Un aumento de poder puede no ser suficiente.
«Álzate Heraldo del Trueno.»
A finales de 2020, Jason Aaron terminó de narrar un gran recorrido en la serie de cómics de Thor que nos llevó a viajes y luchas épicas, momentos inolvidables con Jane Foster, la Guerra de los Reinos y una mini del Rey Thor que nos auguraba el fin de los días del dios del trueno. Tras su despedida, se dio paso a Donny Cates a los guiones para Thor Odinson, Padre de Todos, en una aventura que traería muchos sentimientos encontrados para el personaje, miedos, depresiones, momentos blockbuster, y todo lo que está por llegar. Quienes no conozcan al guionista, Donny Cates fue el encargado de realizar las tramas (o algunas etapas) de Estela Plateada: Negro, Veneno, Thanos Vence, La Muerte de los Inhumanos, El Motorista Fantasma Cósmico, Guardianes de la Galaxia y muchos más.
En el presente arco argumental, titulado El Rey Devorador, nos encontramos ante un Thor que ya se ha cansado de ser rey de Asgard justo al empezar, ya que tendrá que dejar atrás sus días de gloria para ejercer de rey y gobernar como es debido. Sin embargo, la caída de Galactus en Asgard y su terrible mensaje hará que Thor recoja el martillo para salvar el universo, aunque Mjolnir se le haga más pesado. No obstante, esta epopeya singular nos traerá varias sorpresas, encuentros que nos rompan el corazón, un Heraldo del Trueno, un villano al que temer y un destino que augura lo peor para el mundo Marvel y para Thor. Una vez acabado ese demoledor viaje, el dios del Trueno realizará un experimento en el que un humilde humano le dará un valioso consejo a tener en cuenta, al menos si quiere tener un buen futuro. En general, considero que el arco argumental El Rey Devorador tiene un inicio bastante épico que coloca al lector en una tesitura de gran peligro y que genera un gran interés por saber cómo Thor, en su nueva posición, intentará solucionarlo. Esto nos daría un pequeño giro revolucionador al saber el motivo de Galactus para pedirle ayuda y por cómo deben hacerse las cosas. Ahora bien, aunque el viaje podría haberse detallado más y ver los estragos del Invierno Negro, la parte que podría ser más pesada se resume con eficacia y nos ofrece un momento muy desgarrador que nos lleva a conocer más de cómo se siente Thor. Una vez llegamos al esperado encuentro final, Donny Cates actúa de manera inteligente al hacer el enfrentamiento más meta y emocional que físico, dándonos momentos y referencias que intentan herir a Thor en lo más profundo de su corazón y más cuando vea su destino final. Las sorpresas finales y la resolución están en la media que podríamos considerar notable, aunque deja una sensación agridulce porque hay cosas que podrían explicarse mejor o más detalladamente, pero esperamos que eso se realice en futuros números, ya que el destino parece inevitable. Los dos últimos números, siete y ocho, actúan a modo de epílogo al tratar un temor de Thor que ha ido creciendo exponencialmente y que aquí el guionista trata con situaciones audaces y cómicas en varios momentos. Aunque no quita la pesadumbre de Thor, sí que llega a darle una cierta esperanza que está por ver cómo acaba resultando.
En cuanto a los personajes, Thor Odinson se muestra implacable y terco a la hora de acabar con el Invierno Negro y recuperar la paz para el universo, pero no está dispuesto a acabar con la vida de millones de personas, lo que le traerá algunos conflictos con Galactus. Por otro lado, Thor también deja a entrever un gran pesimismo y una cierta depresión por convertirse en rey y creer que eso le alejará de las grandes aventuras con las que disfrutaba antaño. Además, un problema con el Mjolnir solo genera más dudas y desconfianza sobre él mismo. En un principio, Galactus se muestra abierto a pedir una alianza a Thor y trabajar según unos ciertos métodos, pero el hambre y la necesidad de acabar con su enemigo hará que cada vez se vuelva más impertinente, desagradecido e incluso que oculte cierta información. Bill Rayos Beta ve como una completa locura que Thor ayude a Galactus, lo que acaba generando una tremenda discusión con palabras realmente hirientes tanto para Thor como Bill. La dama Sif recoge el testigo de Heimdall y no duda en decirle a Thor todas las verdades a la cara si con eso puede ayudar a que su amigo crezca como dios y rey, aunque duela. El Invierno Negro se nos presenta como un villano tremendamente poderoso y capaz de herir el corazón de miles de personas con facilidad mientras destruye realidades y aquí lo demuestra con suma facilidad, no solo con hechos y palabras, sino al vaticinar el destino final de Thor. Por último, Adam Aziz es un hombre que ha tenido un pasado tormentoso, pero se ha convertido en alguien muy humilde que quiere ayudar a las personas y su encuentro con Iron Man y Thor solo hará que el dios del trueno recupere algo de esperanza y su corazón se reconforte.
