Superlópez, junto a Mortadelo y Filemón, ha sido uno de los cómics que más marcó mi infancia y que he seguido disfrutando relectura a relectura con el paso de los años. Por este motivo en este día dedicado recordar nuestras historias favoritas de este superhéroe calamidad me gustaría recuperar una de sus historias más disparatadas y trepidantes: El Señor de los Chupetes. Bajo este título de reminiscencias tolkianas se esconde una divertida historia de ciencia ficción y fantasía con unas gotas de crítica social.
El Señor de los Chupetes es la segunda historia larga que Jan realizó en solitario tras la etapa en colaboración con Efepé. Apareció originalmente en formato seriado en la revista Mortadelo Especial entre 1980 y 1981 para luego ser recopilada en formato álbum.
En la anterior aventura del personaje, Los Alienígenas, Jan había abandonado la parodia de superhéroes para abordar otras temáticas como la ciencia ficción y en esta obra sigue la misma tónica añadiendo a la ecuación un toque de fantasía y en concreto parodiando la celebre El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien, cambiando el Anillo Único por un chupete casi igual de peligroso.
La historia comienza con una accidentada mañana en la que López se ve envuelto en una trifulca con una abuela que le acusa de robar el chupete a su nieto. La señora, de armas tomar, propina una buena a tunda nuestro héroe que consigue salvarse gracias a la intervención de un misterioso personaje y un chupete que otorga la invisibilidad a quien lo usa.
Este misterioso sujeto le cuenta que el chupete es una creación ancestral del gran Chupón, un ser vil que quiso dominar el mundo a base de crear adicciones que idiotizaran a la población como el tabaco, las tragaperras, la tele o el futbol. Su principal arma era el Gran Chupete Único y los seis chupetes negros que concedió a sus esbirros principales. Unos esbirros que se disponen a conquistar el mundo y deben ser detenidos.
Superlópez no presta atención a la historia del personaje pero una serie de accidentadas circunstancias llevarán a nuestro héroe a enfrentarse a los seis portadores de los chupetes negros y a recorrer medio mundo en una búsqueda desenfrenada por poseer todos los chupetes.
Esta no es la aventura de Superlópez que tenga uno de los guiones más elaborados pero tiene un ritmo brutal que no da ni un momento de respiro ni al atribulado protagonista ni al lector. Dada su publicación seriada original, la historia está dividida en capítulos y en cada uno de ellos nuestro héroe debe enfrentarse a uno de los portadores de un chupete negro, lo que obliga a Jan a narrar en unas pocas páginas la presentación del villano y su guarida, la ronda de mamporros entre Superlópez y un montón esbirros y estrafalarias criaturas, y el desenlace que le conducirá hasta el siguiente capítulo. Esto hace que todo trascurra muy deprisa, sin pausa y en una sensación de caos que trasmite a la perfección el desconcierto del protagonista que se ve arrastrado a una pelea tras otra sin comerlo ni beberlo.
Como es habitual el humor está presente en todo el relato con un buen puñado de gags en cada capítulo, en general de un humor bastante blanco pero con algunos con cierta mala uva. Lo único que le falta es un poco más de referencias a la mencionada obra de Tolkien de la que toma poco más que el título y el Chupete Único.
En el apartado gráfico tenemos a un Jan que sigue evolucionando su estilo, con su habitual look gomoso de líneas redondeadas y viñetas abarrotadas. Su narrativa nerviosa ayuda a intensificar la abundante acción de la historia y a acentuar los gags más visuales. Mención especial merece el cuidado coloreado realizado por el propio artista y que siempre fue una de las señas distintiva de esta serie respecto a sus compañeras de Bruguera.
El estreno de la película nos brinda una excelente oportunidad para repasar la magnífica trayectoria de este personaje y de las geniales historias que nos brindó Jan de este pilar del cómic humorístico patrio de las últimas 4 décadas.
Valoración
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 8
7.7
Divertidísimo
Divertidísima historia inspirada en Tolkien en la que Jan nos brinda una trama frenética repleta de acción
¡Qué grandísimas aventuras nos brindó JAN! Sin duda, su primera etapa es una de mis favoritas, soy fan total del personaje. ‘El señor de los chupetes’, ‘Los alienígenas, ‘La semana más larga’, ‘Los cabecicubos’, ‘La gran superproducción’ y ‘El castillo de arena’ (sí, en sus etapas tardías también tiene grandes historias, y esta tiene un carácter aventurero, un ritmo y unos personajes maravillosos) son mis favoritos.
Una de mis historias favoritas de Superlópez, anda que no me la leí veces cuando era un enano