The Flash de Francis Manapul y Brian Buccellato llega al final de su recorrido

Ayer miércoles se publicaba en Estados Unidos The Flash #29, el último número de la serie con los guiones de Brian Buccellato, poniendo punto y final su aportación a la serie – y con Forever Evil: Rogues Rebellion #6, a la franquicia. Para algunos, su etapa – junto a los lápices y co-guiones de Francis Manapul – terminó con The Flash #24. Algunos incluirán The Flash #25, tie-in del Zero Year que será incluido en el Batman Origen: Liga de la Justicia, y que más que cierre de la colección, sirve de prólogo para el trabajo que harán en Detective Comics – la próxima semana tendremos la reseña correspondiente de su Detective Comics #30. En cualquier caso, todo el trabajo que han ido haciendo desde The Flash #1 ha llegado a su conclusión, y el próximo mes de abril tomarán las riendas de la serie Robert Venditti y Van Jensen con los dibujos de Brett Booth.

Los comienzos para Barry Allen en los Nuevos 52 no fueron fáciles. Culpable indirecto de la creación de los Nuevos 52 al cierre de Flashpoint, tenía que lidiar con este hecho además de ser la primera vez que protagonizaba la serie The Flash desde Crisis en Tierras Infinitas. Eso eran más de 25 años, tiempo en que más de una generación de lectores habían tenido a Wally West como su Flash, incluso algunos habían tenido a Bart Allen como su Flash. Su regreso era más complicado que el de Hal Jordan, si bien a este lo habían convertido en un villano antes de su redención y muerte, el plazo de ausencia fue mucho menor. Y realmente Hal Jordan no llegó a irse nunca, sino que se convirtió en el Espectro durante una temporada. En cambio Barry Allen prácticamente se había convertido en un «tío Ben», y Geoff Johns no logró hacer la misma magia que con el Green Lantern cuando lo hizo regresar. Tampoco ayudó que el trato a Wally y Bart no fuera el mejor, en un claro movimiento editorial – más cosa de Dan DiDio, pese a la pasión por los personajes Silver Age de Johns -, a diferencia de un trato más respetuoso e igualitario con el resto de Green Lanterns humanos. Así pues, había varias generaciones que no tenían vínculo emocional con Barry Allen. Y varias de estas, que se sentían molestas por el desplazamiento de Wally West, quien fue enviado al limbo junto a otros personajes populares como Donna Troy y Stephanie Brown, donde no parecía haber espacio para duplicidades de superhéroes.

¿Como podía competir contra todo esto, y atraer a legiones de aficionados a la serie, demostrando que no sólo The Flash molaba, sino que también podía hacerlo siendo encarnado por Barry Allen? La respuesta fue poner a Francis Manapul, dibujante y entintador, y Brian Buccellato, coloreador, a cargo de la serie. No sólo con el arte, sino que para que pudieran potenciar al máximo su nivel creativo, también les pusieron ambos de co-guionistas. No es una práctica nueva el darle la oportunidad a artistas a hacerse con los guiones, aunque en los tiempos recientes en DC Comics, los resultados habían dejado que desear – como Tony Daniel o David Finch, o como se vería a Ethan Van Sciver, co-guionizando con Gail Simone, en The Fury of Firestorm: The Nuclear Men. ¿Cual fue el resultado pues, de esta dupla? Pues visualmente una de las mejores apuestas de los Nuevos 52. El desarrollo de Barry Allen y los secundarios no estaba mal, siendo el punto más fuerte el desarrollo de nuevas habilidades. Un servidor agradece que a los superhéroes les den poderes que, si se usa mal o se abusa de ellos, pueden ser contraproducentes. Que no sean simples deus ex machinas. Por contra, la amenaza era más bien floja, terminando siendo más peligroso la Fuerza de la Velocidad que cualquier otro eenemigo. Eso hizo que los editores tuvieran que intervenir, y cambiar ligeramente los planes que tenían Manapul & Booch. Iban a llegar igualmente un poco más adelante, pero la serie necesitaba un empujón. La serie necesitaba a los enemigos por excelencia de Flash, necesitaba a los Villanos (Rogues).

