Superman: Truth de Greg Pak, Peter Tomasi y Gene Luen Yang

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La identidad secreta de Superman ha sido revelada al mundo entero. ¿Qué es lo que pasa cuando Clark Kent deja de existir, y para Kal-El sólo existe como Superman para el resto de la humanidad? Esto es lo que se explora, desde distintos puntos de vista, Verdad (Truth), la primera parte de la gran epopeya iniciada por Gene Luen Yang, ganador del premio Eisner por su gran obra American Born Chinese, juntamente con Greg Pak y Peter Tomasi. ¿Es un crossover? Si pero no. Las 4 series de Superman están interconectadas, pero no es obligatorio leer el resto de series, todo depende de lo que uno desee saber de la historia. Eso sí, todas parten de la misma estructura: verdad, justicia, alienación y mentiras (truth, justice, alineation & lies). Superman ha pasado de ser más poderoso que nunca, gracias al resplandor solar (solar flare) de Geoff Johns en Superman, a tener unos niveles de poder similares – o incluso inferiores – al joven Superman con camiseta y tejanos del Action Comics de Grant Morrison. Algo ha alterado a Kal-El, que incluso la Fortaleza de la Soledad lo rechaza – quedándose sin el traje de Jim Lee ni su preciada capa -, aunque no será la única en hacerlo ahora que se conoce que era Clark Kent…

Action Comics #41-#44

 
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Edición original: DC Comics.
Guión: Greg Pak.
Dibujo: Aaron Kuder y Howard Porter (epílogo).
Entintado: Aaron Kuder y Howard Porter (epílogo).
Color: Tomeu Morey, Hi-Fi & Blond.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3.99$.

 

Bienvenidos a Kentville. Quizás mucha gente teme, odia, rechaza a Superman… pero sin duda, quienes no lo hacen son los vecinos de Clark Kent, quienes han compartido vivencias y experiencias, desde que ese muchacho de Smallville se mudó a un piso de Mrs.Nyxly, la princesa de la 5ª dimensión. El barrio mejoró sin duda al tener viviendo a Superman, y estos agradecidos vecinos muestran su gratitud. Desafortunadamente, la policía parece muy disgustada ante la presencia de Superman y las manifestaciones en su favor. Incluso la nueva incorporación, la bombera afroamericana Lee Lambert – porque el mundo de Superman no puede vivir sin un puñado de L.L. -, parece culparle en parte de todo lo que está sucediendo. Pero no hay ningún peligro por haber estado viviendo allí Superman. Clark mismo indica la estupidez de creer tal cosa, pues mucho peor fue la exposición provocada por Doomsday – como bien pudo comprobar el protagonista adolescente de Doomed -, pero la policía no puede permitir que, superhéroe o ciudadano de a pie, ponga en duda su indiscutible autoridad sobre la ley.

Y esto lleva a la historia a escenas que muchos aún tendrán en la retina de no hace muchos años, especialmente con manifestaciones como la del 15-M, con gente defendiendo pacíficamente sus derechos, y la policía ansiosa de tener una excusa, para repartir estopa indiscriminadamente y a placer. Ni siquiera tener un Superman en su defensa evita el conflicto, hasta que ocurre lo que realmente estaban buscando… Superman agrede al policía responsable del enfrentamiento. Esto podría haber dado por muchas repercusiones, pues pese al debilitamiento de Superman, su nivel de fuerza es superior al del Capitán América o Spiderman, quien tristemente mató por error con un puñetazo. ¿Por qué no pasa nada “mayor”? Porque no era un humano, sino uno de los muchos seres de sombra, que llevan asechando a nuestro protagonista. ¿Solución forzada al estar las historias interconectadas, o de otra forma, nunca se habría atrevido a llegar más lejos Greg Pak? En cualquier caso, Superman sabe que sólo ha sido un golpe de suerte, y hay incluso policías que pese a la corrupción del oficial Binghamton, defienden sus acciones y no entienden que la ciudad se ponga del lado de Superman.

