A pesar de todas las teorías conspirativas que en muchas ocasiones nos empeñamos en buscar, las grandes editoriales americanas se guían por un principio tan básico como el de la oferta y la demanda. Es por esta por la que Marvel decidió dar serie propia a la radioactiva Spider Gwen, como resultado de la masiva acogida que tuvo el one-shot de Jason LaTour y Robbi Rodriguez, como también fue por la -una vez más- desorbitada recepción de esta serie por la que la compañía lanzó una serie de portadas alternativas mezclando metacosplay y la ex-novia de Spider-Man. Entre toda aquella avalancha de portadas especiales en las que la rubia con felpa más famosa del cómic americano se disfrazaba de diferentes superhéroes Marvel, nacería Gwenpool.
Mitad Deadpool, mitad fresa con nata y con una actitud festiva de colchoneta en piscina y piernas al aire, el ciclo se repetía con el combinado forjado por Chris Bachalo. Y aunque la cordurá quizás comenzase a dictar que el chiste había ido demasiado lejos, Marvel volvió a tentar a la suerte, salvo que con algo más de cautela. Gwenpool comenzó su andadura como personaje de cómics con una historia de complemento en el segundo volumen del Howard el Pato de Chip Zdarsky y Joe Quinones, al que seguiría un one-shot navideño publicado bajo su nombre. Solo tres meses después, aquí estamos de nuevo con el primer número de su serie regular a cargo del guionista de Doctor McNinja, Longshot Salva el Universo Marvel y Hora de Aventuras Christopher Hasting y el equipo de dibujantes Gurihiru (responsables de las mini-series de Power Pack de Mark Sumerak).
Antes de continuar, creo conveniente señalar que nunca había tenido demasiado interés en el personaje de Gwenpool. Es más, no podía evitar tenerle cierta aversión, ya sea porque se me antojaba un concepto tirando a absurdo, porque siempre me ha dado la impresión de un intento descarado por subirse al carro de la moda Harley Quinn o por ese rechazo tan de fan que me hacía verla como una amenaza a Spider Gwen. La chica araña alternativa de LaTour y Rodriguez se ha convertido en una de mis superheroínas Marvel favoritas de estos últimos años -gracias a su espíritu puramente urbano de graffitis, policías, peleas de bandas, agrupaciones de rock y lazos familiares en la zona suburvial de Nueva York-, por lo que temía que esa apariencia de producto de marketing completamente hueco que veía en la risueña Gweenpool se pudiera contagiar, y algún que otro despistado pudiera pensar que la otra también lo era.
Una estupidez, pensando fríamente (ya que al fin y al cabo cualquier cómic que no se regale es un producto de markenting, indiferentemente de si hablamos del número uno de los Cuatro Fantásticos en los sesenta o la nueva serie de Millar para Image Comics). Pero esto no evitó que ese cúmulo de factores, más la orgía de pastel a la que las colecciones de superheroínas parecían estar entregándose con Patsy Walker, aka Gata Infernal, me hicieran temer La Inverosimil Gwenpool de Hastings y Gurihiru más que si mi vida dependiese de un retrato robot realizado por Rob Liefeld. Leído el primer número, no solo puedo decir que todos mis prejuicios eran infundados, sino que en la próxima ocasión me planteo hacer algo más productivo con ellos. Como por ejemplo, cortarlos al largo y ponerlos a marinar.
Sin ser necesario haber leído ninguna de las apariciones anteriores del personaje -yo no lo he hecho, y lo he podido disfrutar como cualquier otro número #1-, Christopher Hasting presenta a Gwenpool con una premisa tan sugerente, que funcionaría igual de bien independientemente de si fuera o no una contrapartida de Gwen Stacy, Deadpool o un poco de ambos. Si el mercenario bocazas tiene entre sus principales atractivos el ser consciente de ser un personaje de ficción, con Gwenpool van un paso más lejos del cuarto muro convirtiéndola en lo que parece: Una fan con un cosplay. Pero no una fan cualquiera que por algún extraño motivo haya quedado tocada como consecuencia de vivir en un universo plagado de superhéroes, sino una fan como puedas serlo tú, yo o cualquier otro que tenga el cómic entre sus manos.
