Teorías Conspirativas en la Era de X

Concebida como una historia en la que aunar a todas las generaciones que han pasado por las filas de los X-Men, Age of X, el intrigante relato mutante narrado por Mike Carey (Lucifer, Unwritten) a través de las páginas de X-Men Legacy y Nuevos Mutantes maduraría hasta dar lugar a la saga que conocemos. Anunciada como una realidad alternativa en la que Charles Xavier nunca fundó a los X-Men y en el que la especie mutante se ha visto arrinconada en una encarnizada lucha por la supervivencia; a pesar de las continuas afirmaciones del equipo editorial asegurando que -aun con sus más que aparentes similitudes con la Era de Apocalipsis– se trataba de una historia muy diferente a esta, todos los indicios apuntaban a lo contrario. Y es que, con toda posibilidad de relaciones cordiales entre humanos y mutantes reducida a su mínima expresión, Magneto como última esperanza de su especie y un individuo sin identificar consciente de que la realidad ha sido alterada, los parecidos se antojaban como algo más que simples casualidades. Sin embargo, traspasado el ecuador del evento podemos decir, pese a lo que indicaban las apariencias, que algo se esconde debajo de esta «realidad alternativa» y que va más allá de la simple revisión de los personajes en un entorno diferente. Tomando como punto de partida las últimas revelaciones de la historia, las ideas vertidas por el el niño Tor en el post dedicado a Age of X: Universe así como de otros compañeros de las redes, hemos ahondado en la historia confeccionando nuestra propia teoría sobre que se esconde detrás de este nuevo mundo. A continuación la compartimos con vosotros para que además podáis disfrutar de un espacio para exponer vuestros propios pensamientos y teorías sobre esta encarnizada realidad en la que los mutantes sobreviven como pueden ante los ataques de las interminables tropas humanas. Sobra decir que el siguiente texto contiene abundantes SPOILERS en torno a la historia.

Vísperas de Destrucción

Para empezar, Carey abría camino a este nuevo mundo en «Nadie tan ciego», relato autoconclusivo publicado en el número 244 de X-Men Legacy y que servía de prólogo para la actual Age of X. Poniendo fin además a la etapa con Pícara como «orientadora» de la última generación mutante, en él veíamos como la siempre enigmática Vendas era consciente de un peligro que se escondía más allá de su percepción y que cuando emergiese los arrastraría antes de que pudieran hacer algo al respecto. A través de las páginas de dicho número contemplábamos como la muchacha indagaba por su cuenta entre las entrañas de Utopía en busca de esa amenaza incierta que la evadía sin cesar. En su pesquisa nos llevaría por varias de las tramas pendientes de la franquicia, muchas de las cuales habían sido planteadas en la etapa del escritor. Qué se esconde detrás de la retornada identidad de Muerte que anida en la alma de Gambito, la senda en la que Infernal se está adentrando tras la perdida de sus manos y su progresivo distanciamiento de los X-Men, las incontables personalidades que habitan la mente de Legión, los residuos espectrales dejados por Emplaca tras invadir Utopía desde la Dimensión Liminal… todos peligros ocultos dentro del seno de los X-Men pero ninguno de los cuales correspondía con el mal que buscaba y que, según sus palabras, «una vez sucediese, tendría lugar una y otra vez hasta llevárselo todo con él. A pesar de que Pícara, Emma Frost, el Club X y las Cuclillos hicieran todo posible para dar con esta misteriosa amenaza que la atemorizaba, esta se manifestaría finalmente y esa misma noche abandonaban la realidad conocida para adentrarse en la Era de X.