Finalmente, se revela quien está detrás de todas estas sombras, aunque el nombre de villana no podría ser menos original, Wrath. No sólo porque es uno de los 7 pecados capitales, quien en el universo DC ya son enemigos del Captain Marvel – o en el caso del nUDC, de la pecadora Pandora -, sino que además es un anti-Batman, quien ya fue utilizado al final de la etapa de John Layman y Jason Fabok en Detective Comics. En cualquier caso bienvenidas sean las villanas, quien nos recuerda a Eclipso, pero sin muchas de las connotaciones negativas que tenía Jean Loring. La pelea final queda como un coitus interruptus, que resta parte del buen trabajo que han realizado Greg Pak y Aaron Kuder, quien demuestra que puede tanto con monstruos de pesadilla como en Horrorville, cómo con historias donde importa mucho más el factor humano. En general, los puntos positivos siguen siendo muy superiores a los negativos – sobretodo cuando el número es coloreado entero por Tomeu Morey -, y si sólo pudieras elegir una de las 4 series, seguiría siendo Action Comics nuestra apuesta sin duda. Porque más allá de la acción, todo lo que inspira su Superman, demuestra que captan cómo pocos en largos años, lo que de verdad significa ser Superman.

Batman/Superman #21-#24

 
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Edición original: DC Comics.
Guión: Greg Pak.
Dibujo: Ardian Syaf, Yildiray Cinar (epílogo 1) y Howard Porter (epílogo 2).
Entintado: Vicente Cifuentes, Yildiray Cinar (epílogo 1) y Howard Porter (epílogo 2).
Color: Ulises Arreola, Dean White, Beth Sotelo y Blond.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3.99$.

 

Tenemos a Greg Pak por partida doble, aunque aquí está acompañado por Ardian Syaf, y mientras en Action Comics podía centrarse únicamente en la figura de Superman, aquí le toca lidiar también con otro cambio importante de statu quo: Bruce Wayne ha dejado de ser Batman, y hay un nuevo Batman, desconocido para Clark Kent, con el que aprender a trabajar en equipo. Y esto es algo importante para Kal-El, pues su mejor amigo en la Liga de la Justicia ha sido Bruce Wayne. Aunque no será con el único de la actual Liga de la Justicia con quien tratará, pues Lex Luthor también entrará en acción. Y el mismo que descubrió que Bruce Wayne era Batman, quien para un multimillonario egocéntrico era lo más normal del mundo, se niega a creer que Superman pudiera ser simplemente Clark Kent. Y en su retorcida mente, que justamente ahora Kal-El haya perdido sus poderes “divinos”, convencen a su némesis que Clark Kent “va” de Superman, pero que NO es su Superman. ¿Cómo podría un dios pretender vivir como un muerto de hambre? Afortunadamente para Clark, Luthor ahora está en el lado de los buenos, así que Superman lo aprovecha de momento para usar a Lex en su favor.

Pero la serie se llama Batman/Superman, y Pak aprovecha para recuperar uno de sus primeros personajes en su etapa de Action Comics, Ukur el señor de Subterranea, para crear el conflicto entre ambos, donde Batman es demasiado Batman, y Superman no puede dejar de ser Superman. También aprovecha Pak para poner todos los secundarios de los que no da uso en Action Comics. Por ello, también vemos a Lois Lane y Perry White, cómo reacciona cada uno tras descubrir la verdad sobre Clark Kent. Tampoco deja escapar la oportunidad para que Superman pueda hablar con Alfred Pennyworth, pues cuando Kal-El tiene un problema el cual no puede resolver, nadie mejor que su gran amigo Bruce. ¿Pero está realmente muerto, como da a entender el ahora mayordomo, antes actor? La respuesta completa la encontraremos en la serie de Batman, aunque en el primer epílogo – a cargo de Yildiray Cinar – nos encontraremos cierta recreación, adaptándolo a los nuevos tiempos, de una escena clásica del inicio de esta serie conjunta, cuando Jae Lee nos deleitaba con su estilo único.

