Luz, fuego, destrucción.
«Me senté em un bar que me gustaba a beber y observar a toda esa gente, sabiendo que pronto sus vidas serían destrozadas por el fuego y un dolor inimaginable.
Estamos ante un guionista de primer nivel. James Tynion IV se encuentra publicando obra tras obras en diferentes editoriales y todas ellas dan el campanazo y nos aguijonean las cartera sin piedad. En la actualidad se están publicando Hay algo matando niños, El armario, El departamento de la Verdad, El Corintio, el presente cómic, entre otros. Obras diversas, atractivas, originales.
La clave del éxito se encuentra, según el propio autor, en que él está presente en todas sus obras. Lo que quiso decir Tynion es que no hay impostura en su obra, se vacía en ellas, no es hipócrita aunque puede que sí incoherente. Nada más humano que la incoherencia.
De una forma indirecta y eufemística, sus cómics representan diferentes aspectos de su personalidad.
En el caso de Nice House, Tynion nos habla de amistad, traición, amor, sexualidad, soledad, seguridad, celos… de cómo podemos hacer más daño a las personas que queremos cuando buscamos protegerlos
En el Focus de Álvaro Martínez Bueno con los seis primeros números de la serie, ECC publicó la introducción del guionista en el tomo equivalente americano. Allí Tynion nos explica que de su amor y ganas de proteger a sus amigos surgió la idea de este guion.
El personaje que representa al escritor está claro, se trata de Walter, el extraterrestre. Así se ve a si mismo el guionista entre el grupo de sus amigos, como un outsider, debido a su personalidad, soledad, introversión o sexualidad.
La obra parte de un sinceramiento entre Walter y sus amigos, al estilo de Los amigos de Peter de Kenneth Brannagh pero pasado por el tamiz de los subgéneros del terror y la ciencia ficción. Aquí no se racanean conceptos fantásticos, como una invasión alienígena o un holocausto terrestre. A pesar de que se trata de una serie tranquilo, de personajes, en la que no vemos más que pequeños detalles de los que tampoco tenemos claro su realismo.
Ángel García ya desgranó los seis primeros números de la serie. Lo que vemos en esta continuación es como el mecanismo perfectamente engrasado por Tynion y Martínez Bueno, va retorciendo de manera constante e imparable la trama. El tiempo está perfectamente medido y sin que se pierda el tiempo y se dé la oportunidad de aburrirnos van cayendo detalles y novedades que cambian el prisma global de lo que c*ño está pasando en el mundo.
Porqué… ¿sabemos qué ha pasado? ¿Estamos seguros? La atmosfera se va enrareciendo, los personajes empiezan a mostrar aristas, impaciencia y rencores. Nada es lo que parece, ni siquiera Walter, que ha desnudado su alma está siendo sincero. Trampas dentro de trampas, trucos, acertijos, engaños y medias verdades ¿Con qué intención? ¿Protegerlos? ¿Protegerse?
Con un goteo constante e imparable se van aclarando detalles solo para establecer más dudas.
Tynion se toma su tiempo, nos plantea engañifas y dosifica la información de la trama “terrorífica” para recrearse en los aspectos más personales y humanos de los participantes en este juego macabro, retorcido y letal.
Para romper con la monotonía, tuerce la linealidad con flashbacks y recursos narrativos como extractos de conversaciones de WhatsApp, mails, mensajes en el contestador… Tynion actualiza los recursos de la novela-documento (como Carrie de Stephen King) al cómic y a la época actual (a ver como se lee en el futuro). El uso de estos recursos le da dinamismo, frescura a la narrativa y realismo a la hora de exponer la relación de los personajes.
La estructura de cada número suele ser similar, un inicio que retrasa la resolución del final del número anterior. Un cierto bajón en la intensidad para mostrarnos las reflexiones, dudas y miedos del grupo de personajes para realizar un giro amenazante y un cierre espectacular, que (suele) modificar y matizar todo lo que sabemos hasta el momento.