Sobre el ritmo, Donny Cates establece un storytelling con tiempos equilibrados con tendencia hacia la acción, lo que se agradece en muchos momentos de la lectura, pero su narrativa a través de los cartuchos y los momentos algo más sosegados también son potentes y le dan un carácter de grandeza a la obra.
A nivel artístico, Nic Klein realiza el dibujo de los seis primeros números con una gran expresividad y un trazado de notable que nos sumerge con facilidad en una aventura de tintes grandiosos y épicos. Además, el color que aporta Matthew Wilson pone la guinda en el pastel con una paleta preciosa y una muestra de inmenso cuidado en la elección de cada color para que el lector sienta las emociones del viaje adecuadamente y según las intenciones del guionista. Por último, Aaron Kuder está bien en la realización del dibujo de los últimos números, aportando un toque centrado en la fantasía y humildad que busca transmitir el guionista, aunque contrasta mucho con el primer dibujante.
En definitiva, considero que estamos ante un arco argumental potente, con ambición y un buen potencial para darnos una gran etapa a la vez que explora con cuidado y mimo tanto a los personajes como sus dinámicas.
Lo mejor
• El guion engancha fácilmente por su premisa y los giros de tuerca son emocionantes.
• Los personajes tienen una correcta profundización.
• El dibujo de Nic Klein es fantástico.
Lo peor
• Algunas cosas no están muy explicadas o se dejan al aire.
• Pese a que Aaron Kuder cumple muy bien, contrasta mucho con Nic Klein.
Guión - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 8
7.8
¡Genial!
Un inicio bastante prometedor para el dios del trueno, que augura sorpresas y una profundización en el personaje.
Gracias por la reseña, muy interesante.
Lamentablemente yo no veo nada bueno en esta nueva etapa de Thor, creo que se puede aplicar el dicho de «lo que mal empieza acaba mal» y Cates es un especialista en eso; repite ideas y conceptos que ya aplicó en otras series y que pueden generar un golpe de efecto en el corto lapso pero después ya aburren, para colmo reverencia la horrenda etapa de Aaron en el Dios del Trueno y sigue su camino sin intentar volver a la normalidad nada.
Es así que, como Aaron tomo en su momento como concepto abusrdo lo de Jane de un What If, Cates repite el esquema sacando la idea de otro What If, pero aunque parezca mentira comete los mismos errores que su predecesor, continua tratando a Thor como un idiota lleno de dudas, las cosas pasan porque si y no hay explicación para casi nada, el tema del martillo es eterno.. los dialogos quieren transmitir emotividad pero cuanto más uno se adentra en la trama menos se entienden.
Lo asombroso sigue siendo que Thor tiene el poder de Odin pero no puede hacer nada, necesito de Galactus para recuperar su brazo y ni hablar del martillo, y porque va como si nada a ser su heraldo por más amenaza que surja, y ni hablar de las peleas innecesarias con sus camaradas de armas.
Respecto a Bill, parece mentira pero tanto Aaron como Cates le tienen aversión a su martillo Stormbreaker, en la mini serie Unworthy Thor el primero no deja que Thor tome su martillo porque sino deja expuesto el sin sentido de ser indigno y ahora Cates lo destroza para barrer con el último retazo de coherencia y legado de Odin que quedaba en pie, de terror!
Por cada número decente hace tres mediocres, y el final de cierto personaje cósmico es una muestra de eso, no es impactante y tampoco, porque hoy en día en Marvel las muertes son un chiste, si Cates quería mostrar un Thor épico debería cuidar más los detalles y tener mayor coherencia, porque el segundo arco hubiera sido genial para resolver lo del martillo de una buena vez y dejar de molestar con esa tonteria pero en vez de eso con el correr de los números involuciona a Thor, no solo que otros autores como Aaron y Ewing lo hagan mierda en sus respecitvas colecciones sino que él pone su grano de arena también en King in Black.
Finalmente, en cuanto al arte creo que Klein hace un trabajo bastante bueno, donde se supera en relación a trabajos anteriores, a diferencia de Kuder que no da con el personaje, y tira abajo los números en lo que le toca intervenir.
En resumidas cuentas, esta última decada ha sido nefasta para el personaje, como ya dije antes le toco un trio de autores (Fraction, Aaron y ahora Cates) que han destrozado todo lo bueno que tenía Thor y su mitología y para colmo Marvel sigue empeñado en hacerlo cada vez más un payaso inútil para asemejarlo a las películas.