido, disfrutable, con un arte espectacular y para todas las edades. Que cada uno le ponga la nota que quiera, pero lo cierto es que a un cómic no se le puede pedir más.
Dicho esto, hoy os traemos en esta reseña el siguiente arco argumental publicado en grapa por ECC Ediciones. El número cinco es una historia transitoria llamada Batalla en la batcueva en la que básicamente Jon y Damian se pelean tras su castigo por su peligrosa lucha contra Kid Amazo, y en donde se reflexiona sobre relación entre sus padres, Batman y Superman, y lo difícil pero muy satisfactorio que es a veces la amistad.
Es en el número seis en donde comienza el nuevo arco, El planeta de las capas, en donde los padres de Jon parece que han cesado en sus intentos por controlar y proteger excesivamente a su hijo del exterior, y le permiten que viva sus aventuras con Robin siempre y cuando ayuden a la gente. Y con respecto a Damian… bueno, hace tiempo que Batman le dejó por imposible y prácticamente tiene cancha libre para hacer lo que quiera. Tras una de sus nocturnas aventuras callejeras, Jon coincide con los Jóvenes Titanes, y pese a las reticencias de Damian, por vicisitudes de la vida acaba formando parte del grupo en una aventura con villanos pintorescos y dimensiones alternativas de por medio.
Pero no os equivoquéis, aunque Superboy se vaya de parranda con los Jóvenes Titanes, no significa que esta una historia de supergrupo, ya que esto no es más que un aperitivo de lo que veremos en un futuro más tarde o más temprano, y que de momento tendrá que esperar. Pronto la historia deriva en lo que es esta colección: un team-up, una serie de Superboy y Robin, de Jon y Damian, viviendo codo con codo entre discusiones infantiles y chascarrillos irónicos de Damian, aventuras locas en las que van forjando poco a poco su amistad, como ya hicieron sus respectivos padres. Y es precisamente cuando la historia deriva en el habitual team-up, cuando se vuelve más interesante, más divertida y más superheroica. Por lo que, aunque nos guste mucho ver a Jon codearse con Starfire, Raven y compañía, en el fondo con quién mejor funciona es con Damian a solas, al menos de momento, hasta que el propio personaje tenga una evolución más completa. Recordemos que en realidad Jon es todavía un personaje muy joven, y de hecho, curiosamente Damian está haciendo un ejercicio de metaficción al decir que aún no está preparado para los Jóvenes Titanes y necesita más entrenamiento. No obstante, y aunque podría funcionar bien en los Jóvenes Titanes, aunque sea más infantil que el resto, de momento está bien como está, y debemos disfrutar de los números que nos quedan, que no son muchos, y de las aventuras de estos dos peculiares amigos.
En el apartado artístico tenemos al habitual
Ahora bien, como decía en la anterior reseña mi compañero Gustavo, esta serie no sería lo mismo sin el granadino Jorge Jiménez, que es en el fondo el verdadero protagonista de esta colección. Soy consciente de que hay personas que no les convence su estilo, por ser muy cartoon o por sus influencias manga, pero aunque el arte sea muy subjetivo, hay que reconocer por lo menos que es un dibujante de grandísima calidad, y a mí personalmente me alucina.
Guión - 8.2
Dibujo - 9
Interés - 8
8.4
Muy divertido
Otra genial y divertida aventura que mantiene las dosis de acción y humor entre dos personajes cuya química rivaliza muy seriamente con la de sus homólogos adultos y padres.