Flash puede tener enemigos más mortales, incluso más personales. Pero ninguno tiene tanto carisma, define tan bien al personaje, como los Villanos. Este grupo de ladrones destaca, entre muchas cosas, por tener un estricto código de conducta en según que aspectos. Y especialista como es con los anti-héroes y anti-villanos, Geoff Johns se marcó una etapa largamente aplaudida y recordada en The Flash, donde los Villanos brillaron con luz propia como nunca. Pero estamos en los Nuevos 52, y Manapul y Buccellato decidieron jugar sobre sus normas. E hicieron un cambio radical con los Villanos: les dieron metapoderes. Y es que hasta ahora, los distintos poderes de los miembros de la banda, al menos en las encarnaciones clásicas, venían de la tecnología. Pero ya en The Flash #6, veíamos a un Capitán Frío (Captain Cold) desatado para vengarse de Flash. ¿El motivo? Lo consideraba culpable de que no pudiera salvarse a su hermana Lisa Snart – quien, antes de los Nuevos 52, también era una miembro de los Villanos conocida como Patinadora Dorada (Golden Glider) -, y el conflicto terminaría con varios habitantes de Ciudad Central atrapados en la Fuerza de la Velocidad, entre ellos la reportera Iris West. Eso le haría colaborar con el Dr.Elias para intentar rescatarlos, aunque tras su viaje a la Fuerza de la Velocidad, su relación entre ambos jamás volverá a ser la misma.

Tras este par de números, se confirmaba un cambio en la tendencia de la serie. Si habían estado 5 números para contar el primer arco, ahora teníamos números autoconclusivos, donde se presentaba a un nuevo villano, a la vez que se avanzaba en la trama. Así, Manapul & Booch introducían a Turbina. De creación propia, no dejaba de ser la sustitución de La Peonza (The Top), quien había sido un miembro de los Villanos y el amor de Lisa. Tras ello, teníamos un parón para que Barry tuviera que lidiar con Gorila Grodd. O como se hacía llamar ya, Rey Grodd. Eso con respecto a la historia de los Villanos no encajaba, pero resultaría ser el prólogo de lo que se avecinaría después. De vuelta a Ciudad Central, con una visita a Guatemala, terminarían de introducir al Hechicero del Clima (Weather Wizard), Ola de Calor (Heatwave) y a Lisa, quien ahora simplemente se hacía llamar Patinadora (Glider). Y con todo ello, avanzando en las distintas subtramas con éxito, como el regreso de El Flautista (Pied Piper) y su relación con el capitán de policía. Lisa reuniría a los otros Villanos – incluido su amado Maestro de los Espejos (Mirror Master), quien estaba atrapado en su propio reino de espejos – para vengarse de Flash y de su hermano Leonard, los cuales deberían hacer equipo para salvar la situación. Eso terminaría con los Villanos reunidos nuevamente como debía ser… y la invasión del Rey Grodd a Ciudad Central.

La Guerra de los Gorilas sería un regreso a un arco de 5 números. Pero previo al primer número, tuvimos The Flash #0, donde se introduciría un secundario muy importante. Daniel West sería el hermano de Iris West, quien había acabado en prisión por juntarse con criminales al empezar The Flash su carrera 5 años atrás. Y si había tenido mala suerte entonces, no tenía mejor suerte ahora, al quedarse en libertad cuando la locura gorila se desataba en Ciudad Central. La invasión era tan peligrosa, que los Villanos se obligaban a despertar un recién derrotado Flash para ayudar a combatirlos. Este tercer arco estaría un peldaño por encima del primero, pero ya sea por el personaje, ya sea por la habilidad de Manapul y Buccellato en los guiones, no termina de ser tan efectiva como la sucesión de historias auto-conclusivas dentro de un arco mayor. Pero sin duda, el hecho que King Grodd sea un rival mucho más peligroso y carismático, ayuda a mantener interés. El regreso de Solovar también es bienvenido, y la relación de Barry con Patty – que descubre que Barry es Flash – sigue evolucionando, pero sin dejar atrás sentimientos por Iris West. La cual, junto a los otros habitantes de Ciudad Central, terminarían regresando de la Fuerza de la Velocidad. Y traerían consigo, sin saberlo, más de un problema.

