El Universo Ultimate sufrió varias catástrofes que sirvieron para plantear un nuevo escenario en esta continuidad definitiva que servía para contar esas historias que nunca fueron posibles en el Universo Marvel, por el mero hecho de ser excesivas. Y, aunque la reversión de los polos que ejecutó Magneto en ‘Ultimátum’ fue uno de los crossovers más criticados por los aficionados, incluso repudiado por los mismos según avanzaba el tiempo, la muerte de Peter Parker sirvió para poder reorganizar una realidad alternativa que seguía dando tumbos y que no tenía muy claro hacia dónde se dirigía en aquel momento.
Tres nuevas colecciones vieron la luz en Estados Unidos, con la cabecera común de Ultimate Comics: Spider-Man, X-Men y The Ultimates. En España tuvimos una publicación controvertida bajo una misma entrega mensual que reunía los tres números de las nuevas colecciones definitivas por parte de Panini con el nombre de ‘Ultimate Marvel’, y muchos aficionados pensábamos que no podríamos hacernos con las colecciones de forma individual. Hasta que continuó el Coleccionable Ultimate, que pretendía finalizar primero tras ‘Ultimátum’ y después en los números especiales de ‘La Muerte de Peter Parker’, ahora reuniendo cada colección en sus propios tomos individuales. Un acierto que hace que los aficionados al Universo Definitivo en nuestro país puedan disfrutar de las historias de una manera más orgánica y continuada.
‘La República está ardiendo’ es el primer volumen de la versión definitiva de los Vengadores de esta «Fase Tres» del coleccionable Ultimate, y en su interior reúne los primeros números de Ultimate Comics: The Ultimates de Jonathan Hickman y Esad Ribic, un tándem muy de moda hoy en día gracias a Secret Wars, y en su segunda mitad incluye la miniserie completa Ultimate Comics: Hawkeye, en el que el propio Hickman y Rafa Sandoval cuentan una historia de la versión definitiva de Ojo de Halcón que transcurre entre los primeros números de los Ultimates, en la ficticia República del Sudeste de Asia, de la que veremos más en próximas entregas del Coleccionable.
La historia que nos presentan el tándem responsable de Secret Wars utiliza un buen recurso para que el lector se vea inmerso en la acción en unas pocas viñetas, con un sentimiento de vértigo al final de lo que sería la primera entrega de Ultimates. Aunque en la primera página vemos a un grupo de personas, entre los que destaca un enmascarado, construyendo un nuevo emplazamiento al norte de Alemania, la acción salta en la siguiente página a Nick Furia, Director de S.H.I.E.L.D., accediendo al puesto de mando del Triskelion, dónde podremos ver los tres principales problemas globales a los que debe hacer frente: Asgard, la República del Sudeste de Asia y la frontera sur de Uruguay. La Iniciativa de Defensa Europea se encargará de viajar a Asgard para que los así llamados dioses se controlen y no causen más destrozos; Ojo de Halcón se encargará de la crisis en la R.S.A. con un poco de ayuda, como ya veremos más concretamente en su miniserie, incluida en este tomo; y Iron Man se desplazará hasta Uruguay gracias al control remoto de la armadura creado por Tony Stark, para evitar que estalle la guerra entre este país y Argentina. Pero no todo sale como el Director de S.H.I.E.L.D. se espera: se pierden las comunicaciones con Ojo de Halcón, un artefacto nuclear estalla en Uruguay y Thor descubre junto al Capitán Britania y el resto de la Iniciativa de Defensa Europea una cúpula de la que salen unos extraños hombres que comienzan a diezmarles. Tras estos momentos, con las comunicaciones con su equipo caídas, Nick Furia comienza a dudar.
Tras este vertiginoso comienzo, el resto de los números de The Ultimates comenzarán a girar alrededor de la misteriosa cúpula y sus habitantes, entre los que destaca el hombre enmascarado, que responde al nombre de Hacedor. Él y sus seguidores, los llamados Hijos del Mañana, pondrán en jaque no sólo a S.H.I.E.L.D., si no también a los dioses asgardianos, viéndose todos ellos sobrepasados por un milenio de avances bajo la cúpula. Desesperado, Nick Furia buscará una solución para este conflicto mientras que en la nueva República de Tian, la anterior República del Sudeste de Asia, se alzan dos ciudades flotantes pobladas por dos nuevas razas, los Eternos y los Celestiales, que también veremos en la miniserie protagonizada por la versión definitiva de Ojo de Halcón. Hickman y Ribic presentan así un nuevo escenario bastante atractivo para los Ultimates, que pasaron desapercibidos tras ‘Ultimátum’ a pesar de contar con dos colecciones, ‘Nuevos Ultimates’ y ‘Ultimate Vengadores’. La versión definitiva de los Héroes Más Poderosos de la Tierra se ve completamente desbordada por los conflictos globales y sometidos por el Hacedor, que consigue derrotarles no sólo físicamente, si no también moralmente. La trama de estos seis primeros números atrapa enseguida al lector, que lo único que desea es continuar conociendo la exótica Ciudad de los Hijos del Mañana y los destinos de los miembros del equipo vengador definitivo. Esad Ribic ofrece la calidad artística a la que nos tiene acostumbrados y, aunque los misteriosos hombres y mujeres bajo la cúpula son prácticamente todos iguales, este diseño no resulta tedioso, si no lógico dentro de una sociedad como la suya.
