Edición U.S.A.: Superpatriot: America’s Fighting Force núms 1 a 4 (julio/ octubre de 2002); Image Comics.
Edición España: Aleta Ediciones (octubre de 2005).
Guión: Robert Kirkman.
Dibujos: Cory Walker.
Color: Val Staples, Matt Tyree, Jason Kieth, y Hi-Fi.
Formato: tomo recopilatorio de 108 págs.
Precio: 9’50 €.
Si lo que Robert Kirkman cuenta es verídico (y no voy a ser yo quien lo ponga en duda), no cuesta trabajo imaginar la cara de un Erik Larsen atónito al comprobar que un joven y barbudo seguidor, al que conocía de varios encuentros en convenciones de cómics, comenzó a abusar de su confianza llamándolo por teléfono a todas horas.
Pero lo cierto es que sus planteamientos, ideas, comentarios y sugerencias acerca de diversos proyectos debieron causarle una grata impresión al mandamás de Image Comics, pues no hay que olvidar que fue Larsen quien le dio a este estupendo guionista la oportunidad de demostrar su valía al frente de cómics tan recomendables como Invencible o Superpatriot: Fuerza de Combate, en el que hoy centramos nuestra atención.
La primera entrega de esta miniserie de 4 números, vio la luz en los EE.UU. en el mes de julio de 2002. Sus autores: dos desconocidos en la industria americana que desde ese preciso instante comenzaron a suscitar la admiración de críticos y lectores: Robert Kirkman y Cory Walker.
Robert Kirkman (Kentucky, 1980) realizó su primera incursión en el mundo del cómic profesional en el año 2000, autoeditando la polémica serie Battle Pope bajo el sello Studio Funk-O-Tron. A partir de ese momento, este brillante guionista de apenas 25 años comenzó a llamar la atención de las grandes editoriales.
En 2002, y tras realizar la serie limitada de Superpatriot: America’s Fighting Force, escribió, de nuevo bajo el auspicio de Image Comics, la miniserie Tech Jacket, a la que un año más tarde le seguirían las geniales Invencible y Los Muertos Vivientes.
Asentado en la industria, y aumentando de forma constante y exponencial su legión de seguidores, Kirkman afronta los próximos años con una agenda repleta de proyectos, entre lo que destacan la realización del guión de la adaptación al cine de Invencible para Paramount Pictures, así como los diversos encargos que ha recibido de Marvel Comics (Capitán América, Marvel Knights: 2099, Fantastic Four: Foes, Marvel Team-Up, y más recientemente, Ultimate X-Men…).
Sin lugar a dudas, ha dejado de ser una promesa para convertirse en uno de los grandes guionistas del cómic mainstream americano.
Cory Walker ha logrado, en apenas un par de años, convertirse en uno de los dibujantes de cómics más cotizados en los EE.UU.
En su fulgurante carrera destacan títulos como SuperPatriot: America’s Fighting Force, Invencible, Spiderman Unlimited nº 4 o Marvel Team-Up nº 14.
Precisamente por su trabajo en Invencible fue nominado al Premio Russ Manning del año 2003, al autor de cómics debutante más prometedor. Entre sus próximos proyectos destaca la serie Fear Agent para Image.
SINOPSIS: “Johnny Amstrong, más conocido como Superpatriot, se ve envuelto una vez más en líos: además de afrontar diariamente una agitada vida laboral (al fin y al cabo, los superhéroes no descansan), tiene que lidiar con fantasmas del pasado, resucitados por el Barón Blitzkrieg; con sus alocados, impulsivos y superheróicos hijos, Justice y Liberty; y con una atractiva joven llamada Claire, que parece interesarse por algo más que por la fama que rodea un mito.
Ante tal avalancha de acontecimientos, Armstrong deberá reaccionar con rapidez y decisión, pues su vida familiar y sentimental, su integridad física, y su país están en juego”.
Creado en 1992, y protagonizando su priemera aparición en Savage Dragon Volumen 1 #1, Superpatriot es uno de los personajes más veteranos de la editorial Image. Su biografía resulta, cuanto menos, familiar: Armstrong, soldado norteamericano durante la 2ª Guerra Mundial, es capturado por los nazis y utilizado como conejillo de indias en un experimento con fines maquiavélicos. Como consecuencia de ello, nuestro protagonista adquiere poderes sobrehumanos, convirtiéndose en un icono nacional. Años más tarde, es transformado por sus enemigos en una auténtica máquina de matar. Tras ser rescatado, pone todo su empeño en continuar con su carrera como defensor del bien.
A medio camino entre el cómic de género y la parodia bienintencionada, Superpatriot: Fuerza de Combate representa una saludable y gratificante aproximación al mundo de los superhéroes desde un punto de vista cuanto menos original.
Pese a ser evidente que se trata de un trabajo primerizo, Kirkman deja entrever en esta obra sus mayores virtudes, recursos narrativos habituales y elementos temáticos predilectos, constantes en su bibliografía. Retratando la faceta más humana de los personajes, al mostrarlos en situaciones y ambientes cotidianos, el guionista de Kentucky logra humanizar a los protagonistas, construyendo de forma más que coherente su propia visión de todo lo que implica la vida de un superhéroe: complicadas y curiosas relaciones paterno-filiales, asuntos amorosos que ponen en tela de juicio el supuesto carácter firme y decidido de quien por muchos es considerado un mito, y violentas e hiperbólicas refriegas con los malhechores de turno. Todo ello regado con una fina ironía, un tono satírico, y multitud de homenajes a distintos personajes: El Capitán América, Los Vengadores, Craneo Rojo, etc…
Un trabajo más que digno en el currículum de quien está llamado a escribir importantes páginas en la historia del cómic americano.
En cuanto al apartado gráfico, Cory Walker no hace sino mejorar el producto final: con su curioso estilo, marcado por la simpleza y claridad de un sorprendente y espectacular trazo lineal, consigue captar la atención del lector desde la primera hasta la última página, mostrándose tan eficaz al plasmar impresionantes escenas de acción, como al mostrarnos el lado más cotidiano de la vida de un héroe.
En definitiva, y pese a no alcanzar el nivel de calidad de su posterior proyecto en común (Invencible), Kirkman y Walker dan una buena muestra de lo que dos grandes profesionales cargados de ilusión, ganas de triunfar e ideas frescas, pueden aportar a una industria necesitada del talento que estos jóvenes derrochan en cada proyecto que firman.
Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)