Además, Pak no se repite con el enfrentamiento de Superman contra Ukur, sino que aprovecha la manga ancha para sacar a casi cualquier personaje, para darnos un curioso enfrentamiento que pocas veces solemos ver. Finalmente la Orden del Amanecer (Dawn Command) hace su jugada, dejando al menos una resolución más orgánica que en Action Comics. Por el contrario, el nivel en el dibujo no brilla tanto, donde sin ser un dibujo flojo de Ardian Syaf, las tintas de Vicente Cifuentes no salvan unos inconsistentes colores, punto flaco aún de la compañía, pese a la mejora a raíz de reconocer su trabajo en las portadas. Y al igual que en Action Comics, tenemos un epílogo a cargo de Howard Porter, donde se revela otro villano en la sombra, como parte de esta misteriosa y temible Orden del Amanecer.

Superman-Wonder Woman #18-#21

 
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Edición original: DC Comics.
Guión: Peter J. Tomasi.
Dibujo: Doug Mahnke y Howard Porter (epílogo).
Entintado: Jaime Mendoza, Ray McCarthy, Jonathan Glapion, Marc Deering, Sean Parsons, Mark Irwin, Scott Hanna y Howard Porter (epílogo).
Color: Wil Quintana, Ulises Arreola, Tomeu Morey.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3.99$.

 

¿De qué depende el amor? Si leísteis la previa gratuita, visteis que la relación no pasaba por su mejor momento… pero tal escena ocurre como un epílogo de este primer arco, así que para ver las repercusiones de este “Ya no te amo más”, habrá que esperar al siguiente arco. ¿Pero que ha llevado a un Superman sangrante a rechazar el amor de Diana? No es simplemente su disminución de sus poderes, pues si acaso, eso sólo intensifica el amor de Wonder Woman por él. Pero quizás tanto amor puede llegar a ahogar, especialmente si uno usa el lazo de la verdad. No, es sólo una metáfora, aunque a su creador, William Moulton Marston, bien le gustaría que hubiera más bondage en la serie, este arco trata sobre todo tipo de lazos. Familiares, afectivos… y es que todo civil que tuvo relación directa con Clark Kent, ha estado desapareciendo sin dejar rastro. Incluso la casa y la granja de Smallville han desaparecido, y es que la paranoia con Superman va mucho más allá de Metropolis, toda la nación de Estados Unidos está preocupada por que Superman pueda tener vida propia y un trabajo normal. En los tiempos que corren, ser famoso suele equivaler a no tener lo primero ni mucho menos lo segundo.

En esta serie ya no tenemos a Greg Pak, sino que es Peter Tomasi quien se ha encargado de mantener la llama con vida de la serie, una vez Charles Soule dejó DC Comics para escribir tanto o más que en antaño, pero ahora sólo para la Casa de las Ideas – y las editoriales independientes -. Este además, cuenta con un colaborador de lujo, el dibujante Doug Mahnke, con quien ya había colaborado esporádicamente en la mini Black Adam: The Dark Age hasta un más reciente Batman and Robin Annual #2. El veterano dibujante tras el titánico esfuerzo del Green Lantern #20 de Geoff Johns, estuvo dando tumbos por la compañía, donde inicialmente iba a ser el relevo oficial de David Finch en la Justice League of America, pero terminó en la Justice League para suplir a Iván Reis durante Forever Evil, mientras el dibujante brasileño cumplía con Grant Morrison en su genial Multiversity. Afortunadamente, volvemos a tener al mejor Mahnke, y los múltiples entintadores que siempre lo acompañan. Si esto no le resta, tampoco lo hacen los colores de Wil Quintana, y habrá quien prefiera el apartado gráfico de esta serie frente al de Aaron Kuder en Action Comics.

