Superman es una leyenda americana. Quizás (junto con Batman y un puñado de personajes más) la única leyenda americana del siglo XX. Al fin y al cabo, estamos hablando del mito de Moisés y de Cristo adaptado al contexto post-industrial del siglo XX. Es un mesías venido del cielo para salvar a la humanidad guiado por la voz de su padre celestial. Según Umberto Eco, el binomio Clark Kent/Superman es una metáfora que explica perfectamente como el hombre común puede convertirse en un héroe, incluso estando sumergido en un universo hostil poblado por máquinas que apenas entiende.
Tom King es el escritor contemporáneo que mejor conecta con esa tubería que bebe del inconsciente y por la que circula el potencial mítico. Un puñado de obras que ya se han convertido en clásicos modernos así lo atestiguan: La visión, Sheriff de Babilonia, Mr.Milagro, Batman…El año pasado, DC Comics propuso a dos de sus mejores guionistas (Tom King y Brian Michael Bendis) intercambiar las dos colecciones a su cargo (Batman y Superman, respectivamente) para lanzar una línea de historias de venta exclusiva en supermercados Wall-Mart.
Bendis contó con la ayuda de Nick Derington para esta empresa singular, mientras que King colaboraría con el legendario dibujante de la también legendaria familia de dibujantes Andy Kubert. ¿Pero qué nos cuenta Superman:Up in the sky? ¿Estará a la altura del resto de la producción de King?
Como es impepinable en la obra de King, nos encontramos frente a una historia que habla sobre una problemática mental. En este caso, la obsesión. Por supuesto, al ser esta una historia de Superman con un enfoque de venta directa en supermercados el enfoque es más ligero que en otras obras de King. Superman debe lanzarse al rescate de una chica secuestrada por alienígenas. ¿Cómo de lejos llegará para cumplir con su misión? ¿Qué sacrificios tendrá que pagar antes de darse cuenta de que su cometido no es salvar a las personas una por una, individualmente, si no ser un símbolo para todos? En una odisea a través del universo Superman se encontrará con púgiles alienígenas, con el Sgt.Rock y con el mismísimo Darkseid. De paso, se decidirá de una vez por todas quien en el hombre más rápido del mundo.
No nos engañemos. No nos encontramos ante una nueva obra redefinitoria del medio (como Mr.Milagro) o de Superman (como podría ser ¿Qué le sucedió al hombre del mañana? o All Star Superman). Nos encontramos ante un comic muy divertido, muy emotivo, muy bien escrito y que comprende muy bien la figura de Superman (como si eso fuera poco).
Hay momentos puntuales que brillan a gran altura. En el segundo número, por ejemplo, nos encontramos con un combate de boxeo entre Superman y un rival alienígena. Todos los recursos de guion, narrativa y dibujo que podamos imaginar se utilizan aquí de manera magistral y con un único objetivo: mostrar el sufrimiento de Superman en medio de un combate cuerpo a cuerpo que no está seguro de poder ganar.
En ese combate de boxeo, un Tom King más comedido que de costumbre en cuanto a experimentación se refiere encuentra nuevas manera de aplicar su particular narrativa “fractal” (basada en la fragmentación extrema del tiempo y en el suministro de información). En cierto sentido, capítulos como este (y otros como Las miles de muertes de Lois Lane, otra maravilla) remiten a la estructura de All Star Superman.
Andy Kubert brilla a un gran nivel. Su composición de página y su expresividad son espectaculares, en el sentido clásico y “correcto” del término. El color potencia sobremanera estas cualidades indispensables para la venta masiva de un comic que al fin y al cabo tiene como fin arrasar en supermercados; es decir: llamar la atención.
Las portadas, por cierto, están pensadas para esto, siendo las más atractivas que se han visto en mucho tiempo. Destaca sobre todo la del segundo número, una maravilla que remite tanto a Neal Adams como a Frank Miller, con un Superman sufriente en pleno combate de boxeo.
En definitiva, una oportunidad única de disfrutar de un escritor único a los mandos de un personaje más que legendario. Un personaje que, como poseedor de unas capacidades que están mucho más allá de nuestros límites humanos (reminiscencias de la otra gran obra de Alan Moore sobre El Hombre de Acero: Para el hombre que lo tiene todo), también sufre de unos conflictos que apenas podemos comprender. Un apunte interesante. En esta breve reseña he mencionado comics sensacionales y memorables como ¿Qué le sucedió al hombre del mañana? o All Star Superman o Para el hombre que lo tiene todo. Será por algo.
Gran reseña como siempre, pablo. Sigo aqui a la espera de la segunda parte de «como un halcon» otro grandisimo articulo por parte tuya.
De hecho, esa segunda parte ya se publicó hace unas semanas, pero ha desaparecido de la web.
No juegues con nuestros sentimientos, Pablo!!!!
Los duendecillos verdes de la creatividad nos jugaron una mala pasada. Pero no os preocupéis, seguimos trabajando en ello. ¡Muchas gracias por el interés!
Lamento el off-topic pero necesitaba donde preguntar esta duda.
Estoy leyendo la serie regular de Star Wars y el Numero 38 narra como Luke y Leia enfrentan al imperio justo después de que destruyera Jedha (En Rogue One). Ahora me doy cuenta que »Rogue One» esta ubicada antes de »A new Hope», por lo que Luke y Leia no se conocen. Hay alguna explicación para esto o es un error garrafal?
Otra cosa, para que el Imperio quiere probar la estrella de la muerte en Jedha, si es el planeta donde extraen los minerales Kyber? Un poco ridículo…
En su día lo lei y tampoco le vi sentido… No hay explicación buena. Star Wars es una franquicia que cada vez es más grande y como tal, tiene cada vez más errores de continuidad…
El número 38 se sitúa tras Rogue One y tras el Episodio IV. No hay error alguna.
Respecto a Jedha, no es el único planeta del que extraen cristales Kyber. De hecho, no es tampoco su principal mina.
Razón llevas Nacho. La fuerza contigo está. Mi error yo acepto y ante ti me inclino.
Esta es ubna buena reseña y una buena serie. Me gustó como King interpreto a Superman y que decir del arte de Kubert. Por cierto que en lo del torneo de boxeo me remite al legendario Superman vs Muhammed Ali, una idea extravagante para su tiempo pero que por algo ilustó Neal Adams.
Muy buena reseña, se agradece.
Aunque no soy un fan de King tengo que admitir que en este trabajo se esmeró porque es de alta calidad, gran equipo logro arar con kubert que también se pasó con los dibujos.