Terry y los piratas 01. Daily strips 1934-1936

Terry and the pirates cambió su enfoque inicial como comedia de aventuras exóticas para vincularse de manera casi documental a los acontecimientos bélicos e históricos de la Segunda Guerra Mundial. Con ello Milton Caniff revolucionó el medio entregándonos, además, cientos de páginas memorables.

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Edición original: The complete Terry and the pirates, vol.01 (IDW Publishing. Septiembre, 2007)
Edición nacional/ España: Terry y los piratas. Daily strips 1934-1936. Dolmen Editorial. Abril 2019
Guion: Milton Caniff
Dibujo: Milton Caniff
Formato: Cartoné, 208 páginas
Precio: 29’90€

 

La guerra no es un hogar
(Javier Coma)

Valorar un volumen como este, el primero de la colección dedicada a la strip norteamericana Terry and the pirates de Milton Caniff publicado por la editorial Dolmen, no es tarea fácil. Es un ejercicio de equilibrios digno de un funambulista experto. En un extremo de la cuerda está la inmensa importancia histórica de la serie y el recuerdo de sus mejores momentos. Por el otro lado, en este volumen nos encontramos ante una obra que está dando sus primeros pasos, aún balbuceantes, y que no acaba de encontrar el estilo que la convertirá en un referente de la historia del cómic mundial. Afortunadamente su autor aprendió rápido y la segunda parte de este primer tomo ya nos deja entrever algunos de los aspectos fundamentales del talento artístico y narrativo de Milton Caniff.

Terry and the pirates nació en 1934, un año mágico para la historia de las comic strips. Este mismo año se estrenaron series tan importantes como Flash Gordon, Jungle Jim y Secret Agent X-9, con Alex Raymond de responsable gráfico de las tres, Mandrake the magician de Lee Falk y Phil Davis, The Little King de Otto Soglow, Radio Patrol de Eddie Sullivan y Charles Schmidt o Red Barry de Will Gould. Una buena cosecha. Sin embargo, la serie más trascendente nacida este año – junto a Flash Gordon – fue sin duda Terry and the pirates. Cuando doce años más tarde Caniff la dejó – en 1946 – la serie se distribuía en más de 250 periódicos y se calcula que tenía un número potencial de lectores cercano a los doce millones. Además, era la quinta strip más popular del momento solo por detrás de Joe Palooka de Ham Fisher, Blondie, Li’l Abner y Little Orphan Annie y por encima de otras como Dick Tracy, Prince Valiant, Gasoline Alley, Flash Gordon o Tarzán.

Pero su importancia no radicaba solo en los números si no en la enorme influencia que ejercía tanto en los lectores como en los profesionales del medio. Terry and the pirates era la serie que todo el mundo leía y la que mejor representó el enorme esfuerzo que una nación como los Estados Unidos estaba realizando para ganar una guerra vital para su supervivencia.

Historia de una strip única

Cuando en 1934 Joseph Medill Patterson el mandamás de la agencia de distribución Chicago Tribune New York News Syndicate decide contratar al joven Milton Caniff lo hace con un propósito muy concreto; quería una tira de aventuras exóticas, cuya acción transcurriera en China y que estuviera plagada de piratas. En cambio, el joven autor tenía otras ideas e, influenciado por Roy Crane y su serie Captain Easy, empezó entregando, semana tras semana, una serie protagonizada por un dúo de buscavidas norteamericanos, pobres y vagabundos que intentan trampear su delicada situación en medio de una desconocida y poco realista localización oriental.
Terry and the pirates nació como tira diaria el 22 de octubre de 1934 y como página dominical el 09 de diciembre del mismo año. Al principio la trama se desdoblaba en dos direcciones, pero acabó uniéndose casi dos años después; concretamente en la página dominical del 23 de agosto de 1936 donde un panel de texto en la última viñeta cierra la historia exclusiva de las dominicales, en cambio la tira diaria del día siguiente prosigue la acción del sábado anterior, por lo que la aventura que sobrevive es la de las daily strips y las sundays se adaptan a ella.

