The Mark of Watzel es una historia autoconclusiva serializada en la revista Aoharu de la editorial Shueisha en el año 2014. La autora del manga es Tomo Taketomi, una mangaka desconocida en nuestro país, aunque, en Francia, la editorial Kana publicó hace años Evil Heart (Shuukan Young Jump, Shueisha, 2005).
The Mark of Watzel nos explica como Jason Toy, un actor venido a menos, es contratado por Dusty Mortimer para ayudar a su hija, Erin Mortimer, ha superar sus últimos meses de vida. A causa de la sensible temática que envuelve a esta publicación, Milky Way Ediciones decidió donar un porcentaje de los beneficios de esta obra a una fundación de apoyo contra el cáncer infantil. Un detalle que dice mucho de los responsables de la editorial.
Personajes
THE MARK OF WATZEL
El guion que desarrolla Tomo Taketomi tiene un buen ritmo, teniendo en cuenta que en menos de 200 páginas tiene que proponer un inicio, nudo y desenlace. Erin tiene unas pesadillas recurrentes en las cuales unos muñecos de hojalata vestidos como los soldados de The Mark of Watzel la persiguen y atacan. El terapeuta Suzuki cree que estos muñecos con traje militar representan las células tumorales en progresión, por tanto, si Erin se viera a si misma como Watzel, su héroe que derrotaba a estos soldados, podría acabar con ellos. Gracias a la desesperación de Dusty, Suzuki consigue que contraten al actor original de la serie, Jason Toy. Su idea es que Jason se disfrace de Watzel y ayude a Erin crear una imagen en su mente: ella vestida como un auténtico héroe derrotando a todos los malvados soldado que quieran atacarla.
Tomo Taketomi tiene la virtud de plantearnos esta situación como inverosímil. Nadie cree que eso pueda funcionar, ni Jason ni Dusty, de hecho, el propio Suzuki llega a dudar de si mismo. De esta manera, no cae en una apología de las terapias pseudocientíficas, mal llamadas alternativas, sino que en todo momento se mantiene al lector en una posición de escepticismo. De esta manera, la crudeza sobrevuela todas las páginas del tomo pero de una manera muy diluida, tanto que el manga no se convierte en un drama gratuito. En esto tiene mucha culpa la intercalación de escenas de la «realidad» con otras de la imaginación de Erin. Estos dos mundos que narrativamente transcurren en paralelo, narrativamente, están muy bien utilizados.
Aviso de Spoiler |
Respecto al dibujo, The Mark of Watzel nos propone un estilo shojo moderno: detallado, limpio y con bastantes fondos trabajados. El dibujo es muy pulcro y los juegos de sombras y grises están muy bien empleados. Tomo Taketomi consigue transmitir una sensación de calma y paz, pese al guion, gracias a esta estética tan rica y cuidada. En este sentido, destaca el uso del color en la portada, una pena que no haya páginas interiores a color para acabar de catar este modo de expresión de la autora.
En definitiva, The Mark of Watzel nos sumerge en el drama del cáncer infantil con crudeza pero sin dramatismo. Con un gran guion y un dibujo espectacular. Uno de esos mangas que puedes prestar a alguien que no esté habituado a este tipo de cómic con la confianza que le va a gustar. El elemento más espinoso de la obra es el uso que hace del método Simonton, que perfectamente podría cambiarse por oraciones religiosas, por ejemplo. Pero, por suerte el desarrollo de la trama no cae en la versión complaciente y fácil de validar esta práctica. Citando a la propia autora:
«Creer y desear son dos cosas completamente distintas»
Valoración
Guión - 7
Dibujo - 8
Interés - 6
7
Valoración
Milky Way Ediciones nos propone una historia autoconclusiva llena de dolor, amor y realismo. Una pizca de amargura que sin regodearse en la fatalidad nos hace pensar en la vida y la muerte.