Gwenpool alega venir de otra dimensión dónde los superhéroes no son reales, sino meros personajes de ficción protagonistas de cómics, películas, series, videojuegos y merchandising. Una lectora más que se ha metido tanto en las páginas de su universo de enmascarados favorito que ha terminado engullida por él, de la misma forma que le ocurriera en su cine de barrio al Danny Madigan de El Último Gran Héroe. Una propuesta que a pesar de tener una larga tradición que en Marvel incluye historias como 1985 de Mark Millar, Hastings saber abordar con el atractivo extra que supone el contraste entre una protagonista que actua como si hubiera recibido crédito infinito en el mayor videojuego de mundo abierto creado por el hombre, frente a un escenario que -lejos de potenciar su naturaleza como ficción– recalca su condición de entorno real.
Esto, unido al hecho de que nunca se nos deje claro si es cierto que venga de un mundo similar al nuestro -para el que el universo Marvel no es otra cosa que ficción- o si todo está en su cabeza, acrecenta todavía más una sensación de irrealidad en un cómic de colores vivos con la expresión jovial de una lectura para niños. Algo que todavía aporta más contraste si además tenemos en cuenta a una protagonista de sonrisa chachiguay que muestra el mismo desafecto por la vida que si estuviera en una partida de GTA, en un lectura que no deja de recordarnos que hasta el último ladrón, policía o figurante al que le jode la vida es una persona con familia, preocupaciones y anhelos propios.
El resultado es una obra extraña, que sin dejar de ser el cómic absurdamente caricaturesco que aparenta, tiene un fondo de humor tan negro, que más que humor negro podría decirse que se trata de los autores siendo tan crueles que a veces te sientas hasta mal cuando algo te hace gracia. Una sensación no muy alejada a aquellos dibujos clásicos de los Looney Tunes en los que una gatita adorable y alegre se metía continuamente en situaciones de peligro de muerte. O al menos, si sustituyésemos al perrazo que se desvivía por protegerla por nosotros, y la metiésemos junto a otros cachorritos sin collar en una Sala de Peligro con cuchillas oxidadas, serpientes venenosas y los protocolos de seguridad desactivados.
El cómic incide tanto en los peligros y desgracias con las que tienen que lidiar la gente corriente en un universo de superhéroes, así como en lo aterrador que puede llegar a ser vivir en él, que casi podría decirse que es lo vendría a ser Marvels si en lugar de estar protagonizada por el fotógrafo Phil Sheldon, lo estuviera por una imbécil inconsciente con un traje de colores que no se entera de nada. Esto le da una personalidad propia que no tiene nada que ver ni con Harley Quinn, ni con cualquier otra de las superheroínas actuales ni con lo que viene a ser Deadpool. También es cierto que para plantear esta premisa el personaje no necesitaba llamarse Gwenpool ni ser una amalgama entre los dos personajes que mezcla. Es más, ni siquiera parece ser una versión alternativa de la Stacy como si ocurre con Spider Gwen, siendo más bien una prueba más de que no importa lo chorra que parezca sobre el papel tu producto. Si lo dejas en manos de un equipo con una buena idea, puede salir algo suficientemente interesante.
Con el aliciente extra de que aparezca MODOK, el debut de Gwenpool no solo es un cómic que se ha cargado todos los prejuicios con los que la abordaba, sino que es lo suficientemente atractivo como para que el próximo número vuelva a por más. Si en la película de Arnold Schwarzenegger aquel chaval con la entrada dorada recordaba por las duras que no se aplican las mismas leyes al secundario cómico que al héroe de acción, a la protagonista de Gwenpool todavía parece quedarle un calvario muy largo hasta terminar de asimilar que ser un figurante anónimo en un mundo de invasiones apocalípticas, explosiones y necesidad constante de carne de cañón no es la fiesta constante que la Convención de Cómics de la que sacó su disfraz le había prometido.