A partir de ahí Caniff prosigue con el enfoque dado, aportando una mayor dosis de realismo a sus personajes y también al entorno; introduciendo conceptos de geopolítica mundial en el trasfondo de su relato. Para ello es fundamental el papel de la aventurera/pirata Dragon Lady – proveniente de las sundays – a la hora de reflejar el conflicto chino-japonés que se estaba produciendo en aquella época. La hermosa y ambigua bucanera adopta una postura claramente política, como líder de la resistencia china frente a la invasión japonesa y se erige así en un símbolo de la voluntad intervencionista que tenía una parte de la sociedad norteamericana – Caniff incluido – frente la forzada política de neutralidad y aislacionismo que el Gobierno norteamericano adoptaba respecto al conflicto armado que se estaba desarrollando en Europa y el Oriente Medio.
La historia de Raven Sherman, que culmina en octubre de 1941, es un punto álgido de la serie y supuso una auténtica conmoción en una sociedad norteamericana cada vez más proclive a luchar contra el fascismo.
Pero realmente todo estalla el 07 de diciembre de 1941 cuando los aviones del ejército japonés empiezan a bombardear la base norteamericana de Pearl Harbour. Estados Unidos entra de lleno en la guerra contra el Eje y con su país Milton Caniff que involucra rápidamente a sus personajes en el conflicto: Terry Lee, Pat Ryan, Dragon Lady, Flip Corkin y los demás, transformando así su strip en un particular diario de los acontecimientos bélicos, también en una crónica social y sentimental de una sociedad en guerra. Hasta el final del conflicto, a finales de 1945, la serie Terry and the pirates compartirá con sus lectores las angustias, los miedos, los deseos y las esperanzas de una comunidad en lucha donde valores como la unidad, la confianza, el sacrificio y el altruismo son indispensables para sobrevivir. Caniff supo retratar como nadie el espíritu de un tiempo lleno de incertidumbre, pero con un enorme compromiso colectivo. Fue el cronista y también el poeta de una nación que pugnaba por su futuro.

Página dominical correspondiente a 17 de octubre de 1943

Al finalizar la guerra el autor de Ohio quiso renegociar su contrato para ser el propietario del copyright de su obra. El syndicate se negó y Caniff acordó con un rival, la agencia Field Syndicate, un acuerdo a su medida para crear una nueva serie que se llamará Steve Canyon. Milton Caniff publicó la última entrega de Terry and the pirates el 29 de diciembre de 1946, dejando tras de sí más de doce años de constante evolución y excelencia. Su substituto en la strip será el artista George Wunder que realizará un trabajo eficaz pero anodino hasta su cancelación el 25 de febrero de 1973.

El arte de Milton Caniff

Se ha hablado mucho de la enorme influencia que Noel Sickles ejerció en el arte de Milton Caniff, sin embargo, la primera referencia del artista de Ohio fue Roy Crane y su Captain Easy.
Crane introdujo la aventura en el medio de las comic strips. Su estilo que potenciaba el realismo del entorno y la caricatura de los personajes es el que Caniff utilizó en su primera creación Dickie Dare y es el que se mantiene en los inicios de Terry and the pirates. Sin embargo, ya en el segundo año de las tiras podemos apreciar una paulatina tendencia al realismo. El progresivo protagonismo de Pat Ryan, un adulto, en detrimento del preadolescente Terry Lee contribuye decisivamente a enfocar las tramas de una forma más madura y naturalista, reservando para los secundarios, especialmente de origen chino, los pasajes de humor resueltos con un estilo más caricaturesco.

Tira diaria correspondiente a 20 de marzo de 1936

Así mismo la narrativa se espesa, se vuelve más elaborada, buscando los matices y aportando soluciones innovadoras al galimatías semanal que se encontraba cotidianamente Caniff al realizar su serie. El particular sistema de distribución de las strips norteamericanas propiciaba diversos formatos de publicación. Existían las series compuestas exclusivamente de páginas dominicales (Prince Valiant), las que estaban construidas solo con tiras diarias (Rip Kirby), las que incluían sundays y dailies pero con una trama diferenciada (Johnny Hazard) y finalmente las que se publicaban en ambos formatos pero con una misma historia. Por ejemplo, el caso de Terry and the pirates es paradigmático de este último formato. Caniff debía planificar sus guiones de manera que los lectores que estaban subscritos a su diario favorito solo de lunes a sábado pudieran seguir la trama, pero también los que únicamente compraban el periódico los domingos y por supuesto los que lo leían todos los días de la semana. En su momento de mayor esplendor leer Terry and pirates constituía una experiencia asombrosa donde un enorme elenco de personajes vivía diversas experiencias que eran comentadas por otros protagonistas a los que también les pasaban cosas que luego serían analizadas por otros secundarios, para así ir resumiendo la historia para los diversos formatos sin que la trama se resienta y siga avanzando. Este tour de force narrativo se mantuvo hasta el final de la participación de Caniff en la serie cuando el autor, que ya tenía preparada su despedida, vuelve a convocar a sus principales personajes para ir cerrando tramas y dejarle a su sucesor – con un hermoso detalle de generosidad – una trama abierta con infinitas posibilidades.