Y si el gobierno tiene un problema chungo que solucionar, sólo puede recurrir a una opción: el Escuadrón Suicida. O mejor dicho, la nueva versión, la cual sobrevivió al fiasco gubernamental de Forever Evil, no así su propia Liga de la Justicia, varios de los cuales acabaron en las páginas de la Justice League United. Pero tener a Deadshot y Harley Quinn peleándose con Superman y Wonder Woman, uno no puede evitar ver cierto metalenguaje con el enfrentamiento que vivirán ambos, en los cines, con sus respectivas películas en 2016. El enemigo en la sombra lo es tal, no por ocultarse en sus actos – si en sus motivos -, sino porque salvo que seas muy versado en la historia de Wonder Woman y su propio universo, uno no relacionará el villano con su nombre real… si es que logran relacionar el villano. Pero cómo decíamos, el arco trata sobre los lazos y sobre la verdad. Aunque a veces no duelen las verdades o las mentiras, sino la falta de confianza. Y con la traición a la misma por parte de Lois Lane, las motivaciones de Diana no acabarán de convencer al corazón dolido de Clark, aunque ella lo considere la mejor situación para acabar con el conflicto. Quizás tengan el enemigo a priori menos interesante para la segunda parte, pero sin duda puede tener el conflicto interno más interesante.

Superman #41-#44

 
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Edición original: DC Comics.
Guión: Gene Luen Yang.
Dibujo: John Romita Jr.
Entintado: Klaus Janson y Scott Hanna.
Color: Dean White. Wil Quintana, Tomeu Morey, Leonardo Olea y Blond.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3.99$.

 

Sabemos que Lois Lane destapó la noticia del siglo: Clark Kent es Superman. ¿Pero porque? ¿Qué llevó a la mejor amiga de Clark a destapar su gran secreto? Esto es lo que explora el primer arco de Gene Luen Yang, con los dibujos de John Romita Jr y las tintas de Klaus Janson, situándose como una precuela de los otros 3 arcos reseñados. ¿Debería entonces leerse antes que los demás? Posiblemente sea lo más adecuado, aunque por fechas de publicación, fuera la última parte de esta historia. Si no fuera por el cambio de guionista, parecería una continuación tal cual a lo que estuvo escribiendo Geoff Johns. Superman sigue usando su resplandor solar, aunque ya controlado no sólo a nivel de potencia, sino a nivel de efectos secundarios. Porque, para los quien no los conozcan, provocaban que durante las siguientes 24 horas, Kal-El sólo fuera Clark Kent, sin todos sus poderes kryptonianos. Pero no sólo ahora ya no recarga como debería, lo cual ya es un problema de los gordos, sino que alguien más aparte de Jimmy Olsen conoce el secreto de Clark Kent.

Y usa tal información para chantajear a Superman, cosa que sin duda al kryptoniano no le gusta ni un pelo – el corte es al finalizar el arco -. Afortunadamente para él, llega cierta condesa para llevarle a él, junto a Jimmy Olsen y Lois Lane, a la guarida del enemigo, conocido sólo de momento como Hordr_root. Esta última, ya había empezado a atar cabos a raíz de la pérdida temporal de poderes de Superman, pero finalmente puede comprobar en vivo que realmente es cierto, que Clark Kent es sólo una charada de Superman. Algo injusto viendo su larga amistad, pero es una reacción bastante frecuente con todos los allegados de Clark Kent. Obviamente, aunque no le hubiera revelado por él mismo a Jimmy, damos por supuesto que no le hubiera dado la espalda como otros. ¿Es incoherente que Lois Lane destapase públicamente la identidad secreta de Superman? Hay que partir de la base que, para empezar, no es la misma Lois Lane con la que muchos han crecido. Esto no es nada malo per sé, pues tampoco se parecía a la misma pre-Crisis. Pero los factores no son sólo por parte de Lois, también con Clark. Durante décadas, Lois jamás sintió nada por Clark, sino que estaba enamorada de Superman. Ahora, simplemente, ya no era una mujer que perdía las bragas por el superhéroe de turno, era una relación más madura, desde el respeto. Así pues, Lois no tenía lazos sentimentales ni con Superman ni con Clark Kent.

