Gasolina y balas al estilo USA
«Tankers para siempre»
Evidentemente no podíamos dejar de reseñar Tankers. La llegada de Bad Idea a España fue todo un notición. Lo han dicho por activa y por pasiva, sus cómics gozan de una exclusividad que hace difícil poder conseguirlos, pero Moztros se ha hecho con la licencia para estos recopilatorios y, la verdad, ya había ganas de ver qué ofrecen, especialmente si tenemos en cuenta sus antecedentes. Bad idea no solo viene de los editores y dueños que llevaron a Valiant a lo más alto, justo antes de venderla a DMG, sino que siguieron en contacto con los autores que realizaron tal labor y ahora les han dado manga ancha para que creen historias propias, cortas, en un formato autocontenido y que a España llegan recopiladas en tomos autoconclusivos.
Bad Idea ofrece diversidad y autores que ya han demostrado su valía ahora hay que ver en qué se materializa todo ello, y el lugar por el que Moztros ha decidido comenzar es Tankers, un cómic cortito y directo que no pasará a la historia, quizás por su sencillez, pero que consigue ser una buena píldora de las locuras y demostración de las libertades que nos pueden llegar en un futuro.
Y precisamente hablando de Valiant tenemos dos autores que nos dieron más de una alegría. Escribiendo está Robert Venditti, hacedor de una increíble etapa en X-O Manowar, que no llegó a ser publicada entera en nuestro país, y otra en Eternal Warrior, entre otras cosas, que posteriormente se mudó a DC donde escribió muchas series, con una larga estancia en Green Lantern. Mientras que en el dibujo está el español Juan José Ryp, bien conocido por estos lares y que también se paseo por X-O Manowar o Britannia, con una calidad siempre envidiable. Hasta el colorista, Andrew Dalhouse, es un viejo conocido de la editorial, con lo que se puede decir que en Tankers todo queda en casa y con gente que ya nos había encandilado previamente.
Y con todo ello la serie funciona sin problemas, solo que en ocasiones es algo sencilla, nada rebuscada que te haga pensar, hay una crítica palpable y quizás mucha reiteración sobre ellas. Es posible que menos páginas, que si se hubiera quedado en un especial de cuarenta y ocho páginas o en una mini de dos números, el argumento hubiera funcionado mejor, pero también es cierto que tendríamos menos páginas de gozo y disfrute con Juan José Ryp.
Tankers nos cuenta la historia de un millonario texano de la industria petrolífera que tiene la feliz idea de invertir en el viaje en el tiempo para ir al pasado a desviar el meteorito que mató a los dinosaurios, de tal forma que la extinción se retrasase unos miles de años y así tener una mayor reserva de petróleo. Para ello enviará a una misión rápida a un grupo de científicos protegidos por los Tankers, un equipo de tipos duros, montados en una especie de exo-esqueletos armados hasta los dientes y con ganas de aniquilar todo lo que se ponga en medio. Evidentemente todo sale mal.
Quien espere una historia de viajes en el tiempo reflexiva, de tintes realista y con intriga ya se puede ir olvidando. Tankers no tiene sentido alguno ni se molesta en tenerlo. Es una exaltación de la violencia a cambio de dinero, del “todo vale”, de la testosterona y los estereotipos empresariales, científicos y militares de gente sin escrúpulos.
Los diálogos son los justos y necesarios para explicar lo mínimo para entender la situación y el pensamiento básico y casi bárbaro de cada uno de los personajes, la mayoría de páginas están destinadas a disfrutar del dibujo de Ryp mostrando a humanos y dinosaurios matándose entre sí. De los viajes en el tiempo mejor ni hablar, porque en ningún momento hay explicación y los resultados son totalmente inverosímiles.
Entonces ¿Qué es lo bueno de Tankers, además del dibujo? Pues se pueden resaltar dos cosas. En primer lugar la crítica que tiene. Toda esta exaltación de la violencia, la gasolina y las balas, unido al patriotismo americano es en realidad una exageración crítica a las políticas, gubernamentales y empresariales, típicas de los Estados Unidos y a los abusos de los que son capaces, un poco en la línea de la película de Paul Verhoeven, Starship Troopers, aunque con menos desarrollo. Y en segundo lugar la diversión. Tankers es un cómic macarra con el que pasas un buen rato y eso es lo importante.
Lo mejor
• El apartado gráfico.
• La crítica que subyace.
Lo peor
• En ocasiones la gamberrada se hace algo repetitiva, menos páginas le hubieran sentado bien.
Guión - 6.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8
7.7
El comienzo de Bad Idea en España llega lleno de sangre de dinosaurio
Me ha entretenido y el dibujo le sube la nota, pero esperaba un poco más, tal vez, por todas las excentricidades con las que se han promocionado en USA; aquí parecen una editorial más. A ver qué tal El ojo de Odín, que también tiene pintaza.
Un saludo y gracias por la reseña.