Cómic en estado puro
«Prefiero el término ‘Asperger’ no se usa contra mi voluntad o al menos como un insulto.»
Astiberri acaba de publicar
La novela gráfica nos cuenta la historia de Ted, un joven diagnosticado de Asperger, que trabaja en la biblioteca de una gran ciudad, en donde conoce la ubicación de cada uno de las referencias. Su vida diaria está marcada por las dificultades que tiene para relacionarse con los demás y además de una serie de TOCs de lo más singular. Cumple con una serie de rutinas como sentarse siempre en el mismo lugar en los transportes públicos, comer siempre lo mismo, etc. que le dan estabilidad y orden a su vida diaria. Pero ese orden salta por los aires cuando se produce un cambio en la línea del metro que debe tomar para ir a trabajar provocándole que su planificada vida se ve alterada y desequilibrándolo por completo algo que exacerba su trastorno. Es el comienzo de una serie de desventuras contadas con grandes dosis de ternura en las que la diversión y la locura se entremezclan con el drama y la tragedia.
La novela gráfica se encuentra dividida en varios capítulos, los primeros comienzan con una secuencia maravillosamente construida que nos permite ver las rutinas que Ted sigue a diario. Es la primera nuestra, junto a la portada, de que no estamos ante una obra estándar, sino que vemos que su autora ha decido ofrecernos algo diferente en lo narrativo y en lo plástico con un ritmo endiablado que no te deja ni un momento de respiro. Desde ese momento, la obra se convierte en un catálogo de recursos gráficos extraordinarios con un estilo nada convencional marcado por un trazo nervioso y sencillo, donde las proporciones de los personajes y escenarios mutan, al igual que las viñetas, las páginas se llenas de colores vivos etc. Un trabajo deslumbrante que los acostumbrados a los estilos de dibujo más realistas podrían calificar de feo, pero que nos regala algunas secuencias memorables llenas de experimentación y riesgo. Sin embargo, en contra de los que pueda parecer este despliegue de recursos no es algo meramente estético que obedece a la pretensión de Gleason de enseñarlos todas sus capacidades, sino que trata de reflejar la locura en la que se transforma la vida del protagonista.
Aunque el apartado gráfico resulta deslumbrante, no nos puede hacer olvidar que estamos ante una obra que trata de reflejar cómo es la vida de las personas con TED. Para ello Gleason emplea sobre todo el humor, muy negro en ocasiones, construyendo una historia muy divertida, pero que, a lo largo de obra nos golpea con la realidad para que no olvidemos que Ted afronta serias dificultades a diario en un mundo que no hace nada para ponérselo fácil. Algo que vemos especialmente en la parte final de la novela gráfica cuando Ted debe enfrentarse a la incomprensión de sus familiares y del personal sanitario que trata su caso.
Émilie Gleason es una historietista nacida en México en 1992 de orígenes belgas. Tras cursar estudios de Artes Decorativas en Estrasburgo trabajó como responsable de prensa en la editorial francesa Ça&Là. Ted, un bicho raro, su primer cómic, fue todo un éxito de crítica que la ha situado como una de las autoras más prometedoras del mercado francófono, además de marcar el comienzo de una enorme actividad editorial ya que en los últimos años ha publicado varios trabajos de diversos géneros como autora completa como Slapinbag, Comment survivre, Jean-Shrek a peur des maisons o L’origine du Monstre. Pero no solo ha trabajado como autora completa ya que en el año 2020T apareció J’perds pas la boule, una novela gráfica en la que ilustraba el guion de Vikash Dhorasoo.
La edición tiene la calidad a la que nos tienen acostumbrados desde Astiberri con una buena reproducción y un precio muy ajustado.
Ted, un bicho raro es un cómic con un apartado gráfico deslumbrante gracias a una narrativa y composición de página que explota a la perfección las posibilidades del medio. Todo un gozo visual con un estilo muy original. Pero también es una obra que muestra el día a día de las personas con trastorno específico del desarrollo (TED) y las dificultades que deben afrontar, tanto ellos como sus allegados.
Lo mejor
• Las composiciones de páginas son simplemente maravillosas.
• Ted, un personaje que se hace querer.
• Lo golpes de realidad con los que cierra cada capítulo.
Lo peor
• Que el estilo de dibujo aleje a los que creen que un cómic solo está bien dibujado cuando tiene un estilo realista.
Guión - 7.5
Dibujo - 9
Interés - 8.5
8.3
Festival visual
Émilie Gleason firma una obra esplendida en todos los aspectos, en particular en el apartado gráfico que es un inventario de recursos gráficos perfectamente empleados, pero que no olvida poner de manifiesto las dificultades de las personas que tiene TED.