Bienvenidos al Mañana

Antes de que el one-shot inicial se publicase, Age of X ya disponía de una sólida base desarrollada a través de los numerosos teasers y comunicados lanzados por el escritor y la editorial con el objetivo de dar forma a este nuevo mundo. La muerte de Bestia a manos de los manifestantes de La Marcha por la Pureza, la destrucción de Albany bajo el fuego del Fénix, la ejecución de la Bruja Escarlata y Mercurio tras ser cazados por los Centinelas Exónimos, el arresto de los Cuatro Fantásticos por esconder a su hijo Franklin de las autoridades, la creación de los Vengadores para eliminar a los mutantes dispersos… momentos determinantes para entender la historia de esta realidad enfrascada en una guerra total entre especies y que junto a las historias de los personajes capitales de esta realidad divergente se nos presentarían a través de las redes y como complemento de varios comics publicados por la editorial. Esto no solo serviría para abrir boca ante lo que nos ofrecía la historia, sino también para tener una idea muy definida del mundo en el que nos sumergíamos.

Una vez publicado el especial Age of X: Alpha, encontrábamos básicamente lo que cabía esperar en cualquier otra historia relativa a realidades alternativas. Eventos completamente diferentes a los que conocemos, notables divergencias en personajes reconocibles de la franquicia… aquel número incial continuaba el trabajo de la camapaña publicitaria a través de los últimos supervivientes de la especie mutante congregados en torno a La Fortaleza, bastión final de una raza condenada que apenas disfrutaba de espacio para el asueto entre los reiterados ataques de las tropas humanas. Construida por el propio Magneto (llamado El General en la realidad que nos ocupa) este fortín se mantenía más o menos a salvo de incursiones enemigas gracias a los Guerreros de la Fuerza, un grupo de telequinéticos conformado por Mariposa Mental, Infernal, Unuscione, Legión y «Reviniente» (si se me permite usar dicho término, no reconocido aun por la RAE pero el más extendido como traducción del nombre clave de la contrapartida de Hope Summers de esta dimensión). No bastando para contener los ataques a gran escala, los mutantes tendrán explotar al máximo sus habilidades si quieren conservar el último trozo de de mundo que les queda.

Así, nos adentramos en varias historias personales como la de Cíclope (Basilisco en este mundo) y su fuga de Alcatraz después de haber sido sádicamente mutilado viéndose forzado a convertirse en un instrumento de ejecución contra sus camaradas mutantes. Otros como Vaina y Bala de Cañón tampoco tendrían más suerte perdiendo a toda su familia durante un plan de erradicación del genoma mutantes. Muertos como quedaron los poderes de Lobezno cuando, para evitar que la Clínica Fordyce liberase una «cura» que dejaría a todos los mutantes del mundo sin sus características definitorias, este la sintetizase dentro de su propio cuerpo. Con los últimos remanentes de su especie ocultándose a la espera de que el ejercito americano les propiciase el golpe de gracia, la esperanza llegaría de la mano de Magneto quien los salvaría in extremis creando la fortaleza en la que a duras penas resisten desde hace más de mil días. Alrededor del fuego durante un furtivo momento de paz, todas estas historias cobran vida mientras nos familiarizamos con las diferentes variaciones de este mundo antes de que un nuevo ataque de las tropas humanas devuelve a los mutantes a la cruda realidad de las trincheras.

Mientras el feroz combate tiene lugar, podemos descubrir otras de las particularidades de este nuevo mundo. Bajo el liderato de Magneto, los mutantes están a su vez organizados por el misterioso X, una hermética personalidad que les guía y en la que confían ciegamente aunque en ningún momento se muestre en público. Lo máximo que llegamos a ver de él son los bocadillos de texto en los que se recogen las directrices que envía a sus compañeros ya sea mediante telepatía o radiofrecuencia. Como en la realidad conocida, Pícara (aquí bajo el nombre de Parca o Legado) ha sido apartada del combate para convertirse en una suerte de «caja negra» mutante en la que, mediante la aplicación de la «extremaución» a todos aquellos que van a morir, conservan los últimos vestigios de los que ya no están entre ellos.