Última sunday de Caniff (29-12-1946)

Gráficamente la serie evoluciona al mismo ritmo que el contenido. Paulatinamente, los experimentos que tanto Caniff como Sickles van realizando en sus respectivas series, van afianzándose en un estilo más impresionista del entintado donde la mancha predomina sobre el rayado y donde la luz se erige en el centro de toda la composición. Los contrastes de luz se vuelven habituales y reinan los contraluces y las escenas nocturnas resueltas con un realismo extraordinario. Caniff, a diferencia de su socio Sickles, experimenta con la narrativa de una manera menos orgánica y mucho más cinematográfica. Con planos arriesgados y encuadres atractivos e innovadores. Además, se preocupó por extremar la fidelidad en la plasmación deL mobiliario, de las armas, vehículos y uniformes. Un esfuerzo muy apreciado por sus lectores que además le ayudaban aportándole numerosa documentación.

Milton Caniff; la vida de un pionero

Milton Arthur Paul Caniff (1907-1988) más conocido como Milt Caniff nació en Hillsboro en el estado norteamericano de Ohio. Su familia residía en el este del país, aunque su padre, enfermo de tuberculosis, solía pasar los inviernos en la ciudad de Redlands en California. A los nueve años empezó a trabajar como vendedor de periódicos, una actividad que, como él mismo afirmaba, no dejó de ejercer nunca a lo largo de su carrera siendo como era autor de tiras de prensa.
A los quince años empieza a crear sus propias series y publica algunos dibujos en periódicos como el Dayton Daily News, el Dayton Journal y el Daily News. Estudió en la Stivers High School donde se diplomó en 1930 en la disciplina de Bellas Artes.

Milton Caniff tomando apuntes del natural para su serie

Su primer trabajo lo obtuvo en el periódico Columbus Dispatch donde trabajó con los dibujantes Billy Ireland y Dudley Fisher pero, sobre todo, allí conoce a Noel Sickles con quien colaborará varios años. La crisis económica durante la Gran Depresión le lleva al paro y en 1932 se muda a Nueva York para buscar trabajo. Encuentra su sitio como caricaturista, ilustrador de publicidad y creador de series como The Gay Thirties y Puffy the Pig. En 1933 consigue su primer éxito relativo con la strip titulada Dickie Dare protagonizada por un adolescente aventurero y soñador. En 1934 ficha para la agencia Chicago Tribune New York News Syndicate y crea la serie Terry and the pirates con la que alcanzará la cima de su popularidad. Cuando los Estados Unidos entran en la Segunda Guerra Mundial, Milton Caniff es declarado no apto para el combate a causa de una flebitis contraída en el pasado. A pesar de esto el autor se involucra activamente en la contienda aportando su talento gráfico a cualquier iniciativa bélica. Además, crea una serie humorística con toques eróticos dirigida a los periódicos que se distribuían exclusivamente a los soldados movilizados. En un principio esta serie está protagonizada por Burma, un personaje femenino de la serie Terry and the pirates, pero debido a la negativa del syndicate a que use este secundario, Caniff crea a Miss Lace que se convertirá en la protagonista absoluta de Male Call.
En 1946 deja Terry and the pirates para crear una serie nueva con otro syndicate y de la poseerá los derechos de autor. La serie se tituló Steve Canyon y trabajará en ella, junto a numerosos ayudantes, hasta su muerte en agosto de 1983.