Reseñas All-New All-Different Marvel
- Doctor Strange #1, de Jason Aaron y Chris Bachalo
- Amazing Spider-Man #1, de Dan Slott y Giuseppe Camuncoli
- Invincible Iron Man #1, de Brian Michael Bendis y David Marquez
- Guardians of the Galaxy #1, de Brian Michael Bendis y Valerio Schiti
- Captain America, Sam Wilson #1, de Nick Spencer y Daniel Acuña
- Uncanny Avengers #1, de Gerry Duggan y Ryan Stegman
- Spider-Gwen #1, de Jason Latour y Robbi Rodriguez
- Spider-Man 2099 #1, de Peter David y Will Sliney
- Contest of Champions #1, de Al Ewing y Paco Medina
- Uncanny Inhumans #1, de Charles Soule y Steve McNiven
- Karnak #1, de Warren Ellis y Gerardo Zaffino
- Howling Commandos of SHIELD #1, de Frank Barbiere y Brent Schonoover
- Drax #1, de CM Punk, Cullen Bunn y Scott Hepburn
- Angela: Queen of Hel #1, de Marguerite Bennett, Kim Jacinto y Stephanie Hans
- Astonishing Ant-Man #1, de Nick Spencer y Ramon Rosanas
- Deadpool #1, de Gerry Duggan y Mike Hawthorne
- Vision #1, de Tom King y Gabriel Hernandez Walta
- All-New All-Different Avengers #1, de Mark Waid, Adam Kubert y Mahmud Asrar
- Hercules #1, de Dan Abnett y Luke Ross
- Unbeatable Squirrel Girl #1, de Ryan North y Erica Henderson
- Howard the Duck #1, de Chip Zdarsky y Joe Quinones
- Nova #1, de Sean Ryan y Cory Smith
- Ultimates #1, de Al Ewing y Kenneth Rocafort
- The Mighty Thor #1, de Jason Aaron y Russell Dauterman
- Carnage #1, de Gerry Conway y Mike Perkins
- All-New Wolverine #1, de Tom Taylor, David Lopez y David Navarrot
- Illuminati #1, de Joshua Williamson y Shawn Crystal
- Moon Girl and The Devil Dinosaur #1, de Reeder, Montclare y Bustos
- Star-Lord #1, de Sam Humphries y Javier Garrón
- Venom: Spaceknight #1, de Robbie Thompson y Ariel Olivetti
- Red Wolf #1, de Nathan Edmondson y Dalibor Talajic
- The Totally Awesome Hulk #1, de Greg Pak y Frank Cho
- All-New X-Men #1, de Dennis Hopeless y Mark Bagley
- All-New Inhumans #1, de Charles Soule, James Asmus y Stefano Caselli
- Guardians of Infinity #1, de Dan Abnett , Carlo Barbieri, Jason Latour y Jim Cheung
- Scarlet Witch #1, de James Robinson y Vanesa Del Rey
- Weirdworld #1, de Sam Humphries y Mike del Mundo
- Spider-Woman #1, de Dennis Hopeless y Javier Rodríguez
- Silk #1, de Robbie Thompson y Stacey Lee
- Daredevil #1, de Charles Soule y Ron Garney
- Patsy Walker, A.K.A. Hellcat! #1, de Kate Leth y Brittney L. Williams
- Extraordinary X-Men #1, de Jeff Lemire y Humberto Ramos
- X-Men: Worst X-Man Ever #1, de Max Bemis y Michael Walsh.
- Spidey #1, de Robbie Thompson y Nick Bradshaw
- Web Warriors #1, de Mike Costa y David Baldeon
- Silver Surfer #1, de Dan Slott y Mike Allred
- A-Force #1, de G. Willow Wilson y Jorge Molina
- Old Man Logan #1, de Jeff Lemire y Andrea Sorrentino
- Spider-Man #1, de Brian Michael Bendis y Sara Pichelli
- Power Man and Iron Fist #1, de David Walker y Sanford Greene
- Black Widow #1, de Chris Samnee y Mark Waid
- Avengers Standoff: Welcome to Pleasant Hill #1, de Nick Spencer y Mark Bagley
- Avengers Standoff: Assault on Pleasant Hill Alpha #1, de Nick Spencer y Jesús Saiz
- Mockingbird #1, de Chelsea Cain, Kate Niemczyk y Rachelle Rosenberg
- International Iron Man #1, de Brian Michael Bendis y Alex Maleev
- Hyperion #1, de Chuck Wendig y Nik Virella
VALORACIÓN GLOBAL
Guión - 8
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.7
¿Cómo reaccionarías si fueras una persona real atrapada en el universo de ficción del que has sido fan durante años? Lo que comienza como un juego divertido para su protagonista, termina revelándose como una situación mucho más siniestra, en un cómic cargado de mala leche a pesar de su apariencia de entretenimiento amable
ala, me parece una idea muy interesante, Me ha despertado las ganas la reseña. Y eso que no sigo ni a spidey, ni a masacre…y pensaba que sería una copia de Harley Queen. Al final me voy a enganchar a todas las series de tías marvel. Jajaj,
El estilo de dibujo del cuadro en el que Gwenpool tiene el fusil de asalto me hizo acordar de Tank Girl.