La tónica de lucha y «calma antes de la tempestad» se repite en sucesivos ciclos a lo largo de la historia mientras continuamos adentrándonos en los entresijos de esta comunidad mutante. Así, descubrimos que todos los residentes de la Fortaleza están monitorizados por X (quien en todo momento tiene parcial conocimiento de su estado y localización) o que los mutantes demasiado peligrosos e inestables son internados en El Calabozo, un centro de internamiento situado en el corazón de La Fortaleza y que se mantiene bajo la custodia de Peligro bajo prohibición explícita de que nadie deberá internarse en ella sin la autorización pertinente. Otras disparidades menos relevantes como que, tras la pérdida de sus poderes, Lobezno regente La Fuga de la Rata (única taberna que disponen para aliviar sus penas), que Bala de Cañón sea el principal lugarteniente de Magneto, que el resto de los Nuevos Mutantes estén organizados como un escuadrón de contingencia, que haya personajes como Pixie (Pesadilla en este mundo) con una actitud muy diferente a la de la realidad conocida o relaciones inéditas como la que mantienen Cíclope y Frenesí o Mariposa Mental y el Hombre de Hielo dan forma a las características definidas que conforman este mundo en una tónica similar a cualquier otra historia de realidades alternativas.

Viaje al Misterio

Como en todo mundo alternativo que se precie, tras su brusca instauración y dárnoslo a conocer, comenzará a hilarse un misterio en torno a las causas de su existencia y que eventualmente nos conducirá a su resolución con el regreso a la realidad tradicional. Normalmente, en esta parte de la historia suele jugar un papel crucial un individuo que por alguna u otra causa tendrá conocimiento de que algo terrible ha sucedido desviando la realidad de su curso normal forzándolos a vivir una vida que no es la suya. Legado de Días del Pasado Futuro y aquella Kitty Pryde fuera de su tiempo que llegaba para evitar el fatídico futuro que nos aguardaba, sucesivas historias en torno a realidades alternativas y fracturas entre mundos se han guiado por dicho patrón o variaciones del mismo. De ese modo, mientras que el agorero Pariah anunciaba el fatídico fin del mundo en la Crisis en Tierras Infinitas, Bishop se las veía y deseaba para que el mundo volviera a su estado natutal durante la Era de Apocalipsis. Algo similar pasaba con Jakeem Thunder y aquellos que habían logrado escapar del control de la enigmática mano detras de El Robo del Trueno o con el desencadenante de las distorsiones temporales que daban pie al mundo de 1602. Por un defecto en la base intrínseca del mundo creado por la Bruja Escarlata durante la Dinastía de M, Lobezno y la coalición de héroes fueron capaces de ponerle fin a su mundo como Barry Allen y Wally West consiguieron dar inicio a la sucesión de acontecimientos que purgarían Nueva Tierra de la corrupción de la Fórmula de la Anti-Vida en Crisis Final.

Siguiendo los pasos de estas, en Age of X el misterio se inicia cuando, vagando en torno a los bordes de la barrera que protege la Fortaleza, Pícara se encuentra con una suerte de «naúfrago» deambulando en una especie de traje espacial. Declarándose el estado de alarma inmediatamente, X no tarda en enviar refuerzos solicitándole a la mutante del Mississippi que abandone el lugar. Haciendo caso omiso a sus recomendaciones, Pícara y sus compañeros descubren que esta misteriosa persona sin rumbo no es otra que Kitty Pryde, quien regresa a duras penas del mundo más allá de la barrera desplomándose al encontrarse con ellos. Susurrando unas crípticas palabras antes de perder la conciencia, es inmediatamente reclamada por Magneto, quien les revela que la muchacha escapó de El Calabozo. Pese a las cuestiones de los presentes, Magneto se la lleva con él afirmando que él descubrirá la verdad sobre lo acontecido. Todos acatan las ordenes regresando a La Fortaleza salvo Pícara, quien, ocualtando a sus compañeros que la extraviada dejó caer una cámara de fotos, se aproxima guiada por la curiosidad para descubrir entre su contenido algo que le llena de inquietud.

