Después de publicarse en ocho entregas a modo de episodios cortos en la mítica revista Mortadelo Especial y posteriormente recopilado en un álbum por la, no menos recordada, Colección Olé El Supergrupo supuso el segundo arco argumental de larga duración protagonizado por el personaje creado por Juan López Fernández «Jan» después del inicial, y ya divertidísimo, Las Aventuras de Superlópez. Al igual que en aquel El Supergrupo contaba con la labor al guión Francisco Pérez Navarro «Efepé», co creador a su vez de dichos personajes secundarios. El Supergrupo, ¡Un jefe para el supergrupo! El entrenamiento del Supergrupo, ¿Un traidor en el supergrupo…?, ¡El Supergrupo en acción!, Las vacaciones del supergrupo, Batalla por un chupatintas y Efímera victoria son las ocho historias breves que dan forma a la obra y a excepción de la quinta, escrita por Jan, todas tenían a Efepé como guionista. Su publicación data de 1979 y ya por aquel entonces se convirtió en una de las historietas más reconocidas del alter ego superheróico de Juan López, consolidando a los enmascarados que daban forma al grupo en algunos de los personajes más queridos por parte de los fans de la serie de Jan.
Cuando Carlos Conti Alcántara, primer guionista asignado a las historietas de Superlópez durante su etapa en la revista Tío Vivo firmándolos con el seudónimo «Pepe», abandonó dicha labor tomó su lugar Efepé y desde su primera colaboración con el personaje demostró sus conocimientos de la idiosincrasia superheróica adscrita al mundo del cómic. Su libreto para Las Aventuras de Superlópez estaba repleto de referencias a, lógicamente, Superman, Hulk, Lex Luthor o Poison Ivy por medio de sosias utilizados para parodiar a dichos personajes de Marvel y DC. Jan quedó bastante satisfecho con la labor de Efepé y siguió colaborando con él para el segundo álbum. El Supergrupo está formado, si obviamos la presencia de Superlópez, por cinco superhéroes utilizados, una vez más, para hacer sorna con iconos del arte secuencial. Capitán Hispania es una versión patria del Capitán América con algún apunte estilístico de el Guerreto del Antifaz, Bruto es una clara parodia de la Cosa de los 4 Fantásticos, Chica Increíble es una contrapatida de Jean Grey, Mago hace lo propio con Doctor Extraño y Latas parece una amalgama entre Iron Man y Ultrón. Estos son los componentes del Supergrupo y cuando Superlópez se une a ellos para fundarlo la hilaridad se apodera del relato desde su mismo inicio.
La historia arranca sin más preámbulos con el encontronazo entre Superlópez y el Capitán Hispania durante un fallido intento de robo a la Banca Plas y tras él, con la primera agresión al pobre protagonista, comienzan a sucederse las apariciones del resto de empijamados que finalmente darán forma al Supergrupo ante la mirada furtiva de un desconocido enemigo que los observa desde su guarida secreta. Los ocho episodios que conforman el álbum casi no apelan a aventuras a gran escala como las acontecidas en el anterior, Las Aventuras de Superlópez, sino que se centran en el día a día del Supergrupo en su cuartel general. Por supuesto la cotidianidad de los seis protagonistas consiste en vapulearse los unos a los otros por distintos motivos como no ponerse de acuerdo con respecto a quién es el líder del conjunto (la más divertida y reconocida característica del Supergrupo) no asistir a las sesiones de entrenamiento de un gimnasio diseñado por Superlópez, una clara referencia a la Sala de Peligro de los X-Men, o eludir sus responsabilidades como héroes saboteando la alarma que les avisa cuando algún peligro acecha la ciudad. Una vez entran en acción su primera aventura resulta en fracaso, consiguiendo posteriormente su primea victoria sin Superlópez y mandando al traste los planes de este último para atrapar al villano cuya misión es eliminarlos desde las sombras.
