Teenage Mutant Ninja Turtles (IDW), #1-12.

 

Edición original: Teenage Mutant Ninja Turtles #1-12.
Guión: Kevin Eastman, Tom Waltz.
Dibujo: Kevin Eastman, Dan Duncan, Mateus Santolouco.
Color: Ronda Pattinson.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,99.

 

Ayer hice un pequeño repaso a la trayectoria de las Tortugas Ninja centrándome en dos aspectos: la gran importancia que estos personajes han tenido en el mundo del cómic y el tratamiento que se les ha dado en los tebeos, sobre todo al inicio de sus carreras. Hoy toca ir más allá y ver qué es lo que está sucediendo a Rafael y compañía en la actualidad y, para ello, reseñaré el primer año de la última colección de las Tortugas Ninja, la de IDW Publishing.

Para ponernos en antecedentes, a nivel cómic y antes de 2011, las Tortugas Ninja llevaban unos cuantos años de sequía. La colección madre, publicada por Mirage Comics, salía a cuentagotas, llegando al punto de haber publicado únicamente un ejemplar al año en 2008, 2009 y 2010; y ninguno en 2007. Era evidente que necesitaba un relanzamiento, sobre todo porque las Tortugas iban a volver a estar en el punto de mira con el estreno de la nueva serie de animación de Nickelodeon y con el estreno de la próxima película de imagen real, que será producida por Michael Bay (igual os suena por haber dirigido Transformers, Armaggedon y otros tantos blosckbusters…). Con un futuro tan prometedor, cualquier editorial pensaría que había llegado el momento de relanzar las Tortugas… En efecto, como no podía ser de otra manera, IDW Publishing se propuso relanzar esta clásica franquicia por todo lo alto. Para empezar, IDW contó con la figura de uno de los dos creadores de los mutantes verdes: Kevin Eastman, quien se encargaría de parte del guion y de los bocetos de los cinco primeros números (a partir del sexto abandonó el apartado gráfico, así que solo escribe al alimón con Tom Waltz). Con Eastman a bordo los seguidores de las tortugas podían estar tranquilos sobre si el producto sería o no fidedigno respecto al original. (Si el mismo creador no puede cambiar las cosas, apaga y vámonos).

¿Le salió bien la jugada a IDW? Por supuesto. Durante su primer año, Teenage Mutant Ninja Turtles se ha convertido en una abanderada de IDW, con unas ventas muy estables y cercanas a los 20.000 ejemplares. De esta editorial, actualmente solo está siendo superada por el crossover de Star Trek y el Doctor Who; y del resto de casas, digamos que en el primer año consiguió mantenerse en el Top 10 de los tebeos independientes (según datos de ventas de Diamond). Este éxito comercial ha propiciado la aparición de unos números unitarios llamados Teenage Mutant Ninja Turtles Micro-series. La verdad es que a efectos prácticos es una serie regular mensual en la que se cede el protagonismo a un único personaje en cada número (algo que ya se había hecho en anteriores ocasiones). Además, IDW ha aprovechado para reeditar los episodios primigenios en una nueva colección convenientemente titulada Teenage Mutant Ninja Turtles Color Classics. La iniciativa es genial porque permite leer de manera paralela los episodios originales y la nueva reinvención de Eastman, así podemos jugar a las 7 diferencias (si bien hay algunas más).

La historia

Y aquí empezamos el juego de las 7 diferencias… Antes de entrar en detalles os explico qué ha hecho Eastman en la nueva cabecera. Luego os copiaré el origen que escribí ayer y os pondré el nuevo origen tipo spoiler para que os lo leáis si os atrevéis…

Ya lo comenté ayer y me reafirmo completamente en mis apreciaciones. El cómic primigenio de las Tortugas Ninja es un diamante en bruto. Tiene una frescura y una originalidad que es muy difícil de encontrar en estos días, pero también contiene errores: fallos argumentales, cosas que no cuadran, etc. Para ser justos, tenemos que comparar los primeros 12 números de la nueva colección Teenage Mutant Ninja Turtles con los 4 primeros números de Teenage Mutant Ninja Turtles Color Classics y el Teenage Mutant Ninja Turtles Color Classics Micro-Series Raphael (os pongo los nombres de las últimsa ediciones porque me parece más apropiado, casi todos estos tebeos se pueden encontrar en muchas otras ediciones, incluso en castellano por parte de Norma), pues los primeros son la revisión de los segundos. Si vamos más allá en la colección de las Tortugas Ninja de los ochenta, muchas de las cosas que diré aquí no serían válidas…