Tras solicitar reiteradamente a Magneto que la dejase interrogar a Kitty y no obtener más que negativas, Pícara acude a Madison Jeffries mostrándole la cámara, en la que no hay más que 247 fotos en blanco. El tecnópata no puede ofrecerle ninguna respuesta más que la certeza de que la cámara no contiene ningún tipo de mensaje oculto y que su funcionamiento es correcto. Dispuesta a encontrar la verdad, Pícara le roba los poderes con un beso dirigiéndose a El Calabozo. Superando las barreras de Peligro gracias a los poderes de Jeffries, en su camino en busca de Kitty se cruza con varios de los reclusos del centro, incluidos Emma Frost, Magik, las Cuclillos Stepford, Martha Johanson o Vendas. Mientras que la mayoría de ellas están aisladas con un casco inhibidor, la vidente es la única que conserva la apariencia normal (uniforme de los X-Men incluido) llamando a Pícara por su nombre clásico mientras afirma que «Todo el mundo es alguien más». Pidiéndole que «lo deshaga» o la «devuelva» mientras afirma que «esta vez será buena», que «no volverá a mirar» y que le pregunte a «El Profesor» por el «tejido cicatricial» la muchacha se queda allí mientras Pícara se dirige a su objetivo prometiendo que volverá a por ella. Sin embargo, cuando la sureña encuentra la celda de Kitty esta se muestra desconfiada revelándole únicamente que no vio nada en su viaje al exterior y que alguien le ordenó tomar las fotos cuando ambas se ven asaltadas por las unidades vigía de Peligro. Huyendo tras tomar parte de los poderes de fase de la cautiva, Pícara se ve sin pretenderlo en la celda de alguien a quien instintivamente reconoce como Charles Xavier aunque no recuerde conocerlo de nada. Atraída como una mosca por la miel, usa sus poderes sobre él desencadenando una ola psíquica a través de La Fortaleza que revela su situación ante todos sus habitantes quienes inmediatamente piensan que ha lanzado un ataque contra ellos.

Obteniendo un breve flash de pensamientos desordenados -entre los que obtiene los de alguien pensando en aplastarlos- y de unas vidas que no corresponden con las que conoce, la mutante se da a la fuga escapando a duras penas mientras Magneto ordena a los Nuevos Mutantes (Danielle Moonstar, Mancha Solar, Karma, Magma, Cifra / Warlock y Arena para más señas) que la capturen empleando toda la fuerza necesaria y la lleven ante él. Sin embargo, la fugitiva tiene una extraña suerte de su lado cuando un ataque de las tropas humanas acontece mientras prosigue con su huida a la desesperada y, mientras todo aquel que no estas luchando la busca, se refugia en la taberna de Logan. Allí, este le presta atención médica mientras Pícara le revela sus hallazgos aludiendo tener un pálpito sobre ellos. Logan accede a ayudarla retrasando a sus perseguidores mientras ella continúa su fuga hacia el único lugar en el que puede estar a salvo de sus congéneres: Más allá de la barrera.

Atravesando el campo de batalla en busca de su objetivo, Pícara se vale del caos reinante para despistar a los Nuevos Mutantes, quienes siguen tenazmente su pista hiriéndola de nuevo en el camino. Asistida por Gambito, esta le ayuda sin tener muy claro porqué cuando ambos se ven sorprendidos por el propio Magneto, quien lanza sobre ellos una tonelada de escombros aplastándolos delante de los presentes. Durante casi tres años ha mantenido unido un fortín que amenaza con desmoronarse en mitad del caos y no esta dispuesto a dejarlo ceder ante las fracturas internas. Así es como los traidores a la raza serán recordados. Esa misma noche, en La Fuga de la Rata, Lobezno y Cíclope se reunen con una clara determinación. Descubrir que secretos se esconden en el fondo de todo aquel asunto y encontrar la respuesta a aquellas preguntas que nadie se ateve a contestar. No importa lo mucho que deban mancharse las manos para conseguirlo.

Jackson 45th INF 2776

A estas alturas todo debe sonaros más o menos normal dentro de lo que suelen ser las pautas de una realidad alternativa. Por no faltar ni siquiera faltan aquellos que tienen una vaga corazonada de que no son ellos mismos como en el caso de Reviniente / Hope Summers. Sin embargo, citanto al bardo, «algo huele a podrido en Dinamarca». O en este caso. La Era de X.