Este contexto argumental mínimo pudiera parecer un terreno poco agradecido para que Efepé y Jan desplieguen la potencial comicidad de unos personajes como el Supergrupo, pero el trabajo conjunto de los dos autores supone una mezcolanza entre la agilidad de los guiones de uno y la dinámica visual del otro formando una dupla infalible sabiendo aprovechar al máximo el material que tienen a su disposición. Desde la primera página, algo por otro lado habitual en las historietas de Superlópez, el encadenado de chistes se sucede en sesión continua con 99,9% de efectividad. Independientemente de si su naturaleza es más primaria (las palizas y golpes copan casi todo el protagonismo) verbal o se construye por medio de gags es de recibo mencionar que el humor de una obra como El Supergrupo no sólo mantiene la frescura de la época de su publicación, sino que en varias ocasiones se antoja más desopilante y divertido en la actualidad. Situaciones disparatadas desembocando siempre en enfrentamientos físicos entre los personajes y la manera de interactuar entre ellos a un nivel «amistoso» deparan momentos tronchantes como la venganza del grupo contra Superlopez en la sala de entrenamiento, las vacaciones tomadas por todos los miembros exceptuando al protagonista involucrado durante esos días en una batalla al más puro estilo kaiju eiga o la aparición estelar de Luisa son algunos de los hightlights del álbum.
Por suerte no sólo en explotar la comedia por medio de las situaciones y los desencuentros se centra Efepé con los guiones. El autor catalán perfila unas sencillas, pero harto efectivas, personalidades que sirven como señas de identidad de los personajes. Capitán Hispania es un presuntuoso, Bruto una mole con tendencia a sacar la mano a pasear con facilidad, la Chica Increíble una mezcla entre mujer independiente y cliché andante sobre la feminidad mal entendida, Mago un místico recalcitrante y Latas, el personaje más entrañable para el que suscribe, el «amo de casa» responsable de las tareas del hogar siempre quejándose de su estatus de esclavo del resto de la banda. Superlópez no sólo es el protagonista, también nuestro enlace principal con la historia y el resto de secundarios y aunque no se queda corto repartiendo estopa a diestro y siniestro lo podemos considerar el «punching ball» oficial del Supergrupo, un «pupas» al que nada sale bien llevándose siempre la peor parte cuando sus compañeros dan rienda suelta a sus continuas diferencias. En el proceso Jan despliega su talento con un diseño de personajes delicioso, enfatizando el humor del guión de Efepé por medio de sutiles gags visuales escondidos en las viñetas (siempre me ha divertido como explotan la comicidad del cuadro colgado en la espalda de Bruto como si esta fuera una pared o la propensión a desmontarse fácilmente de Latas) y ejecutando pasajes de acción y dinamismo hilarantes.
Siento un especial cariño por El Supergrupo. Sigue siendo no sólo uno de los mejores álbumes de Superlopez, sino también uno de mis cómics patrios favoritos y de los que más veces he releído. Inmediatamente después de él Jan y Efepé volvieron a unir fuerzas para crear una continuación ya que la trama quedaba completamente abierta y prometiendo ofrecer su mejor cara en la siguiente entrega, titulada ¡Todos Contra Uno y Uno Contra Todos! otro trabajo formado por ocho episodios (¡Conjuro peligroso!, El préstamo, ¡Batalla en el superbanco!, Misterio en las dunas, La última batalla, Espíritu de contradicción, ¡Uno contra todos Y todos contra uno! y ¡Hasta Siempre!) dando forma y cierre al dípitco, esta vez sí, con el Supergrupo en plena acción a lo largo y ancho de toda la historia. En un futuro no muy lejano intentaré reseñar también esa secuela, superior a la primera entrega en algunos aspectos, pero hoy con este homenaje a El Supergupo con motivo del ZNDay que estamos dedicando al personaje de Jan y a su reciente adaptación cinematográfica dirigida por Javier Ruíz Caldera y protagonizada por Dani Rovira tenemos suficiente para saciar durante un tiempo nuestro apetito superheróico puramente castizo.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 10
9
El Supergrupo es un clásico del cómic español y uno de los mejores álbumes de Superlópez. Efepé y Jan por aquel entonces formaban un equipo infalible y el sentido del humor o la acción alocada se apoderan de una historia inolvidable gracias al talento de ambos.
Ay los feels. Recuerdo de pequeño cuando mis dos principales lecturas eran Mortadelo y Filemón y Dragon Ball. En su momento me llegaron un par de Superlópez, uno del que no recuerdo nada pero que no debería de gustarme y este supergrupo que me encantó. Será momento de volver a casa de mis padres a rebuscar entre las cajas a ver si les doy una segunda lectura.
Rebusca, rebusca. A mí cuando era pequeño me chiflaba Superlópez, pero es ahora de mayor cuando me he dado cuenta de lo cojonudísimo que es, mucho más de lo que podía apreciar en su momento.
Para los que de muy muy canijos estábamos a caballo entre los tebeos de superhéroes y los de Bruguera, este número era el summum. Inolvidable la escena del superbanco, la pelea final con el super-robot… Me dio más pena que Superlópez se fuera del Supergrupo que la muerte de Chanquete.