La invasión había sido detenida, los que habían sido dados por muertos estaban de nuevo con sus familias, y todos volvían a ser felices. O al menos, eso era lo que aparentaban las cosas. La realidad era muy distinta. Empezando con un no-cruce con Dial H, donde Nelson Jent sin querer, obtenía los poderes de Flash, se revelaba una verdad oculta: los habitantes de Ciudad Central que habían estado atrapados en la Fuerza de la Velocidad, habían adquirido algún tipo de superpoder. Mostrando Barry que era algo mucho más que sus propios superpoderes, lograba detener una revuelta en la prisión Iron Heights, ya que los Forasteros querían rescatar a Trickster – quien había perdido la mano a por una «salutación» del Rey Grodd – al ser acusado injustamente de asesinato. Además, veríamos en acción al Flash Reverso, el cual mataría precisamente a uno de los que obtuvieron poderes en la Fuerza de la Velocidad. Esto llevará a Barry a investigar lo sucedido, y a conocer a otro joven velocista, el cual usa el nombre de Kid Flash. Por su parte, finalmente Iris y Daniel intentan limar asperezas para volver a ser una familia. Siendo el arco más largo de todos, la acción no se resiente tanto. Ya sea porque tengan ya mejor pulso con el personaje, sea porque conocemos al villano – Flash Reverso -, pero no su identidad y sus motivaciones. Así, con números como el dedicado a Kid Flash, hace un poco una mezcla de formatos, y crea interés para ver quien es en realidad el Flash Reverso, y hasta que punto puede poner en graves apuros a Barry.

Uno de los grandes misterios sobre el Flash Reverso, es quien se encontraría detrás de su identidad. Bueno, quizás el misterio era grande, pero los candidatos parecían escasos. El Dr.Elias o Daniel West era quien más papeletas tenían de serlo. Y en The Flash #23 – el primer número incluido en el Flash núm. 7 de ECC – se revelaba toda la verdad.

Tras ello, vendría el Mes de los Villanos, donde no sólo dedicaron un número a explorar el pasado del Flash Reverso en The Flash #23.2, sino que además Brian Buccellato empezó a guionizar en solitario. Con The Flash #23.1 y The Flash #23.3, con el arte de Chris Batista y Patrick Zircher respectivamente, mostraría las dos caras de la moneda. Por un lado, Grodd regresaría siendo aliado del Sindicado del Crimen, y destruyendo todo lo bueno que había logrado Flash, al derrotarle en La Guerra de los Gorilas. Por el otro, como los Villanos reaccionan ante la destrucción masiva de las Ciudades Gemelas, y como no todos los villanos son iguales, y pueden luchar por algo más que no sean ellos mismos. Esto continuaría en la mini Forever Evil: Rogues Rebellion, mientras en The Flash #24 finiquitarían su historia con el Flash Reverso. Por último, The Flash #25 sería el último número de la serie con Francis Manapul de co-guionista y dibujante. Tocaba emigrar a Detective Comics, y tras cerrar con nota alta su etapa en la serie, tocaba aguardar quien tomaría el relevo en la serie, con una sorpresa al respecto…

Brian Buccellato ya había escrito previamente la primera parte del The Flash Annual #2, donde contaba una historia de Barry Allen y Hal Jordan, con el arte de Sam Basri – artista totalmente desaprovechado desde la cancelación de Voodoo. Una de las mejores historias, quizás por el hecho de ser auto-contenida, quizás por la falta de historias entre el Flash y Green Lantern de la Silver Age. Sinceramente, no se en que piensan en DC Comics, ya que este tipo de relaciones están siendo muy desaprovechadas en los Nuevos 52 – lo mismo entre Hal Jordan y Oliver Queen, aunque sea empezándose a conocer y creando vínculos de amistad. La otra mitad fue una historia de la escritora Nicole Dubuc, con el arte de Cully Hamner, sobre el no poder salvar a todos. Mejor ejecución y recepción tuvo el The Flash #26, una historia auto-conclusiva a cargo de Christos Gage y Neil Googe, y creo que muchos hubieran visto con buenos ojos que fueran el nuevo equipo creativo. Pero entonces saltó la sorpresa, y el nuevo guionista de The Flash era… Brian Buccellato. Este regresaba para contar la historia que inicialmente iba a ir después del primer arco, pero que fue descartada para adelantar la llegada de los Villanos a la serie. El arte corrió a parte de Patrick Zircher, aunque el pobre, al marearlo más que una peonza de serie en serie, finalmente no se ha hecho cargo del último número. Este ha ido a cargo de Agustin Padilla, que ha intentado ajustar su estilo al de Zircher, para que se notase menos el cambio. Sin ser una mala historia, quizás no ha sido el epílogo necesario para cerrar una buena etapa en la serie. Claro que cuando has tenido de dibujante principal a Francis Manapul, cuesta mucho cerrarlo con buena nota sin él. En cualquier caso, esta última historia ha servido para cerrar uno de las subtramas que habían estado trabajando, y dejando abierto uno de los grandes misterios de la serie.