Para empezar, resulta curioso que prácticamente todos los mutantes reunidos por Magneto en torno a la Fortaleza sean aquellos que habitaban en Utopía. Bestia, la Bruja Escarlata, Mercurio, Mística, Madrox, Rondador Nocturno, Banshee, Elixir, Calisto, Loba Venenosa, Aurora, Dientes de Sable… de todos aquellos que en el mundo real no se encuentran entre ellos ya sea porque esten muertos o no residan allí no existe el más mínimo rastro más allá de flashbacks y menciones. Es más, elementos recientes ligados a personajes como Infernal o Karma como la perdida de las manos del primero o la prótesis ortopédica de la segunda se mantienen asociados a ellos como si fueran propios de sus identidades pese a la naturaleza tan casual de los mismos. Aunque en principio podría considerarse falta de imaginación por parte de escritor y dibujante a la hora de reinventar este nuevo universo mutante, si continuamos escarbando más allá de la trama central encontraremos otros misterios igualmente perturbadores.

Uno de estos son las continuas referencias de Madison Jeffries a sus problemas para desarrollar su afición a la astronomía, un detalle venial al que nadie parece dar importancia pero que tiene más de la que parece. Según palabras del antiguo miembro de Alpha Flight, para escapar de lo deprimente de sus tareas diarias, intentaba abstraerse contemplando el cosmos pero es incapaz de dar con ningún cuerpo celeste achacando el problema al índice de refracción de la barrera. Si esto no era suficiente indicativo de que algo extraño sucede, deberíamos tener en cuenta la historia de Cíclope aludiendo haber matado dos veces al mismo soldado (Jackson 45th INF 2776) aunque en una ocasión se tratase de una mujer caucásica de pelo rubio y en otra de un hombre de color. Tampoco quedán ahí las cosas si tenemos en cuenta que, aunque Lobezno ha perdido sus poderes y fracasa constantemente al intentar despertarlos en secreto autolesionándose con un cuchillo, cuando Pícara entra en contacto con él adquiere su factor curativo.

Aunque la aparición de Vendas es también inquietante, mucho más lo es sin embargo la del resto de los internos de El Calabozo. Partiendo del hecho de que dicha instalación este bajo el control único de Peligro y ni siquiera Magneto tenga potestad sobre ella se antoja bastante enigmático de por si. Sin embargo, el que la práctica totalidad de los telépatas de la Patrulla X estén recluidos allí y los supervivientes de La Fortaleza hablen de tales habilidades como algo inconcebible a lo que ningún mutante tiene ni ha tenido alcance jamás resulta tremendamente perturbador. Si consideramos que junto a ellas se encuentra Magik (única teleportadora nata de los X-Men) cabe preguntarse si alguien está interesado en privarles deliveradamente de sus capacidades mentales y teleportadoras.

A estos detalles habría que sumar el misterioso viaje de Kitty Pryde más allá de las fronteras de La Fortaleza y el contenido de la cámara que portaba con ella. Esto nos conduce directamente hasta el último número publicado hasta la fecha, en el que lo primero que descubríamos era que Magneto no solo había dejado con vida a Gámbito y a Pícara ocultándolos en el subsuelo de los alrededores de La Fortaleza, sino que, tras reunirse con ellos, les revelaría que fue él quien envió a Kitty originalmente a su misión. El Rey del Magnetismo continuaría aludiendo que las tácticas de los humanos, enviando Centinelas Exónimos en ataques idénticos uno tras otro, carece de sentido alguno. Tres años insistiendo en el mismo ataque sin resultado alguno carecería de lógica incluso para el más torpe de los generales. Y en caso de que los fueran ¿cómo han conseguido acorralarlos tan cerca de la extinción?