Con la nueva andadura de las tortugas, Eastman y compañía han pulido el diamante. Ahora nos vuelven a explicar la misma historia pero solucionan todos los fallos que encontramos en los cómics primigenios y, además, aprovechan que saben lo que va a suceder posteriormente para mejorar las relaciones entre los personajes. También se enfatiza desde el primer día las diferentes personalidades de las tortugas, algo que está mínimamente (muy muy mínimamente) tratado en la colección clásica. Mejor me explico con ejemplos: en el origen primigenio la suerte tomaba un papel fundamental. Las tortugas se mojaron con el líquido verde casi por casualidad. La rata se las encontró por suerte. De hecho, todo era tan casual que era muy poco creíble (aunque tampoco se puede pedir credibilidad a una historia de personajes antropomórficos). Ahora, todo tiene su explicación y, además, no es para nada sencillo. La historia se desarrolla a través de una red de conexiones capaz de unir ciencia, y alienígenas con el Japón antiguo. Desde mi punto de vista, inicialmente lo peor de todo era el aspecto ninja. Lo siento, pero no soy capaz de entender que un maestro ninja tenga como mascota una rata de cloaca y menos aún que la rata aprenda artes marciales mirando a su dueño desde la jaula. Como concepto, las tortugas ninja es genial y espectacular pero la explicación de cómo aprendieron artes marciales fallaba bastante. En la serie de televisión de los ochenta lo “arreglaron” haciendo que Splinter fuese en realidad un hombre transformado en rata pero, como he dicho anteriormente, ahora no toca jugar a las diferencias con nada que no sea el producto inicial… Por supuesto, ahora se soluciona el tema ninja de una manera más efectiva, pero para saber cómo debéis leerlos el nuevo origen.

Bueno, no me entretengo más, os copio el origen que compartí ayer y luego os spoiloreo el actual: “tal como cuenta Splinter en el primer número de Teenage Mutant Ninja Turtles, la rata era la mascota de Hamato Yoshi y aprendió artes marciales observando al maestro desde su jaula. Yoshi era un miembro del famoso clan de asesinos Pie, y tenía cierta enemistad con un compañero, Oroku Nagi, pues ambos amaban a la misma mujer: Tang Shen. La chica decidió entregar su corazón a Yoshi pero Nagi no lo aceptó e intentó matarla. Yoshi llegó justo cuando Nagi estaba a punto de asesinar a Shen y no solo la salvó, también mató a su compañero. Con este acto, Yoshi se ganó la perdición. Las leyes del honor establecían que Yoshi debía hacerse el harakiri por haber acabado con la vida de un compañero, pero el maestro prefirió escapar y empezar una nueva vida en otro país. Y la cosa habría funcionado bien si la familia de Nagi no hubiese decidido vengarse. Todos los hermanos del difunto estudiaron artes marciales y el menor de ellos, Oroku Saki, voló hasta EE.UU. para asesinar a Hamato. Allí se estableció como un importante criminal, también conocido como Shredder, y un buen día cumplió con su cometido y mató a Yoshi. La jaula de Splinter se abrió en la trifulca y la rata huyó, presa de la pena y la desolación. En los meses siguientes, Splinter vivió rodeado de la miseria, como si fuese una alimaña.

Un fortuito día, Splinter presenció un accidente de tráfico, y es que un camión estuvo a punto de atropellar a un ciego, pero un joven lo salvó con tan mala suerte que un recipiente le golpeó la cabeza. La botella salió disparada y rompió una pecera con cuatro tortugas que llevaba un niño en las manos justamente cuando estaba mirando el accidente… y el niño estaba colocado delante de una boca de alcantarilla… de manera que las tortugas cayeron a la alcantarilla, la botella también cayó y se rompió y las tortugas se bañaron en el líquido verde de la botella. Pues bien… Splinter, sin saber por qué (y yo tampoco tengo muy claro cómo a pesar de haberlo visto dibujado), las metió en un cubo y se las llevó después de que tanto él como ellas se hubiesen bañado en un bonito líquido verde (salido de la botella que perdió el camión). Con el paso del tiempo, tanto Splinter como las tortugas adquirieron sus formas antropomórficas, de manera que la rata les puso el nombre de cuatro artistas italianos, les enseñó artes marciales y les dejó que se encargasen de Shredder por él.”