Cuando has ofrecido un producto durante un buen tiempo, y este termina, tienes dos opciones. No continuar con el mismo, dejando reposar el producto hasta que vuelva a llegar el momento de sacarlo de nuevo. O si no quieres/puedes hacerlo, ofrecer algo suficientemente distinto para justificar el cambio y continuación. La segunda opción es la que eligieron en DC Comics para The Flash, y le han dado las riendas de la serie a Robert Venditti y Van Jensen, con los dibujos de Brett Booth. Claramente, al menos en el arte, es un cambio notorio con respecto a la etapa anterior. Pero Booth ha logrado que haya otro cambio igual de destacado: ha convencido a los jefazos, para que regrese Wally West a la serie. Por el lado de los guiones, no será la primera colaboración de Venditti y Jensen, ya que ya trabajaron conjuntamente en Green Lantern Corps. La serie siempre fue escrita por Van Jensen, pero Venditti estuvo co-guonizando la trama, y como las series de Green Lantern y GLC siguen relacionadas – al menos hasta finalizar Uprising, tras la revuelta ambas series tomarán caminos por separado -, seguían muy en contacto antes de ponerse a trabajar conjuntamente en The Flash. Robert Venditti no creció leyendo cómics de superhéroes, así que la mayoría de información que tiene del personaje es por cultura popular del mismo. Considera que el personaje tiene algo muy característico, y es que es el tipo que corre muy rápido. Para Venditti, los niños desean eso, poder correr muy rápido – al menos quizás, los que no leen cómics y desean volar en vez de correr, pero un servidor era de los primeros ciertamente -, y The Flash representa esto. Así que cuando le dijeron que optase a encargarse de la serie, empezó a leer más del personaje para profundizar en él. Y principalmente, leyó sobre Barry, y vio que era muy atrayente. Barry es un personaje muy esperanzador, heroico. No tiene ese lado oscuro y taciturno que comparten muchos otros personajes. Además, le gusta el hecho que trabaje en un laboratorio criminalístico. Le encantan las historias policiales, incluso cuando lees Los Sustitutos, pese a ser una historia de ciencia ficción, predomina la parte detectivesca. Así que hay muchos elementos que encuentra interesantes del personaje.

Por su lado, Van Jensen si creció leyendo cómics, pero no de The Flash, pues no estaba disponible donde él vivía. Pero con los años, ha ido apreciando muchas cosas del personaje, especialmente ahora que escribe a Barry y habita su mundo. Una de ellas, es Ciudad Central. Es una ciudad, pero es más del centro de Estados Unidos. Jensen ha crecido en Plains, en un pueblecito. Así que es diferente, pero a la vez, mucho más cercano a lo que vivió que Gotham City o Metropolis. Y también comparte la pasión por el hecho que Barry trabaje con la policia, ya que en los últimos años es algo con lo que se identifica mucho, al haber trabajado él como reportero criminalístico. Es algo que sin duda veremos muy reflejado en la serie. Otro elemento importante, es que la serie empezará tras los hechos ocurridos en Maldad Eterna – si bien el final no se conocerá hasta un mes después de su debut -, siendo Ciudad Central una de las más castigadas. Prometen que el primer arco será muy importante para Barry, como personaje, sus poderes, y como expandirán los personajes secundarios, introduciendo nuevos villanos, villanos pre-existentes y demás elementos. Van Jensen y Robert Venditti tienen una estética similar, lo que les ayuda cuando trabajan conjuntamente. Así que aunque sea una enorme y excitante serie de superhéroes, con muchas cosas locas y fantásticas ocurriendo, ambos se centran mucho en escribir y guionizar sobre personajes. Creen que es algo que aportaran mucho a la serie. Será una visión profunda a todo el elenco de personajes de la serie, añadiendo nuevas vueltas de tuerca a personajes ya conocidos, y añadiendo a nuevos – si algo ha dejado claro en su colaboración conjunta en Green Lantern Corps, es que pueden profundizar con muchos personajes, sin dejar de lado la acción y la trama superheroica.

