Tocala otra vez, Brad

La semana pasada veíamos como el particular tempo que se da en el interior de las viñetas permitía que las luchas de un personaje contra muchos pareciesen bastante más verosímiles en los cómics que en películas y teleseries.

Los globos de texto, las viñetas superpuestas, las líneas cinéticas, las onomatopeyas y la mezcla de detalle y síntesis del dibujo generaban una extraña paradoja visual que nos hacía percibir velocidad y duración a un mismo tiempo. El héroe vencedor se movía con agilidad sobrehumana y el transcurrir del tiempo en el interior de cada viñeta le ofrecía el intervalo necesario para que pudiera acabar con todos los enemigos que aparecían junto a él.

Un mecanismo extremo para expresar tal paradoja lo encontramos en esta viñeta de Civil War: Spiderman se desplaza por la viñeta a una velocidad superior que los demás, haciendo que parezca estar en varias partes a la vez.

Pero a pesar de que este último ejemplo pertenezca a un cómic bien actual, lo cierto es que hoy por hoy muchas de esas herramientas formales han caído en desuso, victimas de la voluntad que muchos autores manifiestan de acercar los modos del cómic a los del cine.

Ya no hay líneas cinéticas, el tiempo se fragmenta en múltiples viñetas y los diálogos en plena batalla dejan paso al silencio o a las voces en off. Como consecuencia de toda esta amalgama de nuevos recursos, el tempo narrativo se ralentiza y nos parece estar viendo esas luchas a cámara lenta. Así sucede con esta otra página de Civil War, con unos mecanismos narrativos diametralmente opuestos a los que usaba Steranko en los ejemplos de la semana pasada.

Si la página de Civil War transcurre en el más absoluto silencio, estas otras de Daredevil combinan la acción con las voces en off sin que por ello la escena deje de funcionar. La lucha resulta creíble y esa sensación de cámara lenta le otorga una cierta elegancia.

No pasa lo mismo con las páginas de Identity Crisis que veremos a continuación. Léanselas antes de continuar, por favor.

Su guionista, Brad Meltzer, es un novelista de Serie Negra con habilidad para dosificar la intriga y retratar personajes. Pero sus escenas de acción suelen resultar fallidas; ésta especialmente.

Mientras que los textos de Ed Brubaker en Daredevil ocupaban pequeños espacios dentro de las viñetas y no aparecían en todas ellas, Meltzer abusa de estos textos de apoyo a lo largo de toda la lucha provocando una relación carente de equilibrio entre palabras y dibujo. Aunque no es ese el detalle más importante. La voz en off funciona en Daredevil porque, en un principio, creemos que pertenece al “personaje veloz”. Descubriremos luego que no, que en realidad pertenece a alguien que no está presente en la lucha, dotando así a esa voz de una intemporalidad que le permite casar sin problemas con lo que nos describe la imagen. Pero en Identity Crisis no ocurre así.

Mi compañero Juanjo Palacios se extrañaba hace tiempo de que, en esta escena, Deathstroke pudiera acabar con toda la JLA. Quizás olvidaba que Deathstroke es diez veces más veloz que cualquier persona normal. Por lo tanto, bien podría moverse a una velocidad sobrehumana que hiciera que el resto de sus oponentes pareciesen estar quietos. Pero entonces… tendría que ser él quién nos contase lo que sucede y no Green Arrow. Green Arrow no puede percibirlo. No puede estar contándonos en presente lo que está sucediendo porque, para que resulte verosímil la victoria de Deathstroke, nosotros debemos percatarnos de alguna manera de que el villano se mueve muchísimo más rápido que los héroes. Tan rápido que los héroes ni ven lo que hace.

Si no hubiera habido textos de apoyo, la sensación de cámara lenta percibida sólo por nosotros, los lectores, sería capaz de sugerir las particularidades cinéticas de aquella lucha desigual. Si hay textos de apoyo, estos deben ser la voz de alguien ajeno a la escena o de alguien, en la escena, que vea a los demás como si se movieran a cámara lenta. Deathstroke o ese Flash herido e inutilizado podrían llevar a cabo ese papel. Pero nunca Green Arrow si se pretende que la lucha se nos antoje verosímil… porque el Arquero Esmeralda, como los demás, ni las ve venir.

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Pd 1: Cuando ya tenía escrito este post me topé con esta página del Demon de Kirby.

En ella El Rey hace un uso también exagerado de los textos de apoyo, pero al mantener diálogos, líneas cinéticas y onomatopeyas en casi todas las viñetas, parece que estemos viendo la acción en tiempo real. La única viñeta donde no se utilizan esos recursos es la última, que se percibe como más estática, más ralentizada.

Pasa de manera parecida a estas páginas de Identity Crisis en las cuales la aparición de ciertos bocadillos de diálogo hacen que la percepción del tempo oscile de la cámara lenta al tiempo real.

Pd 2: Para acabar por ahora con estas divagaciones sobre el transcurso del tiempo en el cómic, la semana que viene José Torralba nos comparará cómo también en la historieta se pueden sugerir diferentes ritmos narrativos que así nos permiten distinguir un flash-back de un racconto. Para ell se fijarà en diversas páginas de 100 Balas.