Edición original: The Fall (Dark Horse, 2001).
Edición nacional/ España: The Fall (Planeta DeAgostini, 2005).
Guión: Ed Brubaker.
Dibujo: Jason Lutes.
Color: B/N.
Formato: Novela Gráfica cartoné 48 págs.
Precio: 6,95€.
La historia del cómic abunda en figuras que se han reunido en equipos extraordinarios, potenciando hasta la estratosfera las habilidades y los aciertos conjuntos y casi erradicando las debilidades individuales: Oesterheld/Breccia, Lee/Kirby, Goscinny/Uderzo, Trillo/Altuna, etc. Sin embargo, tal resultado no es predecible de la sola reunión de talentos. Se necesita también “química”, en la acepción que incorporaron los amantes del cine para explicar, precisamente, por qué unos intérpretes funcionaban mejor en compañía que otros. Esta es la primera reflexión que me ha despertado la lectura de The Fall, escrita por Ed Brubaker (Sleeper, Catwoman) y dibujada por Jason Lutes (Juego de manos, Berlín).
Una idea continuaba repitiéndose en su cabeza, una y otra vez: todo cuanto había hecho en su vida lo había hecho por una mujer. -The Fall – Ed Brubaker
En primer lugar, The Fall es una obra que rezuma cariño, expuesto desde el principio en los variados homenajes que Brubaker inyecta en sus páginas: el protagonista se llama Kirk, como el resuelto capitán de la célebre Star Trek; la tarjeta de crédito que desencadena la ristra de casualidades narrativas está a nombre de Jim Thompson, uno de los puntales de la serie negra de todos los tiempos (El asesino dentro de mí, Los timadores); la mujer desaparecida al salir de la universidad se apellida Keating, como el profesor de El club de los poetas muertos (Peter Weir, 1989); etc. Cada una de las obsesiones presentes desde sus obras tempranas (por ejemplo: Lowlife), con especial atención a la épica del perdedor, la confusión de identidades o la corrupción policial, tienen su hueco en The Fall. La trama es tan aglutinante y arquetípica que deja poco espacio a la sorpresa. Brubaker sabe de lo que habla y las acciones y relaciones de su protagonista tienen un inequívoco halo de autenticidad. Se mueve en un mundo, empero, que hemos visto infinidad de veces. ¿Un trabajo en una gasolinera como en Retorno al pasado (Jacques Tourneur, 1947)? ¿Una investigación en la hemeroteca como -por ejemplo- en El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991)? ¿Una hermana casi gemela como en Sin city (Frank Miller)? Y así podríamos seguir un buen rato. Desde la (soberbia) escena inicial todo sigue un camino demasiado programado, sin aliento para la improvisación.
Salvo el final que -digamos- es un tanto “conveniente”, nada hay que rechine en The Fall. Una estupenda muestra de género negro en la onda de lo que nos tiene acostumbrados Brubaker. Pero también hay una distancia, una frialdad, que impide que lleguemos a implicarnos del todo. Parte puede atribuirse a una trama que parece demasiado consciente de sí misma. Esto ya ocurría en otras obras suyas como La escena del crimen. Sin embargo, Jason Lutes no es Michael Lark (o Sean Phillips). En sus páginas ni de noche reinan las sombras. Todo es limpio, diáfano, un poco amanerado. Su narrativa es impecable: solo en un ejercicio de observación llegaremos a reparar en su absoluta incapacidad para dibujar manos que se comporten como es debido. Es la atmósfera, el tono, lo que descoloca. En inglés «The Fall» alude tanto a una caída como al otoño. La primera es demasiado poética, como ingrávida; el segundo apenas se apercibe excepto en las viñetas en que vemos hojas caer. Lutes no acierta con la luz. Igual podría ser verano que invierno.
Y ahí está la cosa. Tanto Brubaker como Lutes son grandes autores. Lo han demostrado con creces en trabajos que The Fall no supera. No hay nada de malo en The Fall. Simplemente, no emociona como supondríamos guiándonos por los nombres en portada. Es injusto, sí. Si leyéramos The Fall con la idea de un nuevo valor saldríamos entusiasmados, augurando futuros brillantes y nuestras ganas de presenciarlos. Así las cosas, el tebeo sabe a poco. Ayuda que el formato álbum tal vez le venga grande a la historia, más cercana -como se ha dicho- a Lowlife que a Criminal.
Brubaker está muy satisfecho con The Fall, como conocieron de primera mano los redactores de Zona Negativa con motivo de la edición española. Por 6’95€ que cuesta el volumen pueden saber la razón.
Totalmente de acuerdo en todo. Como me asombran los precios de tebeos de aparentemente no mucho tiempo, que baratos eran o cuanto han subido. 48 páginas en tapa dura 6’95€!!!
Ostres…y cómo se me pudo escapar a mí esto en el 2005, que encima era rico?
¿Corresponde a la línea de novelas gráficas de género negro que sacó Planeta con obras de Abuí también, por ejemplo?
Pues como lo vea por allí lo pillo, que un Brubaker menor, al menos en las historias autoconclusivas, es una garantía igualmente…
Por cierto, a mí LA ESCENA DEL CRIMEN me encantó.
Yo descubrí que existía hace dos o tres años, y en cuanto vi los apellidos «Brubaker» y «Lutes» asociados a un mismo cómic, lo busqué y me hice con él (sin demasiado problema, la verdad).
Y sí, es un cómic que no pasa de lo correcto (sobre todo por la parte que le toca al guionista), pero oye: ¡Brubaker y Lutes juntos en un mismo cómic!