Los autores no nos dan tregua.
Álvaro Martínez Bueno (Cantabria 1981), nuestro autor del mes mayo, realiza un trabajo más que notable equilibrando el realismo de los personajes, los elementos fantásticos y el uso de las técnicas mencionadas.
En el tomo Focus que hemos mencionado, hay una entrevista al dibujante en la que expresa la dificultad que supone retratar personajes reales, como el grupo de amigos, y hacerlos distinguibles con su vestimenta, peinados y comunicación no verbal.
La atmosfera de la obra es oscura y ominosa, por lo que lo que hacer que los personajes no sean confusos es un ejercicio de concreción y detalle extraordinario.
Mención aparte merece el personaje que da título a la obra. La casa. Volvemos al Focus en el que el dibujante cántabro explica cómo “creó” ese espectacular, claustrofóbico y terrorífico elemento capital de la obra. El trabajo se ve recompensado en que sin esfuerzo ni dificultad, el lector puede ubicarse en la casa, diferenciar la habitación en la que se encuentra y distinguirla de otras viviendas que se nos muestran en los flashbacks. No hay que ni concentrarse, son aspectos de los que uno se da cuenta con naturalidad, simplemente leyendo, lo que supone un trabajo y un nivel artístico muy destacado, ya que conjuga la belleza de las imágenes con la eficiencia de la narración.
El uso del color y de las texturas por parte de Martínez Bueno transmite sensaciones casi físicas. La tensión que muestra encaja con el tono de la obra y con la dificultad de transmitir suspense en un medio como el cómic.
Narrativamente, sabe reflejar los recursos e ideas de Tynion (seguramente muchos compartidos) y estructura la página para facilitar la fluidez de la lectura, la pausa, la introspección, el miedo y el dinamismo cuando es necesario. Sus “trucos” funcionan de manera natural y orgánica, lo cual debe ser siempre objetivo de un dibujante, poner todo su arte al servicio del cómic.
No podemos dejar de mencionar el trabajo de la colorista Jordie Bellaire que adapta su paleta a las necesidades dela historia, la narración y el tono., multiplicando el aspecto emocional de la tensión, la soledad o el desamparo con un uso arriesgado del color pero en el que no falla.
Los seis números cierran con un cliffhanger que nos deja un sabor agridulce. Las ganas de continuar y la amargura de no conocer todavía el final.
En la entrevista que le hicimos al autor en el Comic Barcelona, nos dijo que si Nice House se parece a una obra serie televisiva sería a Lost, de la que fue fan en su adolescencia. Esperemos que a diferencia del producto de J.J. Abrams no se pierda en sus propias ansias de epatar y no alargue demasiado el desarrollo de la obra.
Lo mejor
• El dibujazo de Martínez Bueno
• El guionazo de James Tynion IV
• Que DC publique esta obra
Lo peor
• El miedo a que el éxito acabe provocando que se alargue mucho el chicle.
Muy bueno.
Guion - 9
Dibujo - 9
Interés - 9
9
Cerramos por todo lo alto la primera parte de la exitosa serie de Tynion y Martínez Bueno.
Ese final me acabó dejando mal sabor de boca, pero el resto es de una gran calidad
Es un final agridulce. Puede decepcionar por que no cierra pero por otra parte tendremos más.
Mi mayor temor es que sea un continuar por continuar.
Gracias por comentar
Ése es el miedo que tengo, que lo que parecía una obra cerrada vaya a alargarse a saber hasta cuándo y muera de éxito. Esperemos que no se marquen un Perdidos…
esperemos que no sea un Perdidos… AUNQUE esa es la serie que más ha inlfuido a Tynion para escribir Nice House según él mismo
Gracias por la.reseña!
Aunque mantiene un buen nivel es más formulaico que el primer arco. Pero claro, era difícil mantener el pulso de intriga y sugerencia del primer arco… Incluso Martínez Bueno parece más asentado con respecto a la ruptura estilística de sus primeros números…. Continuará?