Conscientes de que, de alguna forma, los últimos miembros de su especie han sido congregados en torno a una gran mentira, tras mostrarles un plano de La Fortaleza que evidenciaba la existencia de una estancia que incluso él mismo desconocía, el trío se separaría partiendo Magneto a El Calabozo para reunirse con Xavier mientras que Pícara y Gambito de disponían a descubrir el contenido de aquella misteriosa sala. Irrumpiendo como un vendaval en el centro de confinamiento con el fin de atraer la máxima atención posible, tras rescatar a Kitty, Magneto se dirigiría hacia la celda de Xavier descubriéndolo en una máquina diseñada para mantenerlo en un estasis sin sueño. Tras ser liberado de la máquina, Xavier les alertaría de que «ella» estaba «esperando» cuando «se introdujo», «atacándole por la espalda» y, tal como decía Vendas, «lo arrastró todo volviéndolo del revés». Sin embargo, tras dirigirse a Kitty asegurándole que a ella también la cogió, el Profesor se desvanecería en brazos de Magneto dejándoles en un mar de dudas antes de la irrupción de los Nuevos Mutantes y los Guerreros de la Fuerza con intención de relegar al amo del magnetismo de sus funciones por orden de X.

Por su parte, Pícara y Gambito alcanzarían la misteriosa estancia ubicada en el corazón de La Fortaleza encontrando allí al Doctor Némesis congelado en una especie de distorsión temporal mientras parecía abalanzarse hacia el teclado de sus monitores (en los que se vislumbraban varias tomas de un scanner cerebral). Y en el centro de la sala, una misteriosa caja hacia la que Pícara se vió irresistiblemente atraída para descubrir que en su interior estaba… TODO. El universo al completo el cual les había sido sustraidos y la razón por la que más allá de las defensas que tan desesperadamente mantenían no había más que ese gran vacio retratado en las 247 fotografías en blanco de la cámara de Kitty Pryde.

¿Pero qué demonios está pasando?

Llegados a este punto en el que más que una realidad alternativa parece una historia de la que Luis Buñuel o David Lynch podrían sentirse orgullosos es cuando cabre preguntarse qué @#~€%& esta ocurriendo aquí. El propio Carey afirmaba con mucha razón que, pese a las apariencias, se trataba de una historia muy diferente a la Era de Apocalipsis y así es. De hecho, no se trata de una realidad alternativa. En absoluto. Carey lleva construyendo la vértebra de la historia desde el número 234 de la colección (en el que tras hacerse con el poder de las Cuclillas, Pícara captaba una extraña presencia merodeándole) y dejando indicios de la misma desde su llegada a la franquicia hace 5.

Aunque es cierto que pistas hay muchas, lo que realmente me ha conducido a esta teoría han sido los habitantes de La Fortaleza. De hecho, no es del todo cierto que todos los refugiados que residen el último bastión de la especie mutante en esta Era de X sean conocidos de Utopía. Dejando de lado a algunos que no sabemos cuando se trasladaron allí (Cámara) o cameos menores que deberían estar bien muertos (Vértigo), los que de verdad despertaron mi inquietud fueron los figurantes que aparecían de fondo en varias de las viñetas del interior de La Fortaleza.

En principio pensé que habíamos vuelto a principios del siglo XXI en el que el estallido mutante abrió las puertas a que gente como Grant Morrison, Warren Ellis y compañía concibieran los mutantes más esperpénticos que jamás haya visto la franquicia. Una masa gorda con la cabeza llena de tentáculos, un tipo con traje de gentlemen victoriano, un punkie, un… ¿esquimal? ¿¿Un payaso?? ¡Un Gnomo! En principio pensé que era alguna friquez del dibujante Clay Mann, pero tras ver que en uno de los números dibujados por Steve Kurth también aparecía el tipo con la cabeza llena de tentáculos empecé a pensar: «Vale, ¿dónde he visto yo a este tipo antes?». La respuesta llegaría al caer en la cuenta entre que dos series tiene lugar el crossover y alrededor de quien está, en todo momento, este y el resto de personajes extraños:

