Superman: La Guerra de los Mundos

 

Edición original: Superman: War of the Worlds (DC Comics).
Edición nacional/ España: Noviembre de 2013 (ECC Ediciones).
Guión: Roy Thomas.
Dibujo: Michael Lark.
Entintado:Michael Lark.
Color: Noelle Giddings.
Formato: Rústica. 72 págs.
Precio: 6,95€.

 

La línea Otros Mundos de DC no sólo permite ubicar a los personajes más conocidos de la editorial en escenarios alternativos para comprobar cómo hubiera sido la realidad al cambiar algún elemento de su origen sino que también permite realizar cruces impensables entre estos personajes y otros provenientes de otros mundos de ficción. Éste el caso de la presente historia en la que el veterano guionista Roy Thomas imagina como hubiera sido la invasión extraterrestre concebida por H.G Wells en La Guerra de los Mundos si hubiera tenido lugar en una Tierra que contara con un protector también de origen extraterrestre: Superman.

Es bien conocido por los lectores el origen alienígena de Superman, el último hijo de Krypton que llegó a la Tierra siendo un poco más que un bebé y que fue criado por una pareja de amables granjeros de Kansas. Este origen extraterrestre es una pieza fundamental en la idiosincrasia del personaje que ha sido tratado en multitud de ocasiones a lo largo de la dilatada vida editorial del personaje. Quizás una de las más originales propuestas planteadas sobre este tema es ésta en la que Roy Thomas confronta al alienígena bondadoso, Superman, decidido a defender a la humanidad, contra los alienígenas malignos, los marcianos de Wells, cuyo fin es destruir la vida humana y conquistar el planeta. Esta dualidad junto con el temor que despierta en la gente lo extraño es el núcleo de esta Guerra de los Mundos que nos ofrece Thomas con la colaboración inestimable de Michael Lark.

La acción se sitúa en 1938 cuando un joven Clark Kent llega a Metropolis para buscar trabajo como periodista. Su primer encargo en Daily Star es investigar, junto a Lois Lane, unos misteriosos cilindros que ha caído del espacio. la tragedia se desata cuando de dentro de los cilindros surgen unos gigantescos trípodes mecánicos que empiezan a incinerar a todas las personas que encuentran. Lois Lane consigue sobrevivir gracias a la intervención de Clark, que revela que es algo más que un simple humano ya que está dotado de una gran fuerza y es casi invulnerable. Gracias a sus extraordinarios poderes, Kent consigue hacer frente a los trípodes mientras Lois Lane y Lex Luthor, un científico investigador de alienígenas intentan ponerse a salvo, pero al final, ni las increíbles habilidades de Kent parecen suficientes para derrotar a los trípodes y los tres acaban prisioneros de los marcianos. La humanidad parece acabada, y el único que puede salvarla es Superman, aunque antes él mismo tendrá que sobrevivir al cautiverio de los marcianos.

Roy Thomas es un gran conocedor de la obra de H.G. Wells ya que en los años 70 fue uno de los principales impulsores de la serie de Killraven para Marvel, que estaba ambientada en un futuro en el que los marcianos habían vuelto a la Tierra y habían conseguido conquistarla. Este conocimiento de la obra no se limita a la novela original sino que se extiende a la célebre adaptación radiofónica que realizó Orson Welles en 1938, curiosamente el mismo año en que Superman hizo su primera aparición en los cómics. Esta coincidencia temporal sirve de escenario perfecto para aunar ambas historias y además permite al guionista mostrar un enorme respeto por ambas creaciones. Por un lado incluye en la historia pasajes emblemáticos de la novela original como el primer encuentro con los trípodes o el combate en el río entre los trípodes y el ejército que culmina con el ataque con el humo negro. Por otro el Superman de esta historia es muy fiel al Superman creado por Jerry Siegel y Joe Shuster, tanto en apariencia como en poderes ya que este Superman tiene una superfuerza limitada, no vuela (aunque salta muy alto, como él mismo reconoce en un momento de la historia) y carece de otros poderes como la visión calorífica o la supervelocidad.

Roy Thomas construye una historia solida, satisfactoriamente autoconclusiva y concentrada que en apenas 72 páginas es capaz de condensar los elementos fundamentales de la novela de Wells y además explorar, con acierto, algunas de las implicaciones que tiene el origen extraterrestre de Superman, como el rechazo que provoca en algunas personas aun habiendo demostrado que es un aliado que lucha del lado de la humanidad. La veteranía es un grado y Roy Thomas lo demuestra combinando en la trama una buena dosis de acción, una gran ambientación y diálogos bien construidos que ayudan a desarrollar al mismo tiempo la historia y los personajes consiguiendo un encaje sin fisuras entre el mundo de Superman y la novela de Wells.

La excelente labor de Thomas se ve complementada a la perfección por el dibujo de Michael Lark que es capaz de adaptar su trazo realista y elegante para conseguir una estética similar a la de los cómics de finales de los años 30, todo ello sin sacrificar ni un ápice de espectacularidad, como queda perfectamente reflejado en páginas como la de la primera aparición de Superman con su disfraz o los múltiples enfrentamientos con los trípodes marcianos. Incluso se permite rendir más de un homenaje a Joe Shuster como la recreación de la mítica portada del primer número de Action Comics que hace durante la última pelea de Superman contra los marcianos.

En definitiva, ésta es una obra que rinde un respetuoso homenaje a dos hitos de la cultura popular del siglo XX, por un lado a la edad dorada de Superman, el primer superhéroe, y por otro a La Guerra de los Mundos una novela y un autor que asentaron las bases de la ciencia ficción literaria.