Características de una colección

Podemos afirmar que las tiras diarias comprendidas en este tomo editado por Dolmen están mejor reproducidas incluso que las de la edición norteamericana de IDW Publishing. Son de mayor tamaño real y el trabajo de restauración es excelente especialmente en las dailies de las primeras semanas.
Como hemos dicho, Dolmen ha optado por publicar en dos tomos diferentes las dailies y las sundays de los dos primeros años de la strip, cada una con una historia diferenciada, para luego unir los formatos en el tercer álbum cuando la aventura se unifica. La colección constará de una decena de tomos con algo más de un año de continuidad de la tira en cada uno de ellos.

En este primer volumen podemos encontrar tres historias completas de las tiras diarias; la inicial titulada La mina del tesoro (D1), Idilio entre Pat y Normandie (D2) y Burma, la aventurera (D3). En el siguiente tomo se incluirán las páginas dominicales con otras tres historias: Los piratas de Dragon Lady (S1), La fortaleza de Dragon Lady (S2) y La fortaleza del Capitán Blaze (S3) y el tercer álbum empezará con la primera aventura unitaria titulada Dragon Lady y Papa Pyzon (parte 4).
Si concretamos en este primer tomo, nos encontramos con un álbum del mismo tamaño que los de Johnny Hazard que publica la misma editorial, con tapa dura y buen papel. La rotulación es buena y cuenta con un artículo introductorio a cargo del director de la Colección Sin Fronteras, Rafael Marín y una biografía del autor. Yo también, como mi compañero Giovanni Casella, prefiero que se incluya la fecha de las tiras en cada página pero no es un detalle que invalide el conjunto. El precio es algo elevado pero no prohibitivo.

Una de las experiencias más hermosas que ofrece Terry and the pirates a día de hoy es que tenemos la oportunidad de asistir a la paulatina maduración de una serie, literalmente día a día, y podemos apreciar como el lenguaje de la historieta va creciendo, afianzándose y madurando al mismo tiempo que la trama va volviéndose menos banal, para convertirse en un emocionante diario de guerra de una serie de personajes entrañables y llenos de matices.

Tira diaria correspondiente a 05 de marzo de 1940

Se podría escribir mucho más respecto a esta strip, de hecho, les puedo asegurar que a medida que se vayan publicando los sucesivos volúmenes de la colección lo iremos haciendo en Zona Negativa, y también se ha escrito mucho y muy bien sobre ella en el pasado; yo les aconsejo la monografía que Javier Coma publicó en 1988 titulada Cuando la inocencia murió y también la espléndida biografía escrita por Robert C. Harvey con el sugerente título de Meanwhile… A biography of Milton Caniff.

Pero sobre todo tienen que leer al propio Milton Caniff, en la mejor de sus creaciones, en una serie llamada Terry and the pirates que cambió el medio, que influyó a centenares de autores de su época y de épocas posteriores y que, por supuesto, ha apasionado a millones de lectores de todo el mundo.
La aventura no ha hecho más que comenzar, sería una lástima que se la perdieran…

Salut!

  Edición original: The complete Terry and the pirates, vol.01 (IDW Publishing. Septiembre, 2007) Edición nacional/ España: Terry y los piratas. Daily strips 1934-1936. Dolmen Editorial. Abril 2019 Guion: Milton Caniff Dibujo: Milton Caniff Formato: Cartoné, 208 páginas Precio: 29’90€   La guerra no es un hogar (Javier Coma) Valorar…
Guion - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 10

8.5

Creciendo

Comienza una magnífica colección dedicada a una de las historietas más importantes del siglo XX

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Nippur
Nippur
Lector
21 junio, 2019 17:53

Se echaba en falta la reedición de este material y encima en la calidad que se merece. Felicitaciones una vez más a Dolmen y Rafa Marín

Jaime Sirvent
Jaime Sirvent
Lector
23 enero, 2024 11:14

Serie absolutamente imprescindible, obra maestra es decir poco.

Yo la estoy leyendo ahora(he acabado el quinto tomo de la edición de Dolmen),y cada tomo es mejor que el anterior.

Los dos primeros tomos son disfrutables y van de menos a más, pero donde a mi juicio se produce el salto de calidad es a partir del tercer tomo. Milton Canif me parece un narrador en viñetas absolutamente inconmensurable, es tremenda además su facilidad para fusionar diferentes géneros y que nada chirríe.

Una obra maestra que es una auténtica lástima que no esté vendiendo más.

Saludos.