Y entre los nuevos, un personaje clave: Wally West. Y no será el único West que tendrá una especial atención en esta nueva etapa. Van Jensen está fascinado por Iris West, ya que el trabajo que tiene es básicamente el que tenía hace unos años el escritor. Sabe lo duro que es, ya que si bien es un trabajo muy estimulante, también tienes que lidiar con las tragedias día a día. Y eso puede tener un impacto emocional complejo muy grande en las personas. Y cogiendo todo el historial de Iris y su problemático pasado familiar, así como todo lo que le ocurrirá con su familia en el presente, será un montón de bagaje con el que tendrá que lidiar, y mucho con lo que tendrá que crecer. Y si, Wally será el sobrino de Iris. Pero como esto encajará con las dinámicas familiares, y como todo esto estará ligado a la historia, será una pieza importante para introducir a Wally. Así que de momento no revelarán más al respecto. Su relación con Barry Allen será muy importante durante este primer arco, y la misma irá evolucionando. Wally ha venido para quedarse, será un personaje permanente del elenco principal de la serie. Estará por mucho tiempo, de forma muy extendida, con un amplio enfoque desarrollando su relación con Barry. Porque estarán presentando a Wally West, no sólo al nUDC, sino a un montón de lectores. Irán como si nada de lo previamente vivido entre ellos hubiera existido. Crearán la relación entre Barry y Wally desde los cimientos. Y todo estará relacionado con lo ocurrido en la serie hasta el momento. Aseguran que todo ocurrirá de forma orgánica, y que la gente estará contenta de como se desarrollará. La relación entre ambos tendrá ecos de relaciones previas, pero no repetirán lo ocurrido en el pasado.

Explorarán al personaje de Wally, y como él afecta a Barry. Pero también explorarán como Barry afecta a Wally. Y como Flash afecta a ambos, ya que son dos elementos distintos. Es una relación que irá desarrollándose en el tiempo. Y creen que sorprenderán a la gente, que los pillarán con la guardia baja. Pero no serán sorpresas por el mero hecho de soltar sorpresas, será algo que irá bien ligado a lo que estarán contando. Y que seguirá fiel a lo que ambos personajes harían y como se desarrollarían en las circunstancias en las que se conocerán y se harán amigos. ¿Será el Flash Futuro el villano del primer arco? Respecto a él, sólo comentan que el Flash Futuro es del futuro. Y que habrán muchos villanos, y no precisamente clásicos, porque una de las cosas que más han disfrutado, es crear nuevos villanos para este primer arco. Han tenido grandes conversaciones, en esos momentos que se sientan dos buenos amigos a charlar, sobre que villanos debería hacer frente Flash, y esperan que ese buen rollo y energía se transmita en las historias que están creando. Así que aseguran que habrán muchas sorpresas durante su arco inicial. El resto de personajes serán principalmente los mismos que había la serie, con algunas caras nuevas. Pero lo principal, será tratarlos intentando superar el gran trauma, que ha dejado la destrucción vivida durante Maldad Eterna. Eso habrá afectado a todo el mundo, pero no a todo el mundo de la misma forma. Explorarán esto durante el primer arco, pero puede que tenga repercusiones mucho más allá. Finalmente, hablan de Brett Booth, quien comentan que les encanta ver como sus palabras se convierten gracias a él en imágenes increíbles, llenas de energía y vibraciones. Pero no sólo eso, además está creando nuevos diseños sobre todo lo que le mandan, y están encantados de su trabajo. Y el buen rollo entre todos ellos es muy grande, comentando las cadenas de correos entre ellos y Norm Rapmund y Andrew Dalhouse – entintador y coloreador respectivamente -, haciendo bromas entre ellos, haciendo sentir una gran relación de grupo. Nuevamente, esperan que todo lo que están disfrutando trabajando en la serie, se transmita y contagie a los lectores para que tengan las mismas buenas sensaciones.

Fuente: Newsarama.