Es más, uno de ellos (el tipo de la chaqueta) no es otro que Jack Wayne quien -por si alguno se ha perdido- es una de las numerosas personalidades que desde la recuperación de David Haller en La Búsqueda de Legión (New Mutants Vol IV) pueblan la mente del hijo de Xavier y a los que desde entonces, el Doctor Némesis y el propio Charles han tratado de aislar para devolverle su salud mental al muchacho. ¿Qué quiere decir esto? Para mi no tiene otra explicación que lejos de cualquier realidad alternativa, los X-Men así como el resto de habitantes de Utopía han quedado atrapados dentro de la mente de Legión tal y como Karma, Magik y compañía lo estaban en el arco inicial de la actual andadura de los Nuevos Mutantes. Esa es la razón por la que Jeffries no puede ver las estrellas, por la que no hay mutantes que no estuvieran viviendo en Utopía y por la que no hay nada más allá de esos frágiles límites de los que no dejan de llegar tropas humanas cuyos nombres se repiten. Si lo pensamos detenidamente, incluso caemos en la cuenta de que mientras Vendas buscaba cual era el peligro que amenazaba con destruirlos, terminaba desistiendo uno tras otro por voluntad propia, mientras que con Legión ni siquiera llegaba a comprobarlo cuando Xavier le pedía que abandonase el cuarto. Es más, esto explica que Némesis esté congelado justo cuando revisaba los scanners cerebrales (presuntamente de Legión, su paciente) y que Xavier revele nervioso que «Mientras estaba dentro, alguien le atacó».

Aun así, todavía nos quedaría resolver la duda de porqué Legión está haciendo esto, porqué nadie parece recordar quienes eran antes de ser arrastrados al interior de su mente y quién les ha manipulado para que crean en un mundo en el que todos han llevado vidas completamente diferentes a las verdaderas. Respecto a este punto deberíamos de pensar que se trata de un ataque deliberado contra los X-Men mediante el que, haciéndolos olvidar que están en una trampa y extirpándolos de la realidad más allá de cualquier salvación posible, su misterioso enemigo ha concebido la trampa mortal perfecta. Y aunque todas las pistas conducen inequívocamente a X, la verdadera pregunta es quien se esconde tras esta misteriosa indentidad que los maneja como a títeres y que mantiene a los telépatas y teleportadores recluidos sin que los X-Men recuerden ni siquiera que existan. A pesar de que debo de reconocer de que en este punto tengo ciertas dudas dada la imagen de la portada del último número de la saga (en la que la silueta parece corresponder a Cable) y a que según los prolegómenos de la saga esta amenaza parecía indicar que estaba conectada a Pícara de alguna manera, mis apuestas se dirigen a cierta residente de La Fortaleza que no debería estara ahí y que sin embargo ha jugado un rol capital manejando a Legión a su antojo e instando a Magneto en extremar las medidas para mantener con vida La Fortaleza.

Me refiero por supuesto a Moira McTaggart, antigua compañera y amante de Charles Xavier que durante años ha sido aliada de la Patrulla-X luchando para encontrar una cura contra el Virus Legado y que desde El Fin del Sueño está bien muerta tras encontrarse con la parca de manos de la terrorista metamorfa Mística. Y aunque esta última tampoco está libre de sospechas, lo cierto es que que esta Moira que sobreproteje a David desmedidamente, que aparece cuando Pícara tiene su flash mental justo al lado de las mismas palabras con las que se nos presentase la amenaza, que entra en cólera ante la posibilidad de que alguien haya accedido a los telépatas hablando de una posible conspiración o que llora frente a Legión ante la posibilidad de que todo lo que han construido se venga abajo tiene muy pocas pintas de ser la verdadera Moira. Pero, ¿quién podría ser tan retorcida como para secuestrar a todos los X-Men dentro de una mente que es un microcosmos en si misma, para hacerles olvidar sus vidas y condenarlos a una guerra sin fin en la que caerán uno tras otro y sin saber que han sido víctimas de un implacable complot? Aunque todavía quedan dos números para conocer la respuesta (respuesta que conoceremos a lo largo de este mes) me inclino a pensar que se trata de la misma consciencia que emboscó a Xavier dentro de la mente de Legión, que ya había intentado algo similar con Kitty y que ya tenía a Peligro en su bolsillo antes de acceder a David Haller a través de ella. De un personaje al que Carey reveló recientemente que no pudo usar en sus primeros números por estar en manos de otro guionista y que, posiblemente, tendrá un papel de suma importancia en X-Men: Cisma. Hablo de: