Thanos: El fin del universo

 

Edición original: Marvel Comics – 2002 – 2003
Edición España: Panini Comics – enero – 2013
Guión: Jim Starlin
Dibujo: Jim Starlin
Entintado: Allen Milgrom
Color: Christie Scheele
Portada: Jim Starlin
Precio: 16,50 euros. Tomo de trescientas treinta y seis páginas de la colección Extra Superhéroes

 

Ahora que sabemos –o al menos intuimos- que Thanos de Titán va a estar de cuerpo –digital- presente en algunos de los proyectos cinematográficos marvelianos es tiempo de reeditar las principales apariciones del personaje desde su aparición hace ya casi cuarenta años. Desde que Jim Starlin aprovechara su paso por la colección del Hombre de Hierro para sacar a este personaje de sospechoso parecido con el Darkseid kirbiano de DC, autor y personaje han brindado a la afición algunas de las mejores historias cósmicas que se han publicado en Marvel. Don Jim dio en la diana cuando ideó a un villano que combinaba poder crudo y una astucia fuera de la corriente; que lo mismo se ensuciaba las manos que permanecía en la sombra; que no podía ser clasificado bajo ningún parámetro porque lo mismo amenazaba al cosmos que se convertía en antihéroe simplemente porque no entraba en sus planes que todo se fuera al garete. Las reediciones –algunas más recientes, otras de hace unos años- de sus enfrentamientos contra el Capitán Marvel, Adam Warlock o todo el universo marveliano conocido (en Thanos Quest y El Guantelete del Infinito) son buenos ejemplos de lo mejor que creador y creación han dado a la casa de las ideas. Pero aparte de estas aventuras hay más madera que (re)cortar con el titán loco, alguna proporcionada por el propio Starlin (como las continuaciones de la saga del infinito dibujadas por el dilecto lápiz del gran Ron Lim y la primorosa brocha del maestro Al Milgrom) y otra proporcionada por otros autores como Ron Marz (discípulo de don Jim) Mark Waid (en Ka-Zar) Dan Jurgens (en Thor) o Steve Englehart (en Celestial Quest, que si no me falla la memoria permanece inédita en España pese a contar con los lápices de Jorge Santamaría). En conjunto no alcanzan el nivel de los enfrentamientos clásicos pero, como suele decirse, dan para un rato entretenido aunque siempre queda la sensación –o la convicción- de que nadie como Starlin para escribir las aventuras de Thanos.

En este tomo Panini recopila un par de miniseries que el señor Muerte realizó con su niño cara de piedra durante la década pasada. En ellas Starlin se encarga del guión y de los lápices, dejando las labores de acabado en manos de autores tan competentes como Allen Milgrom (tan bueno con la tinta como torpe con el lápiz) o Christie Scheele. En conjunto son historias que han pasado más desapercibidas, en parte porque el maestro usa conceptos que ya tiene muy manoseados y en parte porque –quizá afortunadamente- salieron en un momento en el que el concepto de universo interconectado se encontraba en Marvel en su momento más bajo, por lo que el caballero pudo hacer un poco lo que le dio la gana.

El Abismo del Infinito constituye una especie de tardía secuela a la llamada trilogía del Infinito, publicada a principios de los noventa del siglo pasado y fue la forma en la que Starlin se encargó de dejar fuera de la circulación aquellas apariciones del personaje que habían sido consecuencia de su uso por parte de otros guionistas. Uno de los recursos más empleados y más potencialmente vergonzantes como era y es la explicación “es que era un clon” sirve para que Thanos afronte las consecuencias de experimentar sin ningún tipo de límite. Una vez que su gusto por cargarse la realidad se vio atemperado ante el rechazo de la personificación femenina de la parca, el titán se había dedicado a buscar todo tipo de desafíos, sin hacerle ascos a nada. El último fue experimentar con la clonación y la recombinación génica, dando como resultado a un puñado de copias de sí mismo con sutiles cambios y que empero mantienen el deseo original de fundir, gripar y averiar toda la creación. El Thanos original deberá hacer equipo con un puñado de héroes más o menos terrestres entre los que ¡cómo no! se hallan Adam Warlock, Dragón Lunar o el Capitán Marvel (en los días en los que Genis Vell aún respiraba). La miniserie constituye una recopilación de todos los lugares comunes de las obras más recordadas de Starlin: amenazas de carácter global, reflexiones sobre el poder, diatribas en torno a la divinidad y un Thanos que nunca muestra del todo sus cartas.

Marvel: El fin constituye un curioso caso de historia alternativa que se acabó integrando en el canon oficial. Recordarán ustedes que con la coletilla “El fin” Marvel presenta las últimas historias de sus personajes. Algunas son luctuosas, otras optimistas y otras plantean simplemente la retirada. Para narrar la última historia de todo el universo ¿qué mejor que el autor que lleva el apodo de “señor muerte”? La premisa de dar a Starlin la labor de mandar al otro barrio todo el chiringuito era una buena idea pero el resultado no fue para lanzar cohetes. El autor no solo echa mano de las herramientas habituales –ya mencionadas- sino que se copia a sí mismo. De nuevo tenemos un cachivache cósmico de poder ilimitado, más aún que el cubo cósmico o el guantelete del infinito. De nuevo hay un homenaje a la figura de Akenatón, el faraón hereje, como ya sucediera en La Odisea de la Metamorfosis. Una vez más el Doctor Muerte tiene su propio plan para hacerse con esa fuente de poder. Una vez más un puñado de héroes supervivientes se enfrenta a una amenaza descomunal. Una vez más alguien se hace con el poder y tiene que enfrentarse a una coalición compuesta por todo el que es alguien a nivel cósmico. Y por supuesto, hay espacio para que Thanos y Adam Warlock reflexionen sobre lo divino, lo humano, el ser y la nada.

Con todo, Jim Starlin sigue siendo con diferencia el autor que mejor ha sabido utilizar a Thanos. Cosa lógica teniendo en cuenta que es su creador, pero todo el mundo conoce ejemplos de creaciones que se desarrollaron en manos de guionistas y / o dibujantes que no eran sus artífices, y ya que estamos hablando de quien estamos se puede echar mano del Capitán Marvel original y de Adam Warlock. Ahora que el titán loco aparece en las páginas de Vengadores ¡reuníos! escrito por Brian Bendis es buen momento para hacer comparativas y comprobar que o bien es don Jim el único que sabe pulsar la tecla adecuada con Thanos o bien don Brian suma un personaje más a la larga lista de caracteres que no sabe manejar.