Pero Clark Kent tampoco tenía lazos familiares. Al igual que en pre-Crisis, sus padres adoptivos, Jonathan y Martha Kent ya están fallecidos cuando Clark es Superman. Algo que cambió tras la CoIE, hasta que Geoff Johns hizo que Jonathan muriese de forma indirecta por causa de Brainiac – que sigue siendo mucho mejor que el tornado de El Hombre de Acero… -, pocos años antes de la llegada del nUDC. Claro que quedan todos los trabajadores del Daily Planet, vecinos tanto de Smallville como de Metropolis, etc… pero a nivel primigenio, no había motivación para ocultar tal secreto, ni por motivos afectivos ni familiares. Pese a esto, con un villano chantajeando a Superman, la decisión de Lois reside en precisamente en liberar a Clark, salvarle – y por consiguiente al mundo -, y no por simplemente ganarse el Pulitzer. Muestra de ello, es que podemos ver en otros arcos como el resentimiento inicial, irá disminuyendo, aunque la señorita Lane tampoco parece demostrar mucho remordimiento por ello, en ninguna de las distintas apariciones. Claro que la resolución de Superman, a ver a los suyos amenazados con su secreto revelado, hará tambalear los cimientos de lo que representa el personaje. Y es que como todo buen autor que se precie – o no -, Gene Luen Yang “destruye” al héroe para mostrar lo que de verdad lo define, para volverlo a reconstruir. Si era esto lo que necesitaba Superman, y si lo reconstruirá de forma adecuada, queda mucho por ver. Sobre el apartado gráfico, es John Romita Jr con las tintas de Klaus Janson, con múltiples coloristas. Poco más se puede añadir, o te encanta o lo aborreces. Pero ojalá las discusiones con el personaje, se limitaran únicamente al apartado gráfico. Habrá que ver hasta dónde llegará el escritor, y si saldrá victorioso, pero de momento le vemos más concepto que contenido. Similar a la situación que vivimos cuando hubo el gran relevo en la franquicia Green Lantern, esperemos que Superman remonte definitivamente el vuelo, ya que la exigencia del título “padre” siempre será mayor.

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mac
mac
Lector
7 octubre, 2015 9:12

Estoy de acuerdo en que todo esto se está quedando en el concepto y carece de contenido. Supongo que es el mal del comic moderno, pero no por ello dejaré de mencionarlo… en 4 números de AC y SM (las otras dos no las he leído) no ha pasado nada que amerite el cambio de status quo. El enemigo no tiene nada que ver con la verdad revelada y todas las expresiones de rechazo de la gente son forzadas (la gente se queja de que Superman les minitó haciéndose pasar por un humano… ¡Niños! ¡Maduren!).

Me cuesta creer que todo no vuelva a lo de siempre tarde o temprano, honestamente; porque no veo que haya un plan en los autores (en los editores de DC ya sabemos que no existe más plan que el vender algo por 6 meses y luego ver sobre la marcha qué hacer a continuación, pero algunos autores suelen tener un plan) y cada vez dejan menos margen de maniobra a futuros escritores que tomen la posta en 1, 2 ó 10 años… Con este status quo, Superman no puede existir, es tan sencillo como eso.

Pero habrá que esperar. Por alguna razón Pak y Yang están bien conceptuados, así que siempre puede ocurrir una sorpresa…

flashpoint
flashpoint
Lector
8 octubre, 2015 2:38

Me molesta ver este tipo de historias cuando tienes un personaje con un potencial como Superman. Primero porque desde hace años que DC no sabe que hacer con el. Es más podría apostar que los guionistas tienen ideas excelentes las que son cuarteadas por los editores de turno para hacer este tipo de sagas.
Segundo como odio el traje que ideo Morrison parece un fan queriendo ser su ídolo. Tratan a Supernan como sí fuera Superboy y lo veo de esa manera.
Como extraño a un guionista como Joe Kelly que al menos sus historias autoconclusivas mostraron el potencial y lo que realmente significaba El Hombre de Acero dentro del universo DC.