El dios de mi dios, ¿es mi dios?. ¡Vaya follón!
«The wheel turns….»
Pese a lo que nos pese a muchos lectores, desde la marcha de Jason Aaron de la colección de Thor, Odinson está en una encrucijada. Por un lado las ventas y el interés por la colección están en horas bajas, y por otro, tal ha sido el pesado legado del autor de Los Vengadores que, el Poderoso Thor no levanta el vuelo, sin que necesariamente las odiosas comparaciones entren en juego.
Probablemente el mal endémico de este personaje venga de la etapa de Matt Fraction que, para mí, fue bastante insufrible, aunque esta afirmación es muy subjetiva y personal. Thor es un personaje que cansa mucho si no se le saca partido, y además llevamos unos años en los que se han juntado dos factores muy importantes. Uno, el agotamiento del personaje a nivel cómic, dos, la tóxica asociación del personaje con la versión cinematográfica. Ambos factores han convertido a Thor en un personaje sin interés.
Ante la situación y los problemas mencionados se ha optado por un activo de Marvel Comics solvente y de garantía, estamos hablando de Al Ewing. El autor británico ya ha demostrado su valía en muchas series y miniseries y ahora empuña a Mjolnir en un intento de inmortalizar a un dios.
Llegados a este punto, toca la pregunta de rigor y debo decir sin formularla que para mí este primer número me ha dejado tal cual empecé su lectura, sin ganas de más. Al Ewing me encanta pero no todo lo que escribe tiene que ser de diez, y en este caso nos cuenta más de lo mismo. Sí, hay una amenaza oculta que juega con los mitos nórdicos, pero esa película ya la he visto.
Por otro lado, el número en sí es una vuelta a los orígenes en toda regla. Tenemos de nuevo a todo el elenco de asgardianos, y no solo eso, sino que volvemos a vestimentas previas a Joseph Michael Straczynski. ¿Queríais café?, pues tomad café pero para muy cafeteros. Sin embargo, sí que tenemos una versión de Loki más acorde con su versión de este nuevo milenio, como probable ancla en la que pivoten aspectos sobre la identidad sexual que puedan ser tratados a futuro, como en algunas viñetas podemos apreciar de manera expresa.
Y siguiendo con identidad, enlazamos con la de los dioses, y en este caso con Thor y Asgard. Da la sensación de que con la inclusión de Utgard vamos a estar dentro de un triunvirato complejo, donde los dioses de Asgard son reflejo de los de Utgard, estando los humanos en la base de la pirámide. En este juego de deidades, y siguiendo el paralelismo con El inmortal Hulk, Ewing puede que juegue con la naturaleza de lo que es ser un dios. El guionista plantea las semillas de una cuestión que veremos si da suficiente juego, ¿los dioses tienen dioses?
De momento es elucubrar, porque tal y como os he mencionado esta primera entrega se dedica exclusivamente en el 85 % de la misma a asentarnos en conceptos y un contexto más cercano al pasado que a lo que hemos leído en el nuevo milenio.
En lo que a la parte gráfica se refiere, podemos decir que Martin Coccolo se limita a ser correcto y en muchos casos intenta, sin éxito, acercarse a Olivier Coipel. También he de decir que volver al traje clásico de Thor lastra, y mucho, el resultado final. Coccolo sí que entiende cómo usar ángulos, escalas y dobles páginas para poder trasladar al lector cual aterradores son, por ejemplo, los dioses de Utgard. Pese a lo dicho, y que realmente no estoy contento con la parte gráfica, no puedo evitar decir que Coccolo cuenta una historia y la cuenta bien.
En definitiva, Al Ewing no ha conseguido llamar mi atención. No continuaré con el siguiente número, y, como mucho, esperaré a ver reacciones de los demás lectores, para, en su caso, coger el correspondiente tomo recopilatorio.
Lo mejor
• La conversación entre hermanos.
Lo peor
• El elevado número de páginas para lo que cuenta.
• La vuelta del traje clásico.
No es el inmortal Hulk
Guión - 6
Dibujo - 7
Interés - 5
6
Al Ewing toma las riendas de un descafeinado Thor. De momento no engancha.
A mí tampoco me ha dicho nada del otro mundo. Casi que me alegro, una grapa menos para cuando llegue por aquí.
De todas formas, igual que con el #1 de Ultimate Invasion, se agradece esto de reseñar los primeros números de las nuevas colecciones según vayan saliendo en USA.
Un saludo.
Gracias por tus palabras, e intentaremos reseñar más números 1.
Thor es de esos personajes cíclicos que van a contar una y otra vez lo mismo. Es como Conan, aunque a Thor lo puedes llevar al espacio y no pasa nada. Es difícil innovar (y si se llega a hacer, como convertir a Jane Foster en Thor, parte del fandom se resiste).
Hace años muchos personajes están volviendo a sus esencias, para el recambio generacional… En problema es que los que seguimos leyendo cómics de superhéroes somos los mismos de siempre, que ya poco nos sorprende.
Gracias Mario, estoy contigo, ese creo que es el problema con los veteranos. Pocas sorpresas la verdad, pero el problema es de las dos grandes.
Pues si tenemos en cuenta que la idea de Ewing era hacer con Thor el equivalente a lo que hizo en Hulk… empezamos bien. De todas formas, a mí Inmortal Hulk tampoco me entusiasmó en su primer número. Esperemos que esta siga un camino parecido.
Es que los enemigos del primer número de Inmortal Hulk no podían ser más irrisorios. También me dejó bastante frío
Gracias por la reseña.
Primer número regular y nada más, coincido con la calificación global aunque difiero en varias cuestiones.
No es que Thor este en una encrucijada sino que Marvel decidió dejarlo en esta posición desde hace años y no tiene intenciones de cambiar esta situación, Con Aaron a la cabeza pero también con la inestimable ayuda de Fraction, Cates y Gronbekk no hicieron nada más que destrozar toda la rica historia del personaje, por eso no es casualidad el momento en que se encuentra. Ahora resulta que la editorial se dió cuenta que los fans del personaje no gastan dinero en estos comics desde hace años y los que supuestamente adoraban el camino que tomaron y aplaudian a rabiar no compran los comics de Thor porque nunca les gusto el personaje.
Para colmo me causa gracia cuando se hace mención que hubo una vuelta a lo clásico con Ewing (que fue la mano derecha de Aaron cuando tuvo que destrozar al personaje) es un mal chiste, lo único clásico que veo de este número es el atuendo y la supuesta apariencia del martillo porque el resto es más de lo mismo: es un horror lo que hicieron con Loki (y no me refiero solo al tema de la sexualidad), los 3 guerreros + 1, Sif siendo la sombra de Heimdall en vez de volver a ser una de las guerreras de Asgard.
La verdadera encrucijada es como volver a conquistar a todos los lectores de este personaje que se fueron espantados por todo el horror que hicieron, y realmente no creo que Ewing sea la solución ya que no lo veo haciendo un Raganarok y barriendo con todas las tonterías que introdujeron desde la época de Fraction y Aaron.
SI quieren una buena lectura de material de Thor deberían reseñar el Annual 1 que se edito hace poco y es una pequeña joya a diferencia de esto.
Es increíble pero ya pasaron 15 años desde que compré una serie regular de Dios del Trueno y creo que como viene la mano pasaran varios más, ojala me equivoque y esta sea una gran etapa pero lo dudo seriamente.