Te ha sido dada una misión. A ti, Vol de Galle, antiguo soldado e inquisidor. Una misión, tú no lo sabes, que otros ya emprendieron antes que tú. Luchar, luchar, luchar… contra los demonios que infestan las calles de Venisalle, preciosa ciudad del dieciocho donde siempre es carnaval. Es la santa patrona de la ciudad, Sainte de Massard, quien te lo manda. Quien te manda contra el mundo armado tan solo con una espada y dos peculiares pistolas. Pero, ¿acaso no te estarás engañando?
«A medio camino entre la ficción histórica y el terror cosmogónico lovecraftiano, Guy Davis (AIDP, Honor entre punks, Sandman Mistery Theatre) crea una obra atípica en el panorama de la historieta americana, llena de monstruos inimaginables y protagonizada por un defensor de la justicia con métodos poco ortodoxos.
Con The Marquis entraremos en un mundo donde todo lo oculto y prohibido sale a la superficie y todos los pecados son permitidos. Encuentra respuestas a tus dudas, siente la atracción, busca la compasión, déjate consumir por la codicia, revuélcate en el exceso del deseo… y serás perseguido por el Marquis.»
Guy Davis sigue demostrando en The Marquis, como viene haciendo en AIDP, que es uno de los mejores narradores gráficos que existen en la actualidad. La expresividad que consigue el grado de estilización de su dibujo y la soberbia intuición con la que escoge cada plano y compone la página hacen que pasear nuestra mirada por sus planchas sea un verdadero placer.
Como en Peeters, los silencios narrativos pesan en Davis. Tienen cuerpo. Cuentan cosas y hacen que nos demoremos en ellos. Configuran gran parte de la historia. Más aún si, como aquí, la historia es rica en seres monstruosos, repugnantes, que este dibujante sabe representar como nadie. Lo malsano y enfermizo toma forma por su pluma de una manera única. Mike Mignola ha sabido poner en imagenes a las criaturas de ficción de Lovecraft con verosimilitud y densidad, a la par que con una cierta belleza nacida del atractivo de su trazo y diseño. Pero en Davis, si alguna belleza hay, es una belleza obscena, morbosa. De viscera exteriorizadas y excrescencias de todo tipo. De temblorosos pulmones, vello púbico y organos sexuales descolocados. Davis ha sabido encontrar los trazos del horror, convirtiéndose así en el David Cronenberg del cómic y, en este sentido, The Marquis es una obra magistral y sin parangón.
No obstante, el aspecto argumental no es tan redondo, aunque sigue conteniendo grandes logros. De todas formas conviene decir que, posiblemente, sus defectos no lo sean tanto si atendemos al formato en que la obra fue publicada originalmente por Oni Press.
Considero que, en cuanto al guión, la parte resuelta con más brillantez es aquella en la que no conseguimos averiguar si los demonios que rodean a este Marqués justiciero son reales o fruto de su imaginación y sufrimos esta duda con él. ¿Acaso está loco y su espada y sus balas acaban con la vida de gente inocente? Esta parte ocupa el primer tercio del tomo que publica Norma y en ella se presentan ya también de manera incipiente la mayoría de demás aspectos argumentales que configuran la obra: la incertidumbre de la fe, el fideísmo antirracional y manipulador y la hipocresía de las sociedades erigidas sobre moralismos fuertes.
Y ahí radica un tanto el problema de esta «Novela Gráfica«. Porque originalmente fue publicada en formato comic-book y luego recopilada por arcos argumentales, de los cuales este tomo agrupa tres. Y lo que, servido mensualmente, puede combinar con equilibrio recordatorio de lo acontecido y progreso argumental, en un tomo así resulta algo reiterativo.
Otro de los defectos de esta obra es que, en algunos diálogos, la teología fideista está presentada de manera un tanto confusa. Buscando un efectismo extremista un tanto vacio y vago en contenidos.
Más allá de esto, que es algo que pesa en ciertos momentos, lo demás, mayormente ya expuesto, es meritorio: la ambientación en esa carnavalesca ciudad del XVIII, ese mundo que Davis recrea de entre los escombros de una realidad que no existe, la fuerza del personaje protagonista, ese angustiado cazador de pecadores, y la extraña ambivalencia de los «presuntos» demonios.
Con lo cual, cabe concluir, estamos ante una obra destacable que se disfruta mejor sin leerla de un tirón y que hubiera sido excelente de haber contado Davis con la ayuda, en los diálogos, de guionistas como Seagle o Arcudi. Autores con los que ya ha trabajado, produciendo con ellos obras deslumbrantes tales como Sandman Mystery Theatre y AIDP.
Podéis hallar más información sobre la obra en la página web de Guy Davis, así como también los modos en que ha sido publicado por parte de Oni Press y Les Humanoïdes Associés:
ONI Press
The Marquis: Danse Macabre #1-5 (2000)
The Marquis: Hell’s Courtesan #1-2 (2002)
The Marquis: A Sin of One (2003)
Les Humanoïdes Associés
Le Marquis: Danse Macabre (2004)
Le Marquis: Intermezzo (2005)
También he descubierto que de este cómic se ha hablado mucho. En la Cárcel, la Librería, el Libro de Arena, Abandonad todo esperanza y La Espada de Orión… que yo sepa. Aunque todas las reseñas me parecen excelentes, si pensáis comprar esta obra, miraría la de La Espada de Orión después de haber leído el cómic por el spoiler que contiene.
Estupenda obra, deslumbrante en el aspecto gráfico e interesante (aunque no redonda) argumentalmente. Coincido con lo escrito.
Muy de acuerdo con todo lo que dices.
Tebeo graficamente impresionante, de historia sencillita sencillita pero muy disfutable.
Gracias por el link pero Libro de arena es nuestro «paraguas bloguero», sólo somos A mi spleen.
Abrazos.
Sorry por la «confussion»
Quizás este comment sea un tanto raro:
La compré (la compre?) hace unas semanas en el FNAC de barna y, como ya tenía atrasada la lectura del Berlín de Jason Lutes y un par de cosillas más, sólo leí un rato que me pareció bueno pero poco más.
Ahora bien, debe ser cojonudo porque:
a-Es de Guy Davis.
b-lo leí a -4ºC, y eso quieras que no hace la lectura un tanto chunga.
Este artículo era lo que necesitaba para vencer mi recelo provocado por la tormenta invernal y disfrutar de The Marquis. Fijo fijo que me mola.
Compadlo!!!
(compradlo?)
Bueno, para dar la nota discordante, Marquis no me parece un buen cómic. Es cierto que gráficamente Guy Davis es muy interesante, pero argumentalmente abundo en lo dicho por tí Toni, el guión no sólo es confuso y reiterativo, sino que es aburrido. Y eso es lo por que le puede pasar a un cómic. El arranque es bueno, pero el desarrollo es totalmente decepcionante. Sólo lo recomendaría a los muy fans de Davis, en el caso de que les interese más el dibujo que la historia.
Gracias por tu aportación Tebeonauta. Yo entré en The Marquis como un míura en la plaza. Porque el arranque me atrapó del todo y la ambivalencia inicial me pareció de lo más conseguida. Luego, como remarca Tebeonauta, la cosa se estanca argumentalmente, hasta que, en el tercio final, las historias particulares de los demonios aportan cierta novedad al conjunto. Como Davis ha dicho que ésta es una obra con un final que tiene muy claro, cabe esperar que en el siguiente tomo la cosa se desencalle y apunte hacia la conclusión que ofrezca nuevos contenidos.