Como veis, el nuevo origen soluciona de una manera bastante elegante el asunto ninja y, de paso, consigue que la relación rata-tortugas sea mucho más paternalista que antaño. Además, coloca a todos los secundarios que forman parte de la historia principal en el mismo cruce de caminos ya desde el primer número. Sobre todo es importante que

, ya que eso consigue enfatizar su carácter desde el primer día. Ahora esta tortuga tiene motivos para sentirse solitaria y pensar y actuar de manera diferente a sus compañeras. Otro aspecto muy importante de esta serie es que Eastman y compañía no dan ningún paso atrás en lo que se refiere al tratamiento de temas complicados, por llamarlo de alguna manera. Sin ir más lejos, uno de los secundarios de las Tortugas es objeto del maltrato. Y no digo más, no tenga que poner otra etiqueta de spoiler.

Sobre el tono de la colección: yo diría que se mantiene bastante bien el tono clásico. Estamos ante una cabecera principalmente de acción, bastante oscura. El apartado parodia se deja de lago, y el tono terror también se omite, de manera que el resultado es una historia bastante homogénea, aún dentro de la heterogeneidad que comporta la fusión de géneros (ciencia ficción y ninjas). No sé hasta qué punto las novedades que se han incluido corresponden a ideas de Eastman, de Waltz o de una tercera persona, pero lo cierto es que el producto final convence y mucho. Si tenemos que buscarle una pega, lo único que podría decir es que la originalidad y la frescura de los primeros días se ha perdido un poco…

El arte

Tal como comenté anteriormente, los cinco primeros números están dibujados al alimón por Kevin Eastman y Dan Duncan. Mateus Santolouco sólo aparece en el núm. 5, de manera que obviaré comentarios sobre su trabajo porque no es representativo de la serie (bueno, diré que mantiene el nivel de sus compañeros, no os vayáis a pensar que me callo porque el pobre dibuja mal, que no es así). A partir del número 6, Duncan se encarga exclusivamente del dibujo. Veamos, Kevin Eastman y Peter Laird dibujaron a las tortugas al alimón en los años ochenta. Casi treinta años después, el trazo de Eastman ha mejorado muchísimo. Cualquier cosa negativa que pudiese decir sobre los dibujos del núm. 1 de Teenage Mutant Ninja Turtles de los ochenta ya no lo puedo repetir. El estilo de Eastman actual es oscuro, dinámico, efectivo, con un uso excelente de las líneas (no es oscuro por exceso de líneas), etc. Es perfecto para este título porque parece que coja lo mejor de dos mundos: captura a la perfección las sensaciones que ofrecían las tortugas de los noventa y lo mezcla con un estilismo más cercano a la segunda serie de animación de estos ninjas… La verdad es que me sorprende bastante pero… No sé hasta qué punto eso se debe a la presencia de Laird en los ochenta y de Duncan ahora. Y es que la transición del dúo Eastman- Duncan a los dibujos en solitario de Duncan no suponen un trauma ni un gran cambio de estilo. Y no sé si eso se debe a que Duncan tiene más peso en los dibujos que Eastman o a que Duncan copia el estilo del maestro. Sea como sea, esto parece una autodiscusión sobre la autoría de los dibujos y eso no es importante. Lo que realmente merece la pena es que nos quedemos con las sensaciones que transmiten estos dibujos y, por este motivo, mejor me callo y os dejo que valoréis por vosotros mismos las siguientes muestras:

Conclusión

El relanzamiento de las Tortugas Ninja ha sido un éxito para la editorial pero, sobre todo, ha supuesto un paso adelante en lo que a la leyenda de las Tortugas se refiere. Si tenemos en cuenta que ésta va a ser la versión que van a leer las nuevas generaciones, aquellas que actualmente están disfrutando de la nueva serie de animación de los mutantes verdes, o aquellas que se acercarán al cómic cuando vean la próxima película… me parece que Eastman y compañía han dado en el clavo. Han conseguido un producto difícil de criticar, se incluyan los cambios que se incluyan (pues cuenta con la participación de uno de los creadores), y además han mantenido el tono adulto gracias a una historia mucho más trabajada de lo que estaba inicialmente.