La miniserie de Ojo de Halcón incluida en este tomo también cuenta con los guiones de Hickman, acompañado por los dibujos de Rafa Sandoval. Aprovechando la trama de la República del Sudeste de Asia, centrada en los esfuerzos del Gobierno por acabar con la raza mutante y crear por otra parte una nueva raza que les sustituya y les lleve a la delantera de la carrera armamentística superhumana, a la que llaman El Pueblo. Clint Barton se ve dentro de una revolución promovida por estos primeros miembros de El Pueblo que liderados por los hermanos gemelos Kuan-Yin y Shen Yin, Xorn y Zorn, forman dos ciudades que demuestran sus diferentes filosofías, con sus habitantes autodenominándose Celestiales y Eternos respectivamente.
Gracias a las averiguaciones de Clint Barton, Nick Furia acaba por conocer la existencia del poderoso suero que crear a los todopoderosos miembros de El Pueblo, y ordena a Ojo de Halcón que se haga con una muestra de dicho compuesto. En su peliaguda misión, en la que se verá enfrentándose a seres que sobrepasan completamente sus habilidades mejoradas, contará con el apoyo del equipo mutante secreto de Furia, Ultimate X, formado por Derek Morgan, Liz Allan, Bruce Banner y Karen Grant, la nueva identidad de Jean Grey.
Gracias a un ejercicio de flashbacks en cada número que nos permite no sólo conocer el origen de El Pueblo, sino también las ambiciones de Clint Barton y el origen de su identidad como Ojo de Halcón, Jonathan Hickman y Rafa Sandoval nos dejan conocer los entresijos de un personaje y una región del Universo Ultimate que bien se acabarán por declarar como importantes en el siguiente tomo, ‘Dos ciudades, dos mundos’, de la colección que reúne el destino de los Vengadores definitivos.
Panini nos ofrece en esta nueva entrega del Coleccionable Ultimate lo que muchos esperábamos cuando se comenzó a publicarse en España esta nueva etapa de los Ultimates en mayo de 2012. Ahora por fin podemos disfrutar de las tramas de esta colección de una manera más continuada y orgánica, que nos sirve para adentrarnos de una manera diferente en el universo definitivo de la Casa de las Ideas. Un tomo perfecto tanto para los lectores habituales del Coleccionable Ultimate como para aquellos que no hayan leído jamás un cómic de esta línea editorial.
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La mejor etapa de los Ultimates con diferencia.
La más cercana en calidad es la de Millar, y esa por su vacuo efectismo de buena americanada se queda lejos.
La etapa de Millar es espectacular y salvaje, un blockbuster veraniego si lo comparamos con el cine. Sin embargo, la etapa de Hickman tiene bastante más chicha, sin duda.
Ese es el problema que le veo a los Ultimates de Millar: son americanadas cinemáticas. Americanadas buenas, pero americanadas al fin y al cabo. Entre la trama, que coge muchísimos clichés del cine estadounidense, y el formato, buscando ser un modelo para el cine en vez de una película, me da un ascazo tremendo.
Te sugiero leer los Ultimates de Millar detenidamente. Hay mucha americanada, sí, pero también mucha burla y sátira.
Como dijo Grant Morrison, en los Ultimates Millar alterna entre la exaltación y la parodia sin terminar de decantarse ni dar la impresión de pertenecer a uno de los dos bandos. Todo con tal de ser molón, obviamente.
Peor me lo pones mencionando las burlas. Burlas a los Defensores y la búsqueda insaciable de fama o a Thor y a los pijiprogres quedan bien, pero Millar se queda a la mitad: michas veces la parodia acaba entremezclándose con la exaltación. El ejemplo más claro es el Capi Ultimate, ese jingoista radical totalmente despreciable al que la obra encumbra en sus dos tomos.
Esa “molonidad” cargante de Millar acaba convirtiéndose en un hándicap, creando una obra supuestamente amplia en contenido pero muy limitado tanto por el concepto de americanada como por la mala mezcla entre géneros. Acaba ensalzando aquello a lo que ataca.
PD: Tenían que haberle dado serie propia al oso borracho.
The all new- All different: Bear drunk of Beer.