Cuando la población está adormecida, acomodada y distraída, cuando desde arriba se proporciona cosas que perder, y se cumple con el pan y circo, las sátiras se hacen más necesarias que nunca. Sin perder de perspectiva que cualquier acto de crítica se puede quedar deslegitimado en el momento en que quien la escribe forma parte de lo que se critica, el mensaje es lo que debería importar en cualquier acto comunicativo. Es lo único que se debería juzgar, y el receptor es libre de aceptarlo o no, de estar de acuerdo o no.
La venganza es el leitmotiv de la motivación del personaje que da título a la serie. Tras los trágicos eventos del primer tomo, que supuso la imposibilidad de alcanzar redención para sus personajes. El segundo punto de giro (al tratarse de una obra de tan solo 10 números, es más cercano a una película y más sencillo de acotar la estructura argumental) terminó con un hecho traumático. De ahí tiene como punto de partida este tomo con los personajes absolutamente cínicos, cada vez menos humanos y más separados entre ellos en una lucha de fieras (aunque, tal vez, la que conserva algún rasgo sea Debbie, la co-protagonista de la historia. Pero es justo decir que, a estas alturas de la historia, es tan humana como lo puede ser la novia de Kill Bill).
Remender
Por otro lado, ganan peso las tramas conspiranoicas, algunos personajes secundarios en el primer tomo, la ambientación. Aquí se profundiza en los efectos de los sucesos acaecidos en el tomo anterior. La ruptura psicológica de los protagonistas se hace patente aquí, que desprovistos de cualquier moralidad, se nos presentan como fuerzas destructoras, sin ninguna capacidad para nada más a estas alturas.
De nuevo, se pueden apreciar influencias dispares de distopías como Un Mundo Feliz, Fahrenheit 451, 1984, Transmetropolitan, Blade Runner o, incluso, Black Mirror, aunque también de bastantes manga/anime como Ghost in the Shell o Akira. La tecnología perversa como droga/distracción en manos del poder, una población completamente sedada y anestesiada por ello, el poder como herramienta de manipulación máxima con una fuerza deshumanizadora y alienante, mientras que los “súbditos” piden más y la prensa les hace, literalmente, felaciones. El concepto de sátira trae consigo, el subrayar de forma más que evidente los males de la sociedad. Da igual que se ambiente en el pasado o el futuro, una buena obra habla de nosotros mismos y de cómo nos comportamos, y las consecuencias que puede traer determinadas conductas. Y me temo que Tokyo Ghost cumple con esa función de prevención que debe tener esa clase de obras.
Pero a todo ello, Tokyo Ghost en estos últimos números, añade al a mezcla un tono crepuscular, como de una última balada de deconstrucción. Los personajes hastiados, con manos ensangrentadas y traumatizados por un pasado cruel del que no son capaces de salir, aunque todavía les queda mucho por decir. El hecho de que el final de la obra sea un clarísimo homenaje al de Centauros del Desierto (ese espíritu del pasado violento que no tiene espacio en “el nuevo mundo” vagará solitario por ahí hasta su última expiración).
Esta no es una obra amable, ni pretende serlo. Aquí nos alejamos de la introspección presente en otras obras suyas como Low o Ciencia Oscura, para darnos una obra en el que los personajes dejan, tal vez, de ser lo central a favor del mensaje crítico y social de la obra. Sin embargo, para servidor, creo que
El trabajo de
El trabajo de color de
Esta conjunción de tres astros de la industria del cómic mainstream americana tiene como resultado una obra sacada de las entrañas, y el lector lo nota al leerlo.
La edición de Norma Editorial trae consigo las portadas originales de los cinco números que recoge. A su vez, también se han incluido portadas alternativas de nombres como
Concluyendo, Tokyo Ghost es una obra con pretensiones, aunque imperfecta. El tercer acto termina resultando mucho más predecible y el autor opta por ir más sobre seguro que en el primer tomo de esta serie (dentro de la grotesca sátira que es el tono principal de la serie). Pero eso no quiere decir que
Guión - 8.5
Dibujo - 9
Interés - 8.5
8.7
Tokyo Ghost finaliza con un climax que pierde frescura respecto a los primeros números, pero gana en espectacularidad en una historia muy sólida.
Esos precios,norma….que es un tomillo en rustica por dios
Lo compraré, pero tomo en rústica, no imprimen en España y más caro que otras editoriales que editan en cartoné imprimiendo aqui. No lo entiendo. Se me quitan las ganas de comprar Norma, especialmente por deslocalizar la impresión de sus cómics.
Veo a Sean Murphy una evolución muy lógica y coherente. Su rollo parece ser, con guión propio o de otros autores, hacer series autocontenids muy entretenidas, con mucha acción y tono de broma, nada solemnes, pero un trasfondo relativamente importantoso. En este caso es una clara sátira social, pero también está su visión de la espiritualidad en Punk Rock Jesus, o de aquello del de dónde venimos en ‘El resurgir’.
No es que sean tratados de nada, a menudo hasta cae en el lugar común. En este caso, yo habría preferido algún otro escenario distinto al trillado Japón-Los Ángeles, pero le veo esa pretensión.
Yo más que a distopías clásicas, creo que este título remite al ciberpunk más despendolado de obras como Snow Crash o Leyes de mercado e incluso el biopunk que ha puesto de moda Bacigalupi o el cine del Carpenter de Serpiente Plisken o Neill Blomkamp.
Este 2º tomo no me ha gustado en cuanto a guión y texto… nada de nada; me ha resultado estiradísimo todo, vacío, repetitivo… y siendo fan de Remender, pues me he quedado chof. Lo que ha contado daba para 1 tomo. Bien por Murphy, pero poco más.
Básicamente su argumento es la lucha entre la naturaleza y la tecnología, lo natural contra lo artificial, una crítica a la sociedad decadente de consumo en un mundo ciberpunk despendolado con una violencia normalizada que forma parte del escenario en sí mismo
El dibujo de Murphy, sencillo pero lleno de detalle, es perfecto para transmitir las cantidades ingentes de acción exagerada que se reparten lo 4 personajes principales (2 malos, 2 buenos) que transmiten una historia rápida, deudora de animes como la Princesa Mononoke o videojuegos como Destiny, con moraleja final sobre la humanidad y sus necesidades.
Lo que menos me ha gustado ha sido la pareja de protagonistas, especialmente ella, que resultan bastante planos y muy previsibles puesto que siempre van en una misma línea.
Como obra de entretenimiento visual está bien, pero no da para más.
A comprar si se ve de oferta, como he hecho yo.